viernes, 15 de junio de 2018

De pendejaces, pendejitudes, y la realidad en la que bailan.


Así que permítanme decir esto de una manera simple, ser pobre no es ser pendejo, ser un explotado y oprimido trabajador asalariado no es ser pendejo, inclusive ser una persona enajenada no es equivalente a ser pendejo. Personalmente, me resulta muy difícil aceptar que alguien use tal, déjenme llamarlo descripción subjetiva, para clasificar un problema profundo de conciencia de clase, la autocomprensión de los miembros de una clase social.
Este concepto sociológico moderno tiene sus orígenes y está estrechamente relacionado con la teoría marxista. Según Marx, los trabajadores primero se vuelven conscientes de compartir agravios comunes contra los capitalistas (formando así una clase "en sí misma") y, finalmente, desarrollan una conciencia de sí mismos como formadores de una clase social. Marx no se acercó a la conciencia de clase como una cuestión de pura idealidad. Rechazando cualquier separación entre teoría y práctica, usó el término "prácticas humanas conscientes" para enfatizar la conjunción de subjetividad y objetividad en la historia.
Como el marxismo considera que las clases sociales tienen identidades e intereses objetivos, su concepción de la conciencia de clase incluye la posibilidad de su antítesis: la falsa conciencia. Ampliamente definida, la falsa conciencia se refiere a una comprensión distorsionada de la identidad y el interés de clase. Desde la perspectiva del marxismo, se trata principalmente de la tensión entre la misión histórica de la clase trabajadora y su comprensión de la misma. El problema de la falsa conciencia ha alentado la existencia de una concepción elitista del petit-bourgois que percibe su papel y su comprensión de la historia como distintos y en muchos casos "superiores" a los verdaderos trabajadores.
Para Marx, el capitalismo está en un perpetuo estado de crisis. Lukács sugirió que la burguesía no puede aceptar esa crisis, para hacerlo requeriría aceptar el final de la estructura de clase y renunciar a su privilegio de clase. En ese sentido, la ideología económica y política de la burguesía, incluso cuando se propone como una estrategia reformista, es una forma de falsa conciencia, y también, de este modo, el sector del petit bourgois elitista es una manifestación de la misma búsqueda de ideología burguesa, tal vez sin darse cuenta, para defender su rol social.
Lenin, argumentó que la clase obrera no poseía tendencias instintivas socialistas y por lo tanto necesitaba una vanguardia revolucionaria.
Michael Mann examinó diferentes dimensiones de la conciencia de clase: pertenencia e identidad de clase, antagonismo de clase y totalidad de clase (las clases sociales abarcan la totalidad de la sociedad), la experiencia de explotación económica puede llevar a los trabajadores a reconocer que tienen un interés mutuo en el bien del otro - ser colectivo - y de allí desarrollarán conciencia de clase y solidaridad de clase.
Karl Mannheim asoció las clases sociales con distintas comprensiones de la realidad y creyó que la clase social enmarca la comprensión de la realidad, ya sea de la clase trabajadora o de la élite. Mannheim identificó así la conciencia de clase con la alienación ideológica. Por lo tanto, la solución radica en adquirir comprensión al abordar la realidad desde una multiplicidad de perspectivas ubicadas en sus diferentes contextos de clase.
Como dije en esta posible interpretación marxista (no pretendo que no sea marxista pero admito no poder asegurar que sea la única manera marxista de proponer esta tesis), y para volver al punto de referencia inicial, es una pregunta válida sugerir reacciones subjetivas a las condiciones objetivas siempre que mantengamos enfocada la realidad de las fuerzas sociales que interactúan, no en nuestros sueños idealistas, sean tan amables como sean, pero como son en verdad.
De que en momentos es retante aceptar que tenemos tanto que andar, y aceptar que el proceso de ninguna manera garantiza que llegues al final de la ruta, es cierto, que todos y todas necesitamos en ocasiones un compás de pausa para silencio o respirar, cierto también, pero de eso es que se trata, de componer una gran pieza para una orquesta y coro, y luego ejecutar sus diferentes movimientos sin perder la esperanza.
Gracias.   pachi/ ROF


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