miércoles, 19 de mayo de 2010

No están solos...


Puede parecer que fue hace tanto tiempo, sabemos que el reloj juega trucos y prolonga sus segundos y minutos muchas veces de manera traicionera haciendo los espacios y las vidas expandirse o contraerse de maneras no necesariamente gratas...

Fue el pasado martes 13 de abril de 2010 (ahora que recapitulo noto que fue un martes 13, valga para las supersticiones populares) que reaccionaba a los eventos de la Universidad de Puerto Rico y publicaba:

"Advertimos que estimamos que su responsabilidad es de naturaleza vicaria a la vez que sus torpezas, errores y acciones delincuentes constituyen violaciones a los acuerdos contractuales contraídos con los estudiantes mediante el pacto de la matrícula por ende son procesables en su carácater oficial y personal. Igual entendemos que perjuicios ocasionados por su ineficiencia y mediocridad como administradores tales como los perjuicios de efectos de cierres o suspensiones de clases cae enteramente en el ámbito de sus obligaciones por lo cual igual deben ser procesables. Nuestros hijos no están solos a su merced."
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2010/04/la-verdadera-situacion-de-la.html

Como suelo hacer igual publicaba un mensaje similar mediante Facebook ese mismo día:
"Apoyamos a nuestros hijos. Emplazamos a los administradores de la UPR y los responsabilizamos por cualquier y todo acto violento, doloso y en perjuicio de cualquier y todo estudiante universitario por razones de su incapacidad y negligencia crasa y temeraria al no lograr conducir el sistema universitario de una manera justa, transparente, democrática y con equidad. Nuestros hijos no están solos a su merced."



Quien diría, en ese momento, que mi voz habría de ser compañera de miles de voces vibrantes...

Ese sentimiento y compromiso cobró vida como frase y bandera de lucha de miles de madres y padres (y otros familiares y amistades cercanas) que coincidimos en el hermoso abrazo de solidaridad que ciertamente establece un hito histórico. He sido participante y observador de muchas de las luchas estudiantiles de mis tiempos y nunca se ha visto una unidad de la fibra familiar tan fuerte, es un hecho innegable. Las razones por las cuales este proceso surge me parecen que son muchas y profundas, invito a los interesados a que analicen en su momento dicha perspectiva, de mi parte entre otras cosas ha sido y es muy significativo y emotivo saberme rodeado de tanto amor.

Iniciamos por instinto, esa energía natural que se extiende por el mundo como cosa innata y al mismo tiempo producto de la faena social. Surgieron emplazamientos iniciales, llamados a la unidad y a activarse. Unas amigas que realmente desconocía crearon sobre el tema inicial una verdadera obra de humanidad, sacrificio y esfuerzo humano. Los estudiantes de seguro, por lo menos de parte de mis hijos puedo dar fe, sintieron ese espaldarazo constante, consistente y confiable. Los estudiantes avivaron el fuego con sus muestras de seriedad de propósitos, esmero en el discurso, altivez y entereza de espíritu y un desprendimiento que ha enamorado e inspirado a casi todo el pueblo.


Como padre y debo insistir amigo hasta anónimo de tantas madres y padres que han, como dicen, echado el resto, igual le agradezco inmensamente la obra de amor y profesionalismo de los profesores y profesoras que se han ganado mi aprecio y agradecimiento infinito. De campana a campana, bajo lluvia, encarados a huestes de oficiales dados a la violencia y prestos a irrumpir, como hicieron de hecho en ciertas instancias, en ataques encolerizados contra los estudiantes y todos los que los apoyamos. Iguales sentimientos de agradecimientos se extienden a los sindicatos muy especialmente los de trabajadores universitarios que han estado donde tienen que estar, al lado de una generación de estudiantes que se han ganado el respeto y la admiración de todos, me atrevo a pensar que hasta sus adversarios que los subestimaron, los encajonaron incialmente en caracterizaciones absurdas y rechazaon escucharlos, hoy en su intimidad con la sinceridad tienen que reconocer su valor.


Largas horas, extensas jornadas, desempeños extraordinarios se han sucedido lentamente, día tras día, noche tras noche, semana tras semana. Se ha sufrido, nos hemos sumido en hondas preocupaciones, hemos llorado y hemos sentido ese compromiso fundamental de defender los de uno extenderse y multiplicarse a defender los de los otros, los de todos.

La magia se ha esparcido y hoy orgullosos sabemos que Puerto Rico tiene futuro y hay esperanzas por que en tantos sitios ha habido esa comunión, sacramento de sudor que nos ha hermanado. Hay ilusiones de todo lo que estos estudiantes han de significar para nuestra isla a la misma vez que hemos visto como lo que significan para nosotros sus madres y padres ha germinado en una cosecha abundante de excelentes y valientes seres humanos.


Somos pueblo porque somos familia, no es una frase hueca, no es un decir, se ha sentido muy de veras y muy de cerca, somos pueblo porque somos familia...

Hoy, admito que esas palabras iniciales fueron un vaticinio insospechado, fue un voto de fe y un grito desafiante ante los peligros, igual confieso mis temores, mis inseguridades y haberme mirado largamente en el espejo considerando las vueltas que ha dado el destino con sus retos y lo funesto que ha resultado cuando el dolor te golpea en tus hijos e hijas. Cuán frágiles nos sentimos, cuán expuestos y sin embargo, de esa debilidad y de esa sombra cuán hermosa, humilde, fundamental y amplia la luz y el calor que ha brotado, cuán grandes las llamas que rugen en defensa de los nuestros... Me he sentido desnudado de mis fortalezas y en esos momentos saber que hay tantos buenos boricuas a mi lado, velando por mis hijos, me ha dado el impulso de superar las vacilaciones e igual dedicarme a velar por los suyos. Fascinante experiencia que ha definido en la realidad lo que son parte importante de mis ideales y he sentido renacer el optimismo.


Sobre los estudiantes he escrito: ...mis valientes amigos y amigas guerreros y amazonas de la Universidad de Puerto Rico, horas antes de otra batalla... mientras afilan las espadas de los argumentos precisos, atesan los arcos prudentes con las flechas certeras de sus buenas voluntades y brillan sus escudos de principios fundamentales y férreos... mi tribu boricana renacida de los absurdos de los ayeres, bravos y bravas muestras claras de que hay esperanzas para nuestra isla... gracias por devolverle la fe a los vencidos y inspirar sueños a los descorazonados...

Sobre la noche del temblor: ...mojados como pollitos, enfrascados en varias conversaciones y debates que a pesar de las lluvias, el fango y la omnipresencia policiaca resultaron, confieso, muy entretenidas y ricas, anoche tres a cinco profesores (entraban unos y salian otros) APPUcistas (cuya militancia los mismos estudiantes aplauden, acarician y han llegado a esperar como quien espera el alba confiado que entre nubes ha de despuntar) y un padre bajo el techo insuficiente de una carpa que fue ideada para pasadias veraniegos y por urgencia convertida en bastion temporero de combatientes urbanos, nos sentimos como veleros anclados cuando una ola invisible de repente los hace bambolear un tanto fuera del ritmo de la noche, era un temblor y nosotros ubicados frente a la entrada principal universitaria (y de hecho sobre el techo del tunel del tren) escuchamos una voz cuyo timbre rimaba con juventud que gritaba: "Eso no fuimos nosotros..." y los efectivos (tal vez debo insistir inefectivos) policias se miraron con expresiones de un asombro sonreido porque hasta entre la incertidumbre y la sorpresa de un hecho totalmente inesperado los estudiantes daban muestra creativa de su sincera honradez y alegre humor... los profesores y el padre disfrutamos un pasaje que si fuese escrito como obra ficticia de seguro fuese catalogado como exageradamente irreal sin embargo en la vida cotidiana de una noche mojada bajo la carpa de la resistencia ilustrada de la APPU fuimos testigos de su verdad...

Se llaman a si mismos la generación del Basta ya... y surge esa sentencia inolvidable de que cuando los pueblos dicen basta, echan a andar y en su paso de gigantes, nunca echan para atrás... y hoy sabemos que en ese andar no andan solos...

Hoy, les digo nuevamente gracias desde lo profundo de mi alma, gracias, los abrazo como hermanos y hermanas y consagro el compromiso que es inquebrantable: No están solos...

3 comentarios:

Verónica Mitchel dijo...

se me aguaron los ojos...
no sabe cómo me siento cada vez que veo gente solidaria en los portones, que ven en nosotros el presente y un mejor futuro. gracias por no dejarnos solos

Maria Angie Lanza dijo...

No estan solos. Ustedes son nuestra motivacion de vida> Como estudiantes, como el Futuro de nuestro Pais...SON NUESTROS HIJOS!!!!!!!!!!

Mildred Torres dijo...

QUE VIVAN LOS ESTUDIANTES!!! Todos estos preciosos estudiantes han hecho historia en nuestro pais. Cuando sean padres sus hijos se sentiran orgullosos de ustedes, al igual que ahora nos sentimos nosotros como sus madres y padres. Adelante, que esta lucha no ha terminado y al final celebraremos la victoria.