martes, 10 de noviembre de 2009

las ilusiones de los niños pobres son mucho más importantes que la intransigencia de un burócrata


“Nosotros no vamos a desistir del proceso de desahucio...”, indicó Yesef Cordero...Cordero indicó que si las familias no dejan las humildes residencias -en las que viven si agua ni luz desde agosto, serían sacadas del lugar antes de que termine el año...[E]l secretario de la Vivienda, Yesef Cordero, insistió ayer en que las familias tienen hasta el 31 de diciembre para desalojar la zona. Cordero descartó la posibilidad de retirar la demanda que lleva la agencia en los tribunales en contra de las familias, así como ofrecerles a éstos tiempo adicional para limpiar el nuevo terreno y establecerse allí. “Ellos se tendrían que haber ido hace tiempo...”, sostuvo Cordero.

Tomado de:
http://www.elnuevodia.com/sigueenpieeldesahucio-635768.html
http://www.primerahora.com/diario/noticia/otras_panorama/noticias/no_le_daran_tiempo_extra_a_villas_del_sol/343037

David le vuelve a ganar a Goliat

La intransigencia de este burócrata inepto que recordamos como ha insistido en otorgar unos vales para pagar alquiler de residencias que no existen es simplemente patética y enfermiza. Frente a los desvaríos de este embustero que alegaba un monto exorbitante y exagerado de deudas y compromisos con el gobierno federal que el mismo gobierno federal tuvo que corregirlo públicamente se ha estrellado de frente con los seres más indefensos que sin embargo representan la fuerza de las ilusiones y la esperanza: los niños de Villas del Sol.

Veamos:

Doctor Eduardo Ibarra: “Lo hice por los niños”


Se crió en la Ciudad de México junto a su madre y dos hermanas en medio de la extrema pobreza. Sufrió hambre, necesidades y la falta de la figura de un padre que los abandonó.

“Nosotros vivíamos en una vecindad igualita a la del ‘Chavo del 8’, con un patio común y una pobreza extrema. Ahí vivimos momentos muy difíciles”, recordó el galeno.

Al llegar a la ciudad, su mamá consiguió un trabajo como secretaria y así lograron subsistir, pero no fue fácil.

De la vecindad lo recuerda todo: el olor a comida que inundaba el patio interior, los niños jugando a la pelota, las mujeres hablando en una esquina mientras lavaban la ropa y los hombres charlando y dándose el trago. “Había un ambiente muy alegre. Siempre habían niños jugando”, recordó el anestesiólogo.


De los momentos que más lo marcaron, nunca olvida una ocasión en que su madre se enfermó y no tenían dinero para comida. Era un niño, pero lloró mucho. “La pobreza lo deja a uno marcado”, dijo.

La simple idea de pensar que niños, como lo fue él, estén pasando necesidades físicas y materiales lo atormentó intensamente durante su visita a la comunidad Villas del Sol en Toa Baja, el sábado.

Ibarra llegó el sábado a Villas del Sol a participar de una clínica de salud junto a su esposa Jeannie. Jamás pensaron encontrar el cuadro que allí presenciaron.

Pensaban que iban a llegar a un lugar donde vivían “buscones”, pues ésa “es la percepción que se tiene en el país”. Para su sorpresa, encontraron “sinceridad”.

“Fue impactante ver el despliegue policiaco, las cámaras electrónicas, cómo viven sin los servicios de agua y luz... ¿Qué necesidad hay de que los niños vivan así? ¿Qué culpa tienen ellos? Y, ¿quién soy yo para juzgar?”, se cuestionó la también doctora.

Con su obsequio, la pareja no vio la oportunidad de convertirse en héroes ni mucho menos en futuros líderes políticos, simplemente vieron el momento de “darle un porvenir a un montón de niños”.

“Los niños no son culpables de las malas decisiones que sus padres quizás hayan tomado.


Vinieron buscando progreso, una tierra prometida y la vida los arrojó a las circunstancias en que están”, lamentó.

En esos niños, dijo, aún hay inocencia, ilusiones y sueños que pueden convertirse en realidad si se dejan a un lado las críticas y se les dan verdaderas oportunidades.

“Fue impresionante ver a esos niños que le decían a mi esposo mientras los chequeaba: 'Yo quiero ser doctor'. Estás dando un ejemplo y enseñando que hay personas que tienen corazón”, sostuvo.

Para la comunidad, dijeron, su sueño es que “puedan hacer sus casitas y tener una vida tranquila”, libre de miedos e incertidumbre, con la certeza de que nadie vendrá en medio de la noche a destruirle lo que han alcanzado…

http://www.primerahora.com/diario/noticia/otras_panorama/noticias/doctor_eduardo_ibarra:_lo_hice_por_los__ninos/343217

Hoy martes 10 el seudonazi Cordero intentó, en contra de toda prudencia y razonabilidad, adelantarse hasta a las fechas de desalojo que había anunciado, su delirio de poder fue detenido por el Alcalde de Toa Baja: la demencia y la sed de violencia no debe imperar.

Aunque el desalojo está proyectado para diciembre, ayer el alcalde (de Toa Baja municipio en el que sita actualmente Villas del Sol) Aníbal Vega Borges hizo un llamado para que se aplace dos o tres meses más.

“No veo que esté escrito en piedra que tienen que irse en diciembre. Si les dan ese tiempo adicional, con los “vouchers” que les da el gobierno para alquilar una vivienda pública (por 6 meses) habrán corrido como nueve meses y en ese tiempo ya el terreno debe estar listo para que se muden”, dijo Vega.

http://www.elnuevodia.com/mastiempoparaeldesalojo-636056.html

5 comentarios:

Ramón Allende dijo...

Durante mi recorrido por las comunidades marginadas de Puerto Rico del 2003 al 2008, me tope con situaciones parecidas a la del niño que están bañando en una cubeta. En una visita a la Comunidad Mansión del Sapo y Maternillo de Fajardo, me tope con una familia que hacia sus necesidades en cubetas y se bañaban con una manguera. En otra comunidad en aguada visite a una familia cuyo hijo era paralitico en silla de ruedas. Esta familia cocinaba en un fogón con madera vieja que recogían. No tenían nevera por cual compraban la comida que iban a consumir diariamente y el piso era de tierra. En otra al Cerro en Yauco por lo menos cuatro familias Vivian en las mismas condiciones. En Cantera, Hato Rey, una viejita sola con la casa cayéndose y las aguas negras corriendo por el patio. (La Doñita por lo menos tenia esperanza pues el Proyecto Paseo del Conde pronto a albergaría. Podría contarte cientos de anécdotas como estas. Para concluir, la pobreza en la que vive nuestra gente es indignante y se repiten a todo lo largo y ancho de nuestro país. Los blanquitos y guaynabitos solo conocen el PR de autopistas y de hoteles.

Shámari Haydeé Vázquez Rodríguez dijo...

lo que dice Ramon es completamente cierto.

Elba Iris Pérez dijo...

Gracias por este "post". ¡Que no se pierda la alegría que este suceso ha traido!!

Raimon Botet dijo...

Cordero demuestra su maldad, parece que quiere dar palos a los pobres a como dé lugar, no obstante el generoso donativo del Dr. Ibarra.

Maria Reinat dijo...

qué nadie nos quite la alegría de un acto de desprendimiento como este. no todos los acomodados consienten a los abusos que se cometen en nuestro país y eso es un alivio. espero que surjan más doctores ibarras...