Labor Day: posibles modulaciones sobre el tema

¿Qué significa el Día del Trabajo con excepción de otro día libre, de ventas y, celebraciones divorciadas del reconocimiento a los trabajadores asalariados y sus procesos de lucha y organizaciones de base?

He de contestar esta pregunta tanto con un referente de la historia de la fecha y una mirada a su posible significado en nuestros tiempos.


Nuevamente fue demasiado tarde este año para convertir al Día del Trabajo en un día de protesta, un día de activismo. Si usted y los miembros de su familia todos tienen buenos trabajos con sensibles contratos laborales, excelente. Sal y protesta para apoyar sus vecinos y parientes que han sido golpeados por la recesión. Protesta por los vecinos que perdieron o que están a punto de perder sus hogares (la propiedad prioritaria de la inmensa mayoria de las familias, especialmente de las familias trabajadoras)-- o cuyos hogares han perdido valor de una manera tan significativa.

La época de celebrar Día del Trabajo, propongo, como un dia de fiesta ha terminado. Es tiempo de usarlo para luchar para y por los trabajadores. Es claro, necesitamos que el Día del Trabajo sea conocido como día de protestas.


Primero de Mayo y el Dia del Trabajo ('Labor Day')

¿Por qué se celebra el Día del Trabajo en septiembre mientras los trabajadores del mundo celebran Primero de mayo si ambos conmemoran a mártires americanos del movimiento laboral?

Esta pregunta es aclarada por el hecho de que el Primero de mayo es observado por los trabajadores (no por la gerencia), mientras que el día de fiesta de septiembre es disfrutado por todos, perpetuando el mito que el trabajador y la gerencia ambos trabajan juntos. La proclamación del Día del Trabajo en septiembre en los Estados Unidos se puede interpretar solamente como un esfuerzo para aislar al trabajador americano de sus colegas en todo el mundo, y para oscurecer la historia real de Chicago en 1886.

El Primero de mayo fue fundado oficialmente en 1886, durante una huelga en Chicago por la jornada de ocho horas. En 1889, la Federación americana de trabajo (AFL) propueso al Congreso laboral internacional en París el 1ero de mayo como Día del Trabajo internacional. Los trabajadores debían marchar para lograr la jornada de ocho horas, la democracia y el derecho de trabajadores a organizarse. Los delegados aprobaron la petición y eligieron el 1 de mayo de 1890, como día de demostraciones a favor de la jornada de ocho horas.

Mientras por otro lado, los líderes laboristas de los E.U. habían agitado para la creación de un día de fiesta del trabajo antes de Chicago. Entre ellos, Peter J. McGuire, un carpintero y dirigente sindical, había propuesto su idea por un día de fiesta que honraba a los trabajadores en una reunión en Nueva York a principios de 1882. (Otros dicen que el “fundador” del Día del Trabajo fue Matthew Maguire, maquinista que sirvió como secretario del sindicato central en Nueva York.)


La historia de los mártires de Haymarket, y su monumento comienza en una convención de la Federación de sindicatos en 1884. La Federación (el precursor a la Federación americana del trabajo AFL) pidió celebrar un gran movimiento para ganar el día laborable de ocho horas, que culminaría el 1 de mayo de 1886. El plan era pasar dos años tratando de lograr que todos los patrones americanos adoptaran un día de ocho horas estándar, en vez de los 10 a los 12, incluso los días de hasta 16 horas que eran frecuentes. Después del 1 de mayo de 1886, todos los trabajadores no todavía en un horario de ocho horas, debían cesar el trabajo en una huelga a escala nacional hasta que su patrono accediera a la demanda.


Aunque algunos patrones cumplieron, muchos no lo hicieron. Por consiguiente, las grandes demostraciones ocurrieron el 1 de mayo todos a través del país. Chicago fue la más grande con 80.000 estimados que marchaban en la avenida de Michigan.

De hecho, anarquistas y otros radicales políticos en Chicago estaban renuentes con la huelga por el asunto de la jornada de ocho horas de trabajo regular al día, que vieron como "reformista" pero prevalece participar porque Albert Parsons y otros eran oradores de gran alcance y tenían muchos seguidores.

La noche del 4 de mayo de 1886 se congregaron en el haymarket de la ciudad en St. Randolph y la avenida de DesPlaines. El propósito era protestar por la brutalidad policial mediante la cual huelguistas murieron. La actividad en el haymarket fue planeada tan mal que los organizadores tuvieron que reunir altavoces justo en el momento. Una lluvia comenzó a caer, y una fuerza grande de 200 policías llega para dispersar la reunión.

Alguien desconocido lanzó una bomba a la policía. En su confusión, la policía comenzó a disparar sus armas en la oscuridad, matando por lo menos cuatro en la muchedumbre e hiriendo mucho más. Los policias mataron hasta a varios policías en el fuego cruzado (solamente uno muere por la bomba). El mito del Haymarket nació.


Las consecuencias del acontecimiento, las uniones fueron atacadas a través del país. El movimiento de ocho horas fue descarrilado y no es hasta el 1935 que el día laborable de ocho horas se convirtió en el estándar nacional, una parte de los estándares de trabajo del Nuevo Trato del presidente Franklin D. Roosevelt ("Fair Labor Standards Act").

Procesaron a Albert Parsons y siete otros lideres asociados a organizaciones radicales. No se ligó a ninguno a la bomba, y algunos incluso no estaban presentes cuando los hechos. Fueron convictos comoquiera de ser responsables de la bomba por sus críticas públicas de la América corporativa, la estructura política, y el uso de las fuerzas policiales contra los trabajadores. Los encontraron culpables en un juicio viciado que el gobernador Juan Peter Altgeld declara injusto. El 26 de junio de 1894, Altgeld los perdona pero Parsons, Spies, Fischer, y Engel habían sido colgados, y Lingg supuestamente comete suicidio.

El caso de Haymarket se convirtió en un escándalo mundial. Millares, incluyendo el presidente de la AFL Samuel Gompers solicitaron la clemencia. Fue inútil. Fueron colgados el 11 de noviembre de 1887.

El primer Día del Trabajo en los Estados Unidos fue celebrado el 5 de septiembre de 1882 en New York City. En 1887 Oregon se convirtió en el primer estado en establecer un Día del Trabajo como día de fiesta, el primer sábado en junio. Colorado, Massachusetts, New Jersey, y Nueva York observaron el Día del Trabajo el primer lunes en septiembre. Entonces en 1889, el primer Congreso de la segunda internacional socialista selecciona mayo primero como día para la celebración internacional no importa qué día de la semana caiga. Mayo primero fue elegido en conmemoración de la masacre de Haymarket.


Se convirtió en un día de fiesta federal en 1894, tras las muertes de un número de trabajadores a manos de militares y 'marshalls' de los E.E.U.U. durante la huelga de los trabajadores ferroviarios (huelga de los "Pullman"), el presidente Grover Cleveland busca reconciliarse con el movimiento laboral como prioridad política. Temiendo conflictos adicionales, la legislación que hacía Día del Trabajo una festividad nacional fue aprobada por el Congreso unánimemente y firmada solo seis días después del final de la huelga. La fecha de septiembre fue elegida ya que Cleveland tiene el temor de alinear la fecha con celebraciones internacionales existentes ligadas a Haymarket.

El Día del Trabajo de la historia del desempleo y el trabajo malremunerado: realidades, efectos y algunas sugerencias.

Desempleo masivo y trabajadores desorganizados componen el marco del 2010. El problema real tiene que ver con la estructura de la economía, no un ciclo de negocios. Ningún acelerador puede trabajar a menos que los consumidores puedan, en un cierto punto, impulsar la economía. Pero los consumidores tienen menos poder adquisitivo para comprar bienes y servicios desde hace algún tiempo, sus medios no han crecido porque la economía no ha podido proporcionarles ingresos y mejoras salariales.


Esta crisis comenzó hace décadas, salarios bajos en el exterior afectan directamente el salario local. (Es el doble efecto adverso de "exportar trabajos" (se refiere a contratar fases de manufactura y servicios de grandes cantidades de trabajadores en países que los salarios promedios contrastan marcadamente con los salarios promedios nacionales) "outsourcing", una característica gerencial de la llamada mentalidad global) por un lado desplaza trabajadores locales y por otro, como hemos indicado, crea un efecto de paralizar aumentos salariales locales.) Los salarios se estancaron. El trabajador promedio gana menos hoy, ajustado según la inflación, que hace 30 años.

En Puerto Rico no hemos visto solo el efecto adverso del "outsourcing" sino que por nuestras debilidades estructurales (falta de poderes de negociar contratos) como sistema renglones enteros de nuestro potencial productivo yacen en el limbo, aunque necesariamente medidas proteccionistas per se no son una cura universal, la imposibilidad de estructurar mecanismos tributarios e incentivos que sirvan de balance (en el mercado) nos han literalmente eliminado posibilidades tanto en la agricultura como en la casi inexistente manufactura.

Nota especial.- Aunque no lo habremos de incluir en este escrito el llamado "outsourcing" incide en muchos escenarios en que regulaciones ambientales locales resultan mucho mayores que las regulaciones o debo decir tolerancia de contaminantes de otras jusrisdicciones. Hay un debate conceptual que se ha evitado y es la doble valoración ética detrimental que existe en promover a nivel internacional normas inaceptables a nivel local (tanto ambientales como laborales por ejemplo), el llamado Derecho internacional se encuentra en pañales en este aspecto mientras las codificaciones comerciales obvian por completo dichas responsabilidades.

El efecto de la baja en el poder adquisitivo del hogar promedio se ha matizado mediante el segundo salario: las mujeres fluyeron a la fuerza de trabajo asalariada. A finales de los 90, más de 60 por ciento de las madres trabajó fuera del hogar (en 1966, sólo lo hizo el 24 por ciento).

Más horas. Lo que las familias no recibieron en aumentos salariales lo compensaron en aumentos de horas de trabajo. El trabajador de sexo masculino típico trabaja 100 horas más cada año que hace dos décadas, y la trabajadora femenina típica cerca de 200 horas más.


Cuando las familias no podían sacar más de estos dos mecanismos, emprendieron un tercero: la deuda. A partir de 2002 a 2007, los hogares americanos extrajeron $2.3 trillones de sus hogares. (segundas hipotecas y refinanciamientos a base de tasaciones nuevas de mejoras y aumento de valor del inmueble/ comparables). Como hemos planteado en entradas relacionadas al tema de la vivienda hoy el cuadro se complica debido a la devaloración del mercado inmobiliario producto a su vez de la espiral inflacionaria previa (ocasionada por los bancos). A este tal vez el efecto negativo mayor ya que pone y puso en entredicho la propiedad fundamental de la familia se le adiciona una lluvia de productos basados en la deuda tales como las tarjetas y las cuentas asociadas a tiendas, estas actividades se convirtieron en voraces en su mercadeo y encerraban condiciones de tasas variables que produjeron montos de deuda insostenible. El consumo de todas partes se traslada a una actividad basada y ejecutada sobre el mecanismo de la deuda en lugar del poder adqusitivo.

Eventualmente, por supuesto, la burbuja estalló - y con ella, el mecanismo de la deuda familiar. Ahora nos dejan para ocuparnos del problema subyacente que hemos evitado por décadas. Incluso si todos somos empleados, todavía no tendríamos bastante dinero para comprar lo que la economía es capaz de producir en parte por el problema severo de salarios estancados y la baja aguda en el poder adquisitivo.


¿Adónde han ido todos los aumentos económicos? Sobre todo al tope. Los economistas Emmanuel Sáez y Thomas Piketty examinaron las declaraciones de impuestos a partir de 1913 a 2008. Descubrieron un patrón interesante. En el final de los 70, el 1 por ciento de las familias más ricas admitió tener cerca del 9 por ciento de los ingresos totales; antes de 2007, el 1 por ciento superior admitió el 23.5 por ciento del ingreso total.

No es una coincidencia que la vez última que los ingresos era tan concentrados era en 1928. No significo sugerir que tales consolidaciones causan directamente declinaciones económicas agudas. La conexión es más sutil. Los ricos gastan una proporción mucho más pequeña de sus ingresos que el resto de nosotros. Con una parte desproporcionada, la economía pierde la demanda que necesita para crear trabajos.

Es más, los ricos no invierten necesariamente sus ganancias y ahorros en la economía local; los envían alrededor del globo donde consiguen ganancias más altas - a menudo las islas Cayman, China o a otra parte. Los ricos también ponen su dinero en activos muy probablemente para atraer a otros inversionistas grandes.


Mientras la gran mayoría quiere naturalmente vivir mejor. Su gasto crea bastantes trabajos por lo menos por una época. Pero porque esta situación no puede ser sostenida, en un cierto punto - 1929 y 2008 son ejemplos - las cuentas se convierten en deudas.

La Gran Depresión y sus consecuencias demuestran que hay solamente un camino de regreso a la recuperación completa: con una prosperidad extensamente compartida. En los años 30, la economía americana fue reestructurada totalmente.

Mucho de las inversiones estructurales fueron pagado con un impuesto sobre ingresos marginales del 70 por ciento a 90 por ciento de los ingresos más altos. Y como la clase media compartió más de los aumentos de la economía, podía comprar más de los bienes y servicios que la economía podía proporcionar. El resultado: crecimiento rápido y más trabajos. Por el contrario, poco se ha hecho desde 2008 para ensanchar el círculo de la prosperidad.


¿Qué más se podría hacer para mejorar salarios y estimular la economía? No creo tener todas las respuestas pero tal vez algunas de estas iniciativas pueden tener mérito:

Puede ser que consideremos, por ejemplo, ampliar el crédito del impuesto sobre el ingreso ganado de la clase asalariada promedio.

Otro paso es eximir los primeros $20.000 de ingresos de impuestos sobre las remuneraciones y pagar dicha exencion con impuestos sobre las remuneraciones en ingresos sobre $250.000. Esto, parece también razonable.

Mejorar el sistema educativo: La educación puede ser pagada mediante un pequeño honorario del 0.5 por ciento en todas las transacciones financieras. Las universidades públicas deben ser libres; a cambio, entonces requerir a los graduados restituir el 10 por ciento de sus primeros 10 años de sus ingresos a tiempo completo.


Otro paso: trabajadores que pierden sus trabajos y tienen que colocarse en posiciones que pagan menos podrían calificar para un “seguro de ganancias” que pagaría la mitad de la diferencia de sueldo por dos años; tal programa probablemente es menos costoso que subsidios de desempleo extendidos.

Estas medidas serían pagadas sin necesidad de aumentar el déficit. De hecho, ayudarían a reducir los déficits a largo plazo consiguiendo nuevos trabajos y que la economía vuelva a crecer otra vez. Aquí está el punto. Las políticas que generan prosperidad más extensamente compartida llevan a un desarrollo económico más fuerte y más sostenible. Ésa es la lección del Día del Trabajo que debemos aprender.

Nota posterior.- (07.09.10) Esta entrada se empieza a redactar el viernes 3 de septiembre, debido a contratiempos de salud y otras responsabilidades finalmente es publicada domingo tarde. No he mencionado los incidentes relacionados a las actividades oficiales de 'Labor Day' del gobierno pero nuevamente dichas actividades solo han servido escasamente para ser una vitrina del Departamento del Trabajo del ELA. No nos debe extrañar el contenido de declaraciones de los funcionarios en dichas actividades que van desde regañar a los trabajadores que protestan hasta predicar la sumisión ante la crisis. Es tremendamente irónico al menos de manera conceptual que una fecha asociada a eventos en los que trabajadores perdieron sus vidas en lucha por sus reinvindicaciones se dediquen a mensajes perfectamente incompatibles con la historia. Nuevamente, y en gran parte por la inercia de sectores progresistas y sindicalistas, igual notamos que ante la debacle económica que directamente afecta a los trabajadores hemos, mea culpa por lo que me respecta, perdido una oportunidad de denunciar la naturaleza de clases de dicho panorama y proponer alternativas para anivelar el cuadro de ingresos y beneficios de la sociedad. ROF