Un puertorriqueño que estuvo como naúfrago solitario en una isleta perdida por más de diez años, a punto de tomar la decisión fatídica –se había comido el último coco que quedaba en la isla—de repente nota que del mar sale una hermosa mujer con un traje de buzo rosado.
La mujer al ver al hombre con la boca abierta se le acerca y se sienta a su lado. Dice la mujer: "¿Desde cuándo no te fumas un buen cigarrillo..? "
El hombre empieza a sentir lágrimas bajarle por la cara y dice: “Diez años... aunque estuve fumando cáscaras de guineo mientras duraron los guineos en la isla..”
La mujer abrió un bolsillo que tenía en su brazo y sacó una cajetilla de cigarrillos y un encendedor. “Toma.” Le dijo mientras le daba un cigarrillo y se lo encendía (el hombre estaba demasiado nervioso para hacerlo el mismo).
“Aavee Maríaa..” exclamó mientras fumaba lentamente.
Entonces ella le preguntó: “¿Y desde cuándo no te das un bueno trago de licor..?”
El respondió a punto de llorar: “Diez años aunque me pude beber una botella de malta que se había fermentado y que apareció en la marejada hace como seis años..”
Ella abrió otro bolsillo que tenía justo en la cadera y saca una caneca de whiskey Blue Label y se la da. El hombre se dio sendo palo y gritó: “Coñoo.. esto sabe a gloria..”
Entonces la seductora mujer se para frente al hombre y mirándolo con cara sugestiva empieza bajarse el “zipper” que le queda justo entre los senos abultados y que le llega hasta el área de entre piernas y le dice:
“Bueno si llevas diez años en esta isla solo, debe ser hace diez años que no te das un buen gustazo de verdad..”
Y el hombre se pone de pie, lágrimas de felicidad bajándole por el rostro y grita excitado:
“No me digas que tienes unos dominos ahí escondidos..”
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