Grito de Lares, porque debemos conmemorarlo, no celebrarlo

A pesar de la opinión de diversos críticos, especialistas, analistas, intelectuales o artistas acerca del valor del Grito de Lares, lo cierto es que esta fecha sobrepasa por mucho los limites de la sencilla contemplación que podemos admirar de cualquier fecha histórica; después de todo, el Grito de Lares es un evento que no tiene precedentes de la misma magnitud en nuestra historia, y eso es algo que muy pocas fechas y eventos, a lo largo de la historia, pueden aducir. Es un hito el Grito de Lares, es el hecho clave y fundamental que indica la dirección y la distancia en los caminos y delimita los terrenos de una nueva raza borincana. Pues el Grito de Lares hasta nuestros días es génesis de la historia inspirada e iniciada de un nuevo pueblo, aunque muy pocos puertorriqueños son conscientes de esto que en principio debería ser algo resabido y requeteconocido por todos, pese a que constantemente es noticia, como por ejemplo el conflicto entre el gobierno municipal por la petición del cambio de cognomento, y la negativa masiva del pueblo a aceptar este cambio, lo que provocó polémicas airadas, protestas masivas y centenares de banderas de Lares (nuestra primera bandera de Puerto Rico por cierto) que ondean desafiando el atropello, ya que el Grito de Lares es un símbolo del sufrimiento y la represión del pueblo boricua.


Naturalmente esta opinión puede o no puede tener razón para el lector en cuanto al significado del Grito de Lares de acuerdo a la ideología de alguien o el desconocimiento de los hechos históricos de otros, pero manifiesta la verdadera importancia del Grito de Lares que es la de ser símbolo de la Historia, y más concretamente, la Historia de Puerto Rico y su lucha por las libertades propias de un pueblo con identidad y personalidad cultural.

Alguna gente puede no necesariamente gustarle referirse a la libertad al hablar del Grito de Lares, pero en mi opinión, es algo que no puede ser pasado por alto. Si respetas la historia tienes que respetar las razones y los ideales que motivaron a las miles de personas que directa e indirectamente participaron en la primera manifestación masiva de una voluntad concreta de una gente convencida de que tenían derecho de forjar un destino colectivo diferente para su isla y su pueblo. Seas estadista, seas autonomista o si piensas que eres de alguna manera un revolucionario, no le quita ni le pone a que en 1868 un contingente de personas optaron por enfrentarse al sistema colonial para exigir cambios fundamentales y libertades. Lo otro es adulterar la historia, es intentar contaminar el pasado con ideas y prejuicios de otra era.


¿Así pues, por qué es el Grito de Lares importante y necesario? Como creyente firme en la importancia de la historia en el presente, ofrezco que es por esa razón que el Grito de Lares es importante y necesario. Para realmente tener un entendimiento claro y enrraizado del presente, uno debe mirar el pasado, uno tiene que conocer los hechos. Hay algunos que proponen que sus ideas actuales les han sugerido que hay otra historia de Puerto Rico no necesariamente asociada al Grito de Lares y su trascendencia que es la historia que desean recrear y destacar, en este modismo intelectual curiosamente coinciden tanto los anexionistas más asimilados con ciertos grupos que bajo la bandera de visiones imaginarias rebuscan entre los documentos y los relatos una historia que "cuadre" con sus ideas actuales. Irónico y bizarro que para propulsar propuestas se tenga que tratar de desvirtuar la historia.

A quienes buscan visiones alternativas del Grito de Lares les propongo que interpreten la historia no solamente de los protagonistas principales sino del pueblo que forma parte del movimiento de la insurreción libertaria y abolicionista. No es necesario quitarle importancias a Betances, Ruiz Belvis y los otros nombres que asociamos con la gesta pero si es necesario insisto darle importancia a los cientos sino miles de boricuas que forjaron un verdadero movimiento de pueblo amplio.

La gran mayoría trabajó como esclavos o jornaleros (una especie de subesclavitud asalariada) en la plantación de azúcar y de tabaco. Esta gente esclavizada eran los descendientes de africanos transportados masivamente, eran hijos de cimarrones e hijos sobrevivientes del genocidio de los taínos, y eran campesinos pobres, muchos mestizos, todos marginados por el sistema colonial. Los esclavos fueron liberados eventualmente y entonces comenzaron su lucha ardua hacia la libertad verdadera de igualdades sociales. Segregados, fueron tratados y mirados como inferiores tanto los negros como los mulatos como los jibaros. Esta masa de gente boricua originaria es la gente que se subleva en Lares y siguen luchando tras la derrota enfrentados a las clases criollas adineradas y los representantes del gobierno colonial. Cuando los que hoy formulen sus visiones de Puerto Rico, con justas razones buscan emancipaciones de las clases trabajadores modernas, deben saber que los antecedentes de esas luchas emancipadoras se encuentran en el Grito de Lares y no en imaginarios escenarios que no responden a la verdadera historia de nuestro pueblo.


Nota.- Favor fijarse en los contornos de lo que era la hacienda de Manuel Rojas (foto que antecede), venezolano radicado en Puerto Rico que funge de general de las fuerzas revolucionarias durante el levantamiento de Grito de Lares, hacemos mención y destacamos que los hermanos Rojas son acompañados, libremente, gustosamente y convencidos de sus roles, por los trabajadores campesinos y esclavos libertos, machete en mano, (observe que el movimiento integraba personas de diferentes procedencias que toman la decisión de echar su suerte en la vida como miembros de una nueva nación borincana tal como Mathias Bruckman, un emigrado norteamericano que era oriundo de Nueva Orleans) que eran miembros de las comunidades en las que dichas haciendas eran núcleos sociales y cuna cultural. Alegatos e imágenes de grandes terratenientes criollos aburguesados con supuestas ideas separatistas son totalmente incompatibles con la realidad del Puerto Rico del Grito de Lares. "[L]a Hacienda "El Triunfo"... en el Barrio Pezuela de Lares. En ella se reunía la Junta Revolucionaria Centro Bravo de Lares y desde este lugar marchó el ejército de patriotas que en desafío valiente a España, protagonizó la gesta heroica del Grito de Lares. Don Manuel Rojas, propietario de la Hacienda, fue el comandante de aquel, aguerrido ejército que enarbolando la Bandera de Lares, hizo su entrada triunfal a Lares el 23 de septiembre de 1868." (Ley Núm. 291 de 25 de diciembre de 2002) Quienes se abstraen de los verdaderos hechos, por negligencia burda, imprudencia crasa o cuestionables motivaciones, mienten, simple y llanamente mienten, y sobre columnas falaces pretenden construir monumentos a sus herejías y disparates. -ROF

En el siglo diecinueve en la isla no hubo revoluciones industriales europeas hubo un muy caribeño movimiento de rebeliones campesinas, revueltas de esclavos y enfrentamientos entre explotados agricultores y jibaros, pequeños hacendados y sus arrimados trabajadores en lucha contra un régimen comercial que los asfixiaba, extorsionaba y atropellaba. Manolo el leñero es el antecedente real e histórico de un verdadero líder obrero surgido de las entrañas de nuestras más fundamentales clases populares. Es una gesta de hombres y mujeres humildes que exigen derechos representativos en sus asuntos ordinarios y rechazaban la bota autoritaria colonial, el Grito de Lares es un proceso en los campos, no es un acontecimiento capitalino lidereado por pequeños burgueses ni intelectuales, esa es la historia y de esos procesos es que surgen en el siglo veinte, en los treinta, los procesos de lucha de las grandes centrales azucareras y los sindicatos de los cañeros. En Puerto Rico los trabajadores asalariados nacen con la libreta del jornalero y son los jornaleros los soldados del Grito de Lares. Esa es nuestra historia y tiene un gran episodio inicial en el Grito de Lares. No hace falta crear ficciones desprovistas de datos e impresionados por historias extranjeras, el obrero industrial del siglo veinte es el campesino desplazado en los cuarenta, el reto es conocer nuestra historia e interpretarla fielmente es un deber moral.


Era un proceso verdaderamente dinámico - una época en que las personas se levantaban de los escombros y demandaban su lugar legítimo en la sociedad - como iguales. No sólo luchaban por la igualdad, pero también celebraban su herencia: este proceso forja nuestra cultura. Nuestra identidad florece del proceso de las masas, no son casualidades que nuestro primer pintor de renombre, nuestro primer maestro de aulas escolares y nuestro primer gran compositor son negros, no es coincidencia que la poesía espinela y las coplas evolucionadas en los cientos de seis sean obra de los campos que dominan con fluidez las estructuras de los versos como la décima, no es obra de favores ni concesiones que nuestros ritmos de la costa se sobreponen al carimbo. Siempre en toda sociedad hay élites, sin dudas, pero el verdadero surgimiento de nuestra bagaje cultural no se encuentra en salones sino en el batey. Este aspecto de nuestra historia totalmente compatible con el proceso que se cuaja en el Grito de Lares es pura historia de clases oprimidas en lucha por sobrevivir y por expresarse libremente.


No toda la gente sin embargo son de esta escuela de pensamiento, críticos han aparecido que afirman que el Grito de Lares ha degenerado a ser un ritual; de mi parte el Grito de Lares es ineludible y es la historia de los boricuas. No debe ser celebrado, debe ser conmemorado, celebrar implica triunfos que no hemos logrado, conmemorar significa entender la importancia de la lucha y las tareas pendientes por las cuales seguir luchando, no es un ritual, es un vivo y pujante acto afirmativo, la cita en Lares que hoy proponemos resurge de una lucha de los nacionalistas que es reprimida y declarada ilegal (ley de Mordaza), por hablar en Lares Pedro Albizu Campos es arrestado en lo que fue su encarcelamiento, injusto y totalmente reaccionario, final, tampoco es de ninguna manera responsable o siquiera inteligente aceptar que fueron motivos fortuitos los que enmarcan el asesinato vil y cobarde de Filiberto Ojeda Ríos precisamente el día del Grito de Lares de hecho tras nuevamente hacer llamados enérgicos a la unidad de los individuos, grupos y organizaciones patrióticas y radicales por encima de las castrantes miopías sectaristas (sarcasmo horrible e inhumano de las fuerzas criminales del sistema interventor y sus cómplices lacayos locales que sin embargo denota el respeto hacia la importancia como símbolo de esa fecha, respeto que increíblemente algunos diz que socialistas en despliegue de un egocentrismo narcisista aberrante hoy pretenden obviar)... el Grito de Lares propongo debe ser narrado, cantado, discutido, e interpretado fielmente porque creo que nuestra gente sin el conocimiento de su verdadera historia, origen y cultura es como un árbol sin raíces y como tal para que hayan frutos genuinos en el futuro debemos sembrar diligentemente nuestro pasado en nuestro presente.