El patriota que dijo 'estos son tiempos que ponen el alma a prueba' también escribió, 'algunos escritores han confundido de tal manera sociedad con gobierno que dejan poco o ninguna distinción entre ambas, sin embargo no solo son diferentes sino que tienen orígenes diferentes. La sociedad es creada por nuestras necesidades y el gobierno por nuestra maldad, el primero promueve nuestra felicidad positivamente al unir nuestros afectos, el segundo negativamente al restringir nuestras libertades. Uno entusiasma la unidad, el otro crea distinciones. El primero es un patrocinador, el segundo un castigador. La sociedad en cada nación es una bendición, pero el gobierno, hasta en su mejor estado, es solo un mal necesario, y en su peor estado un mal intolerable.' Creo que estas palabras retratan el momento perfectamente, igual que cuando dijo, ‘Hablar de amistad con aquellos que nuestra razón nos prohíbe tenerles fe y nuestros afectos heridos en miles de poros nos instruyen detestar, es locura y demencia. Cada día se agota lo poco que queda de hermandad entre ellos y nosotros y ¿puede haber razón para la esperanza, mientras la relación expira, que el afecto crecerá, o podremos estar más de acuerdo, cuando tenemos diez veces más y mayores preocupaciones por las cuales discutir que nunca?’
No es en los números pero en la unidad que yace nuestra gran fuerza, sin embargo nuestros números al presente son suficientes para rechazar la fuerza de todo el mundo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario