sábado, 9 de enero de 2021

El fracaso de la economía en forma de K


El coronavirus ha paralizado la economía mundial.

El Producto Interno Bruto (PIB) mundial sufrió en 2020 su caída más pronunciada desde el final de la Segunda Guerra Mundial, millones quedaron desempleados o sus puestos suspendidos.

La desigualdad es rampante.

La economía en forma de “K” (nos referimos a esa imagen más adelante) que estamos presenciando actualmente pinta un panorama bastante sombrío de la desigualdad de la riqueza y los ingresos.

Desigualdad y millenials: cuando el futuro es una crisis profunda.

La creciente desigualdad de la riqueza ha sido una característica de la vida en el siglo XXI, y la pandemia de coronavirus ha amplificado la creciente brecha dentro de la generación del milenio. 

La pandemia ha exacerbado en última instancia la alta desigualdad de ingresos que existía entre los millennials pre-Covid, dijo Christine Percheski, demógrafa y profesora asociada de sociología en la Northwestern University.

La crisis de asequibilidad y acceso a niveles de vida digna que los millennials ya estaban enfrentando prepandémica ha dejado a algunos con pocas posibilidades de riqueza / ingresos a los que recurrir mientras experimentan desempleo y otras dificultades durante la recesión del coronavirus.

La crisis financiera ya ha dejado atrás a muchos millennials, lo que le dificulta sobrevivir frente al aumento de los costos de vida.

Hay cuatro costos principales que afectan a los millennials: matrícula universitaria y deudas de préstamos, vivienda, atención médica y cuidado infantil.

Una letra que se impone: la idea de una economía "en forma de K": la forma de “K” sugiere que los ricos se están volviendo más ricos y los que ganan menos se están volviendo más pobres. El resultado es que es menos probable que los trabajos con salarios proporcionen una subsistencia digna, mientras que un poco más del 50% de los trabajos perdidos habían regresado en noviembre.

La creciente brecha entre ricos y pobres se había convertido en una narrativa definitoria del siglo XXI mucho antes de que la pandemia pusiera de relieve las disparidades de los trabajadores y profesionales mal pagados. 

La divergencia durante la crisis de salud exacerbó las disparidades raciales, de riqueza, sociales y de género, según Peter Atwater, profesor de William & Mary, una universidad de Virginia, que popularizó el término "economía en forma de K". Lo describió como "desigualdad acumulada por un lado y privilegios acumulados por el otro". 


Más mujeres han perdido su empleo que hombres y se ha borrado una década de progreso en el mercado laboral.

En Puerto Rico, la “Deforma laboral” es evidencia inquietante y angustiosa de la tendencia a perder derechos laborales y ganancias económicas.

Los trazos divergentes de la letra “K” representan las diferentes fortunas de esos muy pocos (cada vez menos) que tienen riqueza / ingresos y los (cada vez más) que no tienen, después de la recesión más profunda en décadas a medida que aumenta el desempleo y muchos hogares luchan por pagar las cuentas.

Además, una economía en forma de “K” puede revelar la existencia de "destrucción creativa", un término y concepto acuñado y desarrollado por el economista austriaco Josef Schumpeter en 1942. Según Schumpeter, la destrucción creativa ocurre cuando las tecnologías y nuevas industrias toman el lugar de otras. O simplemente, puede mostrar el impacto diferencial en varios sectores económicos.

El impacto ha sido nada menos que drástico y requiere un gran esfuerzo, tiempo y recursos para administrar una estrategia de salida. Las implicaciones que las acompañan tienen mucho que ver con la forma en que se detallan y analizan los datos macroeconómicos agregados.

¿A dónde vamos desde aquí? Obviamente, mucho depende de cómo se desarrolle la curva de infección. 

Para la economía, el mejor descriptor de la situación que he visto hasta ahora es la letra "K". Es una forma visual de describir diferentes partes de la economía a diferentes ritmos, tiempos o magnitudes, en lugar de hacerlo en conjunto. Las líneas divergentes se parecen a la letra “K”, unos subiendo, mientras que otras continúan bajando (sumergiéndose), lo que resulta en una mayor desigualdad de ingresos que hace que las comunidades más vulnerables se retrasen aún más.

Cuando miramos la economía en su conjunto, debemos entender que en realidad hay dos economías diferentes operando. Una economía masiva está bajo una tensión considerable, luchando por sobrevivir. La otra economía de élite se dedica a acumular ingresos y riquezas en exceso.

Ahora, aquí es donde se pone interesante la pregunta que todos se hacen: "¿Por qué está subiendo el mercado de valores a pesar de que las últimas estadísticas económicas muestran que la economía está en ruinas?" Sin embargo, es importante señalar que la economía y el mercado de valores son dos entidades completamente diferentes.

Una economía en forma de "K" comienza con el declive crítico como ya se ha presenciado, pero la economía se divide en dos.

Una sección de la economía funciona con bastante rapidez y eficiencia, e incluso supera la prosperidad pasada. Esta sección comprende a propietarios de activos adinerados y grandes empresas. Es notorio como la crisis ha incrementado la fortuna de multimillonarios mientras es paradójico que la pandemia ha enriquecido a los sectores industriales asociados a la medicina.

La segunda sección de la economía siente el dolor de una desaceleración que se compone de asalariados y pequeñas empresas. Este efecto se amplifica en sectores que se han visto afectados negativamente por la pandemia. A medida que el desempleo alcanza su punto máximo, es difícil para el ciudadano promedio poner comida en la mesa y ahora es cada vez más difícil.

Esta es nuestra realidad económica e incluso la FMI ha aconsejado que las medidas de austeridad solo empeorarán la economía y multiplicarán toda la deuda pública.

Por cierto, no estamos ante un enigma. De hecho, el mundo fue testigo de una situación económica similar tras la crisis financiera mundial de 2008.

En todo caso se impone la máxima de que no debemos intentar pasadas propuestas que por cierto no funcionaron previamente tampoco y en parte nos llevaron a la crisis.

La economía en forma de “K” es lo que estamos presenciando en este momento. Para aquellos muchos de nosotros que pertenecemos al lado en descenso, la forma geométrica no importará si continuamos hundiéndonos en la desesperación. 

Es hora de cambios en las políticas económicas: volver al régimen de austeridad de la Junta de Control Fiscal solo empeorará la situación sin aliviar la deuda. Nunca fue una buena estrategia y solo exacerbó la crisis económica pasada, ahora es una estrategia aún peor y ciertamente hundirá a la isla en el caos económico.

A todos y todas nos compete reclamar cambios, y sin dudas a los millennials como generación, y a los trabajadores asalariados (muchos hoy desempleados o parcialmente empleados), a las mujeres como sector social más discriminado, y los agonizantes pequeños y medianos negocios, ciertamente nos va la vida.

Despierta boricua se impone.

Pachi Ortizfeliciano


Nota/ Definición, Una recuperación en forma de K ocurre cuando, luego de una recesión, diferentes partes de la economía se recuperan a diferentes ritmos, momentos o magnitudes. Una recuperación en forma de K conduce a cambios en la estructura de la economía o la sociedad en general, ya que los resultados económicos y las relaciones cambian fundamentalmente antes y después de la recesión. Se denomina en forma de K porque el camino de diferentes partes de la economía cuando se trazan juntas puede divergir, asemejándose a los dos brazos de la letra romana "K". Una recuperación en forma de K describe la trayectoria de diferentes variables económicas desagregadas, como, por ejemplo, el ingreso en diferentes segmentos de la sociedad o el empleo en diferentes industrias, entre sí. Si bien el desempeño económico siempre varía en las diferentes partes de la economía, los economistas generalmente entienden que los ciclos económicos están ampliamente correlacionados entre todos o la mayoría de los sectores de la economía. Lo que hace que una recuperación en forma de K sea diferente es que algunas partes de la economía pueden estar en auge, mientras otros pueden permanecer lentos o incluso seguir disminuyendo lo que implica y aporta a la desigualdad social.