En realidad la elección fue entre optar por el titular de un PNP republicano controlado en gran medida por extremistas conservadores y neoliberales, elenco ultra-conservador defensores del fundamentalismo de mercado y aliados de extremistas fanáticos religiosos al servicio de corporaciones y multimillonarios - todos los cuales tenían la intención de destruir cualquier vestigio del Estado del bienestar mientras anulaban los derechos LGBT, atacaban los Derechos de la mujer y oprimen a los empleados públicos y la educación pública. Por otro lado, un conservador centrista con el potencial de derrocarlo.
En estas circunstancias, la política se disuelve en patología: aquellos que son capaces de dominar con su formulación de políticas neoliberales y privatizadoras en gran parte debido a su control desproporcionado de la riqueza y los beneficios que obtienen de la reproducción sistémica de un orden social inicuo se convierten en el objetivo inmediato a corto plazo, el cáncer que hubo que extirpar. Es cosa hasta de sobreviviencia, surge del sentido común.
En otras palabras, la política electoral estuvo amañada y cualquier noción de creer ciegamente o de manera idealista en ese ritual agrega a la naturaleza disfuncional de la sociedad. Pero aunque tal vez totalmente innecesario recordarlo, estuvimos muy cerca de mayores penas.
Asuntos de justicia social, la verdad, la responsabilidad y la libertad habían sido secuestrados por un modo salvaje del capitalismo que es tan implacable como criminal.
El pueblo necesitaba y necesita una nueva conversación sobre la democracia, la igualdad y la redistribución de la riqueza y el poder, en eso estamos todos de acuerdo, el problema era que no era momento de conversaciones sino de actuar. Y ahora necesitamos explorar cómo tal discurso puede ofrecer las condiciones para visiones críticas, modos de gestión y formulación de políticas.
Marginar o desterrar a los maestros, gays, mujeres solteras o cualquier otro ser humano como lo hizo dicho gobierno es simplemente inaceptable, ahora reivindiquemos esos grupos.
¿Qué fue lo llamativo de esta elección sino el rechazo de los ataques, abiertos y sutiles, contra las minorías, contra los trabajadores, los pobres, los gays y lesbianas y las mujeres... ???
La historia recordará la campaña electoral de 2012 como el estupendo embeleco publicitario que ocultó una batalla tenaz: esfuerzos más caros, menos informativos, después de esto, llega la publicidad comercial de Navidad los próximos dos meses. Es casi como un castigo, realmente. Recurramos a las verdaderas tradiciones de pueblo en las que nuestra creatividad en lugar de padecer, crece y se reafirma.
Todo el mundo sabe que hay una controversia pendiente entre el poder corporativo y el poder ciudadano; y en el mundo cotidiano de la política, un partido no puede moldear el debate ni suspender lo inevitable.
Las corporaciones poseen los medios de comunicación, pueden abandonar una industria, pueden pisotear la agricultura y hurtar nuestras tierras para sus fines privados y exclusivos, o negarse a invertir si el "clima de negocios" no es correcto. La economía de un pueblo no puede darse el lujo de estar en manos de tan pocos y menos de esos tan déspotas y ruines.
La combinación del éxito político, poder económico y la experiencia de darse gusto multiplicando sus riquezas hasta de maneras ilícitas hizo que los propietarios corporativos y ejecutivos de la clase dominante se les subieran los humos a la cabeza, pero en el sentido de que se creyeron capaces de legitimar un feroz canibalismo económico sobre otros grupos y clases.
Estábamos desesperados, ansiosos por un movimiento político que verdaderamente desafiara la estructura de poder existente.
Para escapar de esa trampa contraproducente, debimos construir una base amplia sin iluminar que era ciertamente la muestra sin escalas del estatus quo.
Postular el desarrollo de fuertes movimientos sociales es similar a elegir entre brazos y piernas.
Dependió de la construcción del masivo músculo social para ejercer presión sobre qué funcionarios del Gobierno serán los que son, y qué son y serán dependerá de lo que hagamos con esa fuerza que hemos desarrollado, la flacidez no es opción.
Incluso elegir a los candidatos menos malos no logra mucho a menos que la base esté organizada y funcione lo suficiente para exigirles que rindan cuentas y hagan lo que tienen que hacer.
Los políticos les gusta imaginar movimientos sociales como los afluentes que desembocan en sus campañas electorales. Pero una ecología sana de la política significaría que el flujo pasa a la otra dirección de enfrentarnos nuevamente de las maneras que sean necesarias cuando sea necesario.
Las campañas electorales deben ser subconjuntos tácticos de los movimientos sociales, no al revés.
Iniciativas, las necesarias, vendrán desde las bases. Hoy hay muchos bailando en las calles. Tuvimos miedo y carecíamos de los medios para proponer otros remedios inmediatos. Me declaro culpable. Estaba temeroso de que los ultra-conservadores ansiosos de tener bajo su yugo el país cautivo del capitalista buitre rapaz de liquidación de activos tuviesen mayores éxitos que sin dudas significarían fracasos insoportables y sufrimientos insostenibles de la gente.
Al mismo tiempo, no tengo ilusiones acerca de los próximos cuatro años. Aquellos que se negaron a votar pueden haberse equivocados si argumentaron que "no hay ninguna diferencia" entre los dos principales partidos, pero están seguramente correctos que los movimientos sociales son más fuertes cuando pueden luchar frente a ambos, podemos ser más audaces, más imaginativos, menos reactivos.
Además, exigir alternativas es lo que ha de inclusive aportar resultados verdaderamente positivos a los nuevos incumbentes. Extrañamente la contradicción es que para que tengan éxito en gran parte depende de tener una oposición fuerte, alerta, participativa y dispuesta a tirarse a la calle. Como dicen los mantiene honestos. El reto es cambiar para lograr verdaderos cambios. Es donde debemos acordar los que han votado y los que se abstuvieron.
Optando por el mal menor es solamente una pausa temporera. El resto de nuestros días tenemos una causa común con aquellos que iguales se niegan a conformarse.
La realidad es que Puerto Rico es un mosaico, pero en esta elección dimos un golpe de realidad a la ultra-derecha: son la derecha pero eso NO les otorga el derecho del abuso despiadado.