martes, 22 de octubre de 2013

El lado oscuro de la luna...




El lado oscuro de la luna es el hemisferio de la Luna no observable desde la Tierra, siempre ha sido un lugar misterioso del que pocos datos han sido difundidos. Los humanos tenemos un lado oscuro en nuestro interior del cual tampoco tenemos muchos datos. El lado oscuro en la naturaleza de los humanos, es, sin embargo, algo que se conoce desde hace bastante tiempo, es lo que hizo en su momento prehistórico que los hombres fuesen el género dominante: la violencia. Como nos plantea Federico Engels en el clásico "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado" fue mediante la conquista violenta que el hombre se apodera de la mujer y mediante la represión la mantiene su propiedad privada lo cual a su vez de acuerdo a la teoría materialista histórica sienta las bases de la sociedad posterior.

Interesados, favor ver:
"El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado"
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/el_origen_de_la_familia.pdf 

Nos ocupa un tema relacionado, el lado oscuro del hombre.

No puede pasar desapercibido que los hombres son más violentos que las mujeres. Los hombres cometen el 90 por ciento de los homicidios del mundo y comienzan todas las guerras. Pero ¿por qué...? Un artículo reciente en una revista científica prominente sostiene que la evolución. Más concretamente, los autores afirman que los hombres están biológicamente programados para formar coaliciones agresivas. La hipótesis guerrera del hombre es atractiva porque tiene sentido con la violencia masculina, pero se basa en una interpretación dudosa de la ciencia. Una explicación histórica de la violencia masculina no elude los factores biológicos, sino que los reduce al mínimo y supone que hombres y mujeres son psicológicamente similares.

Una vez que los hombres tienen el poder absoluto, no están dispuestos a renunciar al poder. Se necesitaron dos guerras mundiales y una economía pos-industrial para la mujer obtener oportunidades y derechos básicos.

Este relato histórico puede ayudar a explicar por qué los hombres son más violentos que las mujeres. Los hombres que tienen el poder van a luchar para mantenerlo, y los hombres que se encuentran sin recursos económicos sienten hasta el derecho a adquirir las cosas por la fuerza.

La historia social explica estos hechos, proponiendo que los hombres han tomado el poder por su mayor fuerza como nos relata Engels, lo que lleva a la competencia violenta y el abuso de las mujeres. Este enfoque predice correctamente la variación intercultural en las diferencias de género. Cuando las mujeres ganan poder económico dejan de ser tratadas como propiedad del hombre, las diferencias y la violencia contra las mujeres disminuye. Para reducir la violencia masculina, sin embargo, no es suficiente las reformas, ni va a ser suficiente empoderar mínimamente a las mujeres.

La violencia es un problema complejo, no existe un enfoque biológico simple que pueda ser diagnosticado y reparado con remiendos (recetas) a medias. Factores tales como la inestabilidad política, la densidad de población y la desigualdad de ingresos se asocian con diferencias enormes en la violencia en todas las culturas, y se observan estas diferencias a la vez directamente reflejadas en las relaciones de género. 

Por supuesto, los hombres siguen ocupando la mayor parte del poder en el mundo, y no es de extrañar, entonces, que cometen la mayor parte de la violencia. Pero eso también es un hecho histórico. Si nos centramos solamente en la biología en vez de variables económicas e históricas, vamos a perder oportunidades de aproximarnos a las raíces de esos patrones de conducta masculinos.

La violencia de un hombre contra una mujer puede parecer el resultado de sus problemas psicológicos individuales, la frustración sexual, presiones insoportables o algún impulso innato hacia la agresión. Aunque cada una de estas "razones" se ha utilizado para explicar e incluso justificar la violencia masculina, simplifican demasiado una realidad compleja: los hombres han aprendido a relacionarse con el mundo en términos de dominación y control (poder) mediante la violencia y la agresión, y se les ha enseñado que la violencia es aceptable para mantener el control, y expresar la ira.

Sea o no un hombre individual quien cometa un acto de violencia (o sea como parte de un grupo social de hombres) lo ve como una expresión de poder. El hecho de que tantos hombres individuales se sienten con derecho a expresar su frustración o enojo siendo violentos muestra cuán profundamente han aprendido las lecciones de la dominación y la violencia (socialización patriarcal).

En la superficie, parece que los hombres se benefician del sexismo - de este sistema de dominación masculina, el control y la violencia. En un nivel más profundo, sabemos que el sexismo perjudica tanto a los hombres como a las mujeres.

Los sociólogos y psicólogos debaten por qué los hombres muestran tendencias a la violencia con más frecuencia que las mujeres. Una teoría es que es fruto de la brecha fundamental en la igualdad entre los géneros. Sin embargo, otros expertos no están de acuerdo completamente con esta evaluación. Ellos sugieren que pueden haber diferencias psicológicas entre hombres y mujeres que pueden explicar la disparidad. Las formas que los niños y niñas aprenden a lidiar con el miedo y la adversidad podría explicar algunas de las tendencias violentas en los hombres. Las niñas tienden a retirarse dentro de sí mismos, pero los niños pueden representar sus temores con la violencia, la toma de riesgos y hasta la autodestrucción.

¿Son los hombres más violentos que las mujeres?
Un rápido vistazo a las estadísticas parece contar toda la historia: Los hombres cometen más actos de violencia que las mujeres. El Departamento de Justicia de EE.UU. patrocinó un Estudio Nacional sobre Víctimas del Delito en 2007 . Esta evaluación encontró que 75.6 por ciento de todos los delincuentes eran hombres y sólo el 20,1 por ciento eran mujeres. De acuerdo con estos resultados, los hombres cometen crímenes violentos más de tres veces más frecuentemente que las mujeres.

Por favor, consulte :
"Victimización Criminal en los Estados Unidos, 2007"
http://www.bjs.gov/content/pub/pdf/cvus0702.pdf

Los datos muestran que los jóvenes representan sólo el 7% de la población y el 45% de los homicidios . En general, el 90% de todos los delincuentes violentos son hombres, al igual que casi el 80% de las víctimas. 

Son los hombres más que las mujeres los que juegan a la pelea, glorifican al matón, pelean de verdad, matan con mayor frecuencia, violan, y envuelven sus actos en dinámicas donde el medio agresivo es justificado y recompensado. 

La generización de la violencia es tan inexplicable (como hemos tratado de comunicar, las razones e interpretaciones son un debate en curso) como es indefendible. Nuestra negativa a hablar de la violencia como un problema de salud pública con conocidos factores de riesgo nos impide ayudar a los jóvenes que están en el mayor riesgo de perpetuar dichos patrones de conducta. 

Hay mucho más que tenemos que aprender acerca de cómo prevenir la violencia, pero podríamos comenzar con establecer la diferencia sexual que es innegable.

Los cráteres del lado oscuro: machismo y masculinidad.
El machismo es un concepto que determina muchos aspectos del comportamiento de los hombres, se conoce hasta en otros idiomas como 'machismo' ya que por razones históricas dicha característica sociológica ha sido exacerbada (o al menos de esa manera se percibe) en las culturas con una base latina, léase religiosa católica (misoginia). Tiene especial importancia para la cultura sexual masculina. En términos del machismo, los hombres tienen un derecho cultural de expresar agresividad (y reprimir su sensibilidad) que es casi incontrolable, 

El apetito sexual es su derecho a la satisfacción esencial, e imponer ese deseo en sus formas de conducta, es una expansión de las actitudes violentas y agresivas hacia el género. Con ese patrón como fundamento se ha desarrollado toda una cultura "machista" repleta de simbolismos y roles que hacen un culto al dominio y el poder de lo masculino. 

Comportamiento sexual del machismo es una fuente de orgullo para los hombres (y mujeres que exhiben dichos roles y valores "masculinizantes") que deben demostrar su hombría ("machería") al mantener su dominio sexual lo que degenera en actos represivos y una supuesta norma "aceptable" opresiva. De esta manera, la reputación es una de las fuerzas impulsoras detrás del machismo. El énfasis excesivo en la reputación sociosexual explica por qué los hombres suelen actuar de manera socialmente más riesgosos y agresivos mientras intentan acallar expresiones de sutilezas, delicadezas y consideraciones de las "otras personas", en especial las mujeres. El macho se impone y se impone sin reparos. Un hombre es más hombre siendo machista mientras la percepción de roles femeninos se divide entre dos contextos: la casa (interacciones familiares) y la calle (interacciones en la comunidad y el entorno laboral). 

Los hombres practican una división muy eficiente social y emocional del trabajo basada en estos conceptos de propiedad privada y las formas violentas de imponer y perpetuar estos conceptos: la esposa (mi mujer), a la que los hombres se refieren como madre de mis hijos, es la esclava que proporciona respetabilidad en la medida que se someta a la "autoridad" masculina, son paridoras y encargadas de cuidar los menores, le proporcionan el servicio doméstico, y recibe la supuesta seguridad de un derecho moral a sus recursos, mientras que las otras mujeres, son vista (y tratadas) como objetos que proporcionan placer, la variedad sexual, la excitación y el compañerismo (de vez en cuando), y en las relaciones laborales son vistas y tratadas (sometidas) como una subclase de trabajadores serviles. 

El machismo podemos definirlo como el exagerado sentido de la masculinidad. Incluye propensión irracional de una actitud que la agresión, la fuerza, la potencia sexual, el poder y el control es la medida de la virilidad y una forma de premio cultural. Además, el machismo implica que estas características le dan derecho al respeto y la obediencia de los hombres y las mujeres a su alrededor, y la creencia en el derecho innato de dominar y controlar, incluyendo, pero no limitado a, el control sobre las mujeres. 

Masculinidad es cualquier tipo de vivencia que puedan tener los varones, a nivel familiar, en el tratamiento a su pareja, en la crianza de sus hijos y en el entorno social; y  el machismo es un término que describe conductas de abuso y dominación excesiva cuando ya, como hemos planteado, la masculinidad históricamente se ha predicado sobre una relación de propiedad privada expresada mediante el poder.

La masculinidad ha sido construida a lo largo de la historia y grabada en el subconsciente colectivo de hombres y mujeres, y evoca superioridad, fuerza y violencia. La idea del machismo exagera el rol masculino histórico que los varones tengan que controlar el mundo y su mundo inmediato, su familia, y su economía.

Esperando el plenilunio.
El nuevo modelo de masculinidad, (que rompe el paradigma patriarcal) y que actualmente crece como una alternativa sistémica, promueve otro tipo de conductas masculinas, se aboga por una masculinidad sensible, una masculinidad que permita relaciones igualitarias y que abandone por completo el instrumento de dominación violento como medio de perpetuar el poder el cual a su vez es redefinido como una relación esencialmente democrática, plural y amplia. Este cambio de constructo, por necesidad conlleva una reconstrucción de todo el imaginario basado en la propiedad privada de las personas y redefine  los valores culturales. 

Permita adelantar que vivimos en, si acaso esperanzados momentos o ocasiones, el repunte o asomo de una nueva reconfiguración social que anda cobrando estas nuevas formas lentamente aunque extremadamente necesarias y urgentes. 

Vamos, tal vez demasiados lentos, reaprendiendo a ser hombres.


redactado por roberto ortiz feliciano

4 comentarios:

elf dijo...

Es una triste realidad lo que expone aquí. Precisamente hoy les hablaba a mis estudiantes sobre la violencia masculina y como la perpetuamos, en vez de combatirla. Sin embargo, yo les proponía a mis estudiantes que si la violencia es aceptada como una condición masculina, debíamos repensar la masculinidad. Tal vez ahí yace el secreto...porque si bien puede estar en los genes, hay otras tendencias genéticas, como la predisposición a la adicción y hay quienes son capaces de superarla.

Les he compartido a mis estudiantes este escrito. Gracias.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Mínima la baja en la violencia.
Aún con la reducción que se registró a inicios de año, el 2013 terminará con un alto índice de asesinatos, que colocaría a Puerto Rico entre las primeras veinte naciones con las tasas más altas de muertes violentas.

Hasta ayer, el promedio de asesinatos diario rondaba los 2.48 casos. Esto implicaría que el año podría terminar con unas 905 muertes violentas. Esto se traduciría en el sexto año con más asesinatos en la Isla si continúa la tendencia actual.

Si se compara la situación con los Estados Unidos las diferencias son abismales, especialmente en lo que respecta a las tasas de homicidios. Según el informe del Crimen en el 2012 del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), la tasa de homicidios en los Estados Unidos ronda los 4.8 casos por cada 100,000 habitantes. En Puerto Rico, ese año, la tasa de asesinatos fue cinco veces más alta al rondar los 26.7 casos entre igual número de personas. Ahora está en 24.9.

Los factores que permiten la continuidad de estos altos índices de violencia son los mismos que hace cinco años...las cifras de la Policía establecen una disminución de unos 50 asesinatos en comparación con el año pasado.

Las iniciativas del gobernador Alejandro García Padilla, hasta ahora, han concentrado los esfuerzos en fortalecer la vigilancia en las costas en un intento por evitar la entrada de narcóticos ilegales que terminan vendiéndose en las calles puertorriqueñas o enviándose al este de los Estados Unidos...Un problema caribeño
Según el criminólogo José Raúl Cepeda, los problemas de violencia son similares en casi todos los países caribeños. De hecho, según el último informe de la ONU sobre homicidios, casi la mitad de los 15 países con las tasas de homicidios más altas están en el Caribe.
“Es algo común en la región..Eso nos debe llevar a pensar que mientras sigamos reproduciendo los mismos esquemas para controlar el crimen van a continuar los mismos problemas”, dijo Cepeda.
En esencia, lo que han buscado es mejorar los recursos de la Uniformada a la hora de responder a los delitos y combatir el narcotráfico. No obstante, las estrategias preventivas, que atiendan los problemas que llevan a la violencia aún no se toca, explicó Cepeda.

“Parece que estamos atrapados en el mismo esquema de los años anteriores...Por eso es que vemos una continuidad de la violencia”, dijo, por su parte, García Toro, en una entrevista separada...
Esfuerzos con resultados
No obstante, aún con los menguados recursos, en los últimos años se han desarrollado iniciativas, algunas con la ayuda del estado y otras de base comunitaria, que han ayudado a concretar treguas entre pandillas..en Loíza y en el residencial Luis Llorens Torres, por ejemplo, se han entablado diálogos entre pandillas que han terminado en treguas relativamente largas pese a la alta incidencia criminal que por años se experimentó en la zona.
“Son proyectos exitosos porque están rompiendo los esquemas de buenos y malos y están incluyendo en el diálogo a todos los sectores como lo hizo hace años Isolina Ferré en la playa de Ponce”, dijo Cepeda.
Estas iniciativas siguen en esencia el modelo del programa estadounidense Ceasefire, que fue criollizado con el nombre de “Acuerdos de Paz”.
http://www.elnuevodia.com/minimalabajaenlaviolencia-1626756.html

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Octubre ha establecido un nuevo récord con sobre 70 asesinatos en lo que va del mes...Entre el 2000 y 2012, Puerto Rico perdió 552,032 años de vida a raíz de los homicidios que se cometieron durante ese período.
Se trató de 11,508 víctimas, en su mayoría varones jóvenes y padres de familia..considerando que la expectativa de vida de los hombres es de 75 años y en las mujeres 82– tiene serios efectos sociales y económico..El análisis, realizado recientemente por la demógrafa Judith Rodríguez, reflejó un perfil distinto de la persona fallecida por homicidio en Puerto Rico, entre la última década del 90 y los primeros 12 años del siglo 21...
La cifra de 552,032 años perdidos la calculó Rodríguez tomando en consideración la mediana en la que murieron las víctimas, su expectativa de vida y los años que dejaron de vivir..es un aumento en la mediana de edad de las personas fallecidas. En el caso de los hombres, aumentó de 24 a 31 años y en las mujeres, de 18 a 28 años.
..Una de las posibles razones para este alza en la mediana de edad de las víctimas de homicidio puede estar en que cada día más personas no solo ingresan al mundo de las drogas como medio de sustento económico, sino que se quedan más tiempo dentro de él, ..En términos económicos, las muertes violentas tienen también sus repercusiones. Primero, estamos hablando de una persona que económicamente deja de aportarle o devolverle al país lo que en él se invirtió...Otro de los renglones más perjudicados es el turismo, pues la imagen internacional del país se afecta.
¿Quién quiere visitar un país donde matan sobre 800 personas al año y donde los robos son la orden del día?
De hecho, cuando se comparan las cifras de homicidios de Puerto Rico para el 2010 con las de los 50 estados de EE.UU., solo tres jurisdicciones superaron numéricamente los asesinatos ocurridos en el país: California, Texas y Florida, que son los de mayor población.
Según cifras de la Policía, es a partir del 2009 que comienza un incremento con 962 homicidios, cifra que en el 2011 llega a 1,194, la mayor registrada hasta el momento en el país...cuando se examinan las tasas de homicidios de los países latinoamericanos para el 2011, la primera posición –con la mayor tasa– la ocupa Honduras con 86 homicidios por cada 100,000 habitantes; seguido por El Salvador, con una tasa de 71, y en tercer lugar Venezuela, con una tasa de 67. Puerto Rico, con una tasa de 31.9, quedó en la octava posición.
http://www.primerahora.com/noticias/policia-tribunales/nota/asesinanelfuturodelpais-965048/

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

"No puede pasar desapercibido que los hombres son más violentos que las mujeres. Los hombres cometen el 90 por ciento de los homicidios del mundo..La violencia de un hombre contra una mujer puede parecer el resultado de sus problemas psicológicos individuales, la frustración sexual, presiones insoportables o algún impulso innato hacia la agresión. Aunque cada una de estas "razones" se ha utilizado para explicar e incluso justificar la violencia masculina, simplifican demasiado una realidad compleja: los hombres han aprendido a relacionarse con el mundo en términos de dominación y control (poder) mediante la violencia y la agresión, y se les ha enseñado que la violencia es aceptable para mantener el control, y expresar la ira...El Departamento de Justicia de EE.UU. patrocinó un Estudio Nacional sobre Víctimas del Delito en 2007 . Esta evaluación encontró que 75.6 por ciento de todos los delincuentes eran hombres y sólo el 20,1 por ciento eran mujeres...La generización de la violencia es tan inexplicable (como hemos tratado de comunicar, las razones e interpretaciones son un debate en curso) como es indefendible. Nuestra negativa a hablar de la violencia como un problema de salud pública con conocidos factores de riesgo nos impide ayudar a los jóvenes que están en el mayor riesgo de perpetuar dichos patrones de conducta." Tomado de "El lado oscuro de la luna..." http://ortizfeliciano.blogspot.com/2013/10/el-lado-oscuro-de-la-luna.html