jueves, 27 de marzo de 2008

¿qué hay de nuevo....???

“El valor más permanente en el hombre es el valor. El valor es la suprema virtud del hombre y se cultiva como se cultiva toda virtud y se puede perder como se pierde toda virtud. El valor en el individuo es su supremo bien. De nada vale al hombre estar lleno de sabiduría y de vitalidad física si le falta el valor. Ese es el supremo bien del individuo y de la nación. Porque el valor es el único que permite la transmutación del hombre para fines superiores. El valor es lo que permite al hombre pasearse firme y serenamente sobre las sombras de la muerte y cuando el hombre pasa tranquilamente sobre las sombras de la muerte, entonces es que el hombre entra en la inmortalidad.”

– Pedro Albizu Campos, discurso del sepelio de los héroes nacionalistas muertos como resultado del ajusticiamiento del Coronel Riggs.

Hoy Puerto Rico supuestamente se consterna ante la noticia de que al gobernador Acevedo Vilá le habrán de arrestar bajo veinte cargos delictivos. Muchas de las reacciones, específicamente desde el mismo gobernador hasta sus allegados y correligionarios hasta otros que resienten la injerencia del Departamento de Justicia federal y aducen manejos turbios e ilegítimos.

Como independentista que he vivido con carpeta desde hace cuarenta años, como independentista que viví el asesinato a sangre fría de Filiberto Ojeda Ríos, como puertorriqueño afirmo que ningún atropello del sistema federal que viole nuestros derechos y haga burlas de la justicia es aceptable. Pero insto a todos a hacer memoria, si lo recuerdan, o aprendan que estas historias de manejos injustos del sistema federal de justicia se componen de largos capítulos y demasiados atropellos.

Para muestra veamos los siguientes exhibit:

Primero.- “La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) entregó al congresista José Serrano 8600 páginas de documentos secretos relacionados con la campaña de vigilancia y represión contra el movimiento independentista de Puerto Rico, informó ayer el diario Daily News. La entrega se produce después de que el director del FBI, Louis Freeh, reconociera en una audiencia del Congreso relacionada con el presupuesto de esta agencia gubernamental, que su Oficina violó los derechos civiles de muchos puertorriqueños en el pasado…La oficina de Serrano en Washington recibió el miércoles pasado un primera entrega de 8600 páginas a las que el diario dice haber tenido acceso en exclusiva. Los documentos se refieren a la investigación de la agencia y la persecución de un grupo pequeño pero extremista, el Partido Nacionalista de Puerto Rico, y su líder Pedro Albizu Campos, muerto en 1965, que fue acusado de terrorismo y sedición.

El diario señala que el primer agente del FBI llegó a Puerto Rico en 1936, después de que el fiscal estadounidense local, Cecil Snyder, se quejara al entonces director de la agencia, Edgar Hoover, de que Albizu estaba publicando “artículos que insultan” a los EE.UU. y dando ``discursos públicos en favor de la independencia''. “Aunque no tenía pruebas, Snyder dijo que el sospechoso Albizu estaba detrás de varias explosiones con bomba de edificios federales'' que no se habían aclarado, escribe el “Daily News”. En los meses siguientes, el máximo responsable y otros dirigentes del partido fueron acusados y condenados por sedición y encarcelados en Atlanta.”

-Tomado de: FBI tuvo actividad ilegal en Puerto Rico. 24 de mayo de 2000. Disponible en: http://www.puertorico-herald.org/issues/vol4n22/FBI-es.html

Segundo.- “En 1934 se dio un giro importante. A principios de enero, en Fajardo, miles de jíbaros (campesinos desplazados) del cañaveral de la compañía Armstrong se lanzaron a la huelga y los siguieron otros trabajadores. Hartos de su dirección vendida, buscaron la dirección de Albizu Campos. El PN les dio todo su apoyo, y el movimiento que forjaron estremeció la isla. Las autoridades coloniales se aterraron ante el fantasma de un movimiento revolucionario popular…las compañías estadounidenses formaron el “Comité de Mil Ciudadanos para Conservar la Paz y el Orden”, que le comunicó al presidente Roosevelt por telégrafo que: “Existe estado de anarquía. Ciudades sitiadas, policía impotente, negocios paralizados”. El general Blanton Winship, ascendido a gobernador, recibió órdenes de reprimir la rebelión. Su principal asesor, el tristemente célebre coronel Francis Riggs, tomó las riendas de la policía.

El gobierno se propuso calmar el movimiento con una serie de concesiones, mientras preparaba la destrucción de las fuerzas más organizadas. Militarizó a la policía. Llegaron en secreto equipos de agentes del FBI para neutralizar al movimiento. Donde apareciera el movimiento independentista, lo hostigaban. Hubo varios atentados contra Albizu Campos, y después de varios asesinatos de nacionalistas, él proclamó que el movimiento atacaría a representantes del imperialismo estadounidense. En octubre de 1935, la policía mató a tres nacionalistas a la entrada de la principal universidad de Puerto Rico. El 23 de febrero de 1936, el coronel Francis Riggs, director de la campaña contrarrevolucionaria, fue asesinado. A sus ajusticiadores, Elías Beauchamp e Hiram Rosado, los ejecutaron en la delegación de policía poco después de que los capturaron.”

-http://rwor.org/a/v20/960-69/966/prhist_s.htm

Tercero.- “En este momento Albizu Campos es ya demasiado peligroso para la metrópoli. La administración liberal de Roosevelt decide enjuiciarlo bajo las leyes norteamericanas referentes al delito de "sedición". Todo el andamiaje metropolítico es movilizado con el propósito de lograr el encarcelamiento del Maestro Nacionalista y del alto liderato de su partido. En el primer juicio celebrado (14 de julio de 1936) el jurado no logra ponerse de acuerdo. El segundo juicio comienza bajo menores auspicios: diez norteamericanos y dos puertorriqueños lo componen. En su selección participa directamente el gobernador colonial Winship conjuntamente con el fiscal federal Cecil Snyder. Esta vez sí logra la convicción. El 31 de julio de 1936 Albizu Campos y los suyos son condenados a largas cadenas de cárcel en la prisión federal de Atlanta, Georgia. Poco antes de su traslado a la penitenciaría sureña, y mientras permanece recluido en la cárcel La Princesa, se perpetra el acto final de la represión colonialista. Es el Domingo de Ramos de 1937. La Junta Municipal del Partido Nacionalista de Ponce había pedido permiso para celebrar una manifestación en solidaridad con los presos políticos. A última hora se revoca el permiso concedido por el alcalde. Los nacionalistas deciden seguir adelante con su actividad. La policía, bajo las órdenes del coronel Orbeta y siguiendo instrucciones del gobernador Winship, se aposta al frente de la manifestación, compuesta por unas cien personas entre hombres, mujeres y niños. Conforme a lo programado, los nacionalistas deciden marchar al terminar de tocarse el himno nacional. La policía abre fuego contra los manifestantes. El saldo: más de veinte muertos y cerca de sesenta heridos. Más tarde el comité investigador dirigido por Arthur Garfield Hays diría que en Ponce había habido "una matanza". Pero ni un solo policía fue acusado por los sucesos. Por el contrario, muchos de ellos fueron ascendidos de rango. Y como colmo de la ignominia de la legislatura colonial premió al autor intelectual y material de la matanza, al gobernador Blanton Winship, designándole “hijo adoptivo de Puerto Rico”.”

-Tomado de: Maldonado-Denis, Manuel. Albizu Campos y el desarrollo de la conciencia nacional puertorriqueña en el siglo XX.

Cuarto.- “En 1936 Albizu Campos y otros altos dirigentes del Partido Nacionalista fueron arrestados y enjuiciados bajo cargos fabricados de “conspiración para derrocar el gobierno de Estados Unidos”, “conspiración para incitar a la rebelión contra Estados Unidos” y “conspiración para reclutar a soldados para luchar contra Estados Unidos”.”

http://www.themilitant.com/2005/6938/693890.html

Quinto.- “Ferrao nos narrará la historia de la injusticia norteamericana: “Como es sabido, fueron dos juicios que se celebraron para encauzar a los ocho líderes nacionalistas. El primero comenzó el 14 de julio y se extendió hasta el 19 de julio de 1936; en este caso el jurado, compuesto por siete puertorriqueños y cinco norteamericanos, no logró ponerse de acuerdo: los puertorriqueños se manifestaron en favor de la absolución, mientras los norteamericanos lo consideraron culpable. En vista de esto el jurado fue disuelto y se seleccionó uno nuevo compuesto esta vez por diez norteamericanos y sólo dos puertorriqueños. Este fue el jurado que... declaró finalmente culpable a los nacionalistas... La defensa de los nacionalistas estuvo a cargo del propio Albizu Campos, Gilberto Concepción de Gracia, Julio Pinto Gandía y J.M. Toro Nazario. Como es de rigor en la corte federal de San Juan todo el proceso se condujo en el idioma inglés” (Pedro Albizu Campos y el nacionalismo puertorriqueño. Y más adelante Luis Angel Ferrao añade lo que es sabido históricamente por todos los puertorriqueños: “En la madrugada del 31 de julio, luego de más de diez horas de deliberación, el jurado declaró culpable a los ocho líderes nacionalistas. Casi inmediatamente el juez Cooper emitió las sentencias que oscilaron entre seis a diez años de prisión en cárceles federales, obteniendo Albizu la sentencia máxima”

-http://www.devaltmedia.com/hpolitica/escritos/20albizu.htm

Sexto.- En 1933 se le designó (Cecil Snyder) Fiscal Federal en Puerto Rico; se desempeñó como tal hasta que en 1942 el Presidente Roosevelt lo nombró Juez Asociado del Tribunal Supremo de Puerto Rico. En 1953 el gobernador Muñoz Marín lo nombró Juez Presidente. Fue este el primer nombramiento para el Tribunal Supremo hecho por un gobernador puertorriqueño.”

Séptimo.- “It was on the day preceding the conclusion of the first trial that I arrived for the first time in Puerto Rico. And it was on the following day that, at the invitation of the genial Governor, I attended a cocktail party on the terrace of his mansion and heard of the framing of the second trial's jury. It was one thing to hear a prosecuting attorney for the state assert that for a trial not yet scheduled he had already picked the jury; it was another and more serious matter to learn, as I subsequently did, that the jury actually did include at least some of the names that I had heard. Quite regardless of the merits of the case, the second trial obviously was not fair. I put my evidence of this in affidavit form and sent it, for interment as it proved, to Washington. There in some filing cabinet it abides.

El artista y activista social norteamericano Rockwell Kent dedica un capítulo de su libro This Is My Own a su participación en los hechos como testigo en favor de los nacionalistas. Kent estuvo presente en una recepción en La Fortaleza, el Palacio de la Gobernación, en la que el entonces gobernador, Blanton Winship, conspiró contra Pedro Albizu Campos en el segundo juicio celebrado en 1937 que culminó en su encaralación en la prisión federal en Atlanta.”

-http://www.antillania.com/la_masacre_de_ponce_intro.htm

Octavo.- En abril de 1936 se inician los procesos judiciales contra varios dirigentes del Partido Nacionalista acusados de conspirar para derrocar al Gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico; inscitar a la rebelión armada y reclutar soldados para tales fines. El 19 de julio, el jurado que entendía en el caso no pudo ponerse de acuerdo en un veredicto. Los puertorriqueños, que integraban el jurado, insistían en la no culpabilidad de los acusados, mientras que los norteamericanos insistían en la culpabilidad. Un nuevo panel de jurado fue escogido para un nuevo juicio, el cual comenzó el 27 de julio, con la participación de diez jurados estadounidenses, que encontraron culpables, entre otros, a Albizu Campos, Juan Antonio Corretjer, Luis F. Velázquez, Juan Gallardo Santiago y Julio H. Velázquez en los tres cargos imputados. -Torres Rivera, Alejandro. Lucha obrera y represión política: el Partido Nacionalista de Puerto Rico en la década de 1930 02 de Julio 2006

http://www.defensahumanidad.cu/artic.php?item=582

En la mañana del 21 de julio del '36, Hoover le envía un breve memorando al agente Tamm en el cual le dice que McMahon le había dicho que el panel de jurados que entendió en el caso contra Albizu y los otros Nacionalistas se había dividido, votando seis por la absolución, cinco en contra y uno abstenido. Le había dicho McMahon a Hoover, además, que había hablado por teléfono con el fiscal Snyder y que este le había dicho que la situación estaba "tranquila, pero tensa", que iría a un nuevo juicio inmediatamente y que ahora tenía un nuevo panel de jurados que a él, a Snyder, "le gustaba mucho". El famoso pintor norteamericano Rockwell Kent tuvo conocimiento propio del hecho de que el fiscal Snyder manipuló la selección de los miembros del segundo jurado de modo de garantizarse un fallo en contra de los acusados. En una carta fechada el 21 de mayo de 1939 dirigida al senador Henry F. Ashhurst, presidente de la Comisión de lo Jurídico del Senado norteamericano, Kent le dijo que durante una fiesta en La Fortaleza, residencia oficial del Gobernador, Snyder le mostró a él y a un amigo mutuo un papel en el que tenía la lista de los que habrían de componer el nuevo panel de jurados.

Le dice Hoover a Tamm que le había dicho a McMahon que "Snyder debe tener mucho cuidado al seleccionar al nuevo panel de jurados, ya que el sentimiento en Puerto Rico es muy antiamericano." Snyder sí fue muy cuidadoso y constituyó un panel de jurados compuesto de diez norteamericanos y dos puertorriqueños "muy vinculados [con] los intereses extranjeros en Puerto Rico". En el panel anterior había siete puertorriqueños y cinco norteamericanos.

El juicio había comenzado el 14 de julio, terminó sin veredicto conco días después y, efectivamente, el 27 de julio comenzó el segundo juicio, el cual terminó a las 12:30 de la madrugada del 31 de ese mes. Ese mismo día el fiscal Snyder le dice en una carta al Procurador General de Estados Unidos que "a los cinco minutos de haberse retirado el panel de jurados a deliberar en el [segundo] juicio, el veredicto era de once a uno a favor de la culpabilidad de todos los acusados en los tres cargos". Agregó que "sin embargo, aproximadamente ocho horas de deliberación fueron necesarias antes de que el panel de jurados de hecho rindiera su veredicto." La sentencia de Albizu, tal cual la cita Snyder en su carta, fue como sigue:

“Seis años en la penitenciaría de Estados Unidos en Atlanta, Ga., en el primer cargo; confinamiento por dos años en la misma penitenciaría en cada uno de los cargos segundo y tercero a ser suspendida al terminar de cumplir la sentencia por el primer cargo, cuando se le pondrá en probatoria por cuatro años.”

Los convictos apelaron ante el Tribunal de Apelaciones del Circuito de Boston y, mientras tanto, fueron encarcelados en la cárcel La Princesa en San Juan. El referido tribunal confirmó las convicciones y las sentencias y el 8 de junio del '37 fueron internados en la penitenciaría federal de Atlanta, capital de la provincia sureña de Georgia, Estados Unidos.

Nota final- y ahora a base de qué ¿…quieren que hagamos qué…?

Si llevamos denunciando los atropellos del sistema federal por más de cien años y muchas, demasiado muchas de las razones que esta situación persiste como parte de nuestra realidad de coloniaje y represión es precisamente la anuencia de los que hoy se quejan. Y ahora ¿qué…???

El Partido Nacionalista en 1940, con sus dirigentes presos en Atlanta, como hemos visto injustamente, como hemos visto producto de artimañas ilegales del sistema federal, hizo la siguiente proclama:

Nosotros somos ardientes defensores de la democracia y estamos dispuestos a dar por ella la vida y hacienda en cualquier momento que sea necesario. Pero cabe ahora preguntar, ¿cuál es la democracia que vamos a defender en Puerto Rico? ¿Es la democracia que mantiene en la cárcel a decenas de nuestros hombres más puros incluyendo al Dr. Pedro Albizu Campos?… ¿Es la democracia que sin el debido proceso asesina ciudadanos en los cuarteles de la policía? ¿O es la democracia que barrió las calles de Ponce con sus ametralladoras, hiriendo a más de doscientas personas y asesinando a veinte, entre hombres, mujeres y niños?”

En el aquel entonces, y hasta quizás hoy, el Partido Popular fue cómplice de los atropellos o siquiera sumiso y mudo. Y hoy, la pregunta regresa como ola histórica que bate furiosamente nuestro destino:

Pero cabe ahora preguntar, ¿cuál es la democracia que vamos a defender en Puerto Rico?


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