Se espera que más de 100,000 de personas tomen las calles para protestar el 1ero de mayo. La manifestación se llevará a cabo en ciudades de toda la isla, también se celebrarán protestas en los Estados Unidos.
Los dos eventos principales se celebrarán en diferentes puntos de San Juan. Lo que podría percibirse como un error táctico, sugiero que resulta ser un punto estratégico porque ambos eventos tienen el potencial de ser grandes concentraciones dirigidas en gran parte a los mismos objetivos.
¿Y qué?
Un análisis de economistas de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Estocolmo concluye que las protestas de hecho tienen una gran influencia en la política, pero no de la manera en que se podría pensar. Su investigación muestra que la protesta no funciona porque las grandes multitudes envíen una señal a los responsables de las políticas, sino porque las protestas activan políticamente a vastas cantidades de personas. Como resultado, el tamaño de la protesta realmente importa. Los investigadores argumentan que el resultado de las protestas no son los efectos inmediatos, pero la forma en que motivan a los asistentes, e incluso a los que no son participantes pero creen que las demandas son justas, urgentes y necesarias.
Durante siglos, tanto de derecha como de izquierda, ha sido un artículo de fe que, en momentos de agudo descontento social, Usted y yo, y todos y todas los que conocemos salimos a la calle, exigiendo cambios. Las estructuras y patrones de comunicación que se desarrollan cuando diferentes grupos, sectores y comunidades trabajan juntos y, como en el 1ero de mayo, trabajan hacia el mismo objetivo a través de diversos lugares y diferentes formas y maneras, es que ponen el aceite en la máquina de la democracia básica y fundamental: gente en las calles que expresan y exigen cambios.
Y el ritmo continúa.
Los organizadores locales invierten su tiempo meticulosamente, planean, estructuran y proyectan lentamente lo que equivale a una gran obra de teatro público, y luego construyen sobre la marcha nuevas estructuras a medida que crecen sus planes. La protesta es expresiva en el sentido más confabulado, una obra maestra de control y logística. Es estratégico, es como si los músculos del pueblo hacen ejercicio, y cobran mayor fuerza y flexibilidad. Y eso hace toda la diferencia.
Después de este 1ero de mayo nada cambiará inmediatamente, pero nadie en sus justos cabales espera cambios repentinos, pero al mismo tiempo nada será igual.
Más vibrante que las elecciones, las voces de la gente resonarán alto y claro, haciendo que cada palabra sea audible para todos y todas, solo un político estúpido se atreverá a ignorar que incluso sus seguidores piden cambios.
Es el anuncio de un cambio en el estado de ánimo nacional, el punto de inflexión de la línea argumental y el poder de un movimiento de pueblo. Como se canta: el pueblo ha dicho basta y echado a andar...
Se convertirá, en otras palabras, en la más rara de las representaciones públicas: el evento que hace que la historia cambie. La democracia directa es una empresa desgarrada y apasionada: los subrepresentados, los oprimidos, los marginados y los insatisfechos se unen y, fortalecidos por los números, unidos, fuerzan el cambio.
Lejos de decir la verdad a los poderes establecidos, las protestas masivas parecen decir la verdad a través del poder, ahora las personas sin voz son un medio en las calles, más poderoso que las comunicaciones corporativas, más fuerte que las relaciones públicas y más político que los partidos políticos.
El cambio no llega a través de los canales oficiales y gubernamentales, esto significa que el movimiento de pueblo está arraigado a través del ojo institucional de una nueva cultura. El sueño de la expresión de la política colectiva muestra cómo la protesta arraigada se ha convertido en una identidad política, la fuerza del nosotros y nosotras que somos todos y todas: esto es lo que quiere la gente, y todos saben que lo que la gente quiere, la gente logrará tarde o temprano.
Empoderamiento, derechos humanos, descontento, justicia, cesar los abusos, denunciar los atropellos y la corrupción, ya sabes de qué se trata, de cierres injustificados y arbitrarios de escuelas públicas, de rebajar pensiones a casi una cuarta parte de la población, de agresiones a los que trabajan incluyendo a los oficiales policiales que han de vivir un episodio clave de sus vidas: se unen al pueblo aunque sea de manera velada o escogen quedarse solos con sus lamentos y quejidos.
¿Por qué importa?
Porque estamos aquí y somos la inmensa mayoría, cada vez más.
El gobierno es un negocio desordenado, quisquilloso, lento y frustrante, y la gente se cansa y se harta de sus excusas.
Las protestas masivas, a lo largo de la historia han llegado en un momento en que la población ha sido afectada por las políticas gubernamentales. La respuesta de los medios, los políticos y otras partes del establecimiento serán interesante de seguir; ¿se ahogarán en el mar de descontento, o reaccionarán y escucharán a la gente...???
La investigación social e histórica sugiere que los movimientos de protesta tienen un impacto significativo en las elecciones.
¿Están los políticos en funciones listos para firmar sus renuncias y enterrar sus carreras?
El movimiento moderno de derechos civiles surgió de una larga historia de protesta social que dejó un legado duradero, cambiando para siempre la faz de la democracia moderna. Puerto Rico a través de protestas masivas pudo hacer que la Marina más poderosa del mundo abandone Vieques.
Nadie puede dudar de la fuerza de la gente. Nos vemos en la calle...
Los dos eventos principales se celebrarán en diferentes puntos de San Juan. Lo que podría percibirse como un error táctico, sugiero que resulta ser un punto estratégico porque ambos eventos tienen el potencial de ser grandes concentraciones dirigidas en gran parte a los mismos objetivos.
¿Y qué?
Un análisis de economistas de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Estocolmo concluye que las protestas de hecho tienen una gran influencia en la política, pero no de la manera en que se podría pensar. Su investigación muestra que la protesta no funciona porque las grandes multitudes envíen una señal a los responsables de las políticas, sino porque las protestas activan políticamente a vastas cantidades de personas. Como resultado, el tamaño de la protesta realmente importa. Los investigadores argumentan que el resultado de las protestas no son los efectos inmediatos, pero la forma en que motivan a los asistentes, e incluso a los que no son participantes pero creen que las demandas son justas, urgentes y necesarias.
Durante siglos, tanto de derecha como de izquierda, ha sido un artículo de fe que, en momentos de agudo descontento social, Usted y yo, y todos y todas los que conocemos salimos a la calle, exigiendo cambios. Las estructuras y patrones de comunicación que se desarrollan cuando diferentes grupos, sectores y comunidades trabajan juntos y, como en el 1ero de mayo, trabajan hacia el mismo objetivo a través de diversos lugares y diferentes formas y maneras, es que ponen el aceite en la máquina de la democracia básica y fundamental: gente en las calles que expresan y exigen cambios.
Y el ritmo continúa.
Los organizadores locales invierten su tiempo meticulosamente, planean, estructuran y proyectan lentamente lo que equivale a una gran obra de teatro público, y luego construyen sobre la marcha nuevas estructuras a medida que crecen sus planes. La protesta es expresiva en el sentido más confabulado, una obra maestra de control y logística. Es estratégico, es como si los músculos del pueblo hacen ejercicio, y cobran mayor fuerza y flexibilidad. Y eso hace toda la diferencia.
Después de este 1ero de mayo nada cambiará inmediatamente, pero nadie en sus justos cabales espera cambios repentinos, pero al mismo tiempo nada será igual.
Más vibrante que las elecciones, las voces de la gente resonarán alto y claro, haciendo que cada palabra sea audible para todos y todas, solo un político estúpido se atreverá a ignorar que incluso sus seguidores piden cambios.
Es el anuncio de un cambio en el estado de ánimo nacional, el punto de inflexión de la línea argumental y el poder de un movimiento de pueblo. Como se canta: el pueblo ha dicho basta y echado a andar...
Se convertirá, en otras palabras, en la más rara de las representaciones públicas: el evento que hace que la historia cambie. La democracia directa es una empresa desgarrada y apasionada: los subrepresentados, los oprimidos, los marginados y los insatisfechos se unen y, fortalecidos por los números, unidos, fuerzan el cambio.
Lejos de decir la verdad a los poderes establecidos, las protestas masivas parecen decir la verdad a través del poder, ahora las personas sin voz son un medio en las calles, más poderoso que las comunicaciones corporativas, más fuerte que las relaciones públicas y más político que los partidos políticos.
El cambio no llega a través de los canales oficiales y gubernamentales, esto significa que el movimiento de pueblo está arraigado a través del ojo institucional de una nueva cultura. El sueño de la expresión de la política colectiva muestra cómo la protesta arraigada se ha convertido en una identidad política, la fuerza del nosotros y nosotras que somos todos y todas: esto es lo que quiere la gente, y todos saben que lo que la gente quiere, la gente logrará tarde o temprano.
Empoderamiento, derechos humanos, descontento, justicia, cesar los abusos, denunciar los atropellos y la corrupción, ya sabes de qué se trata, de cierres injustificados y arbitrarios de escuelas públicas, de rebajar pensiones a casi una cuarta parte de la población, de agresiones a los que trabajan incluyendo a los oficiales policiales que han de vivir un episodio clave de sus vidas: se unen al pueblo aunque sea de manera velada o escogen quedarse solos con sus lamentos y quejidos.
¿Por qué importa?
Porque estamos aquí y somos la inmensa mayoría, cada vez más.
El gobierno es un negocio desordenado, quisquilloso, lento y frustrante, y la gente se cansa y se harta de sus excusas.
Las protestas masivas, a lo largo de la historia han llegado en un momento en que la población ha sido afectada por las políticas gubernamentales. La respuesta de los medios, los políticos y otras partes del establecimiento serán interesante de seguir; ¿se ahogarán en el mar de descontento, o reaccionarán y escucharán a la gente...???
La investigación social e histórica sugiere que los movimientos de protesta tienen un impacto significativo en las elecciones.
¿Están los políticos en funciones listos para firmar sus renuncias y enterrar sus carreras?
El movimiento moderno de derechos civiles surgió de una larga historia de protesta social que dejó un legado duradero, cambiando para siempre la faz de la democracia moderna. Puerto Rico a través de protestas masivas pudo hacer que la Marina más poderosa del mundo abandone Vieques.
Nadie puede dudar de la fuerza de la gente. Nos vemos en la calle...
- pachi/ROF