martes, 22 de junio de 2010
A propósito de una nota editorial...
Concurrimos y abundamos mediante nota explicativa:
Insistimos en que a pesar del proceso huelgario los administradores universitarios han negado acceso ("full disclosure") al cuadro financiero de la Universidad de Puerto Rico. A pesar de estar emplazados por el pueblo, por la comunidad universitaria y entidades gubernamentales se han negado a dar una muestra de transparencia completa y adecuada de los gastos de la Universidad.
Tan reciente como la semana pasada dejaron de presentar los informes financieros que le son requeridos por primero un grupo de trabajo del Congreso (relacionados al uso de fondos federales) y segundo a comparecer a una comisión del Senado de Puerto Rico que se propone investigar la crisis universitaria. Es presumible que esta actitud implique dolo y que obedece su renuencia temeraria y delincuente a que el pueblo y las diferentes instancias pueden enterarse de los malos manejos, ineficiencia fiscal y asignaciones dudosas de partidas presupuestarias.
Advertimos que hasta con los recortes sufridos el presupuesto de la UPR supera los $1,400 millones. Igualmente es sumamente sospechoso que propuestas tales como la supuesta e improvisada cuota especial coincidan con el alza en fondos disponibles para estudiantes becados bajo el programa Pell (aproximadamente un 60% de los estudiantes), alza que el Congreso otorga para ayudar a los estudiantes ante el alza en los gastos y costos de su vida como estudiantes, para incentivar el que los estudiantes permanezcan en sus programas de estudio y no como programa de subsidios a las administraciones universitarias (si este fuese el caso el proyecto hubiese sido parecido al programa ARRA, un subsidio directo a las universidades lo cual no es ni fue el caso ni el motivo del alza citado).
El proceso huelgario asoma a su fin pero la Universidad de Puerto Rico incide en sus actuaciones irresponsables y fraudulentas.
Advertimos de las violaciones de los deberes fiduciarios implicados, advertimos de las acciones delincuentes de la ausencia de transparencia y acceso a informaciones sobre empresas del pueblo, advertimos de los delitos de manejos turbios con las asignaciones de fondos federales.
El colmo del colmo es seguir sumando irresponsabilidades, a saber:
El proyecto de la irresponsabilidad institucional, es como bautizo el Proyecto del Senado 0030 de la autoría del cubano Roberto Arango, es una muestra clara de pensamientos distorsionados, pasiones egocentristas y ausentes de sentido crítico. Veamos el citado documento legislativo en proceso de convertirse en ley es una reacción improvisada a los resultados de la crisis de la huelga universitaria. Responde a la mentalidad revanchista y abusadora que permea en muchos de este gobierno, responde a querer imponerse y ganar sin siquiera analizar las razones y los contextos de esas victorias pírricas.
Piensa el legislador en su suprema imprudencia infantil (si no me dejan ganar me llevo el bate y la bola: la matruca) que el problema de las mediaciones fue que el voto resultante de la Junta de síndicos no estaba impermeabilizada ante el fracaso, necesitamos tener una cantidad de votos confiables, entiéndase totalmente serviles y sumisos a los dictados del gobierno, y la manera de lograrlo es pura suma y resta, más miembros a control remoto.
Es totalmente irresponsable y se exacerba dicha irresponsabilidad cuando ni siquiera considera los costos que implica dicha movida: en una empresa aquejada por una crisis presupuestaria las demencias de los legisladoras proponen aumentar los costos y gastos de las operaciones de un ente que claramente ha demostrado su ineficiencia. Simplemente irresponsable y otra muestra de un pensamiento divorciado de los criterios fundamentales del mundo universitario.
El pueblo se tiene que preguntar sobre la ausencia de discusiones sobre el rendimiento de la Junta. El pueblo se tiene que preguntar sobre seguir adicionando embelecos y compromisos a una empresa que sigue delincuente sin entregar sus informes auditados de gastos. El pueblo se tiene que preguntar si la mentalidad del truculento machismo legislativo (esto lo hacemos porque podemos, no porque debemos) lo que busca es propiciar otra huelga en la que se salgan con las suyas y destruyan la flor y cepa de una juventud responsable y comprometida con el futuro de la isla.
Concurrimos con la nota editorial del rotativo El Nuevo día (22 de junio de 2010):
Que renuncien los líderes de la UPR
Los retos de altura que enfrenta la Universidad de Puerto Rico en el campo académico, en el ámbito administrativo y como tal en la protección de su futuro, requieren de la renuncia inmediata de su presidente y de la presidenta de su Junta de Síndicos, una salida que sería para la UPR una defensa preventiva de su integridad. La huelga que mantuvo cerrada la UPR por 60 días ha llegado oficialmente a su fin por decisión del estudiantado reunido ayer en Ponce bajo la dirección del Comité Estudiantil Nacional. Los estudiantes han evaluado el proceso y ratificado los acuerdos para dejar atrás una huelga histórica. La limpieza general iniciada por ellos era ya una metáfora de un tiempo nuevo que comenzaba a asomarse y que debe aflorar del todo.
Los estudiantes han hecho su parte con honor y rigor; toca ahora a la Administración asumir la suya, como primer paso, con la renuncia de sus principales directivos, José Ramón de la Torre e Ygrí Rivera, por el bien de la Universidad.
Como política editorial, durante el proceso huelgario nos mantuvimos siempre escuchando a las partes, brindando alternativas de consenso, de mediación, de diálogo, es decir, de protección de la Universidad más allá de toda otra consideración. Nos negamos a posiciones maniqueas de buenos y malos, que suelen ensombrecer más que aclarar los caminos. Tampoco quisimos caer en la rápida y superficial personalización de los conflictos.
Pero acabada la huelga, planteamos nuestra convicción de que el proceder del presidente de la Universidad y de la presidenta de la Junta de Síndicos, tanto en el interior de las negociaciones como en el ámbito de exposición publica, estuvieron dramáticamente distantes de lo que se espera de figuras en puestos de tan alta responsabilidad.
Si de algo dieron cátedra, en forma clara, antes de estallar y durante toda la huelga, fue de incompetencia.
Faltó algo tan básico como el ejercicio de la autoridad sin arrogancia, que sabe reconocer y tratar al otro como a un auténtico interlocutor; faltó visión para crear mecanismos garantizadores de mayor inclusión en el proceso de discusión; faltó el convencimiento básico de la autonomía universitaria frente a los tentáculos partidistas de todo tipo; faltó un talante natural para el diálogo que está basado en un apego innegociable a la verdad por encima de todo; faltó real aspiración al consenso, que implica la capacidad de ceder en lo secundario para asegurar lo fundamental; faltó un acatamiento elegante de los acuerdos finales como zapata necesaria para garantizar etapas y avances posteriores.
Faltó demasiado.
Sin duda alguna, tenemos que repartir responsabilidades dentro de este amplio reglón de ausencias, pero no es un secreto que el mayor peso recae sobre quienes presiden la Universidad y la Junta de Síndicos.
Es hora, igualmente, de que el gobernador Luis Fortuño aprenda la lección: el mejor servicio que puede dar un gobernante a esta magna institución, es garantizar creativamente los fondos para que crezca y madure en el tiempo; y mantener escrupulosamente, él y todo el Gobierno, una distancia consciente del acontecer cotidiano de la Universidad.
Es un imperativo que José Ramón de la Torre e Ygrí Rivera renuncien cuanto antes a sus puestos. El Gobernador debe, por su parte, devolverle la UPR a los universitarios para que tracen un nuevo rumbo desde sus propias fuerzas.
Sólo así la ratificación de los acuerdos y el fin de la huelga se convertirán realmente en el comienzo de un nuevo tiempo para la Universidad y en herramientas para evitar en el futuro nuevos conflictos.
La oportunidad está servida.
Tomado de
http://www.elnuevodia.com/columna-querenuncienloslideresdelaupr-727707.html
Nota de salida: Sigue siendo un perfecto contrasentido que en el ambiente universitario en el que los miembros de la comunidad: los estudiantes, profesores y trabajadores muestran un pleno dominio de los argumentos claros y los principios de compromiso con la sociedad boricua sean los administradores y la regente Junta de síndicos amparados por legisladores y miembros del gobierno central los que inciden temerariamente en imponer sus decisiones a la fuerza y sin considerar en las implicaciones de sus acciones. ROF
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5 comentarios:
El gobernador Luis Fortuño firmó anoche el proyecto que aumenta el número de miembros de la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico.
En un proceso “fast track”, anoche mismo Fortuño convirtió en ley el proyecto que amplía la Junta de Síndicos de 13 a 17 los miembros del organismo encargado de administrar el sistema universitario público.
Aún cuando los estudiantes convocaron una protesta para hoy, martes, frente a los portones de la Fortaleza, el Gobernador firmó la medida del senador Roberto Arango que ayer fue aprobada por ambas cámaras legislativas sin ser evaluada en vistas públicas, sin informes y en medio de protestas de la minoría popular.
Nombrará esta misma semana
El portavoz del Partido Nuevo Progresista en el Senado, Roberto Arango, dijo que de un momento a otro el Gobernador anunciará los nombramientos de los nuevos síndicos que serán confirmados en la presente sesión ordinaria que culmina el viernes.
Arango no precisó si los nombramientos serán evaluados en vistas públicas. El senador trató de justificar la medida indicando que el proyecto estaba radicado en el Senado desde el año 2009.
"Todas las universidades estatales tienen su Junta de Síndicos y son más grandes pero el tamaño no es tan importante sino su representatividad y la diversdidad", dijo Arango al citar un estudio de las universidades de Estados Unidos.
http://www.primerahora.com/fortunofirmaleyparaaumentarelnumerodemiembrosdelajuntadesindicos-395363.html
Don Roberto estoy con usted. Como podría interpretarse, ya se revolcó el avispero, ahora se tiene que encontrar a la reina. La oportunidad que los jóvenes universitarios lograron es una que se le puede sacar muchas ventajas. Entre estas es indispensable no aprovechar para insistir (como usted dice), en que se de acceso a los libro financieros. La hoguera está caliente si la dejan enfriar, quedará en el olvido. Disculpe Don Roberto, es importante que el pueblo sepa que lo que se quiere lograr es que demuestren que el dinero del pueblo se está utilizando como se debe. Xoxo, bendiciones.
La presidenta de la Cámara, Jenniffer González, admitió que la razón para añadir cuatro miembros a la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico es para tomar "control" y para que haya una "dirección" en la Universidad.
"Vas a lograr llevar una dirección a la Universidad del Estado, que me parece que es importante que veamos las cosas más allá de una protesta, más allá de una huelga...Yo creo que aumentar la Junta de Síndicos le va a impartir una dirección a las finanzas de la Universidad de Puerto Rico, a la revisión de cómo se está viendo esto", dijo González.
"Se trata de que tiene que haber una dirección y nosotros tener la Universidad cerrada un año, no creo que el Estado se pueda dar el lujo".
La Presidenta Cameral criticó los acuerdos a los que llegó la actual Junta de Síndicos con los estudiantes. Advirtió que se verán recortes en el presupuesto universitario, más allá de los acuerdos entre las partes.
"No podemos tampoco permitir que porque asumimos que se va a terminar una huelga, que aquí no se van a tomar unas medidas de recorte dentro de la administración universitaria y son recortes que tienen que haberlos", dijo González.
http://www.vocero.com/locales/7424-mas-sindicos-para-tomar-control-de-upr.html
A horas de finalizar la huelga en la Universidad de Puerto Rico (UPR), el gobernador Luis Fortuño nombró ayer a cuatro nuevos integrantes de la Junta de Síndicos de la institución.
Los nuevos síndicos -que podrían estrenarse en el cargo este mismo sábado- son el dentista ponceño Felipe Caro, el abogado Luis Berríos, la abogada Aura González y el contador público autorizado Aníbal Jover, confirmó el secretario de la gobernación, Marcos Rodríguez Ema.
Estas designaciones ocurren un día después de la aprobación expedita de una ley que eleva de 13 a 17 los miembros del cuerpo. Este estatuto establece que los nuevos síndicos serán ex alumnos de la UPR.
Este cambio en el rostro del organismo rector procura ofrecerle un norte al cuerpo que gobierna y administra la UPR, según el gobernador Luis Fortuño.
“La Junta de Síndicos ha estado partida por la mitad. Ha estado dividida, y necesitan una Junta que dé una dirección clara”, afirmó Fortuño sobre las razones para convertir en ley la medida del senador Roberto Arango.
“(Los) ex alumnos podrían ayudar grandemente a que den esa dirección a la Universidad”, agregó. Ayer, Arango adelantó que los nuevos síndicos serán confirmados antes del viernes.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes Jenniffer González, defendió la decisión. Señaló que era necesario “darle dirección” al cuerpo ante los acuerdos logrados para finalizar el conflicto.
Esa “dirección”, según fuentes de El Nuevo Día consiste en consolidar el poder de la mayoría vinculada al Partido Nuevo Progresista, como ocurrió en el Tribunal Supremo. Con los nuevos síndicos, el bando anexionsita obtendrá una súper mayoría en la toma de decisiones, subrayaron varias fuentes. Actualmente tiene siete votos y domina por una mayoría simple de un voto.
La transformación también busca atender la división que brotó durante la firma de los acuerdos entre los estudiantes y los síndicos, que terminaron la huelga que paralizó la UPR por dos meses. Nueve síndicos firmaron los acuerdos, incluyendo a Norman Maldonado y Germán Malaret. Pero la presidenta, Ygrí Rivera y otros tres miembros no rubricaron el documento.
Una fuente cercana a la Junta explicó que los nombramientos buscan fortalecer el liderato de Rivera frente a Maldonado, quien cruzó bandos y se alió con la minoría vinculada al Partido Popular Democrático para terminar la huelga. Además, tratan de parar una posible maniobra para exigir la renuncia al presidente de la UPR, José Ramón de la Torre, este sábado.
En este sentido, otra fuente contó que un emisario de Rivera contactó a varios síndicos para ver si existían intenciones de pedir la dimisión de De La Torre, quien ha sido criticado por varios síndicos por su pobre desempeño en el conflicto huelgario.
El cambio, que ocurre en la antesala de la aprobación del presupuesto de la UPR, también busca neutralizar el impacto de los nuevos síndicos nombrados por la comunidad universitaria y que han tenido un rol protagónico en la huelga. Esto síndicos son los catedráticos Waldermiro Vélez y Marta Bustillo y el estudiante René Vargas.
Súbita renuncia
En medio de los nombramientos surgió la inesperada renuncia al cargo del síndico Germán Malaret, quien abandonó el puesto efectivo inmediatamente “por motivos personales” .
http://www.elnuevodia.com/dandireccionalaupr-728451.html
ABUSO DE PODER CONTRA LA UPR
http://www.elnuevodia.com/columna-abusodepodercontralaupr-729921.html
La aprobación legislativa y la firma “fast track” por parte del Gobernador de la disposición que aumenta el número de miembros de la Junta de Síndicos de la UPR, revela un preocupante afán de control gubernamental puro y duro y un esfuerzo por garantizarle a la intransigencia gerencial un espacio hegemónico en la Universidad.Gobernar es misión harto difícil que ha de realizarse con cautela y pudor, ejercicio al que estuvieron ajenos la mayoría parlamentaria y el Gobernador al aprobar esta festinada ley. De hecho, la aprobación de la medida y la confirmación de los cuatro síndicos adicionales -hechas a una velocidad que ya quisiera ver el País en la atención de los asuntos medulares de su adelanto económico y social- confirma la manera en que un Gobierno hace trizas del ideal de establecer una saludable diferencia en las relaciones entre la política partidista y la administración pública.
Es ésa una virtud que está llamado a observar todo gobierno surgido de las urnas. A mayor respaldo en esas urnas, mayor la prudencia que se espera de él. Si bien la presente Administración está revestida con el poder de implantar su programa, también lo es que su implantación no ha de hacerse únicamente en beneficio de la mayoría que lo votó, sino que en beneficio de todos los puertorriqueños. Sin mezquindades, sin excesos, sin venganzas.
Así también tiene que ocurrir con la composición de juntas, comités y comisiones de organismos que han de deliberar y establecer política pública sobre aspectos de vital importancia económica, cultural, educativa, social y política.
Fue esa norma, sustancial al sistema democrático, la que se pisoteó con la ley aprobada por la vía rápida por la mayoría del PNP en Cámara y Senado y firmada con más prisa aún por el Gobernador, aumentando de 13 a 17 los miembros de la Junta de Síndicos.
La prisa, dice el sabio refranero boricua, es mala consejera. Lo acabamos de ver. A lo mejor haya sido la prisa lo que impidió que al proponente intelectual de la medida, el senador Roberto Arango, como a sus cómplices -los que tiraron la piedra y escondieron la mano- se les hubiera podido zafar una sola razón válida para el aumento, que el senador quería originalmente que fuera mayor.
Firmada la ley, el propio Gobernador se encargó de dar la medida del burdo asalto a la Junta de Síndicos. Dijo él que era necesario el aumento porque “la Junta de Síndicos ha estado partida a la mitad; ha estado dividida y (se) necesita una junta que dé una dirección clara”.
El mismo lenguaje utilizó la presidenta cameral, Jenniffer González, al afirmar que “era necesario darle dirección” a la Junta. ¿Dirección u órdenes? ¿Dirección por quién o quiénes? ¿Para que hicieran qué? ¿Para que votaran cómo?
Cuando dice el Gobernador que la Junta “está partida por la misma mitad”, ¿qué quiere decir? ¿Que al examinar su composición contó seis “enemigos”, incluyendo los tres designados por gobernadores populares y los otros tres nombrados por estudiantes o profesores? ¿Esto es, seis “no correligionarios” frente a “sólo siete” que lo son?
Todo tiene que ver, no hay duda, con un deshonroso juego de poder en la UPR.
Utilizar la Junta de Síndicos para el imparable juego partidista electorero que ha sumido al País en una jungla en la que se trivializa hasta lo más preciado de nuestra sociedad, como la educación superior, constituye una ignominia que el Gobernador debiera rectificar.
Debe hacerlo, porque el País no puede conciliarse en nada con un patrón de conducta que da a entender que es parte de un plan preconcebido para adulterar sus más preciadas instituciones
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