El
lado oscuro de la luna es el hemisferio de la Luna no observable desde la
Tierra, siempre ha sido un lugar misterioso del que pocos datos han sido
difundidos. Los humanos tenemos un lado oscuro en nuestro interior del cual tampoco
tenemos muchos datos. El lado oscuro en la naturaleza de los humanos, es, sin
embargo, algo que se conoce desde hace bastante tiempo, es lo que hizo en su
momento prehistórico que los hombres fuesen el género dominante: la violencia.
Como nos plantea Federico Engels en el clásico "El origen de la familia,
la propiedad privada y el Estado" fue mediante la conquista violenta que
el hombre se apodera de la mujer y mediante la represión la mantiene su
propiedad privada lo cual a su vez de acuerdo a la teoría materialista
histórica sienta las bases de la sociedad posterior.
Interesados,
favor ver:
"El
origen de la familia, la propiedad privada y el Estado"
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/el_origen_de_la_familia.pdf
Nos
ocupa un tema relacionado, el lado oscuro del hombre.
No
puede pasar desapercibido que los hombres son más violentos que las mujeres.
Los hombres cometen el 90 por ciento de los homicidios del mundo y comienzan
todas las guerras. Pero ¿por qué...? Un artículo reciente en una revista
científica prominente sostiene que la evolución. Más concretamente, los autores
afirman que los hombres están biológicamente programados para formar
coaliciones agresivas. La hipótesis guerrera del hombre es atractiva porque
tiene sentido con la violencia masculina, pero se basa en una interpretación
dudosa de la ciencia. Una explicación histórica de la violencia masculina no
elude los factores biológicos, sino que los reduce al mínimo y supone que
hombres y mujeres son psicológicamente similares.
Una
vez que los hombres tienen el poder absoluto, no están dispuestos a renunciar
al poder. Se necesitaron dos guerras mundiales y una economía pos-industrial
para la mujer obtener oportunidades y derechos básicos.
Este
relato histórico puede ayudar a explicar por qué los hombres son más violentos
que las mujeres. Los hombres que tienen el poder van a luchar para mantenerlo,
y los hombres que se encuentran sin recursos económicos sienten hasta el
derecho a adquirir las cosas por la fuerza.
La
historia social explica estos hechos, proponiendo que los hombres han tomado el
poder por su mayor fuerza como nos relata Engels, lo que lleva a la competencia
violenta y el abuso de las mujeres. Este enfoque predice correctamente la
variación intercultural en las diferencias de género. Cuando las mujeres ganan
poder económico dejan de ser tratadas como propiedad del hombre, las
diferencias y la violencia contra las mujeres disminuye. Para reducir la
violencia masculina, sin embargo, no es suficiente las reformas, ni va a ser
suficiente empoderar mínimamente a las mujeres.
La
violencia es un problema complejo, no existe un enfoque biológico simple que
pueda ser diagnosticado y reparado con remiendos (recetas) a medias. Factores
tales como la inestabilidad política, la densidad de población y la desigualdad
de ingresos se asocian con diferencias enormes en la violencia en todas las
culturas, y se observan estas diferencias a la vez directamente reflejadas en
las relaciones de género.
Por
supuesto, los hombres siguen ocupando la mayor parte del poder en el mundo, y
no es de extrañar, entonces, que cometen la mayor parte de la violencia. Pero
eso también es un hecho histórico. Si nos centramos solamente en la biología en
vez de variables económicas e históricas, vamos a perder oportunidades de
aproximarnos a las raíces de esos patrones de conducta masculinos.
La
violencia de un hombre contra una mujer puede parecer el resultado de sus
problemas psicológicos individuales, la frustración sexual, presiones
insoportables o algún impulso innato hacia la agresión. Aunque cada una de
estas "razones" se ha utilizado para explicar e incluso justificar la
violencia masculina, simplifican demasiado una realidad compleja: los hombres
han aprendido a relacionarse con el mundo en términos de dominación y control
(poder) mediante la violencia y la agresión, y se les ha enseñado que la
violencia es aceptable para mantener el control, y expresar la ira.
Sea
o no un hombre individual quien cometa un acto de violencia (o sea como parte de
un grupo social de hombres) lo ve como una expresión de poder. El hecho de que
tantos hombres individuales se sienten con derecho a expresar su frustración o
enojo siendo violentos muestra cuán profundamente han aprendido las lecciones
de la dominación y la violencia (socialización patriarcal).
En
la superficie, parece que los hombres se benefician del sexismo - de este
sistema de dominación masculina, el control y la violencia. En un nivel más
profundo, sabemos que el sexismo perjudica tanto a los hombres como a las
mujeres.
Los
sociólogos y psicólogos debaten por qué los hombres muestran tendencias a la
violencia con más frecuencia que las mujeres. Una teoría es que es fruto de la
brecha fundamental en la igualdad entre los géneros. Sin embargo, otros expertos
no están de acuerdo completamente con esta evaluación. Ellos sugieren que
pueden haber diferencias psicológicas entre hombres y mujeres que pueden
explicar la disparidad. Las formas que los niños y niñas aprenden a lidiar con
el miedo y la adversidad podría explicar algunas de las tendencias violentas en
los hombres. Las niñas tienden a retirarse dentro de sí mismos, pero los niños
pueden representar sus temores con la violencia, la toma de riesgos y hasta la
autodestrucción.
¿Son
los hombres más violentos que las mujeres?
Un
rápido vistazo a las estadísticas parece contar toda la historia: Los hombres
cometen más actos de violencia que las mujeres. El Departamento de Justicia de
EE.UU. patrocinó un Estudio Nacional sobre Víctimas del Delito en 2007 . Esta
evaluación encontró que 75.6 por ciento de todos los delincuentes eran hombres
y sólo el 20,1 por ciento eran mujeres. De acuerdo con estos resultados, los
hombres cometen crímenes violentos más de tres veces más frecuentemente que las
mujeres.
Por
favor, consulte :
"Victimización
Criminal en los Estados Unidos, 2007"
http://www.bjs.gov/content/pub/pdf/cvus0702.pdf
Los
datos muestran que los jóvenes representan sólo el 7% de la población y el 45%
de los homicidios . En general, el 90% de todos los delincuentes violentos son
hombres, al igual que casi el 80% de las víctimas.
Son
los hombres más que las mujeres los que juegan a la pelea, glorifican al matón,
pelean de verdad, matan con mayor frecuencia, violan, y envuelven sus actos en
dinámicas donde el medio agresivo es justificado y recompensado.
La
generización de la violencia es tan inexplicable (como hemos tratado de
comunicar, las razones e interpretaciones son un debate en curso) como es
indefendible. Nuestra negativa a hablar de la violencia como un problema de
salud pública con conocidos factores de riesgo nos impide ayudar a los jóvenes
que están en el mayor riesgo de perpetuar dichos patrones de conducta.
Hay
mucho más que tenemos que aprender acerca de cómo prevenir la violencia, pero
podríamos comenzar con establecer la diferencia sexual que es innegable.
Los
cráteres del lado oscuro: machismo y masculinidad.
El
machismo es un concepto que determina muchos aspectos del comportamiento de los
hombres, se conoce hasta en otros idiomas como 'machismo' ya que por razones
históricas dicha característica sociológica ha sido exacerbada (o al menos de
esa manera se percibe) en las culturas con una base latina, léase religiosa
católica (misoginia). Tiene especial importancia para la cultura sexual
masculina. En términos del machismo, los hombres tienen un derecho cultural de
expresar agresividad (y reprimir su sensibilidad) que es casi
incontrolable,
El
apetito sexual es su derecho a la satisfacción esencial, e imponer ese deseo en
sus formas de conducta, es una expansión de las actitudes violentas y agresivas
hacia el género. Con ese patrón como fundamento se ha desarrollado toda una
cultura "machista" repleta de simbolismos y roles que hacen un culto
al dominio y el poder de lo masculino.
Comportamiento
sexual del machismo es una fuente de orgullo para los hombres (y mujeres que
exhiben dichos roles y valores "masculinizantes") que deben demostrar
su hombría ("machería") al mantener su dominio sexual lo que degenera en
actos represivos y una supuesta norma "aceptable" opresiva. De esta
manera, la reputación es una de las fuerzas impulsoras detrás del machismo. El
énfasis excesivo en la reputación sociosexual explica por qué los hombres
suelen actuar de manera socialmente más riesgosos y agresivos mientras intentan
acallar expresiones de sutilezas, delicadezas y consideraciones de las
"otras personas", en especial las mujeres. El macho se impone y se
impone sin reparos. Un hombre es más hombre siendo machista mientras la
percepción de roles femeninos se divide entre dos contextos: la casa
(interacciones familiares) y la calle (interacciones en la comunidad y el
entorno laboral).
Los
hombres practican una división muy eficiente social y emocional del trabajo
basada en estos conceptos de propiedad privada y las formas violentas de
imponer y perpetuar estos conceptos: la esposa (mi mujer), a la que los hombres
se refieren como madre de mis hijos, es la esclava que proporciona
respetabilidad en la medida que se someta a la "autoridad" masculina,
son paridoras y encargadas de cuidar los menores, le proporcionan el servicio
doméstico, y recibe la supuesta seguridad de un derecho moral a sus recursos,
mientras que las otras mujeres, son vista (y tratadas) como objetos que
proporcionan placer, la variedad sexual, la excitación y el compañerismo (de
vez en cuando), y en las relaciones laborales son vistas y tratadas (sometidas)
como una subclase de trabajadores serviles.
El
machismo podemos definirlo como el exagerado sentido de la masculinidad. Incluye
propensión irracional de una actitud que la agresión, la fuerza, la potencia
sexual, el poder y el control es la medida de la virilidad y una forma de
premio cultural. Además, el machismo implica que estas características le dan
derecho al respeto y la obediencia de los hombres y las mujeres a su alrededor,
y la creencia en el derecho innato de dominar y controlar, incluyendo, pero no
limitado a, el control sobre las mujeres.
Masculinidad
es cualquier tipo de vivencia que puedan tener los varones, a nivel familiar,
en el tratamiento a su pareja, en la crianza de sus hijos y en el entorno
social; y el machismo es un término que describe conductas de abuso y
dominación excesiva cuando ya, como hemos planteado, la masculinidad
históricamente se ha predicado sobre una relación de propiedad privada
expresada mediante el poder.
La
masculinidad ha sido construida a lo largo de la historia y grabada en el
subconsciente colectivo de hombres y mujeres, y evoca superioridad, fuerza y
violencia. La idea del machismo exagera el rol masculino histórico que los
varones tengan que controlar el mundo y su mundo inmediato, su familia, y su
economía.
Esperando
el plenilunio.
El
nuevo modelo de masculinidad, (que rompe el paradigma patriarcal) y que
actualmente crece como una alternativa sistémica, promueve otro tipo de
conductas masculinas, se aboga por una masculinidad sensible, una masculinidad
que permita relaciones igualitarias y que abandone por completo el instrumento
de dominación violento como medio de perpetuar el poder el cual a su vez es
redefinido como una relación esencialmente democrática, plural y amplia. Este
cambio de constructo, por necesidad conlleva una reconstrucción de todo el
imaginario basado en la propiedad privada de las personas y redefine los
valores culturales.
Permita
adelantar que vivimos en, si acaso esperanzados momentos o ocasiones, el
repunte o asomo de una nueva reconfiguración social que anda cobrando estas
nuevas formas lentamente aunque extremadamente necesarias y urgentes.
Vamos,
tal vez demasiados lentos, reaprendiendo a ser hombres.
redactado por roberto
ortiz feliciano
4 comentarios:
Es una triste realidad lo que expone aquí. Precisamente hoy les hablaba a mis estudiantes sobre la violencia masculina y como la perpetuamos, en vez de combatirla. Sin embargo, yo les proponía a mis estudiantes que si la violencia es aceptada como una condición masculina, debíamos repensar la masculinidad. Tal vez ahí yace el secreto...porque si bien puede estar en los genes, hay otras tendencias genéticas, como la predisposición a la adicción y hay quienes son capaces de superarla.
Les he compartido a mis estudiantes este escrito. Gracias.
Mínima la baja en la violencia.
Aún con la reducción que se registró a inicios de año, el 2013 terminará con un alto índice de asesinatos, que colocaría a Puerto Rico entre las primeras veinte naciones con las tasas más altas de muertes violentas.
Hasta ayer, el promedio de asesinatos diario rondaba los 2.48 casos. Esto implicaría que el año podría terminar con unas 905 muertes violentas. Esto se traduciría en el sexto año con más asesinatos en la Isla si continúa la tendencia actual.
Si se compara la situación con los Estados Unidos las diferencias son abismales, especialmente en lo que respecta a las tasas de homicidios. Según el informe del Crimen en el 2012 del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), la tasa de homicidios en los Estados Unidos ronda los 4.8 casos por cada 100,000 habitantes. En Puerto Rico, ese año, la tasa de asesinatos fue cinco veces más alta al rondar los 26.7 casos entre igual número de personas. Ahora está en 24.9.
Los factores que permiten la continuidad de estos altos índices de violencia son los mismos que hace cinco años...las cifras de la Policía establecen una disminución de unos 50 asesinatos en comparación con el año pasado.
Las iniciativas del gobernador Alejandro García Padilla, hasta ahora, han concentrado los esfuerzos en fortalecer la vigilancia en las costas en un intento por evitar la entrada de narcóticos ilegales que terminan vendiéndose en las calles puertorriqueñas o enviándose al este de los Estados Unidos...Un problema caribeño
Según el criminólogo José Raúl Cepeda, los problemas de violencia son similares en casi todos los países caribeños. De hecho, según el último informe de la ONU sobre homicidios, casi la mitad de los 15 países con las tasas de homicidios más altas están en el Caribe.
“Es algo común en la región..Eso nos debe llevar a pensar que mientras sigamos reproduciendo los mismos esquemas para controlar el crimen van a continuar los mismos problemas”, dijo Cepeda.
En esencia, lo que han buscado es mejorar los recursos de la Uniformada a la hora de responder a los delitos y combatir el narcotráfico. No obstante, las estrategias preventivas, que atiendan los problemas que llevan a la violencia aún no se toca, explicó Cepeda.
“Parece que estamos atrapados en el mismo esquema de los años anteriores...Por eso es que vemos una continuidad de la violencia”, dijo, por su parte, García Toro, en una entrevista separada...
Esfuerzos con resultados
No obstante, aún con los menguados recursos, en los últimos años se han desarrollado iniciativas, algunas con la ayuda del estado y otras de base comunitaria, que han ayudado a concretar treguas entre pandillas..en Loíza y en el residencial Luis Llorens Torres, por ejemplo, se han entablado diálogos entre pandillas que han terminado en treguas relativamente largas pese a la alta incidencia criminal que por años se experimentó en la zona.
“Son proyectos exitosos porque están rompiendo los esquemas de buenos y malos y están incluyendo en el diálogo a todos los sectores como lo hizo hace años Isolina Ferré en la playa de Ponce”, dijo Cepeda.
Estas iniciativas siguen en esencia el modelo del programa estadounidense Ceasefire, que fue criollizado con el nombre de “Acuerdos de Paz”.
http://www.elnuevodia.com/minimalabajaenlaviolencia-1626756.html
Octubre ha establecido un nuevo récord con sobre 70 asesinatos en lo que va del mes...Entre el 2000 y 2012, Puerto Rico perdió 552,032 años de vida a raíz de los homicidios que se cometieron durante ese período.
Se trató de 11,508 víctimas, en su mayoría varones jóvenes y padres de familia..considerando que la expectativa de vida de los hombres es de 75 años y en las mujeres 82– tiene serios efectos sociales y económico..El análisis, realizado recientemente por la demógrafa Judith Rodríguez, reflejó un perfil distinto de la persona fallecida por homicidio en Puerto Rico, entre la última década del 90 y los primeros 12 años del siglo 21...
La cifra de 552,032 años perdidos la calculó Rodríguez tomando en consideración la mediana en la que murieron las víctimas, su expectativa de vida y los años que dejaron de vivir..es un aumento en la mediana de edad de las personas fallecidas. En el caso de los hombres, aumentó de 24 a 31 años y en las mujeres, de 18 a 28 años.
..Una de las posibles razones para este alza en la mediana de edad de las víctimas de homicidio puede estar en que cada día más personas no solo ingresan al mundo de las drogas como medio de sustento económico, sino que se quedan más tiempo dentro de él, ..En términos económicos, las muertes violentas tienen también sus repercusiones. Primero, estamos hablando de una persona que económicamente deja de aportarle o devolverle al país lo que en él se invirtió...Otro de los renglones más perjudicados es el turismo, pues la imagen internacional del país se afecta.
¿Quién quiere visitar un país donde matan sobre 800 personas al año y donde los robos son la orden del día?
De hecho, cuando se comparan las cifras de homicidios de Puerto Rico para el 2010 con las de los 50 estados de EE.UU., solo tres jurisdicciones superaron numéricamente los asesinatos ocurridos en el país: California, Texas y Florida, que son los de mayor población.
Según cifras de la Policía, es a partir del 2009 que comienza un incremento con 962 homicidios, cifra que en el 2011 llega a 1,194, la mayor registrada hasta el momento en el país...cuando se examinan las tasas de homicidios de los países latinoamericanos para el 2011, la primera posición –con la mayor tasa– la ocupa Honduras con 86 homicidios por cada 100,000 habitantes; seguido por El Salvador, con una tasa de 71, y en tercer lugar Venezuela, con una tasa de 67. Puerto Rico, con una tasa de 31.9, quedó en la octava posición.
http://www.primerahora.com/noticias/policia-tribunales/nota/asesinanelfuturodelpais-965048/
"No puede pasar desapercibido que los hombres son más violentos que las mujeres. Los hombres cometen el 90 por ciento de los homicidios del mundo..La violencia de un hombre contra una mujer puede parecer el resultado de sus problemas psicológicos individuales, la frustración sexual, presiones insoportables o algún impulso innato hacia la agresión. Aunque cada una de estas "razones" se ha utilizado para explicar e incluso justificar la violencia masculina, simplifican demasiado una realidad compleja: los hombres han aprendido a relacionarse con el mundo en términos de dominación y control (poder) mediante la violencia y la agresión, y se les ha enseñado que la violencia es aceptable para mantener el control, y expresar la ira...El Departamento de Justicia de EE.UU. patrocinó un Estudio Nacional sobre Víctimas del Delito en 2007 . Esta evaluación encontró que 75.6 por ciento de todos los delincuentes eran hombres y sólo el 20,1 por ciento eran mujeres...La generización de la violencia es tan inexplicable (como hemos tratado de comunicar, las razones e interpretaciones son un debate en curso) como es indefendible. Nuestra negativa a hablar de la violencia como un problema de salud pública con conocidos factores de riesgo nos impide ayudar a los jóvenes que están en el mayor riesgo de perpetuar dichos patrones de conducta." Tomado de "El lado oscuro de la luna..." http://ortizfeliciano.blogspot.com/2013/10/el-lado-oscuro-de-la-luna.html
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