‘Los ricos también lloran’ es el título de una telenovela mejicana en 1979 que fue uno de los mayores éxitos de audiencia en la historia del género, fue exportada a más de 150 países y doblada a 25 idiomas. La primera vez que la eventualmente superestrella Verónica Castro protagoniza es versión en culebrón hispanoamericano del cuento infantil (Cenicienta) en la que una malvada madrastra obliga a una huerfanita a lanzarse a la calle para ser rescatada por un millonario.
La frase se sembró en la conciencia colectiva, se hizo parte del folclore y en gran parte como un comentario que satirizaba la realidad, en parte como irónico legado idealista de los principios de Adam Smith en su transmutación a un mundo cautivo de la lucha de clases. No hay cenicientas en los barrios y las barriadas, hay sarcasmo y humor de calle. No deja de ser lógico que el éxito de la telenovela tenga mucho que ver con los procesos sociológicos que ocurren a diario en nuestra sociedad que entre negaciones, fantasías y amarguras tiene que enfrentar una existencia de verdaderas lágrimas. ROF
El 0.1 por ciento superior hace cerca de $1.7 millones o más, incluyendo ganancias de capital. De ésos, el 41 por ciento son ejecutivos, gerentes y supervisores en compañías no-financieras, según el análisis, y casi la mitad derivaban la mayor parte de sus ingresos de propiedad de firmas privadas. Un 18 por ciento adicional son ejecutivos en firmas financieras o profesionales financieros en cualquier clase de firma. De todos, el casi 60 por ciento pertenece a una de esas dos categorías. Otra investigación reciente, por otra parte, indica que la remuneración ejecutiva en las firmas más grandes ha cuadruplicado en términos reales desde los años 70, mientras la paga real para el 90 por ciento se ha estancado.
¿Quién hace todo ese dinero? Seguro, gente como Bill Gates y LeBron James hacen fortunas. Pero no era en todo claro quiénes eran los otros 140.000 del 0.1 por ciento superior - es decir, gente que gana cerca de $1.7 millones al año, incluyendo ganancias de capital. Entonces, tarde el año pasado, los economistas Bakija y Heim terminaron su análisis masivo de declaraciones sobre ingresos. Pocos círculos académicos notaron su investigación que se centró en el 0.1 por ciento superior. De esas declaraciones de impuestos, usando el número de identificación patronal, los investigadores encontraron la industria que representaban. Después de los ejecutivos corporativos y profesionales financieros, los grupos más grandes del 0.1 por ciento eran abogados con 6.2 del por ciento y profesionales de propiedades inmobiliarias con el 4.7 por ciento. Los personajes de los medios y las figuras de los deportes, que se asumen a menudo que representan a una porción grande con ingresos elevados, compusieron colectivamente el solamente 3 por ciento. “Básicamente, los ejecutivos representan una parte mucho más grande de los ingresos que lo que mucha gente pensaba,” dijo Bakija, profesor en Williams College.
Defensores de la paga ejecutiva discuten, entre otras cosas, que la remuneración aumentada es merecida porque las firmas son más grandes hoy. Por otra parte, este grupo dice, más paquetes se basan hoy en acciones y opciones, que pagan más cuando el ejecutivo es acertado. Los críticos, de otra parte, sostienen que los sueldos ejecutivos han aumentado porque las juntas corporativas son simplemente demasiado generosas, o más ampliamente, porque la avaricia llegó a ser más socialmente aceptable. Una vez más en el establecimiento de estas discusiones, una carencia de datos, particularmente obstaculiza a los economistas para dar una perspectiva histórica.
No es que hasta los economistas Carola Frydman de la escuela de gerencia Sloan de MIT y Raven E. Molloy de la Reserva federal recogieron y analizaron los datos desde 1936 - una tarea extensa debido a la carencia de expedientes automatizados - que las tendencias se pusieron de manifiesto. La investigación demostró es la paga ejecutiva en las compañías de más grandes era relativamente plana en los años 50 y los años 60, comenzó una subida rápida alguna vez en los años 70. Y sucede que éste era el tiempo casi igual que la desigualdad comenzó a ampliarse, según Sáez calcula. Más importante, sin embargo, la paga ejecutiva era plana en los años 50 y los años 60, cuando las firmas crecían, parece contradecir la idea que la paga ejecutiva debe crecer naturalmente cuando las compañías crecen. Es es un “desafío para la historia del mercado,” Frydman dijo.
Suma, resta y multiplica, luego resta de nuevo, y divide...
Algunos economistas han ofrecido una explicación alternativa que es difícil de cuantificar estadísticamente: han desaparecido las normas sociales que contuvieron la paga ejecutiva. Esta nueva actitud, según esta visión, fue reflejada de forma epigramática en la exitosa y controvertida película de 1987 “Wall Street,” que hizo famoso la frase “ la avaricia, a falta de una mejor palabra, es buena.”
La población por lo general se preocupa solo de vez en cuando por los ricos. Su foco primario es sobrevivir, dicen.
Basado en "With executive pay, rich pull away from rest of America",
por Peter Whoriskey, publicado: junio 18. The Washington Post.
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Nota.- La entrada presentada es producto de la traducción y edición de ROF para ortizfeliciano. La primera gráfica proviene del artículo de The Washington Post, alguna redacción, el montaje y los visuales adicionales son sugerencias creativas del blog.
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