Domingo familiar... escuchando a mis hijos...

"Cuando miras a la sociedad Usted la tiene que mirar a través del lente del que menos tiene, del débil y del vulnerable; Usted está comprometido a amarlos primero, no exclusivamente, sino primero, y por lo tanto darles prioridad… e incluso en este momento, cuando el imperio está en la declinación profunda, la cultura está en decaimiento profundo, el sistema político está quebrado, donde casi todo está a la venta, Usted debe decir que todo lo que tengo es la memoria subversiva de qué vino primero, de la integridad personal, de intentar vivir una vida decente, y la buena voluntad de vivir y morir por el amor de la gente que está presa en el infierno social. Esto significa la desobediencia civil, ir a cárcel, apoyar foros sobre el malestar social si de hecho despiertan la conciencia, cualquier conciencia… y aquí es donde ahora me encuentro."

-Cornell West, PhD, catedrático de estudios y religión afroamericanas en la Universidad de Princeton.

Pensamiento que ilumina claramente porqué este domingo de lluvias y lloviznas persistentes estuve con mis hijos en la Plaza de Río Piedras, en la actividad titulada Segundo Tribunal del Pueblo, actividad que no dejó de tener sus problemas, que se extendió mucho casi hasta las siete de la noche desde las dos que llegamos, actividad que sin embargo a pesar de los pesares y los contratiempos, que no propició directamente los intercambios entre los deponentes y el público como hubiese esperado, si fue un lienzo que ilustró el panorama de la crisis social que vivimos lo cual fue tremendo pie forzado para escuchar las opiniones de mis hijos sobre esos temas y esta vida que le ha tocado vivir. Nos quedamos las cinco horas aunque caminamos entre la gente, nos detuvimos en diferentes lados, saludamos a conocidos, conocimos a otros, con todo y los fastidios de la lluvia hubo interacción, entre mis hijos y yo, entre nosotros con otros, el temario prevaleciente esa honda preocupación sobre el tipo de cosas que ocurre en la isla, cómo repercute en la familia, en la comunidad y en los individuos. Al final de la jornada escuchar esa madre narrar el asesinato de su único hijo varón a manos de oficiales policiales, ocho disparos contra un joven desarmado motivados por un accidente automovilístico contra una pared, y que hayan pasado dos años sin que ocurra nada que rime a justicia, escuchar de cerca la pasión y el tormento del Presidente del Colegio de abogados que caminó con dignidad un sendero al lado de la muerte por vendettas políticas y chanchullos de un grupo que aparenta burlarse de los Derechos constitucionales de asociación y el debido proceso... luego le tengo que dar las gracias a los organizadores, fue una conversación amplia, creo que necesaria la que tuve con mis hijos y escucharlos es inolvidable, triste que un padre tenga que darle un legado de sufrimiento a sus hijos pero esperanzador.

-roberto 'pachi' ortiz feliciano