viernes, 26 de noviembre de 2010

Que conste... objeto que sigan llamando un evento de ventas consumeristas el Viernes Negro...



De nuevo un episodio de mercadeo que promueve impulsar a niveles de locura las ventas masivas al detal se denomina Viernes Negro...


La única razón que justifica dicha nomenclatura es el racismo, es asociar el color negro a implicaciones adversas o negativas como lo puede ser el que se aglomeren multitudes motivados exclusivamente por participar de gangas, especiales y precios reducidos.


Negro porque la gente tiene que esperar por entrar, negro por el bullicio que comoquiera se empuja y se tira en un furor descontrolado, negro porque de alguna manera simboliza la ausencia de valores y la supremacía del materialismo banal, negro porque se buscan baratillos, negro porque es un carnaval desenfrenado de consumerismo...


Nada tiene que ver esta negrura de embeleco comercial con conceptos culturales ni tiene relaciones con la herencia africana.


A casi dos siglos de prohibida la esclavitud pero sin haberse logrado superar sus estructuras de discrimen y de prejuicios raciales sigue repitiéndose este tipo de atropello e insulto como si nada, como si fuese normal y natural.


Puedo respetar el que personas quieran participar de esta locura, es su vida y es su prerrogativa aunque puedo interpretarlo de diferentes formas es una conducta legal y son sus derechos de disponer de su tiempo y capacidad de compras de la manera que entiendan les satisface o estimula.


Eso claro de ninguna manera significa que comparto esas decisiones.


Lo que quiero dejar extremadamente claro es que rechazo este empleo de la negritud como símbolo de aspectos de la vida que muy poco sino nada tienen que ver con el significado de la negrura y dichos valores de la cultura africana y sus legados en nuestro mundo.


Ironías con visos de supremacistas que el continente que para todos los efectos fue la cuna de la humanidad se asocie con imágenes deshumanizadas.



Crueldades heredadas de sociedades sin trazos de justificaciones morales que expliquen sus agresiones y sistemas de supraexplotación opresiva de los los hombres, las mujeres y los niños, que insisten en perpetuar recuerdos del carimbo, las cadenas, el fuete y los grilletes.


La Madre tierra africana es el marco en el que florece la cultura, es donde se construye la primera biblioteca, es donde las mareas hacen a los hombres conjurar la geometría, es mar de ritmos y atrevidos planteamientos musicales que recorren todas las civilizaciones, el escenario de un teatro de danzas populares que integran a los pueblos en ceremonias y celebraciones al sonar de tambores en alabanza a la libertad y la naturaleza, es el colorido del universo que vibra en telas, máscaras y paisajes... nada de esto tiene nada que ver con el repetir del uso de la frase del Viernes Negro como mecanismo de los comercios...

Me imagino que si tuviese vivo ese personaje de mi juventud y amigo profundo de mi abuelo, el Negro Cundo, y le preguntase sobre esta nueva cosa que ocurre en nuestra isla me díria con su voz de maderas vetustas: Y qué de negro tiene este viernes que no tengan todos los viernes y todos los días y todas las noches, y cuántos de esos negocios son de negros para que sea Viernes Negro...


Me imagino, estoy seguro que muchas personas piensan de la manera que pienso yo en lo que a esto respecta, igual me imagino que muchos otros al pensarlo pueden estar de acuerdo sin embargo igual reconozco que miles sino millones de descendientes de africanos hipnotizados por la publicidad participan de lleno, eso debe ser tremendamente cierto.


Tal vez al menos en Puerto Rico, si van a seguir celebrando sus Viernes Negro pudiese recomendar que le abran espacios promocionales a los grupos musicales que le dan vida a tantas ricas aportaciones de esa negrura, al menos eso pudiese ser un acto de justicia dentro del insulto generalizado...


Se que hay tema para rato pero por ahora: Que conste...

roberto 'pachi' ortiz feliciano


5 comentarios:

Néstor M. Torres dijo...

Quizas la noche que ridiculez...

Mari Bengoa Duprey dijo...

Pienso en un como queda un ojo luego de un golpe. Asi queda mi vision al observar esta ola consumerista que nos arropa desde hace rato. Como hay tanta gente que cae en este vicio manipulados por el ansia inescrupulosa de las grandes cadenas comerciales. Da trabajo imaginar un porvenir de otro color para Puerto Rico.

Ligia M. Rivera dijo...

El epíteto es de origen contable. El superavit en negro. El no tener negocio sería estar "en rojo". Es de ahí que creo comenzó esto.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Tal vez Ligia tiene razon y el asunto en algun momento fue asociado a alguna implicacion de negocios vis a vis ventas de las tiendas, comoquiera tanto en sus comienzos como en lo que conocemos hoy tiene implicaciones que rechazo como simbolismos negros, en los Estados Unidos celebran el Mes de la Herencia Negra y es un evidente imaginario de la cultura africana, en Puerto Rico y el mundo el negro es africano y eso es fundamental como asunto de autoestima, orgullo y justicia... insisto...

Tomás L. Vargas (La vieja noche) dijo...

Gracias Roberto, voy a compartir con los lectores de La Vieja Noche este link.