sábado, 1 de junio de 2019

Hablando de desigualdad...



Hablando de desigualdad: El coeficiente de Gini (antes y después de los costos de la vivienda) es solo un promedio de desigualdades; no muestra, por ejemplo, que los pobres se hayan estado empobreciendo aún más. También omite el impacto negativo en (las intersecciones de) discapacidad, raza y género. Además, las estadísticas de desigualdad de ingresos están plagadas de problemas que se oponen a cualquier comprensión consistente de cuánto ingreso están obteniendo los que se encuentran en la parte superior de la distribución. Los intentos por ajustar la información en los ingresos más altos aumentan dramáticamente los niveles de desigualdad, aun cuando una gran cantidad de fuentes de ingresos no se tienen en cuenta adecuadamente. Para decirlo sin rodeos, los ricos son aún más ricos de lo que creemos mientras los pobres son más pobres de lo estimado.
El coeficiente de Gini es un índice calculado para calificar el nivel de igualdad (o su falta) en un país determinado. Se representa como un número entre 0 y 1, donde 0 refleja la igualdad total y completa (es decir, la riqueza y el ingreso de cada ciudadano es exactamente igual), y 1, la desigualdad completa y completa (es decir, toda la riqueza y el ingreso se destina a una sola persona).
El Stanford Center on Inequality and Poverty clasifica a los países más desarrollados en términos de mercados laborales, pobreza, red de seguridad, desigualdad de riqueza y movilidad económica. Estados Unidos. ocupa el último lugar entre los 10 países más desarrollados y el 18º entre los 21 principales. Los niveles de desigualdad de Estados Unidos son mucho más altos que los de la mayoría de los países europeos. Según la Base de datos de desigualdad de ingresos mundial, Estados Unidos tiene la tasa Gini más alta (medición de la desigualdad) de todos los países occidentales.
El coeficiente de Gini (la medida básica de la desigualdad) de los ingresos se encuentra en su nivel más alto (históricamente) en los Estados Unidos, un pico de 0,48 que contrasta con el 0,38 de finales de 1960 – un aumento del 30%.
Estados Unidos tiene de los más altos niveles de desigualdad, y Puerto Rico, dentro del sistema económico estadounidense, es el territorio más pobre y de mayor desigualdad, se ha comentado que Puerto Rico en una escala global ocupa el tercer lugar de mayor desigualdad.
El rico 10% y el aún más rico 1% adoran decir que la desigualdad no importa. También les encanta decir que el coeficiente de Gini que mide la desigualdad está mejorando. Pero, como muchos conocedores de tales datos saben, esas afirmaciones no son reveladoras de la verdad. 
La desigualdad está muy subestimada porque su medición se basa en datos de encuestas y los ricos no hacen encuestas ni pagan impuestos. Y los ricos también ocultan sus ingresos y activos de manera más efectiva.
La naturaleza compleja de la desigualdad hace hincapié en la importancia de mirar más allá de sólo el coeficiente de Gini. La compleja relación entre el crecimiento económico y la desigualdad, al estudiarse, revela que a largo plazo, la desigualdad causa malos resultados económicos. De acuerdo con datos de la OCDE, la desigualdad reduce el crecimiento económico: estima que hubo una reducción en el potencial de crecimiento de 4,7 puntos porcentuales entre 1990 y 2010 (en las economías desarrolladas) y de hasta 10 puntos porcentuales en los Estados Unidos debido a la desigualdad. 
Sometemos que en Puerto Rico la desigualdad es la característica fundamental que frustra el crecimiento económico, aunque esta perspectiva no se menciona con frecuencia. 
El segundo concepto clave es el gasto social público como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB). Ya sabes, el PIB, en resumen, es el valor monetario neto de cuánto produce un país. El gasto social público como porcentaje del PIB es una medida destinada a reflejar la parte de esa producción que se gasta en los programas gubernamentales.
La tendencia, como es bien sabido entre los investigadores de política social, es que un mayor gasto social en programas sociales públicos resulta en mayor igualdad y una brecha más pequeña entre ricos y pobres. 
Si nuestros programas sociales públicos mantienen pobres a los pobres (lo cual es un argumento válido), es solo porque uno debe estar en una situación tan desesperada para recibir ayuda con fondos insuficientes y asediados que lo que finalmente recibe es severamente insuficiente. El ejemplo aunque exista un mito al contrario, es el programa de asistencia alimentaria que realmente le da $1.25 por día a un participante. 
Sea cual sea la historia, la tendencia general en los datos se mantiene.
Finalmente debemos destacar el aspecto de género: a partir de tres fenómenos de la desigualdad: explotación, discriminación y exclusión, es un hecho indiscutible la presencia mayoritaria desproporcional de mujeres en varias dimensiones de pobreza e inequidad, en lo general y en específico, las mujeres se enfrentan a una serie de obstáculos impuestos por una violencia estructural y cultura patriarcal opresiva.

Pachi Ortizfeliciano

Referencias mínimas:

25 comentarios:

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

La eliminación de la desigualdad y la inequidad de los ingresos son un reto para las políticas relacionadas con el desarrollo económico en sociedades democráticas. La batalla contra la desigualdad y la lucha por la equidad no se logra con las políticas de austeridad. Todo lo contrario. El efecto de dichas políticas propició una realidad alternativa contraria. Los cambios de gobierno con inclusión social hicieron que mejoraran los indicadores de pobreza mientras que políticas económicas de austeridad incrementan la pobreza y desigualdad social.
resalta que las medidas de austeridad puestas en marcha para equilibrar las cuentas están causando más pobreza y desigualdad y se puede tardar más dos décadas volver a los índices de pobreza de 2008. Si no se corrigen, nuetro país podría incrementar la desigualdad. Hay soluciones, pero pasan por abandonar las políticas de austeridad y poner en marcha medidas para garantizar un crecimiento justo.
Recomendaciones para un cambio de rumbo:
Invertir en las personas, dando prioridad al estímulo económico, la creación de empleo y la ayuda oficial al desarrollo.
Invertir en los servicios públicos: educación y atención sanitaria públicas, universales y de calidad para todas las personas.
Fortalecer la democracia institucional: mayor participación, mayor transparencia y mayor democracia en el ámbito laboral.
Desarrollar sistemas fiscales justos mediante reformas fiscales progresivas, impuestos a la acumulación de riqueza y una Tasa sobre las Transacciones Financieras.
La conclusión es clara, elevar la recaudación sin aumentar sustancialmente los gastos permitiría equilibrar el presupuesto público. Debemos tener estas cifras presentes al considerar los miles de millones que la Junta de control fiscal exige recortar. Después de todo, la austeridad es una propuesta ideológica disfrazada de equilibrio presupuestario que se pretende impulsar con la excusa de una crisis causada por las cuentas públicas.
Las tesis principales podrían resumirse de la siguiente manera: 1) para los países desarrollados, mayor bienestar material no se traduce en mejoras en salud y calidad de vida; 2) no son las condiciones materiales per se las que explican las diferencias de logro de los indicadores de salud, sino la desigual posición relativa que se ocupa en la jerarquía social; 3) el mecanismo que lo genera parece ser fundamentalmente la percepción psicológica de la fragmentación social; 4) la disminución de la desigualdad beneficiaría a todos, incluso a los ricos; y 5) se trataría de disminuir la desigualdad y recuperar así el sentido de comunidad e integración social.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

La desigualdad económica, inequidad económica, economía de la desigualdad o desigualdad de ingresos comprende todas las disparidades en la distribución de bienes e ingresos económicos, entre ellas muy especialmente la distribución de la renta que procede tanto del capital como del trabajo. Wikipedia

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Según las estadísticas y comentarios de expertos, el problema se agudiza cada año. Así tenemos que, con datos de varias fuentes calificadas y ya dados a conocer, el 1% de la población más rica del planeta, aquella que tiene más de un millón de dólares, se apropia de 45% de la riqueza mundial, y aquellos que tienen menos de 10 mil dólares, y que representan 64% de la población mundial, apenas se apropian el 2% de la riqueza del orbe. http://www.ejecentral.com.mx/rubicon-la-desigualdad-mata/

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

El coeficiente de Gini (la medida básica de la desigualdad) de los ingresos se encuentra en su nivel más alto en los EE.UU., un pico de 0,48 que contrasta con el 0,38 de finales de 1960 - un aumento del 30%...
http://www.cadtm.org/Crecen-la-desigualdad-y-el-riesgo-sistemico

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Para enfrentar el calentamiento global es necesario cambiar la matriz energética y de transporte, así como los patrones de producción y consumo, como explícitamente propone la Agenda 2030, que llama también a reflexionar sobre las distintas dimensiones del desarrollo y reclama una mirada integral. En esa línea, la CEPAL llamó, hace ya varias décadas a pensar en un nuevo estilo de desarrollo, es decir, en cómo se ordena y organiza una sociedad para la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios, cómo se habitan sus espacios y cómo se articula el crecimiento económico con la calidad de vida. En el presente documento se resalta que la problemática ambiental se entrecruza de distintas maneras con los temas de territorio, infraestructura y ordenamiento urbano, y se reitera la idea de que es preciso un gran impulso ambiental como eje estratégico de la política industrial y tecnológica, la creación de bienes y servicios públicos, la transición hacia territorios y ciudades menos segregados, el avance hacia la economía digital y el cambio en la matriz energética.

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/43442/6/S1800059_es.pdf

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

La desigualdad se asocia a menor riqueza, peor calidad de vida, negativa pero no necesariamente significativamente a menor cohesión, y negativamente a fomentar individualismo cultural. Se concluye que menor desigualdad, una vez controlada, se vincula a mayor bienestar, a reforzar la percepción de libertad, y reforzar prácticas y valores colectivistas.
https://www.researchgate.net/publication/283509855_Desigualdad_economica_y_bienestar_relaciones_entre_los_indices_de_Gini_Palma_los_niveles_del_bienestar_medio_de_las_naciones_y_los_factores_explicativos_de_la_relacion_entre_desigualdad_y_felicidad

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Coeficiente de Gini. Se refiere a una representación gráfica de una función de distribución acumulada, la cual fue creada en base a la Curva de Lorenz por el Italiano Corrado Gini, por lo general ésta es utilizada con la finalidad de medir la diferencia entre los ingresos dentro de un Estado, sin embargo puede ser aplicada para medir cualquier elemento con una distribución desigual.

Se puede decir que el coeficiente Gini es un número que se encuentra entre el 1 y el 0, siendo éste último correspondiente a una perfecta igualdad, es decir en donde todos reciben la misma cantidad de dinero, mientras que el 1 representa una perfecta desigualdad, es decir donde uno recibe todos los ingresos y el resto no recibe nada.

El método más utilizado para medir la desigualdad salarial es el coeficiente Gini.

El método Gini está basado principalmente en la Curva de Lorenz, una representación gráfica que permite visualizar la renta de las personas en un país.

Lorenz plantea una relación directa entre dos variables: los porcentajes de población con los porcentajes de renta. Cada uno de ellos se ubica en uno de los ejes del plano y la curva resultante es la evolución del ingreso.

Es importante señalar que en el eje de las ordenadas (vertical) se sitúan los ingresos y en el de las abscisas (horizontal) los grupos de población del país en cuestión. Estos últimos se ubican en función del nivel de renta: los de menor renta a la izquierda y los de mayor renta a la derecha del cuadro.

Si la curva resultante es completamente recta, similar a la hipotenusa de un triángulo equilátero, quiere decir que ese país tiene un índice de absoluta igualdad. Pero si, por el contrario, la curva es igual a los dos catetos del mismo triángulo, el resultado supone un alto índice de desigualdad entre sus habitantes.

Otros conceptos que relacionan directamente con este indicador y que pueden ayudar a una comprensión más completa del concepto:

Distribución de la riqueza:
Todos los países tienen un nivel de riqueza. La desigualdad se refiere al desequilibrio en el reparto de esa riqueza entre los habitantes de un mismo territorio. Las clases sociales, las jerarquías o las estratificaciones son elementos característicos de las sociedades con mayores índices de desigualdad.

Igualdad de renta:
La renta es el ingreso al que tienen acceso las personas en período determinado. No sólo es monetaria, sino que puede medirse según los bienes, servicios o productos que se posean. La igualdad de la renta de un país está ligada a las políticas de tipo económico y social que se implementen.

Indicadores de pobreza:
La pobreza está definida como la condición de aquellas personas que no poseen los medios económicos suficientes para acceder a niveles mínimos de bienestar. Para tener una idea de los niveles de pobreza en ciertas zonas del mundo, se suelen usar indicadores como la Línea de Pobreza, el Índice de Desarrollo Humano y, quizá el más conocido, el Ingreso per cápita.

Nota importante. Además del índice de Gini como una medida de concentración del ingreso, ha quedado en evidencia que existe una gran cantidad de indicadores que dan cuenta del grado de desigualdad existente en una población, y que cada uno de ellos responde a una base conceptual distinta, a un procedimiento de cálculo específico y se concentra en analizar parcialmente un aspecto particular del fenómeno de estudio de la desigualdad.

https://retos-directivos.eae.es/que-es-el-indice-de-gini-y-para-que-se-aplica/
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/4788/S01020119_es.pdf?sequence=1
https://economipedia.com/definiciones/indice-de-gini.html

Los bancos ganaron $252.9 millones, 86.7% más dijo...

Ahí está la evidencia: más pobres más pobres, más ricos los ricos: mientras el pueblo se empobrece, mientras miles de familias pierden sus casas, mientras la Junta de control fiscal nos exprime, los bancos incrementan sus ganancias. Más claro no canta el gallo.

Los bancos ganaron $252.9 millones, 86.7% más
Por Luisa García Pelatti
Los bancos tuvieron un ingreso neto de $252.9 millones en el primer trimestre de este año, $117.4 millones más (86.7%) que en el mismo periodo del 2018, según el Quarterly Banking Profile del Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC). Son los mejores resultados desde que Sin Comillas empó a mantener récords en el 2006.
Los bancos experimentaron un aumento de $96.7 millones (15.4%) en ingreso neto de intereses en el primer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior. Las provisiones para pérdidas en préstamos disminuyeron 47.4% hasta $60.7 millones.
Los “net charge-offs” bajaron hasta $99.4 millones, $8.9 millones (-9.9%) menos que el año anterior.
Los mejores resultados son los de Popular, que ganó $156.0 millones, $74.0 más que en el primer trimestre del año anterior.
FirstBank obtuvo $44.0 millones en ganancias en el primer trimestre, un 38.5% más; y Oriental informó un ingreso neto de $24.5 millones, 45.7% por encima de los $16.8 millones del mismo periodo del año 2018.
Por su parte, Santander obtuvo $17.7 millones, en comparación con $12.8 millones el año pasado; y Scotiabank, ganó $10.6 millones, comparado con una pérdida de $7.1 millones en el primer trimestre de 2018.
La Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) también publica datos de ganancias de los bancos, aunque los datos suelen ser diferentes a los del FDIC.
Según los datos de OCIF, los bancos que operan en la Isla ganaron $866 millones en el primer trimestre de 2019, 463% más. Los resultados son los mejores desde 2005. Todavía no se han publicado datos para el primer trimestre de 2019.
Los datos de OCIF corresponden a los bancos, mientras que los del FDIC incluyen los resultados de la compañía matriz y sus subsidiarias. Instituciones como Popular y FirstBank, tienen subsidiarias en Estados Unidos e Islas Vírgenes.

http://sincomillas.com/los-bancos-ganaron-252-9-millones-86-7-mas/

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Uno de cada cinco adultos en la isla en ocasiones no comen una de sus tres comidas diarias, o se sirvieron de menos, "por falta de dinero". Se estima que el 33.2% de la población de 18 años o más en Puerto Rico presentó “inseguridad alimentaria", indicó el estudio.
El análisis realizado expone que actualmente, más del 80% del café, las carnes y las frutas que se consumen en Puerto Rico no se producen localmente. Sin embargo, pese a que importar los alimentos supone una problemática por resolver, el principal factor para atajar es la pobreza.
Los pueblos con mayor pobreza e inseguridad alimetaria son:
Adjuntas
Lares
Guánica
Ciales
Barranquitas
Maricao
Comerío
De estos, el estudio señala a Barranquitas y Comerío como los dos municipios bajo el más alto nivel de inseguridad alimenticia.

https://www.wapa.tv/noticias/locales/un-25-8--de-los-adultos-deja-de-comer-por-falta-de-dinero_20131122453823.html?utm_source=shared&utm_medium=wapatv&fbclid=IwAR0F26Sq5GoEOUbsAdi7di7Tqz1GiKpj4SNC_A4bY832v5_RQQHx25jazhQ

http://www.radioisla1320.com/revelador-estudio-sobre-seguridad-alimentaria-en-puerto-rico/?platform=hootsuite

https://www.noticel.com/economia/los-municipios-con-la-peor-salud-alimentaria-en-pr/1083638473?fbclid=IwAR3g_59_B-QValpVrVaRTamR2oZEOt9TsOpfckWYc-Xm2JoRFuKgMr9M3CM

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

La verdad desgraciada sobre la desigualdad y la jubilación: la crisis de jubilación no se creó meramente debido a fallas de carácter o irresponsabilidad de gerenciales de los sistemas de retiro. Tampoco se puede arreglar de manera realista con arreglos tecnocráticos. La fea y tácita verdad es que la mayoría de las personas simplemente no están ganando suficiente dinero. Apenas tienen lo suficiente para cubrir sus gastos diarios; no les sobra lo suficiente para poder ahorrar. De hecho, la Reserva Federal informa que a partir de 2017, el 41% de los hogares no podría cubrir un gasto de emergencia de $400.
https://www.barrons.com/articles/why-americans-dont-save-for-retirement-51557061222?fbclid=IwAR07X2cLCWvog5VZGn97kut-tWulOqEsAkq2iSnbyKR6Pk6FzBCBUudse7M

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

La desigualdad en el mundo no solo llega por la riqueza. También la distribución de sueldos es muy poco equitativa en todo el mundo, según informe de la Organización Mundial del Trabajo (OIT). El 10 por ciento de los trabajadores del planeta perciben 48,9 por ciento de la remuneración mundial. Al otro lado se sitúa el 20 por ciento de los trabajadores con ingresos más bajos –cerca de 650 millones de personas–, quienes perciben menos del 1 por ciento de la bolsa mundial de ingresos laborales, “cifra que apenas ha cambiado a lo largo de los últimos 13 años”, indica. A nivel mundial, además, si se distribuyen los asalariados en tres grandes grupos (salarios bajos, medios y altos), solo el grupo de los sueldos elevados mejora su situación entre 2004 y 2017, mientras que la clase media y baja ven recortados sus ingresos salariales.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

El panorama general: las empresas estadounidenses obtuvieron un récord de $2.3 billones en ganancias corporativas el año pasado, mientras que la riqueza total del país aumentó en $6 billones a $98.2 billones (el 40% de los cuales se destinó a aquellos con más de $100,000). El 1% más alto de los hogares estadounidenses tiene un récord de $303.9 mil millones en efectivo, un salto cuantitativo de los menos de $15 mil millones que tenían justo antes de la crisis financiera. El resultado final es dinero que anteriormente se habría dividido entre empresas, trabajadores y el gobierno para proyectos como escuelas, atención médica e infraestructura, se encuentra en cuentas corporativas que obtienen poco o ningún retorno.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

La desigualdad salarial en el mundo: lo que unos ganan en un año, otros necesitarían tres siglos para obtener lo mismo. El reciente análisis mundial, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo, constata la gran disparidad de percepciones entre los trabajadores, la mayoría de la fuerza laboral mundial subsiste con un salario notablemente bajo. El reciente análisis mundial, elaborado por el Departamento de Estadística de la OIT con datos de 189 países, constata la gran disparidad de percepciones entre los trabajadores. De acuerdo a los datos arrojados por el estudio, solamente 10% de empleados reciben casi la mitad, 48.9 %, de las remuneraciones globales; mientras a los trabajadores que perciben un salario más bajo sólo corresponden 6.4 % de las retribuciones internacionales.
A este último dato se debe añadir que 20% de asalariados con las remuneraciones más bajas, unos 650 millones, cobran una cantidad inferior a 1% mundial de ingresos laborales, monto que ha sufrido escasas variaciones en los pasados 13 años.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Socialismo por qué... información disponible concluye que a nivel mundial está disminuyendo la proporción del ingreso nacional que va a los trabajadores, pasando de 53,7% en 2004 a 51,4% en 2017. “Los datos muestran que en términos relativos, el incremento de los salarios laborales más altos están asociados con pérdidas para todos los demás, ambos, los trabajadores de la clase media y los que perciben los ingresos más bajos, están viendo disminuir parte de sus ingresos", indicó Steven Kapsos, Jefe de la Unidad de producción y análisis de datos de la OIT... Al analizar la distribución del salario medio entre los países, constata que la parte recibida por la clase media (el 60% de los trabajadores de nivel medio) descendió entre 2004 y 2017, pasando de 44,8%  a 43%. Al mismo tiempo, la proporción recibida por el 20% de las personas mejor remuneradas aumentó, de 51,3% a 53,5%. Los países donde las personas de rentas más altas vieron su parte del salario nacional aumentar incluyen Alemania, Indonesia, Italia, Pakistán, el Reino Unido y Estados Unidos... Los países más pobres tienden a registrar niveles de desigualdad de los salarios mucho más altos, lo cual exacerba las dificultades de las poblaciones más vulnerables... Roger Gomis, economista del Departamento de Estadística de la OIT, señaló: “La mayoría de los trabajadores del mundo subsiste con un salario notablemente bajo y para muchos tener un empleo no significa ganar lo suficiente para vivir. A nivel mundial, el salario promedio de los trabajadores en la mitad inferior de la distribución de los ingresos... el 10% más pobre tendría que trabajar tres siglos para ganar lo mismo que gana el 10% más rico en un año”.

https://www.dinero.com/amp/cuales-son-las-estadisticas-de-desigualdad-salarial-en-el-mundo/274003

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Salarios más altos significan tasas de criminalidad más bajas: por otro lado estudios demuestran que "... una caída del 20 por ciento en los salarios lleva a un aumento del 12 al 18 por ciento en la participación juvenil en el crimen".
Antecedente: El auge económico de la década de 1950 estuvo acompañado por algunas de las tasas de criminalidad más bajas del siglo XX.
La conexión entre la desigualdad de ingresos y la tasa de criminalidad es un tema que ha desconcertado a muchos científicos sociales, economistas y aquellos en los sistemas legales y de justicia.
Los expertos citan factores como las diferencias en la valoración monetaria a lo largo del tiempo (con referencias a la inflación, el poder adquisitivo, el índice de precios al consumidor) y la expansión más rápida en la brecha de distribución de la riqueza.
¿Qué tan grande es la desigualdad de ingresos o la privación financiera como determinante de la tasa de criminalidad?
En estudios donde los datos económicos están aislados y se usan únicamente, la conexión parece ser abrumadora.
En un estudio de 2002 realizado por los economistas del Banco Mundial Pablo Fajnzylber, Daniel Lederman y Norman Loayza, se descubrió que las tasas de criminalidad y la desigualdad están positivamente correlacionadas dentro de los países y también entre países. La correlación es una causalidad: la desigualdad induce tasas de criminalidad.
Según la teoría sobre delincuencia del economista estadounidense Gary Becker, se afirma que un aumento en la desigualdad de ingresos tiene un efecto grande y robusto de aumentar las tasas de criminalidad. No solo eso, sino que el crecimiento económico de un país (tasa del PIB) tiene un impacto significativo en la disminución de la incidencia de delitos. Dado que la reducción en la brecha de desigualdad de ingresos y una economía más rica tiene un efecto de alivio en el nivel de pobreza, implica que el alivio de la pobreza tiene un efecto de reducción del crimen.
Estados Unidos, que ocupa el tercer lugar entre las naciones con mayor desigualdad de ingresos y el peor en términos de crecimiento de la brecha de ingresos, también tiene el mayor porcentaje de su población en prisión entre las naciones democráticas industrializadas.

(sigue...)

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

(desde anterior)
Estados Unidos, que ocupa el tercer lugar entre las naciones con mayor desigualdad de ingresos y el peor en términos de crecimiento de la brecha de ingresos, también tiene el mayor porcentaje de su población en prisión entre las naciones democráticas industrializadas.
Según un estudio reciente sobre Salarios del mercado y delitos juveniles (Documento de trabajo NBER No. 5983) del investigador Jeffrey Grogger, investigador de la facultad del NBER, existe una fuerte relación entre los niveles salariales y el comportamiento delictivo, lo que explica por qué, en los últimos 20 años, el delito las tasas para los hombres jóvenes aumentaron mientras que sus salarios disminuyeron.
En la muestra que usa para este artículo, "casi todos trabajaron, cometieran o no un delito". Aún así, concluye que "los hombres jóvenes responden bastante bien a los incentivos de precios": cuanto más dinero puedan ganar por medios legítimos, menos probable es que cometan delitos. Específicamente, Grogger estima que "un aumento del diez por ciento en los salarios reduciría la participación juvenil en el crimen de aproximadamente un 6 a un 9 por ciento". Por el contrario, calcula que una caída del 20 por ciento en los salarios lleva a un aumento del 12 al 18 por ciento en la participación juvenil en el crimen.
Grogger continúa comparando esta predicción con el comportamiento real de los salarios y las tasas de criminalidad en los últimos 20 años. En cuanto a los salarios, cita informes de la Oficina de Estadísticas Laborales que muestran que "desde mediados de la década de 1970, los salarios reales pagados a los hombres de 16-24 años que trabajan a tiempo completo han caído un 20,3 por ciento". Sin embargo, sí cita datos de la Oficina Federal de Investigaciones que muestran que "entre principios de los años setenta y finales de los ochenta, las tasas de arrestos de hombres de 16 a 24 años aumentaron de 44,6 a 52,6 por 1000 habitantes, un aumento de 18 por ciento." Así, el comportamiento real de la economía concuerda estrechamente con las predicciones de Grogger.
En el informe de 2010 sobre estadísticas internacionales de delincuencia y justicia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), los conjuntos de datos muestran que la tasa mundial de homicidios intencionales de 2012, o la muerte ilegal infligida intencionalmente a una persona por otra persona, fue de 6.9 , o 7 de cada 100,000 habitantes. En el delito de asesinato, la desigualdad de ingresos y el nivel de delincuencia pueden notarse como tendencias recíprocas. Una vez más, los países en el rango de desigualdad de altos ingresos tienen las tasas más altas por cada 100,000 habitantes, mientras que los países con baja disparidad de ingresos en Europa (Islandia 0.3, Noruega 0.6) tienen los más bajos.

(sigue...)

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

(desde anterior)
Violencia sexual. Las compilaciones de informes de las Naciones Unidas de 65 países mostraron que la policía registra anualmente más de 250,000 casos de violación o intento de violación. Sudáfrica lidera el mundo con la peor desigualdad de ingresos y la mayor incidencia de violación en 500,000 anualmente. Estados Unidos tiene una tasa más alta de casos de violación en comparación con otros países desarrollados.
Las personas nacidas en la década de 1940 tenían un 92 por ciento de posibilidades de ganar más de lo que sus padres tenían a los 30 años. Para las personas nacidas en la década de 1980, por el contrario, las posibilidades eran solo 50-50. Hay dos razones principales por las cuales los 30 y tantos de hoy tienen más dificultades que sus padres. Primero, la expansión del producto interno bruto se ha desacelerado desde la década de 1950, lo que significa que el pastel económico está creciendo a un ritmo más lento que antes, por lo que hay menos para todos. En segundo lugar, la distribución de ese crecimiento es más desigual y se están generando más beneficios para los que están en la cima. Los que están en la parte inferior, por otro lado, no pueden lograr una participación tan grande como alguna vez lo hicieron. Sus salarios no están creciendo, por lo que están estancados al mismo nivel que sus padres o por debajo de ellos. Thomas Piketty, Gabriel Zucman y Emmanuel Saez mostraron que los ingresos en la parte superior están en auge a medida que los de abajo se estancan. En la década de 1980, el 1 por ciento superior de los adultos ganaba 27 veces más que el 50 por ciento inferior. Ahora ganan 81 veces más. Pero, ¿importa que los ricos estén ganando más dinero que antes? La idea de que una sociedad desigual permite a los ricos dictar políticas que se ayuden a sí mismos tiene implicaciones muy preocupantes.
(sigue...)

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

(desde anterior)
Los hechos generales de la desigualdad de ingresos en las últimas seis décadas se resumen fácilmente: los años desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de 1970 fueron de un crecimiento económico sustancial y una prosperidad ampliamente compartida. Los ingresos crecieron rápidamente y aproximadamente a la misma tasa de arriba a abajo en la escala de ingresos, duplicándose aproximadamente en términos ajustados a la inflación entre fines de la década de 1940 y principios de la de 1970. La brecha de ingresos entre los altos en la escala de ingresos y aquellos en los peldaños medio e inferior, aunque sustancial, no cambió mucho durante este período.
A partir de la década de 1970, el crecimiento económico se desaceleró y la brecha de ingresos se amplió. El crecimiento de los ingresos de los hogares en las partes media y baja de la distribución se desaceleró bruscamente.
La desigualdad de ingresos es mayor en los Estados Unidos que en cualquier otra democracia en el mundo desarrollado, y la desigualdad de ingresos es la mayor (en todos los Estados Unidos y sus territorios) en Puerto Rico. La concentración del ingreso en la parte superior de la distribución del ingreso se convirtió en un medio que aumentó la influencia política de la élite económica y perpetuó aún más la desigualdad.
Este es el marco para el aumento de la delincuencia y el trabajo policial no puede resolver este dilema.
Retos reales para verdaderas realidades: mejores salarios, seguridad laboral y disponibilidad, mejor acceso a programas de autodesarrollo y servicios de apoyo familiar ayudan a erradicar la desesperación que lleva a la mayoría de las personas privadas de ingresos a cometer delitos, y los mueve a aspirar a una mejor manera de vida. En lo que respecta a la desigualdad de ingresos, los esfuerzos para reducir la brecha de ingresos proporcionarán soluciones a largo plazo para el problema del delito, tanto dentro de los barrios pobres como a los delitos dirigidos a los residentes más ricos. Abordar el problema de la desigualdad de ingresos complementará los esfuerzos de la ley y el sistema de justicia para lograr la reducción de la tasa de criminalidad, lo que dará como resultado comunidades más seguras, más pacíficas y más ordenadas.

PachiOrtizfeliciano

https://www.nber.org/digest/nov97/w5983.html

https://financesonline.com/how-income-inequality-affects-cr…

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

“Está demostrado: con menos desigualdad se tiene menos crimen”- Una distribución del ingreso más equitativa ha contribuido a mitigar la violencia. Un grupo de investigadores del Banco Mundial se propuso contestar esta pregunta armados con baterías de datos y herramientas estadísticas. En un análisis de más de 2.000 municipalidades en México, los expertos encontraron que esa premisa es correcta, y que localidades con menos desigualdad tienen, en efecto, menos tasas de crimen.
Hernan Winkler, economista y uno de los autores de la investigación, analiza en esta entrevista qué relación existe entre desigualdad y violencia: Lo que nuestras investigaciones para México indican es que una distribución del ingreso más equitativa ha contribuido a mitigar la violencia a nivel municipal. Es decir, la desigualdad social a nivel local puede explicar por qué algunas municipalidades sufren más los efectos del narcotráfico que otras. Algunas teorías sugieren que la desigualdad genera una sensación de injusticia entre las personas en desventaja que les lleva a buscar una compensación por otros medios, incluyendo actividades criminales. Por otro lado, la actividad criminal también se puede explicar por un análisis costo-beneficio; cuanto más escasas sean las oportunidades económicas para los más pobres y mayor sea la brecha de ingreso entre pobres y ricos, los beneficios económicos de crímenes como robos - que muchas veces terminan en homicidios - tienden a ser mayores. Un detalle interesante es que la desigualdad provoca un aumento del crimen incluso cuando comparamos municipalidades que han tenido la misma evolución de la tasa de pobreza. Es decir, un aumento en la desigualdad debido a que los ricos se vuelven más ricos (y no a un aumento en el porcentaje de pobres) es lo que ha contribuido a incrementar la tasa de homicidios. Para explicar el creciente número de homicidios en la región no podemos ceñirnos solamente a una causa. La desigualdad es importante pero no es el único factor. La evolución del crimen en la región dependerá no solo de las condiciones socioeconómicas, sino también de otros factores como la efectividad de las estrategias para combatir al narcotráfico y evitar el reclutamiento de jóvenes en actividades ilegales mediante el incremento en empleos con salarios que los desincentive de la delincuencia, por ejemplo. En este sentido, es necesario mantener a los jóvenes en el mercado laboral.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Gary Becker (1968), premio Nobel de Economía, postulaba que la decisión de cometer un crimen sigue un comportamiento racional: si los beneficios son bastante más altos que los costos, las personas cometen crímenes. Así que hace 50 años, Gary Becker, el economista ganador del premio Nobel, presentó el argumento de que el crimen es económico y los criminales son racionales. El documento seminal de Becker, "Crimen y castigo: un enfoque económico" postula que los posibles delincuentes hacen una evaluación de costo-beneficio de las recompensas probables de violar la ley contra la probabilidad de ser atrapado y castigado. Los lugares que tienen brechas más grandes entre los pobres y los ricos, en igualdad de condiciones, tienen mayor delincuencia.
Una encuesta realizada por Gallup parece ayudar a verificar la teoría de Becker. Preguntó a 148,000 personas en 142 países sobre sus percepciones del crimen y cuán seguros se sienten a través de cuatro medidas: si confían en la policía local; si se sienten seguros caminando a casa solos; si les han robado bienes o dinero; y si han sido asaltados durante el año pasado. Probaron la correlación entre estas preguntas y la cantidad de desigualdad de ingresos (medida por el coeficiente de Gini) en un país determinado mostrando una relación fuerte.
Un estudio clásico sobre este tema fue realizado por Francois Bourguignon (1999) en el que llega a la conclusión que la desigualdad y la pobreza son los principales determinantes del crimen. Halló que las personas de bajos ingresos tenían mayores incentivos para delinquir, sobre todo si también existía una fuerte desigualdad en la sociedad.
Steven Raphael y Rudolf Winter-Ebmer (2001) comprobaron una fuerte correlación entre la tasa de desempleo y el incremento del crimen en los Estados Unidos. Los años en que aumenta el desempleo, aumenta el crimen, concluyendo que las políticas económicas que promovían el empleo mejor remunerado eran las más efectivas para combatir la delincuencia.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

El mayor cómplice de la criminalidad en Puerto Rico es la Junta de Control fiscal que nos impulsa a la pobreza extrema, veamos: (titulares) Más de 380,000 menores viven en pobreza en Puerto Rico; 67% de los hogares puertorriqueños viven bajo el nivel de pobreza; en el grupo de jóvenes adultos entre los 18 y 24 años, el 55 % de las mujeres y el 50 % de los hombres están bajo niveles de pobreza; 6 de cada 10 niños viven bajo el nivel de pobreza; la pobreza infantil alcanza 77% si los menores viven solos con su madre; más del 30% de la población pasa hambre en Puerto Rico; la mediana de ingreso en Puerto Rico fue más baja que la mediana de los Estados Unidos (Censo); Puerto Rico ostenta el doble del índice de pobreza de cualquier estado de los Estados Unidos; más de un tercio de los residentes de Puerto Rico en algún momento han tenido que escoger entre pagar su renta o comprar comida para su familia; la pobreza infantil en Puerto Rico se ha mantenido entre el 56% y el 58% los pasados años; brecha entre ricos y pobres creció el año pasado a su nivel más alto en más de 50 años de registros sobre desigualdad (Censo); malnutrición afecta el 60% de los pacientes sobre 60 años o más; más de 314.722 (mayores de 60) viven en niveles de pobreza y salud indigentes; 84,2% de personas empleadas acepta que el costo de vida es demasiado alto en relación con su ingreso; y, se ha registrado una merma en calidad de vida, particularmente el nivel medio bajo y bajo, creció de 65% a un 73%. Todas esas afirmaciones son datos publicados y certificados.

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

En Puerto Rico el 44.5% de la población y el 40.9% en las familias viven en situación de pobreza, según los datos más recientes de la Encuesta sobre la Comunidad de Puerto Rico del Censo de los Estados Unidos. Además, un nivel de pobreza de más de 50 por ciento o más en la población es la realidad de 36 de los 78 municipios. De esos 36 municipios, en seis de ellos el nivel de pobreza alcanzó entre 60% a 64%, siendo estos Maricao, Guánica, Adjuntas, Lajas, Jayuya y Comerío. Es decir, 6 de cada 10 personas en los municipios antes mencionados están en pobreza.


https://www.elvocero.com/actualidad/el-por-ciento-de-las-familias-viven-bajo-pobreza-en/article_30f9512a-226a-11ea-b15a-87ec7528c550.html

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

Durante el periodo 2014-2018, 36 de los 78 municipios de Puerto Rico contaban con un 50 por ciento o más de su población en situación de pobreza. Así se desprende de los datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos publicados este jueves de la Encuesta sobre la Comunidad de Puerto Rico conocida como Puerto Rico Community Survey

https://m.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/bajopobreza36municipiosdepuertorico-1382503/

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

En San Juan se produce casi el 30% de todo lo que se elabora en Puerto Rico. Sin embargo, la capital de la isla tiene una tasa de pobreza que asciende al 42%.

https://www.elnuevodia.com/negocios/economia/amp/ensanjuanhayaltaproduccionperotambienabundalapobreza-2535754/

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

T.P.: Las sociedades humanas a lo largo de la historia han buscado formas de hacer que la desigualdad sea aceptable, que todos reconozcan y estén de acuerdo con que un pequeño grupo se apropie de más recursos que el resto. Desde que aparecieron las sociedades democráticas en el siglo XIX y en el XX, las discusiones sobre las desigualdades y la equidad, lejos de desaparecer, se han mantenido. Yo argumento que la desigualdad es ante todo ideológica. Y, acá, la pregunta clave es cómo ocurre esto. Responderla nos da luces sobre cómo superar la fase actual de desigualdad y tenemos que recurrir a ideas del pasado para hacerlo. De ahí, la idea de hacer una historia de las desigualdades.
En la actualidad nos dicen que la desigualdad es positiva, que si los ricos son más ricos el resto de la sociedad se beneficia y progresa. Esa idea es una falacia.