domingo, 28 de junio de 2009

Retos y retazos- tercera parte: ajedrez en un tablero de mosaico...


Espero con esta entrada terminar por ahora con esta serie que sin embargo me ha resultado entretenida además creo haber indicado ciertas interrogantes que pueden suscitar debates necesarios o cuestionamientos de validez de algunos argumentos que existen en nuestro temario muchos sin haber sido sometidos a ejercicios lógicos.

En lo que respecta al gobierno de Fortuño y sus constantes exabruptos ideológicos me ha resultado muy estimulante ver que muchos de esos argumentos padecen de serios problemas de construcción. Tal vez conscientes de sus debilidades es que han utilizado los mecanismos de la desinformación y la mera coacción para imponer su programa de gobierno obviando los debates. Mi objetivo ha sido exponer siquiera mínimamente estas falacias del Fortuñato que sin dudas arrojan serios cuestionamientos sobre la validez de dichas ideas pero debo añadir que realmente creo que dichas políticas muy de veras son meras excusas para disimular los verdaderos intereses de clase que son los que las impulsan.

Reconociendo que no pretendo haber sido exhaustivo en cuanto a enjuiciar los postulados y los programas fortuñistas en su totalidad, quisera citar algunas falacias adicionales de ese discurso que tan angustiado tiene a Puerto Rico:














Cum hoc ergo propter hoc (en latín: "juntamente con esto, luego a consecuencia de esto")
Es una falacia lógica que afirma que dos eventos que ocurren a la vez tienen una relación causa-efecto. En este tipo de falacia lógica, se hace una conclusión prematura sobre la causalidad después de observar una relación entre dos o más hechos. es el denominado "la correlación como evidencia de la causalidad" (cum hoc ergo propter hoc). En palabras sencillas, es la que se comete cuando se intenta concluír que un asunto es causado por otro, sólo porque se han hallado instancias en el pasado en que ambos se han relacionado.

La vulnerabilidad de este argumento es que no presenta evidencia de que un asunto necesariamente sea causante del otro. Por tanto, el argumento está basado en la fe ciega del proponente en que un asunto es causante del otro.

Veamos el arguir que el tamaño de la empleomanía pública es el causante de la crisis presupuestaria del gobierno primero parte de la premisa de un mito sin corroborar (el tamaño del gobierno como excesivamente grande es una conclusión sin verificarse y definitivamente no surge de un estudio cabal al respecto) luego comete el error lógico de inferir la existencia de una relación causal con la alegada crisis presupuestaria que a su vez es igualmente un alegato sin cuantificar científicamente.

Lo cierto e indiscutible es que ha habido un disloque entre los gastos del gobierno y los ingresos del mismo pero cuánto de ese problema se debe a la inadecuación del sistema de ingresos nunca se ha fijado ni corroborado.

Dicho de otro modo, pagan justos por pecadores, el que haya una delincuencia multimillonaria en Hacienda de la manera que lo interpreta el gobierno PNP es despidiendo empleados que si pagan sus contribuciones ya que sabemos que los empleados públicos por la naturaleza misma de su relación de nómina-empleado se le hace imposible evadir significativamente sus responsabilidades con el fisco. Igualmente no deja de haber una profunda injusticia en esto de que los que pagan sus contribuciones son los castigados por la delincuencia que cometen otros sectores sociales.

¿Qué hacer en respuesta a esta falacia?


Lo más sencillo que se puede hacer es pedir evidencia de que un asunto sea causante del otro. Si el gobierno presenta más evidencia de correlación, solamente se debe insistir en exigir la evidencia necesaria ya que precisamente como hemos planteado la correlación no equivale a causalidad y punto. El gobierno PNP carece del conocimiento necesario para poder determinar que el asunto que atribuye como causante lo es en verdad o lo que es peor conociendo la falacia la obvia por intereses ilegítimos y totalmente divorciados de la supuesta causalidad de la crisis presupuestaria.

Argumentum ad crumenam
La falacia de creer que el dinero o el éxito son un criterio adecuado para evaluar la verdad, es decir, que los que tienen dinero es más probable que tengan la verdad.
Esta falacia se fundamenta en una visión prejuiciada y clasista de la sociedad que además es esencialmente inconstitucional, discriminatoria y acomodaticia. Este argumento lo sostienen aquellos que pertenecen a las clases adineradas o aquellos que le sirven de lacayos a los grandes intereses en espera de recibir beneficios personales de su servicio.

Argumentum ad verecundiam/ Apelación a la autoridad
Constituye una falacia basar un argumento meramente porque lo defiende una supuesta autoridad. "[L]a autoridad de mil no vale el humilde razonamiento de uno", como dijo Galileo Galilei, en el sentido de que, aunque todos los estudiosos estén de acuerdo en algo, eso no implica que sus ideas sean ciertas, si pueden mostrarse como lógicamente inconsistentes, alejadas de los hechos objetivos de la realidad, o simplemente sin sentido. Este es el caso de las famosas casas de corretaje de los bonos que sirven de oráculo al gobierno de Fortuño.

De hecho una de las propuestas de Obama es reglamentar severamente el funcionamiento de dichas empresas (incluyendo al infame Standard y Poor) que dudosamente emiten criterios sin una documentación analítica rigorosa de apoyo y a la vez tienen intereses encontrados ya que son las mismas empresas que se benefician de las fluctuaciones de los valores que ellos mismos manipulan. Todo el razonamiento de la Ley #7, carente de cifras oficiales, se basa en esta falacia.






Castillo de naipes




Una forma de argumento que apela al catastrofismo. Fortuño hizo alarde de esta falacia cuando pronunciaba al inicio de su gobierno (todavía lo hace pero con menos frecuencia y estridencia) que Puerto Rico entraría a un especie de era medieval económica si el no nos salvaba, claro todo de la boca para afuera sin razonamientos ni estudios que corroboren los cantos de la sirena.

Esta clase de argumento presupone tres cosas: primero, que hay una implicación lógica entre la caída de la idea que se defiende y la catástrofe que se presagia; segundo, que esta implicación es exclusiva, es decir, que nada puede ocupar el lugar de la idea defendida; tercero, que una idea debe ser correcta porque es conveniente que así sea.

Simplemente es falso que el temor sea fuente de estructura lógica: temerle a los rayos no aporta un grano al conocimiento del fenómeno de la electricidad ni mucho menos explica científicamente su comportamiento. Es válido temerle a los rayos y a las crisis pero hasta ahi llega esa exposición y aunque cierta no dice nada más.



Bueno por ahora creo haber destacado argumentos falsos, ilógicos o falaces en varios de los programas principales del gobierno PNP.

Tal vez la conclusión más importante es la deducción que se sustrae luego de ver como los argumentos fortuñistas fracasan miserablemente como ejercicios racionales que es que la premisa general de dichos engendros programáticos de ninguna manera se conjugan a partir de una premisa de bien común, los proponentes muy de veras lo que hacen es seguir una agenda totalmente desprovista del ideal democrático del pueblo como su objetivo, sus planteamientos son meros escaparates que intentan disimular el total y decidido interés burgues, todo el discurso y la praxis fortuñista es una entrega despiadada a los ricos (y sus serviles secuaces riquitillos guanabí).

La guerra de clases en Puerto Rico la han declarado abiertamente.

2 comentarios:

Juan A. López Cruz dijo...

BRAVO.
Te felicito por la serie de artículos que escribiste.
GRACIAS.

endi.com dijo...

Reunión con agencias evaluadoras

Fortuño dice que están siguiendo de cerca la situación de la Isla

Por Joanisabel González / joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com

El gobernador Luis Fortuño se reunió ayer por quinta ocasión con representantes de las casas acreditadoras para informarles de los avances de su administración en materia financiera y reiterarles que dará continuidad a los planes de disciplina fiscal que se han puesto en curso.

“Es imprescindible que continuemos atendiendo este asunto (el déficit presupuestario y su efecto en la clasificación crediticia) de manera directa y con la seriedad que merece”, dijo Fortuño en declaraciones escritas antes de abordar un avión para regresar a la Isla.

Según Fortuño, la situación fiscal del país continúa siendo motivo de preocupación e interés por parte de las casas acreditadoras, por lo que “buscarán resultados concretos, sin sorpresas, ni divagaciones”, así como la disponibilidad de liquidez y acceso a efectivo del Gobierno. También prestarán al desempeño de la economía.

http://www.elnuevodia.com/reunionconagenciasevaluadoras-586590.html