lunes, 6 de octubre de 2008

Where’s the beef? O en torno a un exabrupto prolongado de otra elitista intelectual yupitense.





No bien había terminado de publicar mi réplica al artículo de la profesora Ana Helvia Quintero que me topo este domingo con la columna Mirador de la profesora Magali García Ramis titulada ‘Periodistas y universidad’ (El nuevo día). Como la temática de la Universidad de Puerto Rico ocupa actualmente un sitial preferente en mi temario gracias en gran parte al desacertado intento de la Junta de Síndicos de dicha institución de enmendar unilateralmente y de manera nefasta el Reglamento de Estudiantes del sistema, avancé a leer y releer dicha entrega.

Terminada mi jornada de lectura (bastante rápidamente pues los retos del texto son minúsculos) de repente me surgió de los recuerdos recientes la famosa campaña de la cadena de comida rápida Wendys. ¿La recuerdan?

Tres señoras mayores miran el pan enorme de hamburger que consiguen en el restaurante de comida rápida--hasta que una de ellas pregunta repentinamente lo que quiere realmente saber: ‘¿Dónde está la carne…? (Where's the beef?)’

Uno de los 10 anuncios publicitarios más famosos de todos los tiempos según elegido por los visitantes al Website de USAToday.com y premiado como tal en un especial de TV del History Channel realizado en coproducción conjunta con la Asociación Americana de Agencias de Publicidad. Desde que fue utilizada por primera vez en la década de los ochenta (1984), se ha convertido en una frase de uso múltiple que pregunta por la sustancia de una idea, de un acontecimiento o de un producto.



Tanto la situación humorística, las caracterizaciones de las señoras (de hecho el peinado de la principal la simpatiquísima Clara Peller se da un parecido con el ‘look’ de la profesora García Ramis) con su asombro notable al rebuscar en el hamburger en búsqueda de la diminuta carne y la misma frase que luego fue hasta utilizada en una campaña presidencial cuando un candidato Mondale acusaba de banal al otro Gary Hart, sintetizaban perfectamente el saldo de la columna: ¿Dónde está la carne? ¿Dónde está la sustancia? (y para complacer a mis amigos vegetarianos) ¿Dónde está el bacalao? Como cuando ordenas una serenata y lo que te traen le falta los acordes culinarios principales.¿Dónde está la yuca o la malanga? El famoso ejercicio de discernir entre la paja y el grano, entre lo relevante y lo irrelevante, lo pertinente y lo impertinente.

La profesora se escandaliza de que usen el icono de la Torre Franklin Delano Roosevelt de la Universidad de Puerto Rico para ilustrar argumentos, historias, noticias y otras piezas periodísticas que se refieran al sistema universitario público.

Me imagino que igual se escandaliza cuando usan la Estatua de la Libertad o el Empire State Building en referencia a Nueva York, la Torre Eiffel, París, el Taj Mahal, India, las pirámides, Egipto, el Coliseo, Roma, el Big Ben, Londres, y así podríamos seguir y seguir. De hecho la iconografía ha hecho millonarios a los que se encargan de reproducir estos edificios, estatuas y monumentos con la frase ‘Recuerdo de tal o más cual lugar’. ¿Por qué tanto revuelo?

Veamos:
“La arquitectura es el arte predilecto de los autócratas. Una intervención de la creatividad que rehace el paisaje y define los espacios habitables. No hay mecanismo más potente de la propaganda. La arquitectura es un artefacto de ordenación que imprime símbolos y asienta jerarquías. Un elocuente vocabulario de poder. Adolfo Hitler fue un arquitecto frustrado.” Jesús Silva-Herzog Márquez en El edificio y la ciudad. http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/288931.el-edificio-y-la-ciudad.html
Un autócrata es según el DRAE: “Persona que ejerce por sí sola la autoridad suprema…”

Ahh, ya vemos se mancha la santidad yupitense de alguna manera. Lo triste es que use este recurso algo flojo para acusar a los periodistas puertorriqueños exclusivamente cuando primero casi siempre los encargados de ilustrar las secciones periodísticas no son los periodistas propiamente sino los diseñadores gráficos, y segundo es algo que ocurre en todo el mundo, si hasta en Moscu los edificios zaristas siguen siendo emblemáticos de dicha nación durante la era comunista y ahora en la era de Putin.

Lo terrible y verdaderamente lamentable es la oración final con la cual concluye cuando de golpe y porrazo, fundamentada con tan frágil lógica arremete contra ‘esos periodistas quizás pasaron algún día como estudiantes pero, tristemente la Universidad y los conceptos que enseña de honradez intelectual y servicio al pueblo, nunca pasaron por ellos.”

Los desmanes que inspira el elitismo lleva a la profesora a generalizar de una manera totalmente irresponsable, ¿qué opinaría Gabriel García Márquez sobre semejante expresión?

Meramente para efecto del récord decir, los hay buenos y malos, mejores y peores, tanto periodistas como profesores como, en fin, toda profesión y vocación.

Igual y de verdad me parece hasta increíble tener que plantearlo, que piense la ilustrísima profesora que una cosa es lo que el redactor o el reportero entrega (a todo esto porque se lo encomiendan pues ellos no deciden sus temas) y muy frecuentemente otra la que el editor o el director publica. De manera que la controversia de usar la Torre realmente es un pura tontería en el contexto de, digamos, tratar de narrar los sucesos reales o explicar porqué ocurren cosas como las que ocurren en la Universidad de Puerto Rico.


La columna citada:

Mirador
Periodistas y Universidad
Por Magali García Ramis / periodista y profesora

Sin el más mínimo sentido de objetividad, justicia, deber o como queramos llamarlo, usan la Torre y vinculan al Recinto con todo el acontecer conflictivo del mundo universitario isleño.

Nos hemos cansado de decírselo, pero ellos no entienden. Hace años que los colegios regionales se transformaron; ahora todos son recintos de la Universidad de Puerto Rico, por eso al de Río Piedras no debe llamársele “la Universidad” porque no es un concepto preciso y la precisión es uno de los fundamentos del periodismo. También hemos tratado de que comprendan que la “educación superior” no está cifrada exclusivamente en Río Piedras. Existen otros recintos, así como universidades privadas que han ido nutriendo al país de decenas de miles de profesionales. Pero los periodistas no entienden y cada vez que tienen que referirse a la educación superior en la Isla terminan hablando del Recinto de Río Piedras. Esto es incorrecto, pero no terrible.
Lo terrible es el afán que tienen algunos periodistas, tanto reporteros como personal de los departamentos de noticias, de enfocar en el Recinto de Río Piedras, y sobre todo en su emblemática Torre, cada vez que tienen que cubrir algo negativo de universidades o estudiantes de cualquier parte del país. Sin el más mínimo sentido de objetividad, justicia, deber o como queramos llamarlo, usan la Torre y vinculan al Recinto con todo el acontecer conflictivo del mundo universitario isleño.
Si el reportaje televisivo es sobre la droga y los estudiantes boricuas, colocan sus cámaras en el Camino Real, mirando hacia la Torre, mientras entrevistan a los transeúntes, fijando así en la mente de los televidentes el concepto “uso de drogas” con el Recinto de Río Piedras. Si la noticia es el alto costo de los estudios, aunque la universidad pública es mucho más económica que la privada, ponen una foto de la Torre. Recientemente se publicó un artículo sobre la cantidad de estudiantes que no completan su grado. En las universidades privadas, se explicaba, esta cifra es mayor que en la pública, y en otros recintos del Universidad, más alta que en el de Río Piedras. Entonces, para ilustrar el artículo, ¿qué pusieron? Pues a la mala de la película, la Torre, claro. ¿Qué si no?
Mientras miles y miles de estudiantes, profesores y empleados administrativos del Recinto de Río Piedras laboran, estudian, enseñan, crean cursos nuevos, viajan al exterior para recibir y ofrecer seminarios; compiten en concursos de ciencias, de letras, de educación; se amanecen corrigiendo, leyendo, haciendo autoestudios, obteniendo fondos con sus propuestas competitivas, experimentando, investigando, ensayado como deportistas, actores, cantores, en fin, aprendiendo y cambiando constantemente, como debe uno cambiar en una universidad y trabajando de sol a sol para mantener unos estándares que muchas veces las autoridades que licencian no les exigen a las universidades privadas, estos periodistas escogen obviar la esencia de la vida universitaria y sólo se acercan al campus buscando la estridencia de una denuncia o el melodrama de un conflicto.
Y cuando no hay ni lo uno ni lo otro, entonces utilizan la Torre del Recinto de Río Piedras para ilustrar en periódicos, en la Red y en televisión todo lo que sea negativo, aunque sólo sea tangencial: si asaltan a un estudiante en el pueblo de Río Piedras, si un edificio en el Recinto de Humacao está clausurado, si a una profesora le roban el carro en Ponce y si las tilapias del programa experimental de Mayagüez se van a huelga, ahí ponen, de trasfondo, la Torre.
Estos periodistas, más tarde convertidos en analistas de la educación, citan a Hostos, y se atreven a pontificar acerca de la justicia y el deber sin mirarse a sí mismos. Injustamente han vinculado cualquier problema de la educación universitaria al Recinto de Río Piedras, espacio fundacional de la educación superior en Puerto Rico, todavía el mejor de todos, por donde esos periodistas quizás pasaron algún día como estudiantes pero, tristemente, la Universidad y los conceptos que enseña de honradez intelectual y servicio al pueblo, nunca pasaron por ellos.
http://www.elnuevodia.com/diario/noticia/cultura/noticias/periodistas_y_universidad/468419

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no pertenezco a ese corillo elitista, incluso tengo mis criticas serias sobre para quienes escriben, me parece a a veces que lo hacen para que su corillo los alague más que para que la gente como nosotros mortales los disfruten, pero eso son otros veinte. sin hablar de que me parecen enajenados sociales.

Aún asi tengo que decir que muchas veces he mencionado la carencia de buenos periodistas en nuestro pais. Me parece que tienen memoria muy corta y que evitan la confrontación a toda costa. Claro nunca es bueno generalizar, pero realmente no encuentro compromiso con la verdad y hace años no veo, ni leo un buen articulo investigativo. Claro y estoy hablando de hoy. Porque tengo 43 años y me acuerdo cuando la gente leia Claridad porque esa gente investigaba. Recuerdo cuando Daisy Sanchez entrevisto a Filiberto, ah,pero no se olviden de la Jovet, lejos de los programitos esos de boberias de ahora.
Claro el aval de su editor era muy importante y aún lo es hoy. Yo encuentro que también hay un poco de vagancia. Por ejemplo el chico del momento De Castro Font, Ñeñito para unos, medio cuajo para mi, pues estudio conmigo en la high y sorprendete no fue en Perpetuo, ahí les dejo eso. Sale del edificio de justicia y dice que hablo y hablo de todo lo que sabe de propio conocimiento porque lo vio pero que él no hizo nada. Ningun reportero se le ocurrio comentar, que en nuestro código criminal tener propio conocimiento de un delito y no informarlo a las autoridades es encubrimiento, quiero decir un delito. Que mal.
La prensa tiene un poder enorme, en estos tiempos postmodernos de imagenes, los medios pueden tumbar o levantar a cualquiera. La gente cree con vehemencia todo lo que lee y escucha sin criterio. Me parece que en un país de memoria tan corta, como lo es Puerto Rico,los periodistas deberian ser la memoria informatica y en PR desgraciadamente no lo son.

Anónimo dijo...

enviado vía email por lidia acosta:

Hola Roberto...leí el artículo y tu respuesta "Where's the Beef?" (de hecho, me gustó eso de que incluyeras a tus amigos vegetarianos).
Hubo unas cositas que me llamaron la atención. La primera es que llamaras "elitista intelectual yupitense" a Magali. Yo la tengo mas bien en la categoría "Lourdes Robles"...canta bien pero le faltaron temas, proyección, algo que la elevara a la categoría "Ednita Nazario"o "Yolandita Monge" (será fisico?).
La segunda cosa que me llamó la atención fue eso de que ella piense que los periodistas andan por ahí con un scrapbook, y envian sus artículos con la foto de la Torre. Acaba llamándolos deshonestos si la foto que enviaron con su artículo era de la Torre y hablaban del RUM, por ejemplo.
Le disgusta muchisimo que la gente pueda asociar ese ícono, ese emblema como símbolo de la educación (¿será esta otra razón para quedarse en la categoría Lourdes Robles?)Como no me gusta hablar de problemas sin hablar de soluciones tengo una que creo que complacerá a Magali, a tí, probablemente al Gabo y a la mayoría de los periodistas (hay un archivo del grande del Castillo del Morro con sus fotos y estoy segura que pueden enviar 2 o 3 con sus artículos sin nunca repetirse. Sobre todo, mi solución complacerá sobre manera a los dueños de periódicos ya que cada vez que salga un artículo de la UPR las ediciones se venderán como pan caliente. Mi solución es sencilla, en lugar de usar la Torre, usemos a Maripili. Ella sí es un simbolo, un ícono, un emblema de nuestra educación. Se me ocurren algunas fotos bien creativas dependiendo del tema que se toque. Si es sobre una huelga, podemos poner a Maripili con una pancarta que lea "La uelga Bá" o algo así, o la ponemos en bikini de FURA con una macana y un pepper spray rosita y quedará genial. Si es sobre algún asunto académico, le tomamos una foto cogiendo chino (puede ser Chino Básico Conversacional en lugra de Chino Avanzado para que no se vea traído por los pelos) y si se trata, por ejemplo, de una visita de las concursantes de Miss Puerto Rico al Recinto, la vestimos de traje típico (me he cansado de sugerir que nuestro traje típico no es el de jíbara, o de taína, sino el de dron anaranjado del DTOP)...

Myrisa dijo...

Las deficiencias del periodismo de la Isla son muchas y cada vez somos más los que expresamos insatisfacción. Las causas de esta deficiencia son tema para un extenso análisis, pero aquí quiero anotar que en la blogosfera existen cada vez más gente como tú que tratan de suplir estas deficiencias. En el país de los ciegos... tratamos de hacer algo también. Hace unos meses dimos la alerta en Puerto Rico sobre la implantación de un programa de espionaje a ciudadano del Homeland Security que muchos estados han rechazado y, sin embargo, el gobierno actual ha adoptado voluntariamente. Nuestra más reciente entrada sobre el tema es: El Real-ID, ¿por qué Arizona y California dicen NO y Puerto Rico dice SI?. Esta te llevará a otras entradas e información relativa. Hemos enviado esta información a divesos medios, organizaciones de derechos civiles y políticos de los tres partidos. Es sorprendente que guarden silencio al respecto del asunto medular del RealID. Si te interesa el tema, puedes buscar en la franja derecha sobre Espionaje Contra Ciudadanos.