domingo, 6 de septiembre de 2009

Grito de Lares, Grito de Puerto Rico. Rev. 08/09/09


Introducción.

La conmemoración del Grito de Lares es, antes que otra cosa, tradición viva y compromiso militante dentro del proceso social de los independentistas. De hecho una de las instancias en que se ordena el arresto de Albizu Campos es que un discurso durante dicha fecha viola las condiciones opresivas de la Ley de la Mordaza.

En este compendio queremos regresar a los eventos originarios y plantear someramente las causas y razones que dan vida a este movimiento. Suponemos de entrada que muchas de esas razones se refieren directa o indirectamente a las circunstancias actuales que vivimos en la isla.

La lucha libertaria en Puerto Rico: primeras manifestaciones e inicios.

Puerto Rico tuvo sus movimientos precursores emancipadores casi desde los inicios de su desarrollo colonial. La rebelión de los vecinos de San Germán, Ponce y Coamo de 1702-1711, desacataron al Gobierno y afirmaron la autoridad de los cabildos.



Desde 1795, el sistema esclavista comenzó a ser desafiado por los esclavos en el modelo de las revoluciones raciales de afirmación africana de Haití. En 1797, aparecieron unos pasquines clandestinos en la capital. En ellos se hablaba de la independencia y de los "hermanos caraqueños" como aliados en la misma causa. La primera expresión del separatismo criollo también había mostrado sus señas.

A comienzos del siglo XIX, en la coyuntura histórica de la invasión y ocupación de España por parte de la Francia del emperador Napoleón Bonaparte, en Puerto Rico se organizó un movimiento revolucionario con sede en la Villa de San Germán, encabezado por la élite criolla, para lograr la independencia. La llegada de tropas de España y la represión del liderato frustraron ese intento. Hubo otras tentativas revolucionarias en 1823 y en 1838. 

Las rebeliones de esclavos eran frecuentes, especialmente las de las haciendas azucareras de Toa Baja, en 1843. Temeroso de que se siguiera el camino de los esclavos de Martinica, que se habían sublevado en esos años, el Gobernador de Puerto Rico promulgó en 1848 un Código Negro, que acentuó la represión.








Puerto Rico en el siglo XIX.






Durante la primera mitad del siglo XIX Puerto Rico se convirtió en una colonia azucarera de importancia mundial. Para entonces Cuba y Puerto Rico eran los últimos bastiones de España en América. A lo largo del siglo XIX, los puertorriqueños se agruparon en varias tendencias políticas: la conservadora, sostenedora de la dominación española; la reformista, que promovía el gobierno con mayor participación criolla y cambios económicos favorables a la Isla; y la independentista, que luchaba por la soberanía plena puertorriqueña.

El 4 de mayo de 1809 se celebran en Puerto Rico las primeras elecciones de su historia para escoger un diputado que representara a la Isla en la Junta de Gobierno del Reino. Saldrá electo Ramón Power y Giralt quien en 1812 llegará a ser primer vicepresidente de las Cortes de Cádiz. En esta época las tendencias políticas en la Isla, que no eran partidos ya que éstos no se formaron hasta la decada del 70, eran: el liberalismo que promovía para la Isla un gobierno propio con las mismas prerrogativas políticas y económicas que cualquier provincia española y por ende ser una de ellas, el conservadurismo que defendía el status de administración colonial de siempre con los destinos regidos totalmente desde la Madre Patria y el separatismo que, siguiendo el ejemplo dado por otras colonias, optaba por la soberanía.


Desde 1809 hasta 1836 predomina en las elecciones la tendencia liberal y sus candidatos representarán a la Isla en las cortes españolas.

Entre 1815 y 1837, se afirmó el absolutismo en España. A pesar de los retornos al orden constitucional de 1821-1822 y de 1837, el autoritarismo monárquico se hizo de un espacio firme en el orden español liquidando las posibilidades de un régimen liberal para las islas. Aquellos fueron también años de maduración de la primera generación de separatistas puertorriqueños de origen criollo y de afirmación de un abolicionismo de raíces afro-puertorriqueñas en este territorio. En 1837, se cerró aquel ciclo de reformas y cambios tras la segunda caída del liberalismo en la península.

Desde 1837 hasta 1869 las provincias de ultramar se regirán por un régimen especial sin representación en Cortes. Los independentistas, son una tendencia en incremento por el problema de la esclavitud tras la abolición en los Estados Unidos en 1865, la esclavitud continuaba siendo legal únicamente en Brasil, Cuba y Puerto Rico. En 1869 vuelven las elecciones para represantantes a Cortes y entre ese año y el de 1873 se dividirán los cargos entre liberales y conservadores.

En 1866-67, los comisionados liberales reformistas e independentistas José Julián Acosta, Francisco Mariano Quiñones y Segundo Ruiz Belvis denunciaron el despotismo colonial y formularon peticiones de consenso económicas: libertad de comercio, y fomento agrícola industrial; sociales: abolición de la esclavitud y del sistema de la libreta de jornaleros; y políticas: descentralización administrativa y mayor gobierno propio ante una Junta Informativa de Madrid.

El gobierno imperial ignoró las demandas, incumplió las viejas promesas de “Leyes Especiales” de carácter autonómico (la promesa de que las islas serían gobernadas por Leyes Especiales en atención a sus diferencias nunca se cumplió), impuso mayores impuestos a la colonia y el Gobernador español, usando de pretexto un motín de soldados en junio de 1867, ordenó el arresto de prominentes liberales.


Entre las causas que motivaron esta revuelta (el Grito de Lares) se cuentan la indiferencia del gobierno peninsular a las demandas de reforma de los puertorriqueños… [e]n lugar de mostrarse conciliador, intentaba resolver la situación con mayor represión, destierros y cárcel.

La situación social era aun peor que la política. Los puertorriqueños eran discriminados, no teniendo acceso a cargos en el gobierno.


La población de la Isla -en su mayoría, jornaleros, esclavos negros y hacendados de la montaña- estaban muy descontentos con el Régimen de la Libreta. Este sistema regulador les permitía a los patronos utilizar directrices más severas de trabajo. Si algún miembro de la población desafiaba la autoridad o no cumplía con la ley, se castigaba con severidad.

La tensión que el Gobierno había creado causó gran malestar.

En cuanto a los trabajadores, estos se hallaban económicamente explotados y no disfrutaban de sus derechos políticos, sociales y laborales…. [e]n el plano laboral las huelgas estaban prohibidas y se consideraban ilegales, y el despido era una institución aceptada por la administración colonial, por lo cual, los hacendados comúnmente hacían despidos arbitrarios de sus trabajadores jornaleros, o de sus peones o agregados,

Tarde en la noche del 23 de septiembre, ante el ejército rebelde de alrededor de seiscientos hombres congregados en su hacienda, el general Manuel Rojas…[e]n su discurso revolucionario, como ha documentado la historiadora Olga Jiménez, … “se dirigió a las tropas que estaban afuera y les habló… las contribuciones exorbitantes, de la corrupción de los funcionarios y del deber de ponerle fin a tal régimen de tiranía”.










Vemos que los anhelos libertarios venían acompañados ( y precedidos) por profundos deseos de reinvindicaciones económicas.

Los peones en esta situación se exponían a una triple explotación:
1) debían pagar al hacendado altos intereses usurarios por el préstamo que se les había otorgado, lo cual representaba una obligación financiera del peón ante su patrono;
2) al peón establecerse con su familia en las tierras de su amo, sí la tenía alojada en un bohío próximo a la vivienda del hacendado, éste periódicamente empleaba al trabajador o a su mujer, en distintos oficios u ocupaciones de su finca, es decir, en diversas labores fuera de su jornada obligatoria de trabajo en el cafetal, o usándolo como mandadero, o aprovechándose gratuitamente del trabajo de los hijos y de la mujer del agregado, que era empleaba casi siempre en los oficios domésticos de la vivienda del hacendado; y,
3) la explotación que afectaba al “agregao” en el desempeño de sus funciones de peón o jornalero, en sus rutinarias labores propias del trabajo de campo: podas regulares de los árboles, desyerbo, recolección de café, etc.






Salud, hambre y muertes.


Como sabemos la realidad social tiene implicaciones directas en la calidad de la vida de las comunidades afectadas. Sin embargo no tenemos que deducir ni imaginarnos las condiciones de salubridad y alimentos de los pobres boricuas del siglo XIX ya que ha habido esclarecedores e impactantes estudios en esos temas.

El investigador Fernando Picó en sus estudios escogió una muestra al azar de las defunciones ocurridas en Utuado durante los primeros tres días del mes de julio del año 1882, e hizo un registro de las causas de estas defunciones… cinco de los difuntos eran jornaleros, y murieron a causa de anemia, quienes tenían una edad promedio de 35 años. La anemia estaba determinada por la excesiva frugalidad de la comida del jíbaro jornalero, determinada por los bajos niveles saláriales existentes para entonces… De 1850 a 1890 imperan en el campo puertorriqueño unas condiciones de vida horribles, el hambre y la muerte estuvieron por doquier, y la población trabajadora, esclava y libre, vivía en medio de la pobreza extrema. Eran tiempos de profunda miseria material.

En 1887 menos del 20 por ciento de la población insular estaba alfabetizada, por lo tanto, más del 80 por ciento de la población de Puerto Rico no sabía leer ni escribir, y a fines de siglo, en 1890, "más de la mitad de los niños bautizados habían nacido fuera de matrimonio".


Un censo de 1860 contabilizó una población de 583.308, de los cuales 300.406 (51,5%) eran blancos y 282.775 (48,5%) eran personas de color, el último rubro incluía a las personas de herencia principalmente africana, (estudios recientes revelan que la descendencia taína se mezcla con la población general) mulatos y mestizos. La mayoría de la población de Puerto Rico vivía en situación de pobreza extrema.

La mayor parte de la población puertorriqueña a lo largo del siglo XIX sufrió las consecuencias de una severa desnutrición…

La novela puertorriqueña 'La Charca' del Dr. Manuel Zeno Gandía aunque publicada a finales del siglo XIX muestra mediante sus descripciones detalladas las condiciones precarias y enfermizas de la población campesina durante ese siglo. 'La Charca', que salió en 1894, detalla de manera impactante y conmovedora las condiciones pésimas en que vive el campesinado boricua. Veamos un pasaje que ilustra no solamente la situación imperante sino el dilema moral que dichas circunstancias necesariamente provocaban y debo añadir provocan todavía:

“Ante los males colectivos, ¿qué debían hacer los hombres de espíritu cultivado?, ¿qué debían hacer aquellos que con claridad de juicio reconocían la existencia del mal? Y entonces los dos sistemas forcejeaban en brutal pugilato. De un lado, el ideal: suprimir la propia personalidad; entregarse al análisis; buscar los bálsamos; clamar por el bien de todos; impulsar la ola política para escalar la orilla filosófica y fecundar la margen social; producir el campaneo de la publicidad, vociferar el dolor sentido para que lo conozca la sabiduría del siglo; llegar, si fuese necesario, al sacrificio personal ante el ara santa del bien de todos, ante el altar de la madre tierra en que se nace. De otro lado, lo práctico: pasar indiferentes; mirar o no mirar; volver la cara siempre: aplicarse al bien propio; ser epicúreo; puesto que la vida necesita de pan, cuidar con esmero que las inclemencias externas no apaguen la hornada; puesto que el espíritu tiene aspiraciones, entregarse al águila que a ellas con más rapidez conduzca; puesto que el sacrificio por lo demás lleva consigo el suplicio propio, el abandono en el dolor, el hambre para los hijos, el olvido del bien realizado y es, a la vez, viento huracanado que desparrama simientes de ingratitud y perfidia; puesto que tan profunda perturbación de la vida íntima viene como corolario del redentorismo... impere norabuena el adusto dios del egoísmo; guárdese silencio y déjese al miasma que trabaje incansable, aumentando con venenosos sedimentos la inmensa charca de la podredumbre social, y véndanse las almas y las conciencias..”

Tomado del primer capítulo de ’La Charca’ de Zeno Gandía.

Surge la pequeña burguesía criolla y sus manejos del sistema para beneficiar sus intereses como sector de clase.

Temprano en el siglo XIX ciudades como San Juan, Ponce y Mayagüez comenzaron a jugar un papel protagónico en el desarrollo de una economía nacional. Su prosperidad se debió, en buena medida, a sus puertos marítimos. Los grandes comerciantes de las zonas urbanas se convirtieron en el sector económico más poderoso del país… En gran medida, el subdesarrollo del sistema financiero durante el siglo XIX se debió a la oposición de los comerciantes al establecimiento de bancos formales pues esto afectaría una de sus actividades más lucrativas (los grandes comnercios monopolizaban el crédito para sus fines exclusivos y no existen fuentes de inversión para el desarrollo social): este desarrollo tardío de la banca como recurso financiero ha sido señalado en estudios históricos como razón principal del descalabro del sector agrícola y del endeudamiento masivo, léase pobreza y miseria de los trabajadores, todo en beneficio de los intereses comerciales que se consolidan con el apoyo del sistema colonial.


En la red y en la literatura existen una gran cantidad de recuentos de los hechos del Grito de Lares, para efecto de esta propuesta cito:

"El punto de reunión para la rebelión del Grito de Lares fue en una hacienda en el barrio Pezuela, en Lares. El propietario de este lugar era Manuel Rojas, un hacendado venezolano. De allí partieron cientos de personas hacia el pueblo. Algunos llevaban fusiles y revólveres; otros, sólo sus machetes de trabajo. A este grupo se le unieron otros ciudadanos provenientes del pueblo de Adjuntas. Se estima que habían más de 600 personas en esta conspiración. Por la noche, hacendados, algunos propietarios, jornaleros, esclavos y personas de diversos oficios tomaron por la fuerza el pueblo de Lares. En el ayuntamiento de Lares declararon la República de Puerto Rico, luego de capturar a los seguidores del régimen español, remover los símbolos de la monarquía y colocar la bandera de la República -hoy, la bandera de Lares.

Al mismo tiempo, los rebeldes se dirigieron a San Sebastián del Pepino para continuar su lucha. Pero cuando llegaron allí, los esperaban las milicias urbanas. Bajo el liderato de Manuel Rojas, los insurrectos lucharon hasta llegar a la iglesia del pueblo. Desde los balcones y el interior de las casas, enfrentaron la resistencia de la milicia. Los revolucionarios fueron derrotados, pero mantuvieron la esperanza de que el grito de independencia se propagara por toda la Isla.


En Lares, muchos esperaron por refuerzos. Betances se suponía que llegara a la Isla con hombres y armas para unirse a la Revolución. La espera fue en vano, pues a Betances lo habían detenido en Santo Domingo, y las armas fueron confiscadas. Los demás habitantes de la Isla tampoco se unieron al clamor de independencia del Grito de Lares.

La reacción española

Como el Gobierno español estaba sobre aviso, reaccionó con rapidez a esta revuelta y arrinconó a los rebeldes en pocas horas. Los rebeldes, por su parte, huyeron a esconderse en las montañas del oeste.

En el corto tiempo que duró, la República de Puerto Rico tuvo como presidente a Francisco Ramírez. El gabinete de este Gobierno estaba constituido por Aurelio Méndez, Clemente Millán, Federico Valencia y Bernabé Pol. A ellos se les sumaban ocho comandantes militares. Todos fueron parte de un Gobierno de sólo horas de duración.

En España se había llevado a cabo la Revolución gloriosa seis días antes. Los líderes de esta revolución compartían con los rebeldes su descontento con la monarquía de Isabel II. Por esta razón, a pesar de que los cientos de rebeldes apresados fueron sometidos a grandes abusos, el Gobierno provisional en España les otorgó la amnistía. Las condenas a muerte se conmutaron por la prisión."

Tomado de
http://pr.kalipedia.com/historia-puertorico/tema/epoca-colonial/lucha.html?x=20080803klphishpr_35.Kes&ap=1

Podemos concluir que el Grito de Lares es definitivamente fruto de un sentimiento político nacionalista emergente, de la gesta patriótica de unos puertorriqueños que ofrendaron sus vidas por unos ideales de futuro pero, sin dudas, también es produucto del malestar generalizado con la situación económica, social y del sistema de justicia en la isla.

(Recomiendo leer nota de César A. Rosado Ramos que aparece en los comentarios.)

Ejercicio propuesto: Del Grito de Lares al Grito de Puerto Rico.

Si nos fijamos la gran mayoría de los problemas que aquejaban a la isla se reproducen o repiten en estos tiempos. Los factores que justificaban el enorme descontento: pobreza, opresión de los trabajadores, crisis en el sistema de salud, despidos injustos, crisis en el sistema educativo, en fin la insensibilidad del gobierno en atender los reclamos del pueblo siguen vigentes.


En el siglo XIX la colonia esperaba por el Situado Mejicano para malgastarlo y beneficiar a la emergente clase pequeña burguesa mientras mantenía el injusto sistema de las libretas de jornaleros, luego (1810) al terminarse (el Situado) y tras un fallido ejercicio reformista (Real Cédula de Gracias en 1815) el absolutismo, la corrupción gubernamental y la avaricia de intereses económicos de los criollos adinerados sumieron a la isla en una profunda crisis de miseria, injusticias, hambruna y enfermedades; hoy el gobierno espera los fondos federales con el mismo ahinco para malgastarlos y beneficiar al "sector privado" mientras mediante la Ley 7 han erosionado el estado de derecho en la isla, despidiendo a miles y deshaciendo el sistema de defensa legal de los trabajadores mientras mediante sus decisiones unilaterales y oligárquicas empujan a la sociedad boricua hacia una crisis social severa y creciente.

Los independentistas hemos tenido un proyecto de libertad política vivo desde que los puertorriqueños en los albores de nuestra historia nos sentimos puertorriqueños y comenzamos a vivir una realidad, nuestra realidad nacional, diferente y autóctona. Hemos sido reprimidos y oprimidos por querer aspirar a nuestra evolución como pueblo: eso es el Grito de Lares.

Los puertorriqueños hemos sido sometidos a sistemas sociales coloniales basados en la explotación de los trabajadores y los deseos de minorías criollas e intereses capitalistas extranjeros de sustraer riquezas y lucros injustos de nuestra sociedad e isla: esto es el Grito de Puerto Rico.

Algunas notas de salida.-
Primero. Este recuento de los hechos relevantes a la gesta del Grito de Lares no sigue una línea narrativa basada en figuras protagónicas sino que ha buscado recrear el marco social e histórico de la era (siglo XIX). Sin embargo en parte para subsanar la ausencia de mención de ciertas figuras ciertamente cimeras favor ver en la sección de comentarios algunas notas biográficas asociadas e inevitables.

Segundo. Hay ciertos aspectos de los hechos directamente asociados al levantamiento que debo apuntar:
Tras el destierro Betances se trasladó a Santo Domingo. Allí fundó el Comité Revolucionario de Puerto Rico: la Junta Revolucionaria Matriz por lo tanto se encontraba en Santo Domingo, donde residía Betances en su exilio. Con el dinero recaudado, Betances compró 500 fusiles, seis cañones y el pequeño barco “El Telégrafo”. Contaban con la promesa de repúblicas suramericanas para ayuda efectiva.

Existían varios comités revolucionarios diseminados por la Isla:
"Capá Prieto“ en Mayagüez, centro de la conspiración, presidido por Mathias Bruckman;
"Centro Bravo” en Lares, presidido por Manuel Rojas;
“Lanzador del Norte” en Camuy, presidida por Manuel González; incluia al alcalde del pueblo; y,
Otras Juntas Revolucionarias en San Sebastián y Ponce.

La fecha original del levantamiento era el 29 de septiembre de 1868, en Camuy; el Grito de Yara sería el 10 de octubre.

Segundo Ruiz Belvis viajó a Chile para recibir la ayuda ofrecida por el gobierno, pero no la recibió y encontró la muerte en forma sospechosa.

Betances saldría de Santo Domingo con un pequeño ejército y usarían el barco “El Telegrafo” anclado en Saint Thomas.

El 20 de septiembre las autoridades españolas se enteraron de los planes:
A mediados de 1868 se sorprendió a Pedro García con una lista de revolucionarios.
Después se recibieron noticias sobre la conspiración en Aguadilla, Ponce y Arecibo.
El 19 de septiembre el capitán Juan Castañón escuchó una conversación entre dos conspiradores en el camino entre Camuy y Quebradillas.
El militar que había prometido su ayuda, traicionó e informó de los planes al Coronel Manuel de Iturriaga.
El Coronel procedió al allana de la residencia de Manuel María González en el Barrio Palomar de Camuy hallando documentos.

Por lo acontecido, los revolucionarios adelantaron la fecha del golpe que originalmente se llevaría a cabo en octubre en conjunto con el Grito de Yara en Cuba.
El gobierno dominicano le prohibió la salida a la expedición de Betances y el gobierno de Saint Thomas incautó la embarcación. Adelantaron los planes para el 23 y los cambiaron para Lares.
ROF

Favor ver:

Grito de Lares, Grito de Puerto Rico: retos y desafíos.
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/09/grito-de-lares-grito-de-puerto-rico_12.html

Grito de Lares, Grito de Puerto Rico: epílogo parcial, en proceso...
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/09/grito-de-lares-grito-de-puerto-rico_20.html

Basado en varias fuentes tales como:
http://www.enciclopediapr.org/esp/article.cfm?ref=06101303&page=2

http://es.wikipedia.org/wiki/Grito_de_Lares

http://notihistoriadominicana.blogspot.com/2007/06/el-cafe-en-puerto-rico-en-el-siglo-xix.html

http://pr.kalipedia.com/historia-puertorico/tema/epoca-colonial/regimen-libreta.html?x=20080803klphishpr_35.Kes&ap=0

Fernando Picó: Amargo café (los pequeños y medianos caficultores de Utuado en la segunda mitad del siglo XIX). Ediciones Huracán, Río Piedras, Puerto Rico, 1981. 1ª. Edición.

Fernando Picó: Al Filo del Poder, Subalternos y dominantes en Puerto Rico, 1739-1910. Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 1993.

Fernando Picó: 1898: La guerra después de la guerra. Ediciones Huracán, Río Piedras, P.R., 1987.

Fernando Picó: Historia general de Puerto Rico. Ediciones Huracán, Río Piedras, P.R., 1988.

Fernando Picó: Cafetal adentro. Una historia de los trabajadores agrícolas en el Puerto Rico del siglo 19. Revista El Sol, Órgano oficial de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Año XXX, núm. 1, 1986.

Cruz Monclova, Lidio. Historia de Puerto Rico en el siglo XIX. Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 1957.

Díaz Soler, Luis M., Puerto Rico desde sus orígenes hasta el cese de la dominación española. Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 1994.

Silvestrini, Blanca G. y Luque de Sánchez, María Dolores, Historia de Puerto Rico: Trayectoria de un pueblo. Cultural Puertorriqueña. San Juan, P.R., 1987.

Scarano, Fransisco A., Puerto Rico, cinco siglos de historia. México, McGraw-Hill, 1994.


Para ver listados adicionales de recursos y fuentes de bibliografia favor ver los comentarios.

26 comentarios:

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Ramón Emeterio Betances
(Cabo Rojo, 1827 - París, 1898) Escritor, médico y político puertorriqueño. Autor de una obra literaria escrita en francés (lengua que dominaba con absoluta maestría), se convirtió en una de las figuras más representativas de la intelectualidad antillana del siglo XIX, y llegó a protagonizar diferentes episodios que le condujeron a la presidencia del primer gobierno provisional independiente de Puerto Rico.
Nacido en el seno de una familia acomodada (era hijo de un poderoso hacendado que poseía numerosos latifundios y esclavos), con apenas diez años fue enviado a Francia para que cursara allí el bachillerato y, posteriormente, los estudios superiores de Medicina; durante este largo período de residencia en París (1837-1855), el joven Ramón Emeterio Betances fue adquiriendo una conciencia política de marcado sesgo liberal, que le condujo a tomar parte activa en los acontecimientos revolucionarios desatados en la capital gala durante 1848.
Al mismo tiempo, fue afirmándose en él una viva vocación literaria que le permitió darse a conocer como escritor en Francia, con dos narraciones (Les deux indiens y Courtissanes), una comedia en verso (Un cousin de Louis XIV) y un tratado científico-médico basado en su tesis doctoral (Las causas del aborto). Especial interés mereció la primera de las obras recién citadas, un bello relato romántico, de talante progresista e igualitario, en el que Ramón Emeterio Betances sustentaba la posibilidad de que una mujer española pudiese llegar a perder la vida por un indio.

De regreso a su Puerto Rico natal, tuvo ocasión de demostrar sus conocimientos médicos y sus ideas igualitarias en 1856, cuando una virulenta epidemia de cólera que arrasaba la población de Mayagüez le granjeó un merecido reconocimiento entre la población menos favorecida, a la que Betances atendió sin condiciones.

Convertido así en una de las figuras más populares de los movimientos sociales puertorriqueños, se manifestó abiertamente en contra de la esclavitud y llegó a fundar una asociación clandestina cuyos únicos fines se orientaban a conseguir su abolición. A causa de estas actividades, fue desterrado de la isla antillana en 1858, por lo que regresó a Francia dispuesto a contraer matrimonio con su sobrina María del Carmen Heuri.

Pero la joven falleció repentinamente a causa de unas fiebres tifoideas, desgracia que sumió al médico humanista en una aguda fase de desesperación que quedó bien plasmada en la narración titulada La vierge de Boriquen, un relato de acentuada morbosidad romántica en la que, desde las claras influencias del norteamericano Edgar Allan Poe, pueden apreciarse curiosas anticipaciones de posteriores aspectos temáticos y recursos formales característicos del surrealismo (imperio del absurdo, ambientación onírica, ocultismo, demencia, simbolismo numérico, etc.).

Levantado el destierro, regresó pronto a Puerto Rico para centrarse fundamentalmente en actividades médicas y en asuntos sociales que le fueron implicando de lleno en el espíritu de patriotismo nacionalista propagado por aquellos años entre buena parte de sus compatriotas. Sus publicaciones, a partir de entonces, se orientaron casi exclusivamente hacia los temas políticos, en los que cada vez más aparecía Betances como una de las voces más liberales y revolucionarias de la isla.

(sigue en la proxima)

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

(continua de anterior:)
En 1868 tomó parte activa en el movimiento independentista conocido como Grito de Lares, de resultas del cual quedó convertido en el primer presidente independiente del gobierno provisional surgido de dicho levantamiento contra la soberanía española. Pero el fracaso de esta acción (que quedó reducida a una mera anécdota en la historia del independentismo hispanoamericano, al no contar con el apoyo de todas las fuerzas liberales) envió de nuevo al exilio a Betances, quien pronto pasó a vincularse con las luchas en favor de la independencia de Cuba.

Siguió cultivando la escritura, ahora volcada al género periodístico y a los asuntos socio-políticos que constituían el eje de sus preocupaciones. En Nueva York fundó, en compañía de otros camaradas, la Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico, desde la cual emprendió una campaña periodística que le permitió difundir sus artículos emancipadores por Venezuela (a través de las publicaciones El Federalista y La Opinión Nacional) y, en general, por todo el ámbito caribeño, donde dejó estampados numerosos artículos firmados bajo el pseudónimo de "El Antillano".

La ironía satírica de que hacía gala Betances en estos trabajos periodísticos, sumada a su facilidad para el cultivo de un estilo directo y ameno (desprovisto de la grandilocuencia retórica que, por aquel entonces, solía gravar el discurso político periodístico), convirtió al autor en uno de los intelectuales más leídos de todo el Caribe, donde postuló la necesidad de fundar una Confederación de las Antillas y supo prevenir (sin dejar de cuestionar la soberanía española) sobre el peligro que suponía el establecimiento de fuertes vínculos de dependencia con el emergente imperialismo de los Estados Unidos de América.

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/betances.htm

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Segundo Ruiz Belvis
(Hormigueros , 1829 - Valparaíso, Chile, 1867) Político y abogado puertorriqueño que destacó como líder abolicionista e independentista.

Segundo Ruiz Belvis hizo sus estudios primarios en Aguadilla y se graduó como Bachiller en Filosofía en Caracas (Venezuela). Luego pasó a España para comenzar estudios de Derecho en la Universidad Central de Madrid.

Destacado político y abogado, era amigo y compañero de lucha del Dr. Ramón Emeterio Betances. En 1858 comenzó su actividad política como Síndico en el Ayuntamiento de Mayagüez. Sus deberes eran, entre otros, velar por el buen trato hacia los esclavos y el buen manejo de los fondos públicos.

Su lucha abolicionista comenzó al manifestar a su padre su inconformidad y repudio a la esclavitud. Al morir éste en 1866, libertó varios de los esclavos de su recién heredada hacienda Josefa. La agitación y la persecución política, al parecer, impidieron la liberación del resto de los esclavos, y propiciaron su salida al destierro.

Junto a José Julián Acosta y Francisco Mariano Quiñones, presentó a las Cortes su proyecto de abolición de la esclavitud con o sin indemnización. Murió en Valparaíso en 1867, en el transcurso de una misión para obtener el apoyo del gobierno chileno a la independencia de Puerto Rico.

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/ruiz_segundo.htm

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Mariana Bracetti
Patriota rebelde de la gesta del Grito de Lares, conocida como Brazo de Oro, bordó la Bandera de Lares primera enseña de la abortada República de Puerto Rico, en 1868. Se unió al grupo de patriotas que participó en el alzamiento de Lares en 1868. Para esta fecha estaba casada en segundas nupcias, con Miguel Rojas, uno de los dirigentes de dicho alzamiento. Siguiendo las instrucciones del doctor Betances, bordó la bandera de Lares, usada por los revolucionarios el 23 de septiembre de 1868. Fracasada la insurrección, fue detenida junto a otros supervivientes y más tarde puesta en libertad. Por su valor, patriotismo e incansable energía en favor de la lucha revolucionaria, fue llamada "Brazo de oro".
El Grito de Lares, inspirado y organizado por el Dr. Ramón Emeterio Betances, fue el primer alzamiento independentista importante en Puerto Rico en contra de la dominación española. Natural de Añasco estaba casada en segundas nupcias con Miguel Rojas, hermano de Manuel Rojas, jefe local de la revolución en Lares.
Los hermanos Rojas procedían exiliados de Venezuela, como consecuencia de una de las guerras acontecidas en aquel país durante el siglo XIX. Se establecieron en Puerto Rico, donde Don Manuel fundó un cafetal de 300 cuerdas a corta distancia del pueblo de Lares, llamado El Triunfo, haciendo de él un rico hacendado. Don Miguel vivió primero en Añasco, donde contrajo nupcias con Mariana Bracetti y luego se trasladó a Lares junto a su esposa e hijos.

Los hermanos Rojas, grandes admiradores de Betances, conspiran allí con otros patriotas y la hacienda El Triunfo, se convierte en el núcleo clandestino donde se fragua la revolución. Las esposas los ayudan y es Mariana quién toma a su cargo la confección y bordado de la bandera ideada por Betances, que será la primera enseña de Puerto Rico Libre y que estuvo instalada ante el altar mayor de la Iglesia Parroquial de Lares en el solemne Tedeum con el que el Gobierno provisional Republicano celebró el triunfo inicial de la revolución.

Luego del fracaso del Grito de Lares, todos los supervivientes fueron encarcelados, entre ellos Mariana Bracetti. Ochenta rebeldes murieron de vómito negro en la prisión, Mariana sobrevivió y recuperó su libertad por el Decreto General de Amnistía emitido por el nuevo gobierno republicano español el 20 de enero de 1869.


Dos conocidos autores puertorriqueños, Luis Lloréns Torres y Cesáreo Rosa-Nieves, han utilizado la imagen histórica de Mariana Bracetti como principal figura de sus obras; el primero, en El grito de Lares, y el segundo, en Brazo de oro.
En adelante, Mariana se retira a su pueblo natal de Añasco donde muere en 1903.
Murió a avanzada edad en el pueblo de Añasco, en la mayor pobreza y olvido.

http://www.monografias.com/trabajos15/puertoriquenos-ilustres/puertoriquenos-ilustres.shtml#bracetti

Alberto Barreto Cardona dijo...

Filiberto Ojeda Ríos
Extracto de un comunicado—Me parece esto sigue siendo pertinente –en nuestra situación actual y recoge el sentimiento Roberto articula arriba.
"…El momento ahora es de profunda reflexión orientada hacia la armonización de todos los independentistas y no en el inmediato quehacer oportunista para pescar sobre río revuelto. La coyuntura actual, si sabemos actuar correcta y unitariamente, muy bien puede ofrecer una nueva posibilidad para un reagrupamiento sano y decoroso..... No es lanzándonos como buitres a nutrirnos de los “despojos” de lo que algunos pretenden hacer creer que es un descalabro total, sino de la verdadera reflexión, el respeto, el análisis serio y profundo y, sobre todo, la eliminación de esa trágica arrogancia que tanto daño no ha hecho....."

Alberto Barreto Cardona dijo...

Todos a Lares...

Miliciano Libertario dijo...

Cuenten conmigo. Salud...

El nuevo dia dijo...

"La Central Lafayette fue fundada por la familia Fantauzzi cerca de 1909, según la historiadora Gloria Tapia autora de la tesis Origen y fundación de la Central Lafayette de Arroyo.
“Selecciono ese año porque hubo un documento donde se establece una nueva asociación familiar que denomina por primera vez la Central Lafayette”, dice Tapia. La nombran Lafayette, según Tapia, en honor a una calle en Francia donde la familia Fantauzzi, emparentada con Napoleón Bonaparte, tenía un negocio.
Pero el primer Fantauzzi se radicó en la Isla para el 1814. Según Tapia, existe un documento que revela que Francisco Fantauzzi compró un terreno cerca del puerto del barrio de Arroyo. Para esa época, Arroyo pertenecía a Guayama, aclara la historiadora.
Los Fantauzzi eran cinco hermanos corsos comerciantes, relata Tapia: Cruciano, José, Juan Bautista, Gerónimo y Francisco. Estos últimos lograron amasar aquí una gran fortuna para ellos y su familia que residía en Francia para el siglo XIX."

Tomado de:
Un dulce legado del pasado azucarero
http://www.elnuevodia.com/undulcelegadodelpasadoazucarero-617225.html

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

"Durante el s.XIX Puerto Rico progresó más rápidamente que en los siglos anteriores. La proclamación de la independencia en Hispanoamérica motivó la llegada de muchos realistas que contribuyeron a intensificar la colonización. La isla cobró cada vez más autonomía: se designó un diputado por las Cortes de Cádiz; en 1811 se estableció la intendencia de Puerto Rico, separada del gobierno central; se crearon nuevos puertos y se suprimieron los monopolios. Pero lo que contribuyó más al auge de Puerto Rico fue la llamada "Cédula de Gracias" (1815), que autorizaba el libre comercio y permitía la inmigración de extranjeros católicos. Las incursiones piratas continuaron, pero la mayor solidez económica y social de la isla las hicieron menos peligrosas. Inmigrantes procedentes de Canarias, Venezuela y las colonias francesas acudieron en gran número a Puerto Rico. Aunque la vida política de l isla estuvo constreñida por el gobierno militar, hubo algunos movimientos separatistas, si bien con poco éxito. En 1835 el capitán Loizaga, con algunos partidarios, trató de establecer la Constitución de 1812, pero fracasó y fue expatriado."

Tomado de
http://www.mgar.net/var/puertorico.htm

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Un texto que se relaciona al rol de la banca en Puerto Rico en el siglo XIX:

Santiago de Curet, Annie
Crédito, moneda y bancos en Puerto Rico durante el siglo XIX
Universidad de Puerto Rico. Puerto Rico, 1989

Disponible en:
http://books.google.com.pr/books?id=NMCGB7NbBooC&dq=economia+puerto+rico+siglo+XIX&source=gbs_navlinks_s

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Como vimos en la nota referente a la familia corsa de los Fantauzzi en Arroyo, hubo una importante inmigracion a la isla de extranjeros asociados, entre otras cosas, al azucar y el comercio. Un estudio sobre el rol de los alemanes en el siglo XIX en Puerto Rico:

Ricardo R. Camuñas Madera
Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas = Anuario de Historia de América Latina (JbLA) , ISSN 1438-4752, Nº. 30, 1993 , pags. 329-353

Los motivos predominantes de los germanos que fueron a Puerto Rico eran económicos, manteniendo contacto con las casas de comercio de Alemania aquellos que se dedicaron al comercio en Puerto Rico: La exportación de cultivos tropicales como algodón, café, tabaco y azúcar se convirtió en una de las principales ocupaciones. Lo que incluyó también en muchos casos el cultivo de azúcar, por ejemplo, para asegurar para su casa de comercio su exportación. Además, llegaron maestros, ingenieros y técnicos que ayudaron al desarrollo de la economía y a la elevación de la calidad de vida en Puerto Rico. La mayoría se quedaba, mandando a sus hijos a estudiar a Alemania como Agustín Stahl, uno de nuestros grandes científicos, que, como reflejo de sus estudios en Berlín, dejó una de las colecciones más ricas del país, destruida en la última guerra. La presencia de Alemania en Puerto Rico vive en los miles de puertorriqueños que son sus descendientes.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Nota de ROF- La importancia creciente del comercio internacional con Puerto Rico entre otras cosas explica el desarollo del sistema de faros para apoyar los puertos.

"El sistema de faros de Puerto Rico consta de quince faros que se construyeron en su mayoría, durante los últimos 25 años del siglo XIX. Estos sirvieron como guías y protectores de las rutas marítimas que rodeaban a la Isla, debido a que por su ubicación geográfica, ha sido también, a través de su historia, lugar estratégico. En las aguas que le rodean se cruzan el Mar Caribe y el Océano Atlántico. Por esto, es punto que provee fácil acceso al Golfo de México, así como, a Centro y Suramérica.

Durante el siglo XIX, Puerto Rico experimentó un gran desarrollo socioeconómico. En el ámbito de la agricultura comercial, la exportación de azúcar, café y tabaco aumentó voluminosamente. Simultáneamente la Isla experimentó una mayor dependencia del comercio internacional para su sostenimiento. A los fines de fortalecer la economía se determinó mejorar los medios de comunicación y transporte. A partir de la década de 1820, la Corona española inició, además de la instalación de líneas de telégrafo, una serie de proyectos que incluyeron la construcción de carreteras, caminos, canales, puertos y faros.

En 1869 el gobierno español aprobó el primer plan de alumbrado marítimo para Puerto Rico con el fin de servir a las embarcaciones que navegaban por sus aguas. Se proyectó la construcción de catorce faros alrededor de la Isla. El plan original fue revisado en los años 1882, 1885 y finalmente en 1892.
...
El primer faro que se construyó en Puerto Rico fue el del Castillo San Felipe del Morro en San Juan en 1846."
...

Adaptado por Grupo Editorial EPR
Fuente original: Nominación Temática: The Lighthouse System of Puerto Rico, 1846-1979. Oficina Estatal de Conservación Histórica.

Tomado de:
http://www.enciclopediapr.org/esp/article.cfm?ref=08072205%20

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Referente a la ya citada presencia de extranjeros en Puerto Rico y su relacion con la industria de la azucar en 'Los campesinos del Cibao: Economia de mercado y transformacion agraria en la Republica Dominicana', 1880-1960.' de Teresita Martinez-Vergne se hace referencia en la pag. 21 y citamos:
"En Puerto Rico, donde la elite local no era tan poderosa como la cubana, el auge del azucar, desde sus inicios, estuvo en manos de inmigrantes. Estos, con sus conocimientos y conexiones comerciales y financieras, pudieron promover la economia de plantacion. "
Disponible en:
http://books.google.com.pr/books?id=qtemZAP8d_YC&pg=PA21&lpg=PA21&dq=economia+puerto+rico+siglo+XIX&source=bl&ots=NMxaxpSkut&sig=aKZFySFzS3jtS5WbCg_Lw2tyOfY&hl=es&ei=t2K2SsCuH8Wc8Abb3oG6Dg&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=10#v=onepage&q=&f=false

Este texto a su vez identifica como fuentes a libros de Scarano, Ramos Mattei y San Miguel.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Nota bibliografica de apoyo:

Favor ver:

Inmigracion y clases sociales en Puerto Rico del siglo XIX. Scarano, Fransisco. Ediciones Huracan. Rio Piedras, PR (1981).

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Ficha bibliografica de trasfondo:

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Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

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Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

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Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

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Primera hora dijo...

Grito de Lares unitario por los presos políticos
lunes, 21 de septiembre de 2009
Actualizado hace 20 horas (04:11 p.m. )
Prensa Asociada

La conmemoración del Grito de Lares el miércoles será dedicada a los prisioneros políticos puertorriqueños todavía encarcelados, informaron, de forma unitaria, los organizadores del evento.

El Partido Nacionalista, el Partido Independentista Puertorriqueño, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, el Frente Socialista, la Coordinadora Caribeña y Latinoamericana y la Nueva Escuela anunciaron conjuntamente el lunes los actos conmemorativos del 23 de septiembre.

"Este año, la celebración se le dedicará a los prisioneros políticos puertorriqueños que aún permanecen en cárceles federales en los Estados Unidos", se informó en un comunicado.

Los actos en Lares comenzarán a las 9:00 de la mañana con la marcha desde el Puente del Anón hasta el cementerio, y luego se marchará hasta la iglesia católica del pueblo, donde se celebrará una misa.

Tras la misa, habrá el tradicional acto político en el que participarán las organizaciones independentistas.

Los prisioneros que han cumplido las mayores condenas y que aún permanecen tras las rejas en Estados Unidos son: Carlos Alberto Torres, con 29 años de cárcel, y Oscar López, con 28. Ambos cumplen penas de 70 años.

Tanto López como Torres fueron acusados de conspiración sediciosa y cargos relacionados, así como de ser miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), un grupo independentista que se responsabilizó por actos violentos en la década de 1970 en Estados Unidos.

También está preso en espera de juicio Avelino González Claudio, a quien se le vincula con el grupo clandestino Los Macheteros.

http://www.primerahora.com/diario/noticia/politica/noticias/grito_de_lares_unitario_por_los_presos_politicos/332295

Cesar Rosado Ramos dijo...

La conmemoración del Grito de Lares siempre ha tenido un significado especial para las(os) independentistas y socialistas en Puerto Rico. Cada 23 de septiembre recordamos la Revolución llevada a cabo en 1868 en el pueblo de igual nombre, organizada por el Dr. Ramón Emeterio Betances, Segundo Ruiz Belvis, Charles Lacroix, entre otros(as). A la media noche del 23 de septiembre, armados de fusiles y machetes, a pie y a caballo los insurrectos entraron al pueblo de Lares a los gritos de, “Viva Puerto Rico Libre” y “Abajo los impuestos”.
Sin embargo, las exigencias revolucionarias eran más abarcadoras y fueron recogidas un año antes por Betances en su proclama de los Diez Mandamientos de los Hombres Libres: (1) Abolición de la esclavitud, (2) derecho de votar todos los impuestos, (3) libertad de cultos, (4) libertad de palabra, (5) libertad de imprenta, (6) libertad de comercio, (7) derecho de reunión, (8) derecho de poseer armas, (9) inviolabilidad del ciudadano, (10) derecho de elegir nuestras autoridades.

Es importante destacar que la Revolución o el Grito de Lares y el liderato revolucionario de la época veían la independencia de Puerto Rico como parte de la independencia de las Antillas y de las Américas. Cuba, República Dominicana, Haití y Puerto Rico, se veían como una sola Patria. De ahí y bajo esa concepción internacionalista surge en Nueva York la Sección Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano, que fuese dirigida por Eugenio María de Hostos. Esto también explica porque el dominicano Máximo Gómez y el puertorriqueño Juan Rius Rivera fueron Generales del Ejército Revolucionario Cubano de la época, y los restos de sobre mil puertorriqueños, quienes ofrecieron su vida en la luchas de independencia de Cuba, yacen en suelo cubano. La idea era hacer la Revolución en Cuba y Puerto Rico; y preservar la independencia de Haití y República Dominicana.

Por otro lado, contrario a lo que muchas y muchos puedan pensar, son incontables las mujeres que apoyaron el Grito, que se integraban a las sociedades secretas o simpatizaban con la causa de la independencia. Muestra de esto fueron los arrestos de Mariana Bracetti y Obdulia Serrano en Lares; y de Francisca Brignoni, esclava liberta que abogaba por la libertad de los esclavos, en el pueblo de Juana Díaz. (Dr. Francisco Moscoso; Grito de Lares 1868; 2005-2009 Enciclopedia de Puerto Rico; Fundación Puertorriqueña de las Humanidades).

Aunque los insurrectos pudieron ocupar Lares, el Grito fue sofocado debido, entre otras cosas, a que el gobierno de los españoles consiguió que Buenaventura Báez, Presidente de República Dominicana, traicionara a Betances prohibiendo la salida de expedicionarios desde la hermana república; a que el gobierno de Saint Tomas, a solicitud de España, ocupó un barco armado fondeado en sus costas que debía llegar a Puerto Rico; y a que la revuelta tuvo que ser adelantada unos seis días (estaba planificada para el 29 de septiembre) debido a la ocupación de documentos comprometedores por parte de las autoridades coloniales. Sin embargo, como resultado directo del mismo, “el Gobierno de España, a partir de 1869, permitió la formación de algunos partidos políticos, la libertad de prensa y reunión (aunque bajo censura y con licencia), y se allanó el camino para la abolición definitiva de la esclavitud y del régimen jornalero precapitalista en 1873.” (Dr. Francisco Moscoso; ibíd.)

El nuevo dia dijo...

En Lares denuncian la “quiebra de la colonia”

Visitantes internacionales respaldaron la lucha por la independencia de Puerto Rico.

Por FRANK GAUD CARRAU / De The Associated Press
LARES - Con la participación de tres dirigentes latinoamericanos, incluyendo un dirigente sindical de Honduras, los independentistas celebraron el 149 aniversario del Grito de Lares, donde proclamaron “la quiebra de la colonia” debido a la crisis fiscal del Gobierno y el despido de miles de trabajadores.
“La quiebra de la colonia y el desprestigio ante el mundo de ésta obligará al pueblo a echar pa’ lante en todos los frentes, pero siempre con el optimismo que es necesario tener la lucha que hay que tener para alcanzar la libertad”, dijo a la AP el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos, quien no ocupó la tribuna y estaba acompañado entre el público por el derrotado candidato a la gobernación Edwin Irizarry Mora.
Líderes del Partido Nacionalista, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MIHN), entre otras organizaciones, participaron del acto junto a dirigentes latinoamericanos como José Luis Baquedano, secretario general de la Central Única de Honduras, así como otros tres líderes de República Dominicana y Perú que se comprometieron respaldar a los grupos que abogan por la independencia de la Isla.
Berríos destacó la importancia que tiene “para la lucha de la independencia la participación de los dirigentes latinoamericanos, ya que esto es un síntoma del apoyo que estamos teniendo en la Isla y es un frente donde tenemos que dar la lucha”.
Los actos fueron dedicados a los presos independentistas Carlos Torres, Oscar López y Avelino González Claudio, quienes se encuentran en cárceles de Estados Unidos.
Eduardo Villanueva, portavoz del movimiento en favor de la excarcelación, denunció que Torres “está en solitaria, ya que alegan que le encontraron una fisga en su celda”. Aseguró que “no le permiten llamadas telefónicas y la correspondencia no se le entrega a tiempo”. Sobre González Claudio, arrestado por el FBI, dijo que tiene una “condición neurológica” para la que no le están dando tratamiento.
En su mensaje, el hondureño Baquedano destacó la lucha de su país en contra la “oligarquía”. Dijo que con la llegada a Tegucigalpa del depuesto presidente, Manuel Zelaya, “se ha intensificado la lucha, han muerto cinco personas y varios medios informativos como estaciones de radio y televisión han sido cerrados”.
Abogó por una Asamblea Constituyente en Honduras y pidió al liderato independentista local estar atento a las actuaciones de los golpistas.
Julio Muriente, dirigente del MIHN, se mostró confiado en que se logrará un “encuentro con el pueblo” ante las manifestaciones que se avecinan por los despidos en el sector público.
“Todo esto nos da la oportunidad de organizar una propuesta de país distinto”, dijo. “Denunciamos lo mal que está, pero esto no basta. Hoy debe surgir la propuesta para que el pueblo comprenda que la independencia es posible, materialmente posible”, puntualizó.

http://www.elnuevodia.com/enlaresdenuncianlaquiebradelacolonia-618765.html

Épica dijo...

Nos dijeron que al bajar por las veredas del Salto Collazo no sumaban más de trescientas personas y que, a pesar de la oscuridad y la maleza, avanzaron hasta la entrada del Pepino sin que les ofrecieran resistencia. Vendrían agotados por la caminata, con el general Rojas a la cabeza y Joaquín Parrilla, que después fue baleado en Yauco, a la retaguardia.

Los fusiles, luego se supo, no alcanzaron para todos, así que entre el barullo de la tropa andrajosa, expectante, también estaría tiritando, inquieto, uno que otro machete oxidado. A la suma de horas, de dudas, de ansiedades y traiciones que traían sobre los hombros, después de una jornada interminable en la que se decretó la República, se ofició un Te Deum y se abolió la libreta de jornada, ahora se añade la angustia de la batalla próxima, el desasosiego de vivir acechado por los presagios.

Son ellos quienes, sigilosos, cruzan la quebrada mientras el pueblo duerme y las milicias leales preparan las barricadas. No es el aire cálido soplando entre los flamboyanes lo que anuncia la tragedia, sino el silencio de las calles aledañas a la plaza. “Nunca me fié mucho de estas gentes”, dijo Matías Brugman, por lo bajo. Entonces, al subir la pendiente que daba acceso al polvorín, sonaron los disparos. Se defendieron como pudieron, primero atacando por el flanco derecho y más tarde, cuando la suerte estaba echada, haciendo frente al asalto sin mucha destreza. Sólo el humo sobrevivió intacto.

Algunos, es cierto, desertaron en medio de la contienda. Pero hubo otros, los menos, que se atrincheraron al costado de la iglesia parroquial, dispuestos a luchar hasta el final. Allí les pidieron la rendición. Cubiertos de sudor y sangre, exhaustos, se habrán mirado entre sí: porque del hombre aprende el hombre la lealtad, y a veces también, la entereza. Y en medio de aquella tregua fugaz imaginaron un país. Y al tránsito ciego de las balas ofrecieron el pecho.
Manolo Núñez Negrón

http://www.elnuevodia.com/columna-epica-784905.html

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Michel de Certeau, historiador francés, escribió en 1975 que detalles que antes parecían irrelevantes al escribir la historia en algún momento terminan por regresar, rompiendo así con los discursos imperantes de una sociedad. En el foro La mujer, la esclavitud y el Grito de Lares, la doctora María Barceló hizo mención de esta noción que él llamó el “retorno de lo reprimido” en la historia, para enfatizar que mucho de lo sucedido en 1868 ha sido ignorado por los historiadores, pero que poco a poco ha regresado.

En el coloquio -llevado a cabo ayer en el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico- se discutieron, precisamente, algunos detalles reprimidos del Grito de Lares. Junto a Barceló, el doctor Francisco Moscoso y el doctor Raúl Mayo hablaron de varios aspectos poco discutidos de la insurrección.

Moscoso comenzó por recordar que cuando empezó como profesor no había ningún curso sobre “la revolución puertorriqueña”. Esto lo atribuye a que para muchos el Grito de Lares no representa una revolución. “En ese sentido revoluciones son solamente las victoriosas”, afirmó con un tono mordaz.

Sin embargo, éste sí representó una instancia en donde personas que ni siquiera estaban organizadas en partidos y que no tenían un programa lograron enfrentarse a un régimen que consideraban abusivo.

El escritor de La Revolución puertorriqueña de 1868 : el Grito de Lares explicó algunas razones de ese enfrentamiento, y describió una escena previa a éste. Ramón Emeterio Betances y José Julián Acosta estaban en una reunión “de la crema de los liberales”. El cónclave se dividió en dos sectores liderados por ellos. Por un lado, Betances afirmaba que había llegado la hora de la revolución. Por el otro, Acosta exhortaba a tener paciencia. La respuesta de Betances: llevaban siendo pacientes desde 1809. Moscoso contó que, según dicen, los ilustres se dieron un abrazo, y cada cual se fue por su lado.

El lado de Betances terminó siendo estigmatizado con un “sello criminal”: tanto a él como a Segundo Ruiz Belvis los declararon conspiradores contra el gobierno de España. Y ellos no lo negaban.

En un manifiesto escrito como respuesta a la política represiva del gobernador Marchesi - texto que según el doctor merece entrar en discusión nuevamente-, líderes del movimiento escribieron que “han conspirado, sí, y deben conspirar para acabar el régimen”. El escrito continúa con una serie de respuestas al gobernante y expone el porqué de la revolución.

(sigue..)

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

(desde anterior)
“Mujeres indómitas”

Barceló, por su lado, aseveró que el tema de las mujeres en el Grito de Lares es un tema casi inexplorado en la historiografía puertorriqueña. Por esta razón, decidió ir más allá de “las inescapables”, Lola Rodríguez de Tió y Mariana Bracetti. Barceló está convencida de que “ellas no fueron las únicas mujeres” en la insurrección. La tarea, según ella, es indentificar a las demás o, por lo menos, explicar su ausencia.

En los registros de personas capturadas durante el proceso de la revolución sólo aparecen tres mujeres detenidas. Sin embargo, “que las mujeres no aparezcan no significa que no participaron”, afirmó Barceló, quien se está iniciando en el tema del Grito.

La también profesora explicó la falta de mujeres alegando que éstas desarrollaron estrategias particulares de manifestar su descontento; que los jornaleros trababan de poner a salvo a sus compañeras, madres y demás familiares, por lo que tampoco las delataban en los interrogatorios; y que al momento de arrestar se le daba prioridad a los hombres. Además, éstas participaban en actividades que no involucraban la lucha armada, como el espionaje desde los hogares donde trabajaban y la transportación de armas y comida.

“Nuestras jíbaras no estaban ajenas a los reclamos que circulaban en la Isla desde 1858”, declaró la doctora.

Barceló recalcó que “hay que revisar los libros” para redescubrir todos esos elementos ignorados de la historia puertorriqueña.

“Las mujeres revolucionarias de 1868 son lo reprimido de nuestra historia”, dijo. Ofreció un ejemplo de algo que ha estado presente en la superficie desde ese entonces, pero que no se le ha prestado atención: el himno revolucionario escrito por Lola Rodríguez de Tió.

En uno de sus versos, la poetisa escribió “Ya no queremos déspotas, caiga el tirano ya, las mujeres indómitas también sabrán luchar”.

(sigue)

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

(desde anterior)
Esclavitud en el siglo XIX

En su ponencia, Raúl Mayo demostró cómo la esclavitud había sido la base de la sociedad decimonónica puertorriqueña. Según él, fue en la esclavitud que se apoyó el sistema socioeconómico de la época, así como en la exportación del monocultivo, el azúcar.

Después de 1815, con una cédula que abrió las puertas al comercio y a la inmigración, el comercio legal de esclavos se hizo más abundante, y ya para 1860 había 41,738 esclavos. Sin embargo, debido a razones económicas y a epidemias que sufrió el país, la trata fue disminuyendo hasta que en 1872 la población llegó a 30,000.

La esclavitud -explicó el sociólogo- logró penetrar todo Puerto Rico, desde las costas hasta la montaña. A pesar de esto, criticó que “apenas comenzamos a visualizar y comprender los efectos sociales de haber sido una sociedad esclavista”.

Durante todo este periodo, sin embargo, los esclavos no se mantuvieron dóciles. Entre 1775 y 1848 se registraron 22 conspiraciones en contra del sistema. Además, los esclavos expresaban su repudio mediante la fuga. Y para 1864 el movimiento abolicionista español tomó como líder al puertorriqueño Ramón Vizcarrondo.

Pero todo esto no fue sin dificultades. El profesor Mayo afirmó que independencia y abolición se habían convertido en sinónimos de radicalismo político.

http://www.dialogodigital.com/index.php/Lo-reprimido-del-Grito-de-Lares.html

Violetta Valery Dummas dijo...

Fantástico el artículo...gracias por compartirlo...