viernes, 6 de mayo de 2011

Sobre el gasoducto: tercera parte. sobre los suelos.



Un error fundamental de diseño.

Lo que empieza mal...

Desde octubre del año pasado se sabe que los estudios, en específico para efecto de este enfoque, de los suelos que se utilizaron para la propuesta del gasoducto son insuficientes.



“Más que una evaluación precisa, el estudio de geología incluido en la Declaración de Impacto Ambiental Preliminar (DIA-P) del gasoducto es un trabajo “muy general” que apenas considera los riesgos de la ruta del proyecto, opinó la geóloga Lorna Jaramillo.

Jaramillo, quien es vocal de la Sociedad Geológica de Puerto Rico, indicó que el estudio básicamente toma las descripciones de los mapas del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y menciona las características de los formaciones geológicas y tipos de suelo.

La DIA-P establece que la ruta del gasoducto cruzará por 43 formaciones geológicas y 83 tipos de suelo.


“Si yo quiero hacer una evaluación detallada empiezo a hacer un juicio desde el punto de vista geológico. Por ejemplo, decir si en la ruta hay riesgos de deslizamientos. No vi nada de eso en el estudio”, dijo Jaramillo.

“Lo que se hizo fue una lectura de los mapas geológicos. Lo que hay es una descripción de la unidad (geológica) más cercana a la ruta del gasoducto”, agregó.”…

“…identificar erróneamente el Apéndice 3.4 como “Mapas de Clasificación Geológica de Suelos”, cuando lo que se ilustran son formaciones geológicas.


“No existe tal cosa como clasificación geológica de suelos. El USGS es quien hace los mapas, pero no hay una clasificación. Este error te dice que la persona que tradujo la información del estudio de geología (preparado por la firma Geo Cim, Inc.) no tiene la más mínima idea de lo que estaba identificando”, manifestó Jaramillo.”

Por otro lado, la inefectividad de la ley protectora del Karso se demuestra en el proyecto del gasoducto además de otras propuestas del gobierno.

“A pesar de que existe legislación apoyada en estudios científicos que reconoce a la zona kársica como patrimonio ambiental de la Isla, son continuas las amenazas que atentan contra este tesoro ecológico… A simple vista podría parecer que dicha ley es muy clara y que conforme a sus disposiciones el expreso no encaja en sus alrededores. Sin embargo, el asunto no es tan simple.

La Ley del Karso exigía que se efectuara un estudio para definir las áreas que, debido a su importancia y función geológica, hidrológica y ecosistémica, debían ser protegidas para conservarlas. Dicho estudio tenía que estar terminado en un plazo no mayor de dos años a partir de la fecha de aprobación de la ley… La batalla por estos terrenos -cuyos acuíferos comprenden la fuente de agua potable para cerca de una cuarta parte de la población, además, alberga una de las mayores y diversas poblaciones de aves en la Isla…” Publicado en Diálogo Digital, aliados de Prensa Comunitaria.


Apuntamos que los estudios que se han anunciado aparentan ser estudios de encomienda, realizados una vez se han tomado decisiones que debiesen verse beneficiadas de las informaciones científicas actualmente inexistentes. Muchos de los esfuerzos son estudios que tienen que ver directamente con el proceso de expropiaciones planteado cuando es lógico poner en duda precisamente ese plan de expropiaciones que carece de un racional basado en consideraciones analíticas desde el punto de vista ambiental y social.


Criterios y ética del trazo de la ruta han sido impugnados, veamos:

“El Centro de Periodismo Investigativo (CPI) confirmó que una de las alteraciones que sufrió la ruta del gasoducto temprano en el juego no se debió a objeción de alguna agencia evaluadora sino a solicitud directa de Empresas Fonalledas que (EF) entendían que la tubería pasaba demasiado cerca del predio vegalteño en el que intentan desarrollar el megaproyecto Monte Rey.

Además de Fonalledas, el desarrollador Cleofe Rubí también obtuvo un desvío de ruta para que no se afectara un proyecto suyo en Dorado. Por lo menos un tercer desarrollador, que la fuente del CPI en la AEE no identificó, también obtuvo una desviación para proteger un proyecto.

…La AEE no estuvo disponible para el CPI, pero el abogado de Empresas Fonalledas (EF), José R. Lázaro Paoli, confirmó la solicitud y la concesión de la AEE… El gasoducto, … responde a un plan maestro de infraestructura que estaba trazado desde los años 90, cuando Cordero era también director ejecutivo de la AEE. La fuente cercana a la cúpula de la agencia confirmó que, desde entonces, el trayecto de la ruta estaba trazado y que los cambios de actualización fueron menos. Por otro lado, existe evidencia de que EF está estudiando la viabilidad de un proyecto como Monte Rey desde al menos 2006.”


Anotación interesante resulta que el proyectado gasoducto cuyos proponentes se han negado constantemente a debatir cambios y discutir preocupaciones que provienen de comunidades afectadas y grupos científicos, obedecieron a las fuerzas de los intereses económicos inmediatamente.



Las fallas desde el punto de vista de diseño de ruta visto como ejercicio de ingeniería (además de otros factores evidentes que veremos) se deben principalmente a que el trazo se habría hecho desde un helicóptero y no a base a rigorosos estudios científicos de suelos como la situación amerita y el desarrollo ecológico sano exige.


Planteamiento del problema
El problema del diseño realizado a base de toma aérea es que no toman en cuenta los estudios de suelo y subsuelo. Hay un potencial de problemas que surgen al efectuarse una obra sobre el terreno cuando dicho terreno no ha sido evaluado apropiadamente, esto vale tanto para construcciones sobre el terreno (que por ejemplo no toman en cuenta el carácter de dicha superficie si es tierra o es rocoso cubierto por vegetación) como para construcciones que requieren perforaciones o excavaciones (que no tienen conocimiento real de la necesidad de uso de explosivos o la inestabilidad de la superficie vis a vis su dureza o en su defecto su inestabilidad). Muchos de los ejercicios en computadora adolecen de serias deficiencias al subestimar o dejar de evaluar estas variables.


El impacto que tiene la construcción sobre el medio natural no se deriva sólo de la cantidad de suelo ocupado por usos directos o indirectos, sino también de la manera en que esta ocupación afecta a la lógica de los procesos ecológicos, rompiendo las relaciones y conexiones del sistema territorial, fragmentándolo, desestructurándolo y generando espacios degradados y residuales.

Pero no sólo el medio natural se ve afectado por los usos. La diversidad espacial y cultural de los pueblos es un patrimonio de gran valor que conviene preservar. No se trata de una tierra yerma, cuenta con importantes valores paisajísticos, naturales y culturales.

Estos valores están amenazados por la expansión de infraestructuras. Sería necesario reconocer las condiciones específicas que deberían orientar la transformación del área, de manera que este conocimiento pudiera servir de referencia para abordar planteamientos territoriales más sostenibles.


Hipótesis
La hipótesis que se trata de probar: Los modelos de construcción históricamente se han distinguido en función del tamaño siendo el tamaño del proyecto un factor multiplicador de ganancias.

El problema de formular y diseñar con el elemento de las ganancias como objetivo operacional exclusivamente es la tendencia a la ineficiencia y el gigantismo de las obras.

El problema científico desde el punto de vista fundamental es que los ejercicios exclusivamente a base de tomas aéreas y siguientes recorridos por computadora adolecen de pertinencia de análisis de zonas digamos sensitivas o problemáticas. A saber: existe el potencial abrumador de que los ejercicios no tomen en cuenta zonas identificadas como “críticas” a lo largo del trazo de los ductos (en el caso que nos ocupa), entre otros como fallas de terrenos activas e inactivas, derrumbes, taludes inestables, deslizamientos, cumbres estrechas e inestables, inundaciones, zonas rocosas, etc.


Suelo
El suelo es, según el Diccionario de Lengua Española de la Real Academia:
1. la superficie de la tierra o
2. terreno en que viven o pueden vivir las plantas.

En el campo de las ciencias naturales encontramos múltiples definiciones de suelo, que desarrollan esta segunda acepción. En ellas se entiende éste como un “producto natural, presente en la superficie terrestre, constituido por material mineral y orgánico disgregado. Es el medio de soporte para el crecimiento vegetal y, por tanto la base de todos los ecosistemas terrestres. Es también el lugar en que se lleva a cabo la descomposición de la materia orgánica y al que retornan los productos minerales en los ciclos de nutrientes. Constituye el hábitat para muchos animales, el medio donde se sustentan los vegetales y el lugar de donde obtienen el agua y los nutrientes.” (Smith RL & Smith TM, 2008).


Sin embargo, la legislación del régimen del suelo, que tiene por objeto definir el contenido básico del derecho de propiedad del mismo, no define el concepto de suelo con rigor científico (como tantos conceptos jurídicos, las definiciones son producto de la tradición forense, en este caso de los Derechos reales, antiguo código histórico que fue anterior a importantes hallazgos y el advenimiento de conocimientos técnicos pertinentes). Las sucesivas leyes del suelo enfocan su regulación únicamente desde el punto de vista de superficie de la tierra. Es para usar una analogía una visión epidérmica del suelo que no contempla implicaciones de niveles del suelo y subsuelo que para todos los efectos reales son activos sistemas interconectados e interdependientes. Posibles descripciones tienden, cuando especificados, limitarse a la naturaleza o estado de la superficie (ejemplo, pantanoso).

(Nota.- Es de extraordinario rigor que observemos y sea tema de debate cuidadoso los procesos políticos en torno a la Ley Núm. 292 de 21 de agosto de 1999, Ley para la Protección y Conservación de Fisiografía Cársica de Puerto Rico, conocida como la "Ley del Karso". Veremos como se desdoblan los actores en los venideros choques de intereses entre los sectores ambientalistas, las comunidades y los desarrollistas/desarrolladores.)

Consumo y ocupación
En el Diccionario de Lengua Española de la Real Academia, la primera acepción de consumir es destruir, extinguir. A su vez consumo se refiere por un lado a la acción y efecto de consumir comestibles y otros géneros de vida efímera. Por otro lado se entiende como la acción y efecto de consumir, gastar energía. Tanto el concepto de consumo como el de consumir están asociados bien a consumibles perecederos o de vida efímera, bien al gasto de energía.

La Real Academia de la Lengua Española define a su vez ocupación como la acción y efecto de ocupar. Ocupar, hablando de territorios, lugares, edificios, locales, etcétera y también de objetos menores se refiere a tomar posesión o apoderarse de ellos, invadirlos o instalarse en ellos.


En este sentido estricto el suelo no es un flujo similar a la energía, ni un bien perecedero y no se puede hablar repito en sentido estricto de consumo. Cuando en, sobre y con el suelo se instalan infraestructuras y otros usos asociados, el suelo en sí no desaparece, ni se extingue, pero esto provoca cambios sustanciales que lo incapacitan para continuar desempeñando sus funciones básicas anteriores. No es solo que la acción se apodere o invada el suelo, sino que además en el proceso se destruye su naturaleza. Es meritorio notar que por este efecto debemos anotar que los cambios en muchas instancias deben evaluarse como cambios sustantivos en contenido de valores, características y posibles usos.

Indicadores
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un indicador es “un parámetro, o el valor resultante de un conjunto de parámetros, que ofrece información sobre un fenómeno, y que posee un significado más amplio que el estrictamente asociado a la configuración del parámetro”.

Un indicador es un valor observado representativo de un fenómeno determinado, indicadores ambientales se definen como variables que, mediante la síntesis de la información ambiental de que se dispone, pretenden reflejar el estado del medio ambiente, o de alguno de sus aspectos, que puede tener un gran valor como herramienta en los procesos de toma de decisiones sobre los problemas ambientales.

Las presentaciones y los documentos asociados a la propuesta del gasoducto que hace la Autoridad de Energía eléctrica (AEE) y el gobierno de turno han hecho alarde de su desuso crónico de argumentos basados en indicadores ambientales.


Relevancia del consumo de suelo
El suelo constituye el soporte esencial para la naturaleza y la biodiversidad, sirve de nutriente a plantas y animales y garantiza la renovación de las aguas subterráneas. Su propia naturaleza hace que sea un recurso no renovable y limitado y la urbanización del mismo conlleva la destrucción del patrimonio natural, tanto de las superficies que son directamente urbanizadas, como de las zonas aledañas que quedan bajo la influencia de urbes e infraestructuras. La transformación de su cubierta además de afectar negativamente a los ecosistemas, modifica la escorrentía, la capacidad de filtración de las aguas y el equilibrio del sistema hidrológico; también modifica la radiación desde la superficie terrestre, el calor sensible y la emisión de gases con efecto invernadero. La conjunción de todos estos factores repercute negativamente sobre el cambio climático.

Si bien apuntamos que en sentido estricto el término/efecto que conocemos como consumo no aplica a los suelos, por las importancias señaladas y lo intrínseco de sus valores en soporte y apoyo a una infinidad de sistemas ambientales hay un acepción generalizada de lo que conocemos como consumo del suelo que podemos entender, interpretar o concluir.

Repito: El impacto que tiene la construcción sobre el medio natural no se deriva solo de la cantidad de suelo ocupado por usos directos o indirectos, sino también de la manera en que esta ocupación afecta a la lógica de los procesos ecológicos, rompiendo las relaciones y conexiones del sistema territorial, fragmentándolo, desestructurándolo y generando espacios degradados y residuales.

Aunque las actuaciones se sometan a evaluación de impacto ambiental, difícilmente podrán eliminar la progresiva ocupación del territorio y su fragmentación, con efectos muy negativos sobre la biodiversidad. En este punto hay que destacar el efecto de barrera ecológica de las infraestructuras.


Se está produciendo una discriminación y una segregación espacial. La forma de cobertura espacial que produce, la facilidad de accesos y los costos, comienzan a ser un importantísimo discriminador territorial y social. En esta perspectiva debemos anotar que el suelo y sus consideraciones es un factor fluctuante en el sistema de valores social y económico, como tal refleja criterios sociológicos importantes. Una muestra de este aspecto es su potencial o en su defecto fragilidad como cosa de derechos (léase expropiable).

Un debate que nos parece que no se establece con la debida responsabilidad social y ecológica es el efecto de utilizar terrenos agrícolas (y suelos relacionados) para efecto de construcción de infraestructura.

El enfoque institucional
La preocupación por los efectos sobre el medio ambiente de la actividad humana alcanzó notoriedad. Como asunto de historia, los ingenieros desconocieron la importancia del estudio del comportamiento del suelo antes del diseño y construcción de estas estructuras, como consecuencia sus estructuras experimentaron los efectos del comportamiento del suelo, como el caso de la inclinación de la torre de Pisa construida en 1173.

Por lo general, para construir una estructura importante los ingenieros solían copiar a otra que había dado resultados satisfactorios. A lo largo de los años, diversos investigadores modernos han estudiado el suelo logrando significativos avances en cuanto a: clasificarlo, identificar sus propiedades y conocer su comportamiento.

En teoría apuestan por convertir espacios que dan respuesta a la creciente demanda de calidad ambiental, ofreciendo un entorno natural atractivo, servicios y espacios de calidad, etc. Sin embargo el ritmo de transformación no va parejo con la intensidad de los cambios de una economía en evolución constante, ni logra materializar estrategias que impulsen los espacios de calidad, interrelacionados e innovadores.


Equilibrio o eficiencia
El problema y el debate sobre cómo hacer compatible la construcción y lograr un territorio equilibrado no son nuevos sin embargo no necesariamente tienen peso de ley y sufre de desatención adecuada o menosprecio como criterio rector.

Desde hace ya mucho tiempo la humanidad ha construido diversos tipos de estructuras, como son: presas, carreteras, acueductos y otros proyectos de ingeniería que impactan masivamente el ambiente. Aunque el análisis estructural de todos estos varía de acuerdo a cada caso todos tienen algo en común, que se fundan sobre el suelo y las repercusiones han sido estudiadas. De cierta manera el proceso proyectado del gasoducto en su realidad procesal obvia los conocimientos y las lecciones del análisis estructural en su interrelaciones con los suelos y el ambiente, la insistencia de los proponentes y su obcecada insistencia en negarse a discutir alternativas lo que hace es negar la ciencia implicada.


Hay varios aspectos problemáticos que atender tal como el llamado teorema de Bernoulli (a medida que un cuerpo se mueve por un tubo de sección transversal y altura variable, la presión cambia a lo largo del mismo). Inciden elementos de lo que llaman un estudio de geomática (mediciones, análisis, manejo, y despliegue de datos espaciales concernientes tanto a las características físicas del suelo como a la estructura territorial y del ambiente).

Es de conocimiento que en Puerto Rico muchos de estos procesos no se observan tanto en la planificación como el diseño de las obras de construcción.

En el terreno los proyectos recurren a improvisar cuando se encuentran con problemas inmediatos lo cual a su vez significa que problemas que no aparecen de primeras instancias (problemas acumulativos o de desgaste por ejemplo) pueden pasar desapercibidos hasta que producen una situación de emergencia que pudo ser evitada.


Cuando se ignora el estudio del comportamiento del suelo, el suelo responde de manera inesperada originando condiciones no previstas en el diseño de la estructura, lo cual vulnera su estabilidad.

El estudio del suelo, implica: determinar sus propiedades índices, clasificarlo, conocer el comportamiento del agua en este, su resistencia a esfuerzos externos y los límites respecto a su cambio de volumen. Una vez conocidas sus propiedades y comportamiento, pueden diseñarse estructuras que se ajusten a las condiciones específicas de cada suelo.

Con carácter general se está produciendo en nuestro país un proceso de expansión descontrolado y dictado por fuerzas del mercado. La desproporción de este criterio como elemento decisivo en la puesta en marcha de proyectos de construcción produce con demasiada e innecesaria frecuencia una serie de obras que adolecen de razonamientos sólidos (valga la imágen) y vemos frecuentemente defectos tales como desplomes, etc.


Este proceso, del cual el proyecto del gasoducto es ejemplo, contrasta marcadamente con seriamente intentar comprender los procesos espaciales que han tenido lugar y estudiar la caracterización del modelo territorial que analiza siete criterios de diferenciación espacial (posición geográfica, fortaleza económica, integración social, integración espacial, presión de los usos del suelo, valores naturales y valores culturales). La confluencia de los anteriores análisis permite identificar la existencia de ejes territoriales estratégicos. Lo anterior es todo lo contrario a lo que hemos visto en el diseño del gasoducto.

Indicador de consumo de suelo. Eficiencia.
A partir de los datos disponibles sobre suelo por usos directos e indirectos, se elaboran los indicadores de suelo, es decir incluyendo tanto la superficie y los sistemas generales, como aquellas áreas afectadas indirectamente por los usos (por ejemplo, áreas de extracción y vertido).



Ha llegado el momento de decir toda la verdad sobre el proyecto propuesto del gasoducto:

Su diseño no ha contemplado la realidad de los suelos que propone comprometer, se ha realizado un trazado a base de aproximaciones superficiales (mediante tomas aéreas) que ha tomado como criterio preponderante elementos de mercado (tamaño como elemento multiplicador de ganancias) cuando este factor es solo un aspecto implicado.

Lo que se desprende de las parcas manifestaciones de los proponentes es llevar a cabo un ejercicio ex pos-facto que busque de alguna manera justificar decisiones de diseño preacordadas.


No hay intenciones de ubicar los criterios de consumo de suelo desde una perspectiva de eficiencia ni de salud ambiental.

Hay toda la variedad de consideraciones necesarias de los estudios de suelos que palidecen por su ausencia: movimiento del suelo, clasificación del suelo en relación con sus usos óptimos y prohibiciones de uso, efecto del proceso de compactaciones del suelo, erosión e impacto en formaciones de subsuelo, necesidades y requerimientos de estabilización del suelo, procesos de intervenciones con formaciones rocosas (explosivos y efectos secundarios, etc.), granulometría, coeficiente de resistencia a la construcción, procesos de rodamiento de suelos de base y de sub-base, permeabilidad, presión de acuerdo a tipo de suelo y grados de inclinación, aguas subterráneas: corrientes primarias y corrientes secundarias, porosidad, capacidad de soporte de peso, etc.

Nada de esto se ha considerado: el gasoducto como se ha propuesto es un proyecto gigantizado, diseñado con criterios superficiales y que desdeña la ciencia de los suelos. Es la vieja ingeniería a la trágala que produce eventos para luego tratar de mediante las improvisaciones y los remiendos resolver problemas que eran previsibles.

nota de interés. Las fotografías que ilustran esta entrada (además de las tomas aéreas desde el espacio de la isla de Puerto Rico) son paisajes rurales de Yauco, Adjuntas, Utuado, Arecibo y Peñuelas además de tomas panorámicas de la Cordillera Central, áreas geográficas que se proponen ser impactadas por el proyecto del gasoducto. ROF

14 comentarios:

Irene Hernández dijo...

Me parece que una propuesta sobre estas investigaciones geologicas deben ser sometidas a las agencias indicadas, Roberto, pues son muy detalladas y con un compromiso inigualable. Tu siempre te has mantenido al frente de luchas y mantienes un buen temple ante toda marea, te admiro mucho por eso y mas....

Ana Medina dijo...

¡Ojalá que alguno de los que están en el poder leyeran (comprendiendo) la realidad de su propuesta y tuvieran los pantalones de lavantar su voz y decir NO!

Comunicado de prensa del MINH del 3 de mayo 2011: mentiras de Fortuño sobre el gasoducto dijo...

San Juan - En la edición del mediodía de ayer, martes 3 de mayo, en una estación de TV local, el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, negó haber estado en contra del gas o del gasoducto antes de ser gobernador.
Dijo, interrumpiendo a la reportera que le formulaba una pregunta válida y respetuosa, “no, no, pero déjame hablar. Yo de lo que estaba en contra era de aquel gasoducto, que yo mandé a parar cuando me convertí en gobernador, porque pasaba por las comunidades. Nosotros ahora hemos planificado un gasoducto que se ha estudiado para que no afecte a las comunidades.”
Esta es una mentira, otra mentira más del gobernador, en torno al gasoducto y a tantos otros asuntos del país. A continuación, una transcripción de sus palabras en aquel entonces, en las que no menciona las comunidades. De hecho, sigue mintiendo, porque sus expresiones de hoy sugieren que su tubo de la muerte no va a pasar cerca de comunidades, cuando en efecto, sí pasaría. Una de las más pobladas es Levittown en Toa Baja.
Palabras de Fortuño (Transcripción del video)
En el área energética, para mí el tema más importante que tenemos ahora mismo es el costo de la energía. Y yo iría en dirección totalmente contraria a lo que está haciendo Acevedo Vilá. En vez de invertir en energía fósil, en combustible fósil, perdón, como es el petróleo, el carbón, y el gas natural, yo iría hacia la energía renovable.
Tenemos un plan específico por áreas, que está en nuestra plataforma. Esto ha sido estudiado por más de 300 profesionales en las distintas 36 áreas que comprenden nuestra plataforma. Trabajaron, y yo les pedí que fuéramos agresivos pero realistas.
Obviamente, esto no se hace en un mes, pero tenemos que empezar por algún lado, y tenemos que tener una visión clara de hacia dónde vamos. Lo que no podemos es estar dependiendo de combustibles fósiles. Y yo lo siento mucho pero estar hablando de gasoductos es combustible fósil que depende del precio del petróleo.
¡Gran error! Pensar que nosotros podemos continuar dependiendo de combustibles fósiles. Como sabes, combustibles fósiles es petróleo, gas natural, y carbón. Ahora mismo hay una gran controversia en el sur de Puerto Rico con un gasoducto. La información que tengo es que se está financiando una emisión de bonos a treinta años que nos amarraría a gas natural por treinta años. De ser eso cierto, es un grave error.
Para ver el video donde Fortuño hace las expresiones anteriores, siga el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=9BpXV1G6yu4

Análisis genérico del gasoducto dijo...

Subestima el riesgo geológico de la obra.

Más que una evaluación precisa, el estudio de geología incluido en la Declaración de Impacto Ambiental Preliminar (DIA-P) del gasoducto es un trabajo “muy general” que apenas considera los riesgos de la ruta del proyecto, opinó la geóloga Lorna Jaramillo.

Jaramillo, quien es vocal de la Sociedad Geológica de Puerto Rico, indicó que el estudio básicamente toma las descripciones de los mapas del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y menciona las características de los formaciones geológicas y tipos de suelo.

La DIA-P establece que la ruta del gasoducto cruzará por 43 formaciones geológicas y 83 tipos de suelo.

“Si yo quiero hacer una evaluación detallada empiezo a hacer un juicio desde el punto de vista geológico. Por ejemplo, decir si en la ruta hay riesgos de deslizamientos. No vi nada de eso en el estudio”, dijo Jaramillo.

“Lo que se hizo fue una lectura de los mapas geológicos. Lo que hay es una descripción de la unidad (geológica) más cercana a la ruta del gasoducto”, agregó.

La experta, quien también enseña en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, detectó varios errores en la DIA-P del proyecto, que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) radicó el 8 de septiembre.

Más errores

El primero fue identificar erróneamente el Apéndice 3.4 como “Mapas de Clasificación Geológica de Suelos”, cuando lo que se ilustran son formaciones geológicas.

“No existe tal cosa como clasificación geológica de suelos. El USGS es quien hace los mapas, pero no hay una clasificación. Este error te dice que la persona que tradujo la información del estudio de geología (preparado por la firma Geo Cim, Inc.) no tiene la más mínima idea de lo que estaba identificando”, manifestó Jaramillo.

(sigue...)

Análisis genérico del gasoducto dijo...

(desde anterior)
Daniel Pagán, consultor de la AEE para el gasoducto, indicó que la traducción la hizo personal interno de la corporación pública.

Otro error, expuso, es que en el capítulo 3 de la DIA-P se menciona que un tramo del gasoducto cruzará la Formación San Sebastián. Sin embargo, en ese mismo capítulo, en el inciso titulado “Descripción de las Formaciones Geológicas”, la San Sebastián no fue incluida.

“Está incompleta”

“La DIA-P está incompleta. Otro ejemplo es que no incluyeron la recomendación final del estudio”, dijo en referencia a que el geólogo que firmó el trabajo, Alejandro E. Soto, reconoce es que es una “revisión limitada” de las condiciones geológicas en la ruta del gasoducto.

El estudio indica, además, que existen varios factores geológicos que pueden impactar la construcción y operación del gasoducto, por lo que recomienda la realización de estudios geológicos específicos -por municipio- que sean la base del diseño y construcción del gasoducto.

Pagán afirmó que esos estudios precisos “ya se están haciendo”. Dijo que la AEE contrató a la firma Ray Engineers, que a su vez contrató a un grupo de geólogos para tomar “medidas específicas” en la fase de diseño.

http://www.elnuevodia.com/Xstatic/endi/template/imprimir.aspx?id=795988&t=3

Scientific American dijo...

‎"problems..endanger these rich ecosystems..threats of short-range planning and hyperdevelopment. Only 7%.. is designated as protected.. administration ...is actively supporting plans to construct a 92-mile long natural gas pipeline..government is too close to commercial interests..is less related to propping up the island's sputtering economy than it is to repaying political favors." -Scientific American

http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=environmental-hazards-hope-puerto-ric

Carlos D. Chico dijo...

no leen..no opinan...el egoismo nos consume..si a mi no me llega el mal..sorry por los demas..esa es la tonica de PR y por eso..estamos como estamos!

Gasoducto incumple reglamentación local y federal de preservación histórica dijo...

De: Coalición Puertorriqueña de Arqueología y Fundación Educativa Caribe Arqueológico
Gasoducto incumple reglamentación local y federal de preservación histórica con el consentimiento de la Oficina Estatal de Conservación Histórica y Cuerpo de Ingenieros de EEUU

San Juan, P.R. - “La Oficina Estatal de Conservación Histórica (OECH) de Puerto Rico ya culminó su evaluación del estudio arqueológico ‘Fase I’ sometido por la AEE para el Gasoducto y de manera totalmente inusual el director ejecutivo de esa oficina, el arquitecto Carlos A. Rubio Cancela, no nos quiere entregar el documento de comentarios oficiales que debió generar su agencia sobre los trabajos arqueológicos”, según lo advirtió el doctor Jaime Pagán Jiménez. El arqueólogo, junto a otros expertos en el tema, ha realizado múltiples gestiones ante el director ejecutivo de la OECH y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU requiriendo acceso total al estudio arqueológico radicado hace más de mes y medio y a la carta de comentarios que tuvo que rendir la OECH como parte de sus responsabilidades con la legislación federal de preservación histórica. “Hemos cursado más de cinco solicitudes para que la OECH nos proporcione la documentación en cuestión, que en otros casos es pública y fácilmente accesible. Aún así, no han tenido la delicadeza de respondernos, cuando es su deber ministerial atender nuestra petición de manera expedita por lo delicado del asunto. Estamos solicitando documentos que son de carácter público, puesto que queremos participar del proceso de evaluación como arqueólogos expertos en el proceso y como ciudadanos, tal y como lo contemplan las leyes locales y la propia ley federal que la OECH evalúa. No nos pueden negar el acceso a esos documentos bajo ningún concepto y, de hecho, al hacerse de la vista larga como hasta ahora, la OECH y el Cuerpo de Ingenieros están incumpliendo abiertamente con las leyes federales de preservación histórica y también la de libertad de información”, sostuvo el arqueólogo Federico Freytes, quien ha denunciado en los pasados meses serias deficiencias de los estudios arqueológicos efectuados para el conocido proyecto de infraestructura.

“No entregarnos los documentos, sabiendo que tenemos perfecto derecho a accederlos como ciudadanos o investigadores, es avalar abiertamente el incumplimiento del Gasoducto con todos los estándares y leyes federales de preservación histórica que aplican y que ya se han violentado. Igual de grave es violar el derecho a la libre información que está garantizado en el marco legal federal de la Freedom of Information Act de 1966”, afirmaron Freytes y Pagán.

La OECH es una agencia gubernamental puertorriqueña que atiende exclusivamente la vertiente legal federal relacionada a los asuntos de preservación histórica. Esta oficina evalúa proyectos que son financiados con fondos federales, o en los que intervienen agencias de esa esfera de gobierno. La OECH ha intervenido en el proyecto del Gasoducto debido al involucramiento del Cuerpo de Ingenieros y otras agencias federales en el proceso de otorgación de permisos. “Hace seis meses solicité que se me incluyera como ‘parte interesada’ en el proceso de análisis de todo lo concerniente a la arqueología, porque así lo promueve claramente la ley federal. El Cuerpo de Ingenieros aquí en Puerto Rico nunca respondió a mi solicitud y en una nueva petición que hice hace una semana sólo me dijeron que referían mi exigencia a alguien más en esa agencia. Estamos seguros de que la OECH y el Cuerpo de Ingenieros pretenden que se agote el poco tiempo que resta para otorgar el endoso final al Gasoducto, sin que nosotros podamos hacer nada para que se cumpla con las leyes arqueológicas locales y federales”, informó el doctor Reniel Rodríguez, quien es Catedrático auxiliar y arqueólogo de la Universidad de Puerto Rico en Utuado.

(sigue...)

Gasoducto incumple reglamentación local y federal de preservación histórica dijo...

(desde anterior)
“Nueve meses atrás fue revelada una parte del estudio arqueológico en la Declaración de Impacto Ambiental Final (DIA-F) del Gasoducto, y en prácticamente cada página se evidencian, sin lugar a dudas, marcadas deficiencias metodológicas en el estudio sometido por la AEE a la OECH. Así coincidieron los arqueólogos Freytes, Pagán y Rodríguez, quienes evaluaron detalladamente la única sección públicamente revelada del estudio arqueológico a pocos días de salir a la luz pública. En el referido estudio se omitió información arqueológica relevante, como la ubicación de sitios arqueológicos importantes a lo largo de toda el área del Gasoducto y nunca se implementaron métodos elementales de investigación acordes con la realidad geográfica de tan vasta área de impacto. Se descartó de la evaluación arqueológica más del 70% del total de terreno que sería impactado por la tubería al considerarse que discurre por áreas de “difícil acceso”. “Nunca hubo metodología arqueológica sistemática y adecuada en la primera fase del estudio; peor aún, nunca se aplicaron métodos básicos requeridos por la legislación puertorriqueña y federal. Por lo tanto, si la primera fase del estudio no tiene ningún valor científico o técnico, ¿cómo es posible que se pueda configurar una segunda fase de investigación tomando como punto de partida un estudio totalmente inadecuado, viciado e inservible?”, cuestionó Pagán, quien también señaló que desde el inicio del trámite de la permisología del Gasoducto comenzaron a notarse serios problemas procesales porque nunca fue radicada la propuesta del Gasoducto ante el Instituto de Cultura Puertorriqueña.

“Este proyecto, irónicamente llamado Vía Verde” - prosiguió el arqueólogo Pagán- “comenzó muy mal porque se pretendió hacer un estudio arqueológico bajo los parámetros legales puertorriqueños y en el contexto de una DIA, aunque la parte arqueológica nunca fue radicada oficialmente en el Instituto de Cultura para que se cumpliera con la legislación arqueológica de Puerto Rico. Esto es absurdo y muestra que pudo aparentarse cumplir con nuestras leyes ante la opinión pública, pero sin hacerlo en la práctica”. Según Pagán, Freytes y Rodríguez, tal parece que la inclusión de un estudio arqueológico como parte de la DIA tuvo la intención de aparentar que se estaba cumpliendo con todas las leyes puertorriqueñas (como Ley 112 de 1988, o Ley para la Protección del Patrimonio Arqueológico Terrestre de Puerto Rico); no obstante, la realidad es que nunca se han radicado los documentos de manera oficial en el Instituto de Cultura. La evidente omisión, que se concretó al excluirse a esta agencia de todo el proceso de permisos, fue confirmada recientemente y de manera oficial por Laura del Olmo Frese en un comunicado electrónico abierto y enviado a varios expertos e interesados en la problemática. La arqueóloga del Olmo funge como directora del Programa de Arqueología y Etnohistoria del Instituto de Cultura, y también del Consejo de Arqueología Terrestre.

(sigue)

Gasoducto incumple reglamentación local y federal de preservación histórica dijo...

(desde anterior)
“El Consejo de Arqueología Terrestre conoce los pormenores de una parte del nefasto estudio arqueológico, aunque hasta ahora no han hecho absolutamente nada para requerirle a la AEE que se cumpla con las leyes que protegen nuestro patrimonio arqueológico”, reveló Pagán.

Cuando comenzaron las críticas a los estudios arqueológicos del Gasoducto, los proponentes y los investigadores que efectuaron los mismos han dicho en distintos medios de comunicación que desde el inicio se llevaron a cabo todos los procedimientos en coordinación con el Instituto de Cultura y la OECH. La porción del estudio hasta ahora revelado muestra todo lo contrario. Nunca hubo tales consultas previas, ni durante la ejecución de los estudios. “Han mentido descaradamente en los medios de comunicación regional para confundir a los ciudadanos de las áreas que serán impactadas. Para resumir: se hizo un estudio que utiliza la jerga de la reglamentación arqueológica puertorriqueña, pero el estudio nunca fue consultado ni radicado en el Instituto de Cultura. Del mismo modo, se sometió ante la OECH un estudio arqueológico que incluye la parte ya conocida públicamente y que no cumple con ninguno de los estándares mínimos para que pueda ser considerado positivamente en la esfera federal, que es lo que evalúa la OECH. Si la segunda parte del informe mantuvo el mismo carácter vacío y no científico de la parte ya conocida, así como el desapego total a los estándares mínimos federales [y de Puerto Rico], nuestro sentido común nos dice que el estudio completo tuvo que ser calificado como inaceptable por la OECH”, concordaron los doctores Pagán y Rodríguez para dejar establecido que “este golpe de realidad, o sea, el incumplimiento de los estudios arqueológicos del Gasoducto con las leyes de Puerto Rico y de EEUU, es lo que debe estar detrás de las nuevas violaciones de ley -ahora institucionales-, cuando la OECH y el Cuerpo de Ingenieros nos impiden el acceso a los documentos públicos solicitados y a nuestra participación en el proceso de evaluación de los estudios arqueológicos en carácter de expertos o ciudadanos.”

Para sorpresa de todos los arqueólogos pendientes al caso del Gasoducto, se pudo confirmar a última hora que el director ejecutivo de la OECH, el arquitecto Carlos A. Rubio Cancela, fue empleado gerencial de la AEE por los últimos 12 años hasta el momento de su nombramiento en la OECH que ocurrió en 2009. “Al parecer está en destaque en la OECH, por lo que existe la posibilidad de que siga siendo empleado de la AEE. Esto es realmente grave en el contexto de un proceso de evaluación tan delicado como el del Gasoducto. Ahora podemos entender por qué no nos ha querido brindar los documentos públicos que le hemos solicitado. Por lo tanto dudamos de cualquier procedimiento oficial que pueda estar efectuándose internamente en la OECH sobre los estudios arqueológicos del Gasoducto. Las acciones del arquitecto Rubio demuestran que él y su oficina, adscrita a la Fortaleza, está brindándole auxilio a un proyecto que desde el punto de vista arqueológico no cumple con las leyes locales y federales. Se están arriesgando mucho estas agencias al coquetear de manera tan atrevida con la legislación federal”, expresaron los arqueólogos.

http://pr.indymedia.org/news/2011/06/49065.php

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

La deseperación empieza a ser factor decisivo en los malos manejos de asuntos en la AEE especialmente en lo que respecta a la agonizante propuesta del gasoducto que ya se sabe que no hay manera que se inicie de ninguna manera en menos de al menos un año por eso el Gobernador no lo menciona en sus planes de "reformas" energéticos. Este desespero impulsa a firmas contratadas como intermediarios del proceso de expropiaciones a iniciar procedimientos que siguen padeciendo de falta de definiciones exactas de la ruta ya que no realmente al momento no hay ruta ni preliminar aprobada. Gestiones abortivas (expropiar una finca sin mencionar qué predio específicamente van a expropiar) que responden solamente al interés de dichas firmas de poder facturar por servicios profesionales ya que temen que sus contratos sean anulados antes de cobrar sus ganancias proyectadas. El debatre de los temas biológicos resulta el saldo de las gestiones ($$) de cabildeo y no de estudios adicionales necesarios. Mientras sigue sin aparecer por ningún lado el estudio de los suelos a ser impactados que es un documento fundamental al tratarse de una obra como un gasoducto: ingenieros interesados insisten en solicitar planos que no aparecen, nadie habla de grados de inclinación, perforaciones, dinamitaciones de suelos rocosos ni otros criterios claves. El desespero es la peor de las consejeras de una gestión que padece de desaciertos e improvisaciones a granel.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Aspectos que no se atienden en el borrador (necesidad urgente de data y análisis): Un gasoducto necesita otras instalaciones de procesamiento del gas tales como estaciones compresoras para mover el gas. Las estaciones compresoras se utilizan para mantener el gas en un estado de presión alta de modo que pueda viajar a través del gasoducto. El compresor coloca el gas a través de la tubería comprimiendo el gas en intervalos a lo largo del sistema. El funcionamiento de estos motores es de 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. La gente que vive cerca de instalaciones de procesamiento de gas ha tenido problemas de salud serios directamente asociables a los contaminantes en su aire y/o agua. Benceno, tolueno y arsénico han dado positivo en muestras de orina y/o sangre. Animales domésticos y ganado han muerto por envenenamiento con glicol etílico. Según testimonios: "Se enciende como un estacionamiento de Walmart de noche." Un visitante reciente divulgó malos olores y fuerte ruido de una estación de compresor y se preguntaba en voz alta, " ¿Cómo puede la gente vivir al lado de esto? ¿Qué está respirando?"
Sabemos que las estaciones compresoras tienen impactos negativos en la salud del ambiente y de la gente, que puede ser tan severa como las que se encuentran en el pozo de perforación de gas. Emiten compuestos carcinógenos y de neurotoxinas, compuestos orgánicos volátiles y óxidos de nitrógeno que crean el ozono (niebla con humo) y muchas más toxinas. La gente que vive en áreas con estaciones compresoras ha divulgado síntomas serios de salud tales como dolores de cabeza, vértigos, desmayos, contracciones musculares y tímpanos rotos por el rugido de baja frecuencia constante de los compresores. En partes de Texas rural en donde se localizan estaciones compresoras, las tasas de incidencia de asma en niños han subido de un 7% normal a un 25% muy anormal. Las comunidades cercanas a las instalaciones sentirán los contaminantes del aire más.
Otro problema común para muchas estaciones compresoras de gas natural es la acumulación de aguas residuales. En una facilidad (en Tenesí), donde cae aproximadamente 50 pulgadas de lluvia al año, la precipitación y filtraciones a sistemas de agua subterránea se acumula en y por la estación compresora. Agua extraña (e.g., condensado de los compresores de aire), y agua indeseada amontonada se registra a un índice promedio de 2.000 galones por semana. El agua contaminada no se puede bombear y descarga sobre la tierra creando implicaciones ambientales negativas.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Aspectos que no se atienden en el borrador (necesidad urgente de data y análisis): Nuestro acercamiento a este tema en específico en la entrada publicada requiere mayores atenciones, a ver: en un diseño óptimo (suponemos el criterio mínimo) de gasoducto, consideraciones de distancias de la estación del compresor (y otros criterios funcionales tales como las válvulas y los niples) deben considerar la temperatura en relación con el gas dentro de la tubería como factor determinante de la presión implicada por el diseño del gasoducto. Es factible asumir que la temperatura del gas se conduce sin cambios en el cálculo hidráulico cuando el cambio de temperatura del gas a lo largo de la tubería es relativamente pequeño, tomando por cierta esta presunción advertimos que dicha presunción significa a su vez la certeza de su planteamiento lógico es decir, es factible asumir que la temperatura del gas observa cambios significativos en el cálculo hidráulico cuando el cambio de temperatura del gas a lo largo de la tubería es notablemente grande. Es necesario considerar el cálculo termal cuando el cambio de temperatura a lo largo de la tubería es bastante grande. Estipulamos que el factor de cambio de temperaturas de acuerdo a las implicaciones del tracto propuesto incluye varios diferentes escenarios geológicos de los cuales hay diferentes criterios de temperatura. Combinando con la ecuación de estado y la fórmula hidrodinámica del cálculo, la fórmula básica del cálculo de variabilidad de temperatura a lo largo de la tubería es deducible. Cálculo de la temperatura en cuanto a longitud y distribución de la temperatura a lo largo de la tubería, como se muestre por el cálculo termal es muy importante para el diseño del gasoducto por sus implicaciones directas en el funcionamiento vis a vis, por ejemplo, posibilidades de filtraciones entre otros efectos de variaciones de la presión en los diferentes componentes. Este tema que significa prever a base de criterios científicos las posibilidades de errores y escapes se encuentra ausente por completo del borrador. ROF

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

"Las estaciones compresoras no son accesorios para proveer de gas las instalaciones - son instalaciones industriales en grande. En algunas partes, los motores del compresor contribuyen un promedio de casi 60 por ciento de todas las emisiones del óxido de nitrógeno de las operaciones..." Nadia Steinzor, organizadora regional de Earthworks.