"Esto sabemos. La tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todas las cosas están conectadas como la sangre que une a la familia. Todas las cosas están conectadas. Lo que acontece a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la fibra de la vida; es simplemente un hilo. Lo que le hace a la fibra, se lo hace a si mismo."
-Jefe Seattle
“Gas natural: el puente a un futuro de energía limpia!” Eslogan agradable. Pero la realidad es que el gas natural no es nada sino un puente a más gas natural -- y con más contaminación del agua, contaminación atmosférica, calentamiento del planeta, y comunidades fracturadas.
La industria de gas natural, unida de buena fe por algunos ecologistas, promueven el gas natural como un “combustible puente,” más limpio que el carbón y menos destructivo para extraer, una manera de transición a una economía de energía renovable. Pero comunidades a través de Estados Unidfos -- de las montañas rocosas a Tejas, a Pennsylvania, y a Nueva York -- sabe que esto es falso. Como el carbón, la perforación, el proceso, y el transporte del gas natural es sucio y peligroso. Y nuevas investigaciones de la ventaja del gas natural lo cuestionan en términos de contaminación del calentamiento del planeta cuando se considera el ciclo vital completo (desde la extracción al transporte al uso).
Debido a los avances en “fracturas hidráulicas” (conocido comúnmente como “fracking "), el agua se está envenenando con docenas de productos químicos tóxicos de la perforación incluyendo benceno y tolueno. Los residentes están siendo forzados a mudarse de sus hogares por las emisiones del aire, que ni se miden ni se atenúan de manera constante. Los pozos de gas amenazan hogares de la gente que en vive en zonas circundantes, hasta residencias a 150 pies en algunas áreas. En muchos casos, la perforación ocurre sin el consentimiento de las comunidades que se afectan directamente.
Si la industria de gas natural quiere ser “limpia,” debe abrazar políticas que no signifiquen contaminación del agua subterránea, del agua potable, o de aguas superficiales; controles rigurosos en la contaminación atmosférica, incluyendo emisiones de gases de efecto invernadero; protección para las zonas prohibidas, como líneas divisorias de cuerpos de agua, y tierras sagradas y predios vírgenes; y respeto por los derechos de las comunidades, incluyendo el derecho a negarse a procesos contaminantes en sus terrenos y terrenos aledaños.
Pero la industria asociada al gas natural se opone a tales demandas. Esto no tiene ningún sentido: Con un mejor planeamiento y un uso más saludable de la tecnología, la industria asociada al gas natural podría evitarse mucho del impacto contaminante.
La gente están luchando para proteger el interés público -- la prevención a todas costas de accidentes relacionados al uso y prácticas asociadas al gas natural, su transportación, supervisando y fiscalizando los descuidos. Mientras, los intereses empresariales resisten ser regulados, prefieren reglas locales que puedan controlar… incluso luchan contra cada esfuerzo de mejorar sus prácticas y contra toda comunidad que intenta protegerse.
Además de preocupaciones locales de salud ambiental y pública, hay también consecuencias globales del gas natural. El dióxido de carbono y el metano son causas importantes del calentamiento del planeta. Mientras que el quemar el gas natural lanza menos dióxido de carbono que el carbón, volúmenes grandes de metano que se lanzan durante la perforación y la producción de gas natural, y a través de tuberías agujereadas. Este es un problema porque el metano, el componente principal del gas natural, es 20 a 30 veces más potente como gas de efecto invernadero que el dióxido de carbono.
(Nota 12.04.11.- El New York Times acaba de publicar:
"...emissions over its entire production life cycle — that is, from the moment a well is plumbed to the point at which the gas is used. Methane leaks have long been a concern because while methane dissipates in the atmosphere more quickly than carbon dioxide, it is far more efficient at trapping heat. Recent evidence has suggested that the amount of leakage has been underestimated. A report in January by the nonprofit journalism organization ProPublica, for example, noted that the Environmental Protection Agency had recently doubled its estimates for the amount of methane that is vented or lost from natural gas distribution lines."
Favor ver reportaje en comentarios.)
Pruebas independientes de emisiones de instalaciones del gas natural revelan lanzamientos extraordinarios de metano. Pero no hay supervisión o colección sistemática de esta información. Sin esos datos, no tenemos ninguna idea de cuánto estamos poniendo nuestro clima (salud ambiental) a riesgo abogando por el gas natural como combustible.
Los que promueven el gas natural como una solución al cambio de clima deben comprometerse a supervisar y eliminar emisiones de gases de efecto invernadero de cada etapa del proceso del gas natural.
Ecologistas y grupos defensores de justicia social se están levantando en números récord para parar la contaminación. Al mismo tiempo, la revolución de energía limpia del siglo veintiuno -- energía solar y rendimiento energético -- lleva un paso imparable. ¿Qué nos espera mientras tanto? Sustituir por el gas natural, ¿“nos tiende un puente hacia” la energía limpia?
La respuesta es “No.” Cada dólar invertido en gas natural, tuberías, sus procesos e infraestructura no nos acerca al rendimiento energético del viento y el sol. Absolutamente lo contrario: Nos lleva en la dirección equivocada retrasando la transición. La conversión en grande a la energía limpia exige un nuevo pensamiento, nuevas estructuras de consumo, nuevos mecanismos de entrega, nuevas industrias, nuevos incentivos financieros. La quema de gas natural simplemente produce energía de una fuente diferente en el mismo sistema. Para estabilizar el clima en 350 porciones por millón de CO2 en la atmósfera, no podemos permitirnos invertir en nueva infraestructura que continúe aumentando los gases de efecto invernadero. Una central eléctrica de gas natural que funciona por los 50 años próximos es cinco décadas más de quemar combustible fósil que pudiese ser capturar energía eficazmente del sol.
Es verdad que nos enfrentamos a decisiones sobre las fuentes de energía. Es una desición que afecta inmediatamente el aire y el agua de nuestras comunidades así como la estabilidad del clima de la tierra. Pero no es una desición por el gas natural. Estamos haciendo frente a una desición entre la verdad de un futuro de energía limpia o más de lo mismo. El gas natural no es un puente corto, estrecho, limpio. Es un puente que no nos lleva a ninguna parte: un puente largo, que exige peajes muy altos, y no tiene un final claro.
(*) Traducción y edición de ROF del artículo "There's Nothing Natural About Natural Gas" de Jennifer Krill, Earth Island Journal. Publicado el 31 de marzo del 2011 en el internet. http://www.alternet.org/story/150450/there%27s_nothing_natural_about_natural_gas
Como Directora del programa de Rainforest Action Network, Jennifer hace campaña para proteger bosques y para romper la dependencia de combustibles fósiles. Es actualmente Directora ejecutiva de Earthworks grupo de presión que se centra en los impactos negativos de la extracción mineral de energía.
"El ambiente es nuestro derecho primordial."
-Ken Saro Wiwa
Primero de Mayo todos a Adjuntas
Asamblea de pueblo en contra del gasoducto
Addendum (10.04.11)
Lo innatural del gas natural- agua inflamable
El New York Times reporta que compañías como Halliburton inyectaron ilegalmente sobre 32 millones de galones de diesel subterráneamente mientras que usaban la técnica de perforación polémica conocida como 'fracking'. Halliburton y otras compañías invierten millones de dólares cada año en estudios falsos y campañas de las relaciones públicas para cubrir hechos contaminantes como esto. Gracias a un nuevo documental, la verdad están comenzando a salir sobre 'fracking'.
Josh Fox trabajaba como cineasta en Oklahoma cuando una compañía de gas ofreció arrendar su tierra para construir un pozo de gas natural. En vez de aceptar su oferta, viajó el país documentando las historias de gente cuyas vidas han sido arruinadas por este nuevo método peligroso de perforación.
El resultado es el documental de HBO nominado por la Academia (Oscars) 'Gasland' que ha ayudado a movilizar una resistencia para regular el sistema de fractura hidráulica. El EPA no tiene jurisdicción para regular la perforación de gas natural bajo el Acta del agua potable, mientras la perforación de gas natural ha aumentado exponencialmente -- poniendo en riesgo a millones a peligros de contaminación.
Favor ver
Gasland (sobre el documental)
reportaje sobre documental que incluye pietaje de agua potable inflamable y testimonios del cineasta
New York Times
Favor informaciones relacionadas en los comentarios. ROF (18.04.11)
10 comentarios:
La Vía Verde representará para el puertorriqueño un ahorro raquítico de tan sólo 1.2 centavos por kilovatio hora y, a la vez, una carnosa deuda que se estima en la friolera de $55.8 millones al año, quizás más.
La cuenta de la luz se quedará casi igual, lo que contrasta con la campaña masiva de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), con un pequeño mensaje en sus facturas alusivo al ahorro del monto total a pagar cuando se concrete el proyecto de la tubería de gas natural Vía Verde. Y eso queda constatado en un estudio trabajado por dos catedráticos del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadoras del Recinto Universitario de Mayagüez, quienes concluyen que ese ahorro prometido es irreal e inalcanzable.
En esencia, el análisis demostró que el costo por kilovatio hora con el uso del petróleo en el 2009 fue de 21.5 centavos y que, de haberse utilizado gas natural en las plantas eléctricas del norte de Cambalache, Palo Seco y San Juan, para ese mismo año, su costo hubiese sido de 20.3 centavos, una diferencia de 1.2 centavos.
Esto se traduce en una economía mínima al consumidor en su recibo mensual. Por ejemplo, un cliente de la AEE que recibe una factura de $100 tendría que pagar $94.42, con el sistema del gasoducto, un ahorro de sólo $5.58.
“La AEE insinúa en su campaña de medios que la electricidad se va a reducir a 12 centavos kilovatio hora para que seamos comparables a Estados Unidos; eso lo dicen en su anuncio de televisión. Como en el 2009 el precio promedio era 21.5 centavos kilovatio hora, para llevarlo a 12 habría que restarle nueve centavos y medio y eso no es real. Esa reducción no es realista y nosotros lo comprobamos aun dándole el beneficio de la duda a la AEE y asumiendo que en efecto el costo total de Vía Verde serán los millones que dice”, advirtió el ingeniero Agustín Irizarry Rivera, quien junto con el también perito Gerson Beauchamp Báez elaboró el estudio Estimado de reducción del precio de venta de la electricidad en Puerto Rico si el gasoducto del norte hubiese operado en el 2009.
Para llegar al revelador hallazgo sobre el ahorro concreto, los expertos usaron datos del precio de combustible y generación de electricidad del 2009. Sustituyeron, además, la quema de petróleo por la combustión de gas natural en las plantas eléctricas del norte suplidas por la Vía Verde.
(sigue...)
(desde anterior)
Al ahorro producto de la diferencia en precio entre ambos combustibles le restaron los millones que implica el proyecto en cuatro puntos fundamentales. Éstos son: la construcción, conversión de infraestructura que operaba con combustibles fósiles a gas natural, mantenimiento de la tubería y el pago a la compañía privada EcoEléctrica por almacenaje y regasificación.
Esto contempla la conversión de plantas que tradicionalmente operaban con combustible para que sean aptas para la quema de gas.
“El renglón del peaje o pago a EcoEléctrica se refiere al asunto de que ese gas llegará en barco y se tendrá que desembarcar. Se deberá colocar en forma líquida en un tanque de EcoEléctrica y luego se regasificará para ser enviado por la tubería”, dijo Irizarry Rivera.
Según el informe pericial, el costo de la deuda de la Vía Verde es de $36.5 millones al año, “presumiendo un conservador costo de capital de $500 millones y computando el interés al 6.125 por ciento por un término de 30 años”.
La transformación de las plantas eléctricas para que quemen gas natural se estima en $7.3 millones y el mantenimiento en $12 millones al año. Esto representa un pago $55.8 millones al año.
Con la evidencia presentada, Beauchamp Báez advierte que “para lograr un verdadero ahorro se necesita hacer muchísimas cosas. No basta con sustituir un combustible por otro. El Gobierno tiene que trabajar para aminorar la cantidad de dinero que se les debe a los bonistas de la AEE, que es exorbitante, y eso sí que reduce la factura”.
A esto se suman los créditos que la AEE les concede a algunos clientes como municipios y agencias públicas. “Esos créditos hay que regularlos porque quien en última instancia los paga es el pueblo puertorriqueño. Si estos asuntos no se atienden, no habrá reducción significativa”, subrayó.
http://www.primerahora.com/gasoductonobajaralafactura-493537.html
A pesar de los $2.7 millones que le pagó el Gobierno a la empresa Ballori & Farré por la publicidad del proyecto Vía Verde, los puertorriqueños no creen que el gasoducto en efecto fomente “el Puerto Rico que todos queremos”, como dice la campaña de televisión.
...
un sondeo informal realizado por este diario, que incluyó 24 entrevistados, demostró una gran desconfianza en el uso de la tubería de gas natural como remedio sagrado a las altas cuentas de energía que pagan los boricuas.
La pregunta fue sencilla. ¿Cuánto usted cree que será el ahorro del gasoducto? La respuesta predominante fue “nada” o “ninguno”.
Para el microbiólogo Arturo Massol Deyá, miembro de la Comisión Tecnológica y Científica de Casa Pueblo, en Adjuntas, el pequeño folleto está cundido de desinformación en sus distintos renglones, que incluyen seguridad, ambiente e impacto a la economía.
De la falta de sustancia también habló Agustín Irizarry Rivera, coautor del estudio Estimado de reducción del precio de venta de electricidad en Puerto Rico si el gasoducto del norte hubiese estado operando en el año 2009.
De acuerdo con el perito, algo que no se ha hablado mucho es que el gas natural que llegará en barco no dará para abastecer la planta Costa Sur y la Vía Verde o la tubería que cruzará de sur a norte.
“Ya la Autoridad construyó un pequeño gasoducto entre EcoEléctrica y Costa Sur, sin embargo, el gas que llegará en barco no dará para abastecer ambos gasoductos. La opción será: operas parcialmente uno y luego el otro, u operas el norte, no pueden ser los dos al mismo tiempo”, dijo Irizarry Rivera.
El catedrático en ingeniería del Recinto Universitario de Mayagüez agregó que la AEE cambió su retórica sobre la diversificación de las fuentes de energía y ahora está apostando sus esfuerzos al gas natural, del cual la Isla será dependiente.
Irizarry se inclina a que el Gobierno apueste a fuentes de energía renovables que son permanentes y gratuitas en el país como el sol, el agua y el viento.
“Es por esto que nosotros debemos abandonar este proyecto. Tenemos que decirle al Gobierno que lo que queremos es una nueva energía eléctrica, que incentive el ahorro. Necesitamos utilizar energía renovable viable, costo efectiva y abundante en Puerto Rico”, coincidió el otro autor del estudio, el ingeniero Gerson Beauchamp Báez.
Éste advirtió, además, que la AEE se ha reservado con el concepto de “información privilegiada” datos que el país necesita saber para forjar una opinión completa del proyecto.
“¿Cuánto están suponiendo que van a generar las plantas del norte? ¿Cuánto mejoraría la eficiencia de las plantas del norte si sustituirá el combustible fósil por el gas? ¿Cuánto gas va a vender EcoEléctrica a la AEE y a qué precio?”, sostuvo Beauchamp.
http://www.primerahora.com/laviaverderepletadegrandesinformacion-493531.html
Natural gas, with its reputation as a linchpin in the effort to wean the nation off dirtier fossil fuels and reduce global warming, may not be as clean over all as its proponents say.
Even as natural gas production in the United States increases and Washington gives it a warm embrace as a crucial component of America’s energy future, two coming studies try to poke holes in the clean-and-green reputation of natural gas. They suggest that the rush to develop the nation’s vast, unconventional sources of natural gas is logistically impractical and likely to do more to heat up the planet than mining and burning coal.
The problem, the studies suggest, is that planet-warming methane, the chief component of natural gas, is escaping into the atmosphere in far larger quantities than previously thought, with as much as 7.9 percent of it puffing out from shale gas wells, intentionally vented or flared, or seeping from loose pipe fittings along gas distribution lines. This offsets natural gas’s most important advantage as an energy source: it burns cleaner than other fossil fuels and releases lower carbon dioxide emissions.
“The old dogma of natural gas being better than coal in terms of greenhouse gas emissions gets stated over and over without qualification,” said Robert Howarth, a professor of ecology and environmental biology at Cornell University and the lead author of one of the studies. Mr. Howarth said his analysis, which looked specifically at methane leakage rates in unconventional shale gas development, was among the first of its kind and that much more research was needed.
“I don’t think this is the end of the story,” said Mr. Howarth, who is an opponent of growing gas development in western New York. “I think this is just the beginning of the story, and before governments and the industry push ahead on gas development, at the very least we ought to do a better job of making measurements.”
The findings, which will be published this week, are certain to stir debate. For much of the last decade, the natural gas industry has carefully cultivated a green reputation, often with the help of environmental groups that embrace the resource as a clean-burning “bridge fuel” to a renewable energy future. The industry argues that it has vastly reduced the amount of fugitive methane with new technologies and upgraded pipe fittings and other equipment.
Mark D. Whitley, a senior vice president for engineering and technology with Range Resources, a gas drilling company with operations in several regions of the country, said the losses suggested by Mr. Howarth’s study were simply too high.
“These are huge numbers,” he said. “That the industry would let what amounts to trillions of cubic feet of gas get away from us doesn’t make any sense. That’s not the business that we’re in.”
Natural gas is already the principal source of heat in half of American households. Advocates like the former oil tycoon T. Boone Pickens have also long sought to promote it as a substitute for coal in electricity generation or gasoline in a new generation of natural gas cars. And the development of new ways to tap reserves of natural gas means production is likely to increase sharply.
(sigue...)
(desde anterior)
The researchers include a recent study from the Goddard Institute for Space Studies at NASA suggesting that an interaction of methane with certain aerosol particles significantly amplifies methane’s already potent greenhouse gas effects, particularly over a 20-year time horizon. When all is factored together, Mr. Howarth and his colleagues conclude that the greenhouse gas footprint of shale gas can be as much as 20 percent greater than, and perhaps twice as high as, coal per unit of energy.
David Hughes, a geoscientist and research fellow at the Post Carbon Institute, an energy and climate research organization in California, used Mr. Howarth’s research as part of a broader look at natural gas as a substitute for coal in electricity generation and oil in transportation.
Mr. Hughes’s full report is scheduled to be released in May, but in a draft version shared with The New York Times, Mr. Hughes suggested that while natural gas would play an important role in the nation’s energy mix, both cases were practical impossibilities.
“I think it’s going to be very challenging, to put it mildly, to ramp up shale gas production by fourfold, which is the federal government’s projection for 2035,” Mr. Hughes said. “I’m not saying it can’t be done, but if it was done, the amount of drilling you’re looking at to make that happen is staggering.”
Mr. Hughes, using Mr. Howarth’s calculations, also concludes that replacing coal with natural gas for base load electricity production will most likely make greenhouse gas emissions worse. It would be better, he argues, to improve energy efficiency, rely on natural gas in niche vehicle markets and balance continued construction of wind and solar power to produce electricity.
David Hawkins, the director of climate programs with the Natural Resources Defense Council, said that much could be done by regulators to nudge drillers to capture more of the fugitive methane, but that it is often more economical for industry to simply let it escape.
Mr. Hawkins also said that too little was known about just how much methane was being lost and vented, and that studies like Mr. Howarth’s, while needed, relied on too slim a data set to be considered the final word.
“This is a huge and growing industry, and we just don’t have the information we need to make sure that this resource is being developed as cleanly as it can be,” Mr. Hawkins said.
“We view his shining a flashlight into this dark closet to be a service,” Mr. Hawkins added, “but the flashlight is still a dim one, and we still can’t see everything in the closet.”
http://www.nytimes.com/2011/04/12/business/energy-environment/12gas.html?_r=2&scp=2&sq=natural+gas&st=cse
The New York Times' Ian Urbina reported over the weekend that, according to a report released by three House Democrats--Representatives Henry A. Waxman of California, Edward J. Markey of Massachusetts and Diana DeGette of Colorado--natural gas drillers injected hundreds of millions of gallons of 29 known carcinogens into the ground in 13 states while fracking for gas.
Reports Urbina:
Some of the ingredients mixed into the hydraulic fracturing fluids were common and generally harmless, like salt and citric acid. Others were unexpected, like instant coffee and walnut hulls, the report said. Many of the ingredients were "extremely toxic," including benzene, a known human carcinogen, and lead.
Companies injected large amounts of other hazardous chemicals including 11.4 million gallons of fluids containing at least one of the toxic or carcinogenic B.T.E.X. chemicals — benzene, toluene, xylene and ethylbenzene. The companies used the highest volume of fluids containing one or more carcinogens in Colorado, Oklahoma and Texas.
In February a congressional investigation found that natural gas drillers injected over 32 million gallons of diesel into the ground in some states during the fracking process.
http://news.yahoo.com/s/yblog_thelookout/report-natural-gas-drillers-injected-tons-of-carcinogenic-chemicals-into-wells
Hace 3 días, hubo una explosión en unas instalaciones de gas asociadas al nefasto "fracking" en Pennsylvania, derramando miles de galones de productos químicos tóxicos sobre granjas y la propiedad privada de familias. Los químicos incluso fluyeron al río Susquehanna. Desafortunadamente, la corporación no está bajo ninguna obligación legal de pagar daños o costos médicos de la gente que puede sufrir problemas de salud consecuentemente. Es importante redoblar nuestros esfuerzos para asegurar la protección de nuestras comunidades.
Shell and other oil companies are abusing the human rights of hundreds of thousands of people in Nigeria
Energy companies have been extracting oil from the Niger Delta, a resource-rich area in southern Nigeria, for decades. Oil spills, dumping, and gas flaring by companies like Shell Oil have devastated the region - destroying the livelihoods of residents, reducing access to clean water and food, and causing health problems.
Shell has squandered multiple opportunities to clean up its act
Shell, which reported profits of $7.2 billion for July-September 2011, initially offered just a few thousand dollars and 50 bags of rice, beans, sugar and tomatoes as relief for the disaster. A recent UN report makes it clear that Shell is failing to adequately clean up the devastation and pollution its operations have caused.
No es natural el llamado “gas natural”: Una nueva serie del grupo de expertos en sostenibilidad, el Sightline Institute, señala que la idea del gas natural como combustible de puente (transición) es "alarmantemente engañosa".
El gas metano, comúnmente llamado "gas natural", es el combustible fósil con la imagen más positiva. El gas natural se comercializa no solo como más limpio que otros combustibles fósiles, sino como "limpio", un descriptor demostrablemente falso con un sinfín de advertencias.
Todo el panorama: los defensores del gas natural señalan que el gas produce menos emisiones de carbono que el carbón o el petróleo en el punto de combustión. Esa es una afirmación precisa. Pero el punto de combustión es solo una etapa en el ciclo de vida del gas natural. Existe una razón por la cual la industria ignora deliberadamente el resto de las emisiones producidas por el gas natural: existe una fuerte evidencia de que cuando se toma en cuenta el ciclo de vida completo, el gas natural puede producir la misma cantidad o más emisiones de gases de efecto invernadero que otros combustibles fósiles. El problema con el gas, y es muy grande, es que contribuye al calentamiento global antes de llegar al punto de combustión. Transportar y procesar gas natural requiere factorizar las inevitables fugas de metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente, directamente a la atmósfera. El metano representa entre el 85 y el 95 por ciento del gas natural que reciben los clientes, y es 34 a 87 veces más potente que el dióxido de carbono cuando se trata de atrapar el calor en la atmósfera.
Entonces, a pesar de los esfuerzos de la industria del petróleo y el gas por eludir culpa en la crisis climática y promover el gas como parte de una “mezcla de combustibles con menos carbono”, la ilusión del gas natural como combustible de puente (transición) está empezando a desmoronarse.
https://www.sightline.org/2019/02/12/calling-natural-gas-a-bridge-fuel-is-alarmingly-deceptive/
LUMA es sinónimo de contaminación ambiental: Como publiqué hace once años y ahora es una afirmación científica común: no hay nada natural en el gas natural. El gas natural (también llamado gas fósil; a veces solo gas) es una mezcla de gas de hidrocarburo que consiste principalmente en metano, pero comúnmente incluye cantidades variables de otros alcanos superiores y, a veces, un pequeño porcentaje de dióxido de carbono, nitrógeno, sulfuro de hidrógeno o helio. Como otros combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, el gas natural produce gas natural metano termogénico. El metano, es sin duda el componente principal del llamado gas natural, y no hay gas natural sin él. El gas natural es un recurso no renovable. Como otras fuentes de energía fósil (es decir, carbón y petróleo), el gas natural es una fuente limitada de energía, no es renovable.
Se estima que entre el uno y el nueve por ciento de todo el gas natural producido se escapa a la atmósfera, lo que equivale a las emisiones de calentamiento global de 35 a 314 centrales eléctricas de carbón de tamaño típico (600 megavatios). Esta fuga de metano plantea riesgos climáticos adicionales, como la contaminación del aire.
El metano atrapa 87 veces más calor en la atmósfera que el dióxido de carbono durante 20 años.
El gas se escapa regularmente de las tuberías y los tanques de almacenamiento.
No hay nada "natural" en el gas fracturado ("natural"). Desde el cóctel de sustancias químicas tóxicas inyectadas en la tierra hasta los gases de efecto invernadero producidos al quemarlo, el gas fracturado contamina en cada paso del camino, desde la extracción hasta el consumo.
La producción, el procesamiento, el almacenamiento, la transmisión y la distribución de gas fracturado filtra cantidades inmensas del peligroso gas de efecto invernadero a nuestra atmósfera. El gas fracturado no quemado consiste principalmente en metano, y el metano produce un efecto de calentamiento climático mucho más fuerte. Cuando su impacto se promedia durante un período de 20 años, el metano que se filtra directamente a la atmósfera es 87 veces más poderoso para atrapar el calor que el dióxido de carbono.
Ver:
Myhre, G., D. Shindell, F.-M. Bréon, W. Collins, J. Fuglestvedt, J. Huang, D. Koch, J.-F. Lamarque, D. Lee, B. Mendoza, T. Nakajima, A. Robock, G. Stephens, T. Takemura y H. Zhang, 2013: Forzamiento radiativo antropogénico y natural. En: Cambio climático 2013: The Physical Science Basis. Contribución del Grupo de Trabajo I al Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático [Stocker, T.F., D. Qin, G.-K. Plattner, M. Tignor, S.K. Allen, J. Boschung, A. Nauels, Y. Xia, V. Bex y P.M. Midgley (eds.)]. Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido y Nueva York, NY, EE. UU.
https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2018/02/WG1AR5_Chapter08_FINAL.pdf
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