Esto es lo que parece la democracia de hoy: la gente se ha dado cuenta de que si desean reclamar sus libertades, si les quitan los derechos adquiridos o el derecho a la negociación colectiva solamente les queda las calles…
En este momento hay unos 30,000 personas acampando en Madison la capital de Wisconsin que ha visto manifestaciones que algunos han estimado que han llegado hasta ser de 80,000 personas.
Debo aprovechar para señalar que en Madison, Wisconsin, con unos cuantos miles de manifestantes inclusive acampando dentro del Capitolio, no ha habido ni un solo arresto ni incidente violento. De hecho la Policía de Madison publicó un comunicado de prensa felicitando a los manifestantes por demostrar que se puede protestar sin violencia. Han sido casi enteramente actividades pacíficas, llenas de gente molesta sin dudas, de seguro enojados muchos, pero no violentos, de hecho han organizado mantener los predios limpios.
Cuando recordamos los episodios brutales de violencia policial que ha vivido Puerto Rico, incluyendo en el Capitolio, cuando recordamos las medidas restrictivas que ha impuesto la legislatura en Puerta de Tierra, sabemos indiscutiblemente que en nuestra isla lo que ha incidido es un patrón vicioso y salvaje de violaciones a los derechos ciudadanos fundamentales. Es por eso que los comentarios, digamos, del representante Luis Gutiérrez son aplaudidos mientras que las excusas del Comisionado residente no proyectan la menor credibilidad ni seriedad. Las evidencias están sometidas y comparar los eventos en Puerto Rico y Wisconsin demuestra claramente las diferencias.
La batalla en Wisconsin es el principio de una lucha que provoca el ataque republicano contra las uniones y familias de la clase media. Ataques similares son esperados por los gobernadores republicanos en Ohio y New Jersey y algunos otros 21 estados “trifecta” estados en los cuales ambas cámaras de la legislatura estatal está en manos de republicanos, tal como ese el caso de Puerto Rico. Cuando recordamos la implantación de la nefasta Ley 7 podemos entender a plenitud la clase de estrategia neoliberal que se desata nuevamente.
Hay analistas que vaticinan que el proceso de protesta en Wisconsin ya ha empezado a extenderse, por ejemplo el estado de Ohio ha visto manifestaciones, y que se puede convertir en un escenario en que al menos 38 estados registren manifestaciones masivas. Podemos cuestionarnos cuál ha de ser la reacción en nuestra isla cuando veamos que en la nación americana se levantan miles sino millones de personas a combatir las injusticias con las cuales hemos vivido estos últimos dos años en la isla.
¿Qué provoca estas manifestaciones?
Los maestros y los profesores universitarios dicen que luchan por sobrevivir.
En Puerto Rico hay similares preocupaciones pero entre el profesorado todavía vemos sectores haciendo replanteamientos idealistas de lo que a todas luces se avecina. Estos celebres ilusos con sus vacilaciones parecen estar, valga digamos inconscientes, haciéndole el juego a la propuesta de redefinir las bases laborales del sistema universitario si acaso en algunos casos esperanzados en poder lograr algún tipo de sistema colaboracionista que les permita perpetuar algunos de sus beneficios. Armados de construcciones de prosas floridas y juegos de espejismos conceptuales se niegan la dura realidad que tan claramente las facultades norteamericanas logran diagnosticar. Cosas veredes.
En Wisconsin el análisis es claro y funesto: aumentarían los costos del plan médico y en juego se encuentra la estabilidad contractual - el contrato de un profesor se podría negociar cada año sin necesariamente tener que honrar consideraciones de permanencia. Los catedráticos tendrían que redefinir por completo su relación como una de servicios profesionales individuales sin mayores garantías.
Profesores reconocen que el momento actual con sus claras referencias a movimientos de protestas en países como Egipto y Túnez, y las actuales luchas en Libia e Irán, es un gran momento educativo en el que los Derechos civiles (los derechos laborales son derechos civiles como tan elocuentemente nos decía Martin Luther King) y el poder soberano de las masas ilustran con realidad conceptos de justicia y democracia que van más allá de los procedimientos políticos usuales.
John Russo, profesor y codirector del Centro de estudios laborales en la Universidad del estado de Youngstown en Ohio declaró en unas vistas legislativas: “Este es un verdadero momento de aprendizaje. Tengamos este debate sobre el papel del sector público. Ésta es una verdadera prueba de la democracia.”
Republicanos en virtualmente cada estado donde están en poder están siguiendo una estrategia similar, atacando universidades y uniones del sector público en Ohio, Indiana, Idaho, Tennessee, Nebraska, y Florida, para nombrar apenas algunos estados.
A través de Wisconsin las escuelas y las universidades han sido cerradas por los profesores, los estudiantes y las comunidades defendiendo su derecho a la educación. Los trabajadores y los estudiantes de Wisconsin representan los derechos de trabajadores de todas partes. Han hecho esto a pesar de amenazas del gobernador de movilizar la Guardia Nacional que paradójicamente acaban de regresar de estar luchando en Irak y ahora se enfrentan a la posible orden de luchar en sus propios vecindarios contra sus vecinos, familiares y amigos.
“Poder pal’ Pueblo (‘Power to the People’)” se escucha de la alianza de trabajadores y estudiantes mientras ocupan el Capitolio llenando cada pulgada del edificio.
Su planteamiento es fundamental: el Capitolio es propiedad del pueblo de Wisconsin y se supone que funcione para el bien común y el bienestar de la gente. Cuando se utiliza contra sus vidas, la gente tiene el derecho legal y moral de tomarlo nuevamente. Se replantea de una manera dramática la Primera enmienda: el derecho del pueblo de reunirse en libre asamblea y exigir remedios a sus agravios.
¿Es ésta la misma Primera enmienda que nos cobija a los puertorriqueños que nos vemos limitados a derechos de espacios reducidos y actividades de expresión prohibidas?
Las protestas de los empleados del sector público en Wisconsin son realmente una “batalla de una venidera guerra nacional,” según el profesor Raphael Sonenshein de la Universidad del estado de California en Fullerton. La lucha por los derechos de empleados del sector público en Wisconsin es relevante a gente de toda la nación, y se está mirando nacionalmente. Movimientos como este están ocurriendo más allá de Wisconsin porque los republicanos han estado empujando para limitar el poder de los sindicatos. “Usted tiene un número de nuevos gobernadores republicanos que tienen una agenda muy fuerte para debilitar los derechos de negociación del sector público,” dijo el profesor Sonenshein.
Solidaridad entre profesores y trabajadores con apoyo de los estudiantes. Las propuestas republicanas, como la que se debaten en Wisconsin, eliminarían los derechos adquiridos y los derechos de negociación de los miembros de la facultad y personal administrativo de la Universidad de Wisconsin, mientras que casi elimina la negociación para el resto de los trabajadores.
Aparte de deshacer la autorización de la facultad de la universidad de sindicalizarse, cortaría subsidios de retiro y compensaciones por enfermedad del empleado universitario. El gobernador republicano y sus partidarios dicen que cerrará el déficit del presupuesto. Los opositores, sin embargo, describen el plan como un esfuerzo ideológico desenfadado para lisiar uniones en un estado con una historia fuerte de trabajo organizado y para empezar a transformar la educación pública en una empresa privada.
Los estudiantes y los profesores expresaron igualmente preocupaciones que el deterioro en capacidades de negociación, con los beneficios reducidos, obstaculizaría la retención de la facultad. “Es chocante para Wisconsin, porque somos conocidos por la excelencia de la educación” dice Jessica Scholl, estudiante de la Universidad de Wisconsin en Eau Claire.
Además, en Wisconsin, de perder el derecho a la negociación de sueldos, las propuestas requerirían aumentar contribuciones a las pensiones a 5.8 por ciento de sus sueldos. La contribución al seguro médico también sería doblada, al 12.6 por ciento.
Peter Rickman, miembro de la Asociación de asistentes educativos y un estudiante de tercer año de leyes en el campus de Madison, dijo que había crecido en una familia que confió en la negociación colectiva para mantener una existencia de clase media. Su reacción, Rickman dijo, “Siento como que nos han pateado en el trasero.” Sin poder de negociar se aseguran salarios bajos, más con beneficios afectados tales como el plan médico y perder las protecciones de “justa causa” contra procesos disciplinarios arbitrarios", de acuerdo al abogado laboral Timothy E. Hawks, significa que “la facultad y el personal académico lo han perdido todo.”
Cito de una carta que he publicado:
“Todo está bajo amenaza. Proponen terminar el derecho de negociar colectivamente para todos los empleados públicos, facultad incluida. Se pierde el derecho de la facultad de negociar salarios y condiciones de trabajo. Se pierde la autoridad de la facultad para asegurar proceso justo en agravios laborales contra administradores impuestos. Se pierde el derecho de la facultad de definir el mérito. Se pierde el derecho negociado a la propiedad intelectual. Se pierde el derecho de la libertad de cátedra. Se pierden derechos de propiedad asociados a las plazas docentes y el retiro. Todo esto sería substituido por el fíat administrativo.”
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2011/02/carta-de-un-profesor-de-la-universidad.html
Los teóricos de la retórica, citando el trabajo de Michael Calvin McGee y de Mauricio Charland, reconocen que las identidades colectivas no son dadas, pero construidas en el discurso. Mientras que los retóricos examinan a menudo cómo textos individuales crean identidades para sus audiencias, parece que la identidad colectiva que es forjada en las protestas de Wisconsin y en Puerto Rico, igual que en Egipto y Túnez, o ahora mismo en el fragor de la lucha de una Libia sin partidos políticos, no viene de un líder o de un grupo centralizado, sino que se genera a través de muestras diversas y difusas. En este aspecto volvemos a incidir en comparaciones que se desprenden de los movimientos de protesta en Egipto y Túnez. Este fenómeno de cierta manera novel en que las condiciones adversas u opresivas, o en el caso de Puerto Rico y de Wisconsin de propuestas de gobierno, promueven movimientos de protesta que no responden a los patrones previos de liderato y conceptos centralizados de idearios definidos de cambios.
En este punto tan de momento actual y vigente vemos como ciertos comentaristas puertorriqueños insisten en obligar esquemas que evidentemente son irrelevantes: ante la necesidad se procede a la acción obviando esos procesos de debates intelectuales con sus idearios utópicos del futuro. Como planteaba el Dr. Mohammed ElBaradei: mientras protestamos, aprovechamos en un aparte y discutimos lo que sea.
Ya que menciono a Egipto quiero citar de la más reciente columna del economista Premio Nobel Paul Krugman en el New York Times:
“La semana pasada, referente a las demostraciones… el representante Paul Ryan hizo sin querer una comparación conveniente: “Es como si El Cairo se ha movido a Madison.”… No era la cosa más inteligente para el Sr. Ryan decir, puesto que improbablemente quiere comparar al Sr. Walker (gobernador de Wisconsin), un republicano compañero, a Hosni Mubarak… En todo caso, sin embargo, Sr. Ryan tenía más razón que lo que él sabía. Lo qué está sucediendo en Wisconsin no es sobre el presupuesto del estado, a pesar de que el Sr. Walker finge que está intentando ser fiscalmente responsable. Es sobre poder. Lo que el Sr. Walker está intentando hacer es hacer de Wisconsin menos una democracia en funcionamiento y más una oligarquía… En principio, cada ciudadano americano tiene una igual voz en nuestro proceso político. En la práctica, por supuesto, algunos son más iguales que otros. Los multimillonarios pueden financiar ejércitos de cabilderos; pueden financiar estudios dirigidos a proponer ideas preconcebidas en asuntos políticos; pueden invertir dinero en los políticos con visiones compatibles (como los hermanos Koch hicieron en el caso del Sr. Walker). En el papel, somos una nación de un voto por persona; en realidad, somos solamente algo más que un pedacito de una oligarquía, en la cual un puñado de gente rica domina. Dada esta realidad, es importante tener instituciones que pueden actuar como contrapesos al poder del dinero. Y las uniones están entre las más importantes de esas instituciones… Hay una ironía amarga aquí. La crisis fiscal en Wisconsin, como en otros estados, fue causada en gran parte por el poder cada vez mayor de la oligarquía...”
Cualquier parecido con Puerto Rico y el gobierno dedicado a los cien amigos millonarios del Gobernador no parece ser una casualidad. Y a este comentario de Krugman podemos añadir que atentar contra las instituciones de universidades públicas autónomas es igualmente atentar contra instituciones que pueden cuestionar el gobierno.
“Este es un momento de Martin Luther King. Aquí es donde está. Éste es el epicentro de la lucha para el futuro… ¡Los derechos laborales son derechos civiles! ¡Los derechos laborales son derechos humanos!.. Éste es la primera batalla larga para recuperar la integridad…” asi habló el Reverendo Jesse Jackson en Wisconsin y dijo: “Las leyes laborales, las barreras a las uniones, éstas fueron puestas para evitar que los trabajadores se unieran… para hacer imposible que se levantaran unidos… Ahora, después de todos estos años, nos estamos uniendo.” Jackson, que estaba con Martin Luther King apoyando una huelga de trabajadores en Memphis cuando fue asesinado, declaró: “Este es un momento de Martin Luther King.”
En Wisconsin y en Puerto Rico se unen los temas de la educación pública y de las condiciones laborales del profesorado y los empleados universitarios. En Wisconsin y Puerto Rico sin dudas los ejemplos de las protestas en Túnez y Egipto inspiran fe en la capacidad de las manifestaciones pacíficas. En Wisconsin y en Puerto Rico los temas económicos son solamente una fachada de camuflaje de principios de Derechos civiles y Derechos humanos que son los que realmente se encuentran en peligro. Cuando hemos escuchado personas plantear que los temas son diferentes, que los intereses del profesorado y de los estudiantes son distintos se equivocan.
Sabemos que los profesores y los educadores son críticamente importantes para el éxito y el crecimiento de la empresa de la educación. Sin ellos escasean las oportunidades para que la gente logre sus metas, sin ellos se entorpece que la sociedad avance hacia su desarrollo. El ser educador no es solamente un trabajo, es un llamado a dedicarse al bien de otros y el bienestar colectivo. No puede existir un profesor sino en el contexto de su relación con un estudiante. Es esencialmente falso hablar de la existencia de profesores sin estudiantes, es el carpintero sin madera, el pescador sin mares, ríos o lagos. Necesitaremos siempre su pasión para alcanzar nuestros sueños. Un aula sin estudiantes aunque con profesor, es un espacio vacío. Puede haber universidad sin edificios como cuando el terremoto destruye la universidad en Puerto Príncipe, hubo universidad porque hubo estudiantes, lo que no puede haber es universidad sin estudiantes aunque cuente con miles de profesores y cientos de edificios. Es simbiosis inescapable, creativa y hermosa.
Igualmente no hay educadores ni educación sin estudiantes, son la sangre misma de las universidades. Medidas que atentan contra los derechos de los estudiantes sin dudas atentan contra la empresa de educación pública por ende atentan contra toda la comunidad universitaria. Cuando volvamos a escuchar o leer diatribas convulsas que lo que proponen es la división en lugar de la unidad debemos estar claros que el proceso de lucha depende estrictamente de la solidaridad. Las propuestas colaboracionistas son falsas en su faz porque realmente son ceder derechos. Como dijo el abogado laboral de Wisconsin: si ceden “la facultad y el personal académico lo han perdido todo.”
Hoy 22 de febrero de 2011 se celebra una asamblea de estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, las decisiones que se tomen han de ser hechos fundamentales en una lucha que tiene su contraparte en la lucha en Wisconsin. Esperemos que la unidad y claridad de objetivos se imponga y que la fuerza de espíritu los vuelva a acompañar. De mi parte y de parte de miles de puertorriqueños doy fe de solidaridad, espero que siquiera sus profesores, aunque muchos han sidos sólidos en su apoyo, reconozcan que la lucha de los estudiantes es la lucha de todos.
Kamal Abbas, el Coordinador general del Centro para los sindicatos y servicios de los trabajadores en El Cairo, le envió un mensaje a los manifestantes de Wisconsin:
"Le estoy hablando desde un lugar muy cerca a la plaza de Tahrir en El Cairo, "la plaza de la liberación”, que era el corazón de la revolución en Egipto. Éste es el lugar donde muchos de nuestra juventud pagaron con sus vidas y sangre la lucha por nuestros derechos justos. De este lugar, quisiera que usted supiera que estamos con ustedes como ustedes estuvieron con nosotros. [...] Nadie creyó que nuestra revolución podría tener éxito contra la dictadura más fuerte en la región. Pero en 18 días la revolución alcanzó la victoria de la gente. Cuando la clase obrera de Egipto empezó la revolución los días 9 y 10 de febrero, la dictadura fue condenada y la victoria de la gente llegó a ser inevitable. Quisiéramos que ustedes supieran que estamos a su lado. Sean firmes y no renuncien. No entreguen sus derechos. La victoria pertenece siempre a la gente que firme exige derechos justos."
traducción, edición y redacción adicional.
roberto 'pachi' ortiz feliciano
posdata.- publicado este escrito se desprenden al menos dos temas urgentes que se asocian a dicha temática y perspectiva, a saber:
el proceso de la educación pública, las escuelas y los maestros; y,
un análisis de los temas económicos que sirven de alegatos de las acciones de los republicanos en sus acometidas neoliberales.
Veremos si podemos atender prontamente dichos temas a la vez que exhortamos a otros compañeros a que atiendan dichas problemáticas.
ROF (22.02.11)
pdd.- Miles protestan en Wisconsin y en Ohio bajo nevada (ver comentarios).
19 comentarios:
Sin embargo los docentes en Puerto Rico no pueden reunirse a encontrar terreno común en el que trabajar. Es mas fácil tirarse puyitas unos a otras que subirse las mangas y entrar a un proceso como lo han hecho los docentes en Wisconsin, como sujeto político independiente y con criterio propio. Y por esta in-habilidad de reunirse y dialogar son responsables todos y todas no hay un sector inocente en esta situación. Tal vez en vez de puyitas debemos seguir apostando al dialogo entre estas partes que parecen intransigentes y colaborar a abonar el terreno para que el mismo se dé.
Cierto y deja ser totalmente sincero espantosamente cierto, sobre tus sugerencias y permita que haga un planteamiento desde la perspectiva lingüística, hay discursos que conllevan en su construcción valores y actitudes que aunque subyacen como estructuras implican negaciones tácitas, en otras palabras, algunas de las cosas que he leído encierran un profundo desprecio conceptual hacia "otros grupos", son comunicaciones que buscan y consiguen distanciar personas porque los ubica en la banda de allá para usar una expresión callejera..
Asi es. Hace dos semanas Claridad me publicó un cuento," Cuando despertó", que trata de eso de que despierten ya que sus derechos estan condicionados a la victoria estudiantil la cual precisa de ellos y ellas.
Cono Despierta Boricuaaaaaa, que pasa que no haces lo mismo y aclaro dije CONO pero queria decir !@#$%^&*
El gobernador republicano de Wisconsin rechazó transigir con los manifestantes que defienden sus derechos laborales y que encabezan enérgicas protestas frente a la sede de la Legislatura hace una semana.
Aunque se trata de una disputa estatal, el caso es seguido con mucho interés en todo Estados Unidos porque, si el gobernador Scott Walker prevalece en Wisconsin, otros gobernadores republicanos podrían intentar enfrentarse con poderosos sindicatos de empleados públicos, como parte de sus políticas de recortes presupuestarios.
Acabar con el proyecto de Walker es clave para los sindicatos públicos, quienes forman una parte importante de la base del gubernamental Partido Demócrata.
El objetivo de la polémica medida es limitar a los empleados públicos en el ejercicio de su derecho de negociación colectiva con el patrono. Los maestros han llevado la voz principal en manifestar el repudio a la legislación.
El presidente estadounidense Barack Obama y otros demócratas necesitarán el apoyo de los sindicatos en las elecciones de 2012, para contrarrestar el enorme flujo de fondos corporativos a campañas políticas permitidos tras una decisión de la Corte Suprema el año pasado. Por eso, en términos políticos, derrotar ese tipo de iniciativa resulta crucial para esa colectividad política.
El apoyo de los sindicatos será necesario especialmente en estados como Wisconsin, donde los republicanos y los demócratas han compartido intermitentemente el poder político.
El gobernador Walker pronosticó que su estado encabezará una ofensiva en todo Estados Unidos que debilitará a aquellos sindicatos que han negociado paquetes de compensación que a su juicio han sido excesivos.
(sigue...)
(desde anterior)
Legisladores demócratas, líderes sindicalistas, profesores y bomberos han pedido a Walker que retire su controvertido plan de eliminar los derechos a negociar colectivamente sus prestaciones y condiciones de trabajo.
Los manifestantes aseguran que los sindicatos ya han accedido a sufrir recortes en sus compensaciones por jubilación y seguros de salud que reducirán los sueldos de muchos trabajadores en un 8%.
Por eso, reclaman que sea ahora el gobernador republicano quien haga las concesiones.
Cabildeo fallido
Los republicanos de Wisconsin incrementaron durante el fin de semana la presión a los demócratas que viajaron a Illinois desde el viernes, con el objetivo de que regresen y voten sobre la iniciativa de ley contraria a los sindicatos.
Walker opinó que los 14 legisladores de la minoría demócrata que salieron el jueves de Madison no están cumpliendo con su trabajo al “esconderse” en otro estado.
Por su parte, el líder de la mayoría republicana en el Senado estatal, Scott Fitzgerald, dijo que su cámara se reunirá hoy, martes, para actuar en las iniciativas que no están relacionadas con el gasto, así como confirmar en sus cargos a algunos funcionarios nombrados por el gobernador incluso sin la presencia de los demócratas, un escenario que ciertamente haría enfurecer a sus representados.
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(desde anterior)
Los senadores demócratas reconocieron que los 19 legisladores republicanos pueden aprobar cualquier iniciativa que no implique gasto estatal durante su ausencia.
La iniciativa de corrección de presupuesto bloqueada por los demócratas exige un quórum mínimo de 20 senadores para que sea aprobada, mientras que otras medidas sólo requieren una mayoría simple en la cámara alta de 33 escaños.
Sin embargo, los demócratas señalaron que se mantendrán firmes en su oposición a la iniciativa de reparación de presupuesto, la cual le quitaría a la mayoría de los empleados públicos el derecho a negociar colectivamente sus prestaciones y condiciones de trabajo.
Histórica protesta
El repudio a ese proyecto movilizó el domingo unos 70,000 manifestantes, según la cadena de televisión ABC.
La multitud frente al Capitolio de Wisconsin se consideró la mayor manifestación hasta ahora contra el nuevo gobernador republicano de ese estado.
La propuesta presupuestaria de Walker incluye la supresión de los convenios colectivos con los empleados públicos, con el argumento de que así se pueden equilibrar las cuentas del estado.
Al rechazo de los sindicatos a esa medida se han unido los estudiantes y otros grupos.
La protesta contra la iniciativa de Walker coincidió el domingo en las calles con una marcha del Tea Party, movimiento que encabeza Sara Palin y que cantó consignas a favor de la propuesta ley, pero ese grupo fue sustancialmente menor que el de los trabajadores.
La clave esta en el reconocimiento del pueblo de unos derechos, sean inalienables, sean cedidos o luchados, y defender su integridad sobre toda pasión, amenaza o vicio de ella, esta es la clave para lograr la Solidaridad que se manifiesta en los empleados público del Estado(territorio) de Wisconsin, cuando en esta bendita tierra se deje la pasión partidista a un lado, la indiferencia colectiva y la falta de solidaridad (en nuestra idiosincrasia nuestro ya ausente ay bendito!) podemos y solo así podemos reconocer que vivimos en una democracia y el poder es de el pueblo y el freno colectivo hacia la acción gubernamental sera efectiva.
Protestors packed into Ohio’s State Capitol building and several thousand more gathered outside on Tuesday, as its legislature planned new hearings on a bill that would effectively end collective bargaining for state workers and dramatically reduce its power for local workers, like police officers and firefighters.
The bill, known as Senate Bill 5, was introduced on Feb. 8 by a Republican state senator, Shannon Jones, who said it was designed to give state and local governments more control over their finances during troubled economic times. It outraged unions who saw it as a direct attack on their workers, and as in Wisconsin, where a similar bill has drawn protestors for more than a week, union members came to the State Capitol to demonstrate.
Last week, protests swelled from a few hundred to about 4,000 on Thursday, buoyed in part by demonstrations in Wisconsin, which have made national news. But while Democratic senators in Wisconsin shut down the senate by fleeing the state, Republicans in Ohio’s senate hold a large enough majority to convene with no Democrats present.
“Let me be clear: I am not doing this to punish employees who serve this state day after day,” said Ms. Jones during testimony on Feb. 8. “I am doing this because I want to give the government flexibility and control over its work force.”
Ohio is facing an $8 billion budget deficit, about 11 percent of its budget, far less than states like California, Illinois and New Jersey, but still significant, and the state’s governor, John Kasich, says drastic steps are required to plug the gap.
Democrats say the bill is about politics, calling it a direct political attack on the unions, which have long been reliable Democratic supporters.
“State employees are not the cause of the economic problems we’re having, and for Senator Jones and other Republicans to point to them as the problem is absolutely unfair and untrue,” said Senator Joe Schiavoni, the ranking Democrat on the committee considering the bill. Its passage would save no money or create a single job, he said, in the upcoming two-year budget.
Public employees say they have sacrificed with one union leader, Eddie Parks of the Ohio Civil Service Employees Association, noting that state employees have taken five pay cuts in nine years.
“Are they going to be standing on our doorstep to help with foreclosure?” said Monty Blanton, a 50-year-old retired employee who worked for 31 years in a facility for the mentally retarded as a food service worker and an electrician. “We’re barely making a living wage.”
Mr. Blanton, of Gallipolis in southern Ohio, who was among a handful of protestors who had gathered at the state capitol building early Tuesday morning, said he made a gross salary of $44,000 before retirement. His pension, he said, stood at $19,500, barely enough to live on.
“I don’t think they understand how hard it is in southeastern Ohio,” he said. On Tuesday, the Democratic party sent an e-mail to supporters saying that eight Republican senators were wavering, though the bill’s eventual passage still seemed relatively certain. Republicans have a 23 to 10 majority in the Senate, and the bill needs 17 votes to pass.
(sigue...)
(desde anterior)
At its heart, the Ohio bill would do away with the legal protections governing collective bargaining for state workers that were passed in 1983, including prohibitions on hiring alternate workers during a strike. Bargaining power would be weakened for local workers, doing away with binding arbitration, an option favored by police and firemen, who are not allowed to strike.
It would also slice into public worker benefits by taking health insurance off the bargaining table, and requiring government workers to pay at least 20 percent of the cost. It would strip automatic pay increases and mandatory sick days for teachers from state law.
The bill is controversial and could have political repercussions for Ohio Republicans, who draw some of their votes from among union members.
“A lot of people rallying here put these senators in place,” Mr. Blanton said.
But Republicans could also gain from the push, political analysts said, taking a position against unions that has become part of the mantra for far-right Republican-allied organizations, like Tea Party groups.
“This will empower Democrats, as they are the allies of last resort,” said Gene Beaupre, a political science professor at Xavier University in Cincinnati. “But it also strengthens Republicans. There is a strong sentiment against pension benefits and all that has accrued over the years as a result of organized public labor.”
John Russo, a professor at Youngstown State University, whose contract would be affected by the bill, called the situation a “perfect political storm,” with a Republican legislature emboldened by a redistricting process they will control and backed by a Republican governor, Mr. Kasich, who agrees with their approach.
“The G.O.P. believes that the combination of controlling the reapportionment process and rendering the opposition penniless will make them invulnerable — and the state’s political history shows they just may be correct,” Mr. Russo said.
Public workers in Ohio earn more than private-sector workers by nearly a third, largely because their ranks tend to be more skilled and better educated than the average in the much larger mass of private sector employees. Women are the majority of local and state workers, numbering about 350,000 in Ohio, compared with about 250,000 men, according to 2009 figures from the Census Bureau.
In all, public sector workers make up about 13 percent of Ohio’s work force, down from 15 percent in 1980, according to the Census figures.
Ted Strickland, a Democrat who lost the governorship to Mr. Kasich in November, has been urging Ohioans to rally against the bill.
“There is an awakening within the general population that this is not what they voted for, and I think there is increasing concern among people who have no direct connection to organized labor about what’s being proposed,” he said.
(NYT)
Wao, esa frase "Power to the People", me parece oirla de la voz poderosa,(al igual que la frase) de Martin Luther King. Hay que volver al Capitolio, que es nuestro, como han hecho los trabajadores de Wisconsin. A defender los derechos, que otros antes que nosotros ganaron. No podemos retroceder...
Grecia, observen que salvajes están estos protestantes, fotos gráficas, discreción... ya la gente quiere dejar de obedecer a los ricos..
http://www.dailymail.co.uk/news/article-1359891/Athens-riots-erupts-Greek-protesters-set-policemen-fire.html
Alguien ha dicho: y no hay universidad sin profesores... En ese punto difiero, hay precedentes históricos de gobiernos totalitarios que han diezmado el claustro de universidades, en ocasiones los pocos sobrevivientes han tenido que exiliarse, mientras en esas instancias represivas, dado sin la estructura formal de un ofrecimiento curricular, siguieron reuniéndose estudiantes a versar sobre los temas, eso era universidad en la praxis, claro universidad lastimada, universidad en la resistencia, pero universidad porque el deseo de aprender y de compartir de los estudiantes es la llama que indiscutiblemente los profesores buscan avivar, canalizar, lo que sea... pero el dato se impone, en Italia, en Francia y en Alemania hubo una universidad sin profesores por ratos y al margen de la universidad fascista...
El efecto Wisconsin.
Wisconsin suena a lejos. Se siente más remoto que Egipto, que al menos hemos oído mencionar en la escuela. Películas como “La momia” y “Los diez mandamientos” nos culturizaron con imágenes de las pirámides misteriosas, el Nilo cocodriloso y el Mar Rojo partido en dos. De Wisconsin, en cambio, no sabemos un divino. Sorprendente esa carencia informativa, en una isla tan umbilicalmente enchufada a los Estados Unidos.
Wisconsin, por si acaso, es uno de esos cincuenta estados que conforman la nación a la que tantos boricuas quieren arrejuntar la suya. Quizás los emigrados al Medio Oeste americano conozcan la ubicación exacta de esa región glacial, separada por dos lagos de Canadá. Para el resto, el llamado “Dairy State” - cuna de personajes tan extravagantes como la vidente Jeanne Dixon y el pianista Liberace – tal vez sólo evoque la marca de algún queso.
Pero eso está cambiando. Hace unas tres semanas, Wisconsin irrumpió como toro bravo en la arena noticiosa. De las oscuridades del tejón – animal subterráneo, símbolo del estado -, saltó de repente a la fama internacional. Y es que la historia, empeñada en desmentir a aquéllos que la declaran muerta, acaba de darnos otra sacudida. Como Egipto, Libia, Túnez y tantos bastiones del descontento planetario, Wisconsin es ahora la sede de un vigoroso movimiento de protesta.
(sigue...)
(desde anterior)
¿Por qué se agitan los plácidos wisconsineses? ¿Por qué han ocupado día y noche, desde mediados de febrero, el capitolio estatal en Madison? Pues resulta que al gobernador republicano, un tal Scott Walker, le ha dado con impulsar una ley que eliminaría el derecho de las uniones a la negociación colectiva. Con el pretexto de solventar un déficit agravado por sus generosas concesiones fiscales a los millonarios, Mister Walker pretende nada menos que endilgarles a los empleados públicos la factura de los platos rotos.
El asunto es peliagudo. Se sabe que la negociación colectiva instrumenta el mejoramiento de las condiciones laborales. Sin ella, los sindicatos perderían su razón de ser al no poder pactar beneficios ni defender derechos adquiridos. Los trabajadores quedarían entonces a total merced de los patronos. De prevalecer, el plan Walker podría extenderse como un virus incontrolable a otros estados.
Detrás de ese proyecto maquiavélico, hay un objetivo político evidente: asestarle un golpe mortal al Partido Demócrata, que depende en gran medida de las aportaciones económicas del sector sindical. Privadas de las cuotas de sus miembros, las uniones no contarían con fondos para invertir en cabildeo, promoción mediática, campañas electorales y otros mecanismos de presión que garantizan su capacidad de regateo.
No en balde decenas de miles de servidores públicos han acampado en la rotonda capitolina para bloquear la aprobación de una ley que los condenaría a un nuevo tipo de servidumbre. Bajo tormentas de nieve y amenazas de expulsión, se sembraron allí resueltos a no ceder ni una pulgada.
(sigue...)
(desde anterior)
De todas partes han llegado delegaciones para integrarse a esa especie de Woodstock gremial masivo y combativo. Hasta la policía se ha mostrado solidaria, negándose a echar fuera a los manifestantes. La posibilidad de una huelga general se barajea como estrategia alterna.
Mientras tanto, los senadores demócratas de Wisconsin se escondieron para fastidiarle el quórum a la mayoría y boicotear la votación fatal. Deben haber leído las encuestas, favorables a los trabajadores. En estados vecinos, sujetos al mismo peligro, las demostraciones de apoyo no se han hecho esperar. El ultraderechista Tea Party tampoco ha vacilado en movilizar a sus huestes y ya las guaguas de la American Majority invaden las calles de Madison. La lucha partidista se perfila más feroz que la de clases.
Tras esta excursión relámpago a las sínsoras imperiales, es hora de regresar al reino mágico de la Ley 7, laboratorio en miniatura de los mega-tijeretazos republicanos.
Envalentonada por la pasividad de la ciudadanía y el velagüirismo de la oposición, nuestra diligente Legislatura se apresta a modificar de un plumazo la legislación laboral vigente. El proyecto que crearía el flamante “Código del Trabajo de Puerto Rico” ya ha sido denunciado por varias agrupaciones. El “fast-track”, ese método fulminante de planchar proyectos sin vistas ni contemplaciones, podría jugarle una trastada a la disidencia.
Desde luego, siempre hay imponderables en el panorama. Y el ejercicio unilateral del poder trae sus inconvenientes. Aviso a los interesados: el mundo anda revuelto y el abuso es un factor de alto riesgo. Si el gobierno intentara implantar un plan Walker criollo, quién quita que pudiera surgir una versión apasionadamente tropical del efecto Wisconsin.
http://www.elnuevodia.com/columna-elefectowisconsin-906985.html
La conexión El Cairo / Wisconsin.
Noam Chomsky
l 20 de febrero, Kamal Abbas, líder sindical egipcio y figura prominente del Movimiento 25 de Enero, envió un mensaje a los “trabajadores de Wisconsin”: “Estamos con ustedes, así como ustedes estuvieron con nosotros”.
Los trabajadores egipcios han luchado mucho tiempo por los derechos fundamentales que les denegaba el régimen de Hosni Mubarak respaldado por EEUU. Kamal tiene razón en invocar la solidaridad, que ha sido durante mucho tiempo la fuerza orientadora del movimiento de los trabajadores en el mundo, y en equiparar sus luchas por los derechos laborales y por la democracia.
Las dos están estrechamente interrelacionadas. Los movimientos de trabajadores han estado en la vanguardia de la protección de la democracia y los derechos humanos y en la expansión de sus dominios, razón elemental que explica por qué son venenosos para los sistemas de poder, sean públicos o privados.
Las trayectorias de los movimientos en Egipto y EEUU están tomando direcciones opuestas: hacia la conquista de derechos, en Egipto, y hacia la defensa de derechos existentes, pero sometidos a duros ataques, en EEUU.
Los dos casos merecen una mirada más cercana.
La sublevación del 25 de enero fue encendida por los jóvenes usuarios de Facebook del Movimiento 6 de Abril, que se levantaron en Egipto en la primavera de 2008 en “solidaridad con los trabajadores textiles en huelga en Mahalla”, según señala el analista laboral Nada Matta. El Estado reventó la huelga y las acciones de solidaridad, pero Mahalla quedó como “un símbolo de revuelta y desafío al régimen”, añade Matta. La huelga se volvió particularmente amenazante para la dictadura cuando las demandas de los trabajadores se extendieron más allá de sus preocupaciones locales y reclamaron un salario mínimo para todos los egipcios.
Las observaciones de Matta son confirmadas por Joel Beinin, una autoridad estadounidense en materia laboral egipcia. Durante muchos años de lucha, informa Beinin, los trabajadores han establecido nexos y se pueden movilizar con presteza.
Cuando los trabajadores se sumaron al Movimiento 25 de Enero, el impacto fue decisivo y el comando militar se deshizo de Mubarak. Fue una gran victoria para el movimiento por la democracia egipcia, aunque permanecen muchas barreras, internas y externas.
Las barreras internas son claras. EEUU y sus aliados no pueden tolerar fácilmente democracias que funcionen en el mundo árabe.
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Las encuestas de opinión pública en Egipto y a lo largo y ancho de Oriente Próximo son elocuentes: por aplastantes mayorías, la gente considera a EEUU e Israel, y no a Irán, las mayores amenazas. Más aún, la mayoría piensa que la región estaría mejor si Irán tuviese armas nucleares.
Podemos anticipar que Washington mantendrá su política tradicional, bien confirmada por los expertos: la democracia es tolerable sólo si se ajusta a objetivos estratégico-económicos. La fábula del “anhelo por la democracia” de EEUU está reservada para ideólogos y propaganda.
La democracia en EEUU ha tomado una dirección diferente. Después de la II Guerra Mundial, el país disfrutó de un crecimiento sin precedentes, ampliamente igualitario y acompañado de una legislación que beneficiaba a la mayoría de la gente. La tendencia continuó durante los años de Richard Nixon, hasta que llegó la era liberal.
La reacción contra el impacto democratizador del activismo de los sesenta y la traición de clase de Nixon no tardó en llegar mediante un gran incremento en las prácticas lobistas para diseñar las leyes, el establecimiento de think-tanks de derechas para capturar el espectro ideológico, y otros muchos medios.
La economía también cambió de curso hacia la financiarización y la exportación de la producción. La desigualdad se disparó, primordialmente por la creciente riqueza del 1% de la población, o incluso una fracción menor, limitada fundamentalmente a presidentes de corporaciones, gestores de fondos de alto riesgo, etc.
Para la mayoría, los ingresos reales se estancaron. Volvieron los horarios laborales más amplios, la deuda, la inflación. Vino entonces la burbuja inmobiliaria de ocho billones de dólares, que la Reserva Federal y casi todos los economistas, embebidos en los dogmas de los mercados eficientes, no lograron prever. Cuando la burbuja estalló, la economía se colapsó a niveles cercanos a los de la Depresión para los trabajadores de la industria y muchos otros.
La concentración del ingreso confiere poder político, que a su vez deriva en leyes que refuerzan más aún el privilegio de los superricos: políticas tributarias, normas de gobernanza corporativa y mucho más. Junto a este círculo vicioso, los costes de campañas electorales han aumentado drásticamente, llevando a los dos partidos mayoritarios a nutrirse en el sector de las corporaciones: los republicanos de manera natural y los demócratas (ahora muy equivalentes a los republicanos moderados de años anteriores) siguiéndoles no muy atrás.
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En 1978, mientras este proceso se desarrollaba, el entonces presidente de los Trabajadores Autónomos Unidos, Doug Fraser, condenó a los líderes empresariales por haber “elegido sumarse a una guerra unilateral de clases en este país: una guerra contra el pueblo trabajador, los pobres, las minorías, los muy jóvenes y muy viejos, e incluso muchos de la clase media de nuestra sociedad”, y haber “roto y deshecho el frágil pacto no escrito que existió previamente durante un periodo de crecimiento y progreso”.
Cuando los trabajadores ganaron derechos básicos en los años treinta, dirigentes empresariales advirtieron sobre “el peligro que afrontaban los industriales por el creciente poder político de las masas”, y reclamaron medidas urgentes para conjurar la amenaza, de acuerdo con el académico Alex Carey en Taking the risk out of democracy. Esos hombres de negocios entendían, al igual que lo hizo Mubarak, que los sindicatos constituyen una fuerza directriz en el avance de los derechos y la democracia. En EEUU, los sindicatos son el contrapoder primario a la tiranía corporativa.
De momento, los sindicatos del sector privado de EEUU han sido severamente debilitados. Los sindicatos del sector público se encuentran últimamente sometidos a un ataque implacable desde la oposición de derechas, que explota cínicamente la crisis económica causada básicamente por la industria financiera y sus aliados en el Gobierno.
La ira popular debe ser desviada de los agentes de la crisis financiera, que se están beneficiando de ella; por ejemplo, Goldman Sachs, que está “en vías de pagar 17.500 millones de dólares en compensación por el ejercicio pasado”, según informa la prensa económica. El presidente de la compañía, Lloyd Blankfein, recibirá un bonus de 12,6 millones de dólares mientras su sueldo se triplica hasta los dos millones.
En su lugar, la propaganda debe demonizar a los profesores y otros empleados públicos por sus grandes salarios y exorbitantes pensiones, todo ello un montaje que sigue un modelo que ya resulta demasiado familiar. Para el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, para la mayoría de los republicanos y muchos demócratas, el eslogan es que la austeridad debe ser compartida (con algunas excepciones notables).
La propaganda ha sido bastante eficaz. Walker puede contar con al menos una amplia minoría para apoyar su enorme esfuerzo para destruir los sindicatos. La invocación del déficit como excusa es pura farsa.
En sentidos diferentes, el destino de la democracia está en juego en Madison, Wisconsin, no menos de lo que está en la plaza Tahrir.
-Noam Chomsky
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3982
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