sábado, 25 de febrero de 2017

Replanteamiento de la controversia en torno la importancia del sistema universitario UPR con addendum (rev. i / 20.03.17)


Me parece necesario y urgente que se empiece a superar las viejas diatribas, disipar los mitos y elevar el debate. Puerto Rico lo exige, todos y todas lo exigimos. Es un hecho que las cifras que han manejado tanto la Junta de control fiscal como el gobierno carecen de un análisis cabal y concienzudo, son cifras sospechosas de ser nulas. 

Primera parte.
La cifra "mágica" de $300 millones, no es una conclusión racional. Usando el argot del Colegio de Mayaguez, es un "marroneo" que implica que el resultado no es producto de una metodología precisa sino más un antojo inexplicable.
Entonces frente a ese ejercicio de muy poca seriedad intelectual y nula honestidad, se acompaña la cifra con alegaciones sin datos ni criterios.
No podemos sacrificar la UPR de ese modo, ¿por qué prestarnos a un sainete con una institución tan importante...???
Más allá de razones culturales, que abundan y son indudablemente valiosas, hay una razón principalísima y es que la UPR es clave para nuestro bienestar y vital para la economía de la isla.
Veamos: La correlación con el ingreso nacional. Los datos educativos y económicos sugieren que en la actual economía mundial, sin un número de profesionales con formación universitaria un país no puede avanzar. Ningún factor educativo se correlaciona con el ingreso nacional tan fuertemente como la matrícula universitaria. Esta correlación no es casualidad, por supuesto, el enlace entre, digamos para citar una métrica conocida, el PIB y la educación universitaria no es una coincidencia.
Muchos economistas en el pasado, han minimizado la importancia de la educación superior para el desarrollo, este punto de vista ha cambiado y la importancia de la educación terciaria se reconoce ampliamente.
Los países de mayores ingresos gastan el 30% del PIB per cápita por cada estudiante universitario, el mayor gasto reflexiona sobre la dura necesidad de proporcionar una buena educación universitaria.
Proporcionar una educación universitaria razonable requiere un umbral mínimo de gasto, Este umbral representa un porcentaje superior del PIB. Los países tienden a gastar lo equivalente sustancialmente a una inversión nacional principal. Ningún país de ingresos altos gasta menos de $5000 por estudiante (la única excepción a esta regla es Corea). La mayoría de los países de bajos ingresos (pobres o subdesarrollados) gastan de $1800-4000 por año por estudiante universitario.
Vemos una paradoja que no debemos pasar por alto; para que un país se desarrolle, debe invertir más en educación en general, y en educación superior, en especial. Es inescapable dicha paradoja y lo evidencian todas las economías avanzadas del mundo.
La sabiduría convencional es que una población mejor educada atrae las empresas que pagan más y generan mayores niveles de ganancias, y esto conduce a niveles típicamente más altos de producción económica de ese estado en particular.
Lógica 101 que el gobierno de Puerto Rico actual intenta desconocer.
Emplazamos al gobierno y a la Junta de control fiscal mediante la siguiente aseveración categórica: existe una correlación directa entre el nivel de estudios universitarios y la producción económica de un estado.
Un método para probar empíricamente esta afirmación es encontrar varias medidas oficiales de producción económica y riqueza de los estados y comparar con la educación que alcanzaron dichos estados para ver si podemos discernir la tesis que hemos propuesto: educación no sólo beneficia al trabajador, sino al país/ estado en su conjunto.
De lograr probar dicha tesis, se desprende que atentar contra esa variable de educación superior es directamente atentar contra la economía (que es lo que propone el gobierno y la Junta de control, por cierto).
Nos fijamos en los logros educativos de las diversas poblaciones del estado para determinar si esto se asocia con mayor PIB per cápita o ingreso personal superior. Una de las medidas que se pueden examinar es el porcentaje de residentes que tienen título universitario avanzado. Los tres estados de más alto rango de población educada mediante este indicador son Massachusetts, Maryland, y Connecticut, con el 16,4%, 15,4% y 15,2% respectivamente.
Este ejercicio se ha calculado utilizando datos de 2008 e incluye sólo los residentes mayores de 25 años. Notemos que Virginia y Nueva York están empatados en el cuarto lugar, con el 13,8% de la población con nivel superior de educación.
El Censo de 2008 en lo que respecta a ingreso personal per cápita, como era de esperar, revela los mismos seis primeros estados con sólo un ligero cambio.
Connecticut -- $ 56.272
Nueva Jersey -- $ 51.358
Massachusetts -- $ 51.254
New York -- $ 48.753
Otra medida de la producción económica de un estado es el PIB real per cápita, vemos como igual esta estadística también refleja una correlación con el nivel educativo de su población.
Delaware -- $ 62.587
Wyoming -- $ 61.049
Connecticut -- $ 59.132
New York -- $ 53.377
Massachusetts -- $ 52.251
Una mirada científica a estos datos postula, con evidencias, que el punto de educación superior generalizado guarda una correlación positiva con la producción económica.
Tras verlo en cifras, lo manejamos conceptualmente y las conclusiones son hasta obvias e intuitivas, para la Junta de control fiscal y el gobierno, sin embargo, parece no ser tan claro como se podría esperar.
Veamos la controversia desde otra perspectiva: los países, estados, y sus economías compiten entre sí. Los países y estados económicamente exitosos no surgen de la nada ni mucho menos de los recortes arbitrarios ni programas políticos divorciados de la realidad que se sostienen por antojos retóricos, prejuicios y "marroneos" sino que se sostienen sobre ventajas competitivas y comparativas. Toda economía tiene diferentes ventajas y desventajas en el mercado mundial. La educación y la formación de los trabajadores de un país es un factor importante en la determinación de la ventaja competitiva y comparativa, sin dudas, es un valor, es para todos los efectos muy reales, un activo precioso.
El estudio de la economía y la educación implica un análisis de la economía en su conjunto, y de los trabajadores.
Dos conceptos importantes son la formación técnica y la educación superior, de verdad son la gran diferencia en el mercado mundial. En general, los trabajadores bien entrenados tienden a ser más productivos y producen más dinero que los trabajadores con una formación más pobre, es un hecho indiscutible.
Una economía exitosa tiene por definición estricta que tener una fuerza de trabajo capaz de operar a un nivel de industrias donde la ventaja competitiva se imponga o supere las economías de los demás países.
Es tan cierto este fundamento que (solamente con la excepción del gobierno actual de Puerto Rico y la Junta de control fiscal) no hay un solo país, ni uno, que subestime el valor de la educación, los exitosos se ufanan por seguir al frente en el rango comparable y los países más atrasados hacen esfuerzos extraordinarios por mejorar sus recursos e incrementar la inversión en educación, en especial en eduación superior.
Parece ser que la Junta de control fiscal y el gobierno actual de Puerto Rico intentan hacerse famosos por ser los proponentes del atraso, y los únicos creyentes en regresar a la era medieval. Buscan la fama de ser brutos que creen en propulsar la brutalidad.
Las preocupaciones. Muchos expresan su preocupación por la "fuga de cerebros", la pérdida de personas con estudios superiores. Sepan que sin caer en gestiones fascistas de negarle las libertades a profesionales, lo que la fuga sugerida implica es un aumento agresivo en la demanda de educación superior.
La fuga de cerebros no es necesariamente un problema que no se pueda atender (sin excesos represivos o demencias de beneficios económicos exorbitantes). En muchos casos, más profesionales pueden ser entrenados para tomar el lugar de los que se van. En este caso, la emigración de profesionales lo que sugiere es un reto a aumentar la capacidad de los sistemas universitarios, lo que se logra mediante nuevas estrategias pero definitivamente NO se logra con recortes a lo troche y moche como propone el gobierno actual de Puerto Rico y la Junta de control fiscal.
No podemos proponer parches a medias para un problema real. La pérdida de profesionales de la salud en particular, debe ser reemplazable. Puerto Rico actualmente está subsidiando la generación de médicos, enfermeras y profesionales de la salud para los Estados Unidos, no creo que este cuadro se resuelve cortando fondos a la UPR sino re-enfocando los objetivos institucionales con miras a aumentar las cantidades de graduandos.
Para finalizar voy a citar un estudio publicado por la Universidad de Harvard:
"¿Deberían los países o regiones (genéricamente, “estados”) invertir más en educación para promover el crecimiento económico? A menudo, los políticos afirman que si su estado gasta más (en educación), los ingresos crecerán suficientemente para recuperar la inversión. Los economistas y otros, han propuesto muchos canales mediante los cuales través de la educación se afecta el crecimiento - no sólo los rendimientos privados de capital humano de los individuos sino una variedad de factores externos. Para países altamente desarrollados, la externalidad más discutida con frecuencia es que fomentar la innovación tecnológica se logra mediante inversiones en educación, con lo cual tanto el capital y el trabajo se hace más productivo, generando el crecimiento ... Los Estados más ricos, de más rápido crecimiento, tienen las mejores instituciones y probablemente le resulta más fácil aumentar el gasto en educación ... Nuestro trabajo empírico es un modelo teórico claro para asegurar que probamos hipótesis bien definidas. A partir del trabajo de Acemoglu, Aghion y Zilibotti (2003), se desarrolla un modelo de crecimiento endógeno de varios estados en que la educación superior fomenta la innovación tecnológica y la educación inferior promueve la imitación tecnológica... Nuestro modelo postula que la innovación intensiva utiliza trabajadores con educación superior, mientras que la imitación depende de mano de obra menos educada”.

Tomado de:
- The Causal Impact of Education on Economic Growth: Evidence from U.S. - P. Aghion, L. Boustan, C. Hoxby, J. Vandenbussche.


scholar.harvard.edu/files/aghion/files/causal_impact_of_education.pdf




Segunda parte.
Es hasta triste escuchar al profesor Díaz Olivo intentar explicar lo referente a la cifra de $300 millones, su voz no proyectaba convencimiento tal vez debido a lo exageradamente simpletón (léase tonto) de su argumento de que dicha cantidad era meramente el producto de multiplicar el presupuesto por 30%. Este intento muy de veras lo que hace es reafirmar lo arbitrario, poco inteligente y atropellado de todo el asunto. Recortes y presupuestos sin referencias a prioridades y estrategias es meramente un ensayo de juego elemental y burdo.
A lo que vinimos: La educación superior ha sido impulsado por la opinión de que el capital humano es esencial para el progreso económico y social. En 1900, sólo uno de cada 100 jóvenes en el mundo iría a la universidad, después de la Segunda Guerra Mundial, llega a uno de cada cinco, como el reconocimiento del valor del capital humano para el progreso económico y social. (Goldin y Katz 2008, Schofer y Meyer 2005).
Existe amplia evidencia ya que los salarios de los graduados son mucho más altos que los de los no graduados. La investigación empírica macroeconómica generalmente encuentra que el capital humano es importante para el desarrollo y crecimiento de un país. El capital humano, igual, es importante para el PIB per cápita regional en la seccionalidad transversal, lo que se suma para el crecimiento nacional (Gennaioli et al. 2013, 2014).
Un estudio de la Escuela de Economía de Londres, "El impacto económico de las universidades: la evidencia de todo el mundo"/ “The economic impact of universities: evidence from across the globe”, tiene como objetivo la evaluación del crecimiento en relación con el número de universitarios y el producto interno bruto entre 1950 y 2010, utilizando datos de sobre 15.000 universidades de 78 países.


Interesados, favor ver:
http://www.nber.org/papers/w22501

http://www.eua.be/Libraries/nrc-activities/valero-amp-mimeo-2016_the-economic-impact-of-universities---evidence-from-across-the-globe.pdf

Las conclusiones de los autores Ana Valero y John Van Reenan es que el número de universidades per cápita se asocia con más de un 4 por ciento al PIB per cápita más elevado, y que esto también "se derrama" a las regiones vecinas.
Según los autores, "Nosotros, hemos encontrado pruebas sólidas de que el aumento de la presencia universitaria positivamente se asocia con un mayor crecimiento económico posterior," encontraron. "... crecimiento y universidades se relacionan no simplemente impulsados por los gastos directos de la universidad, el personal y estudiantes. Parte del efecto de universidades sobre el crecimiento es mediado a través de un aumento de la oferta de capital humano y la innovación ... "
Precedentes históricos: En los EE.UU., hubo nueve colegios fundados entre 1636 (Universidad de Harvard) y la Revolución Americana, luego hubo un fuerte aumento instigado por Thomas Jefferson durante toda la década de 1800 relacionado al proceso transformativo a un país industrializado.
El patrón en Francia de "densidad universitaria acelerada" ocurre cuando las universidades se establecieron en el siglo 19, coincidiendo con la industrialización del país.
Alemania tomó un camino diferente. sus primeras universidades son de finales del siglo 14, pero en la década de 1960 se declaró un impulso para aumentar el número de universitarios, un movimiento "motivado por razones económicas: en particular, la necesidad de competir en la tecnología y la ciencia, y el objetivo social derivado, a saber, la idea de que la educación es un derecho civil que se extiende más allá de las élites, y es crucial para la democracia ".
El estudio citado, "El impacto económico de las universidades: la evidencia de todo el mundo" trató diferentes factorizaciones referentes a la relación entre universidades y un aumento del PIB: la presencia universitaria se correlaciona con una mayor oferta de una fuerza laboral más productiva, y estimula la innovación, contribuye a actitudes pro-democráticas más fuertes, e incrementa la demanda de bienes como estudiantes, la comunidad universitaria, y las universidades como clientes de productos y srvicios locales.
El "efecto universidad" se relaciona con un aumento en la oferta de graduados cualificados que aumentan la productividad por lo cual se convierte un elemento multiplicador de la actividad económica, entiéndase crecimiento.
Hoy en día, muchos gobiernos -- incluso en los países con sectores universitarios avanzados - ven el valor de una mayor expansión universitaria. Universidades afectan el crecimiento mediante la estimulación de la innovación (Silicon Valley, por ejemplo), y hay una gran cantidad de evidencia del llamado "efecto universitario" (Jaffe 1989 y 1993 y Belenzon Schankerman 2013, Hausman 2013, Toivanen y Väänänen 2014).
Resulta que la educación superior no tiene impacto simplemente mediante las riquezas - es crecimiento económico amplio y transversal. Los hallazgos son consistentes con las conclusiones de otros estudios que han vinculado a las universidades, y su gasto/ inversión, con resultados económicos positivos generalizados (Cantoni y Yuchtman 2014, Aghion et al., 2009, Kantor y Whalley 2014).
Siete países (Estados Unidos, Brasil, Filipinas, México, Japón, Rusia y la India, en orden descendente) representan más de la mitad de las universidades que existen.
Algunos de los llamados analistas locales (que en su vasta mayoría hablan del tema universitario sin hacer referencia ni a un solo estudio sobre el tema) se enfocan en el número de recintos de la UPR como si esto es ipso facto un rasgo negativo. Una vez más hablan sin referencias a estudios o datos que apoyen sus prejuicios. La verdad, de acuerdo a los estudios actuales, es exactamente lo contrario, el crecimiento transversal de la universidad, se refleja en datos subnacionales y a nivel regional (estados de Estados Unidos, por ejemplo) y encuentra que los aumentos en el número de universitarios aumenta significativamente el PIB per cápita en las diversas zonas y regiones. El principal resultado es que un aumento del 10% en el número de universidades, es decir más universidades, aumenta el ingreso del área que sea (regional) un 0,4%. Esto implica un efecto acumulativo en un área mucho más grande como si sumamos los efectos regionales en compendio a nivel estatal o de país (0,40%).
La fórmula probada es que el crecimiento universitario propulsa el crecimiento económico: la política económica no sólo está interesada en los beneficios potenciales de las universidades, sino que observa los costos de construcción y mantenimiento de las mismas. Veamos un resumen de un estudio que atiende la perspectiva de eficiencia vis a vis costos/ inversión. En el Reino Unido si una universidad nueva (o recinto de un sistema universitario/ plantel independiente) se estima que se añade a cada una de las diez regiones del país, esto aumentaría el ingreso nacional en un 0,7% (£ 11 billones basado en cifras de 2010). El costo estimado, basado en la universidad promedio, sería de aproximadamente £ 1,6 billones. Los amplios beneficios en relación a los costos justifica plenamente la expansión universitaria, sería beneficioso.
El Banco Mundial ha identificado el marco de conocimiento fundamental de la economía en pilares: educación general y de formación técnica, investigación, innovación, e incentivos económicos para la educación institucional, especialmente de educación superior, son las prioridades. Se concluye lo que hemos visto como una tendencia mundial hacia mediante la estrategia universitaria para propulsar el crecimiento económico. No podemos entender los alegatos caducos que intenta esgrimir el gobierno y menos podemos aceptar las recomendaciones miopes de la Junta de control fiscal que parece negar la realidad del momento económico tanto internacional como en los Estados Unidos. Son de veras posturas retrógadas y hasta peligrosas.
Los gobiernos de todo el mundo se están esforzando para expandir el "efecto universitario" como una inversión de alto valor, contribuyente probado al desarrollo económico y el crecimiento. Recientes teorías del desarrollo proponen un consenso en declarar el conocimiento como el factor prioritario para lograr el desarrollo económico. Con el fin de lograr alcanzar los objetivos económicos modernos, una fuerza laboral bien educada y altamente calificada es considerada insustituible. La economía del conocimiento ha aumentado la demanda por el proceso universitario.
Puerto Rico se ha quedado atascado en un pantano, tenemos que reconsiderar las políticas económicas y definitivamente no podemos darnos el lujo de retrasar el desarrollo de nuestro capital humano. Un cambio en la política económica en este país es necesario pero no se trata de jugar al verdugo de nuestro potencial, no sólo debido a las razones mencionadas, los ajustes deben y tienen que ser criterios cuidadosamente estudiados e implementados sin perjudicar el sistema universitario (lo cual como hemos señalado incluye mantener la vigencia del sistema de once recintos como mecanismo de expandir el llamado "efecto universitario"). En una isla estancada deteriorar el potencial de crecimiento es simplemente estúpido, se ha demostrado (lo han señalado el FMI, el Banco Mundial, la OCDE, y otros organismos internacionales de prestigio indiscutible) que sin crecimiento, la austeridad sólo genera más deuda y amplia la pobreza. Los modelos de crecimiento endógeno sugieren que un país se desarrolla a lo largo de un camino de crecimiento definido por el conocimiento e inversión agresiva en el capital humano.
No nos podemos dar el lujo de estropear el futuro de Puerto Rico pensando de manera retrógados, la Universidad de Puerto Rico es tal vez una de las pocas inversiones seguras que tenemos, como hemos visto en los estudios citados, es de las pocas tendencias que pueden garantizarnos crecimiento.




Tercera parte.
"El Centro de Información Censal (CIC) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Cayey estableció a través de un estudio que en los pueblos en los que hay un recinto de la institución existe una mayor productividad económica, reflejada por el Producto Interno Bruto (PIB) de cada municipio. El informe titulado “Socioeconomic Report of the Northwestern Area of Puerto Rico” fue realizado por el doctor en economía José Caraballo Cueto, utilizando de base una investigación de su autoría recién aceptado en la revista científica “The Review of Regional Studies”.
“La desindustrialización de Puerto Rico tuvo unos efectos devastadores sobre los municipios fuera del área metropolitana. Actualmente los recintos de la UPR representan quizás la única estrategia económica de envergadura para llevar desarrollo económico al interior del país y evitar aún mayor concentración en el área metropolitana”, explicó Caraballo Cueto, investigador y director del único Centro de Información Censal en Puerto Rico. El informe destaca que los municipios de Aguadilla, Arecibo, Barceloneta, Bayamón, Caguas, Carolina, Cayey, Cidra, Guaynabo, Humacao, Manatí, Mayagüez, San Juan, Ponce y Río Grande son los municipios con una mayor productividad económica. De estos 15 municipios, diez cuentan con un recinto de la UPR. - Mayor productividad económica en pueblos donde hay recintos de la UPR." 


Mayor productividad económica en pueblos donde hay recintos de la UPR
http://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/mayorproductividadeconomicaenpueblosdondehayrecintosdelaupr-2294852/

Producción económica es mayor cerca de los campus de la UPR
http://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/produccioneconomicaesmayorcercadeloscampusdelaupr-1208323/




Addendum: 

"..Se destaca el papel clave que estas instituciones desempeñan en el sistema de innovación y se subraya la necesidad de fortalecerlas tanto para corregir las insuficiencias en materia de recursos, como para ensanchar los vínculos con el sector productivo de bienes y servicios a fin de que puedan convertirse en una fuerza mayor que impulse el desarrollo tecnológico local. Se concluye que un punto central en este empeño es cerrar la brecha entre la agenda de investigación de las universidades y las necesidades del sector empresarial local, lo que ayudará a que la región compita mejor internacionalmente, y no apoye su participación sólo en los recursos naturales y minerales o en actividades marcadas por el uso intensivo de la mano de obra no calificada... 

Las universidades públicas han sido tradicionalmente una puerta de entrada a la educación superior para las clases medias y —en alguna medida—  también para las clases bajas, carentes de medios para pagar una formación privada de nivel. Estas funciones fortalecen la cohesión social, la formación de capital humano y la difusión del conocimiento. En síntesis, y por las razones antes expuestas, la contribución de las universidades públicas al desarrollo en América Latina engloba una amplia gama de funciones de carácter social, cultural y político que no puede ser evaluada exclusivamente en términos de su impacto económico. 

En particular, se cree que las universidades públicas en América Latina cumplen un papel fundamental de preservación y expansión de nuestra cultura y herencia histórica, asunto de mayor importancia, sobre todo en el actual contexto de la globalización... Un principio fundamental del presente análisis es que el crecimiento en América Latina requiere de inversión y aplicación del progreso científico y tecnológico para modernizar los procesos productivos de la región. 

Para lograrlo, se deben dedicar más recursos para expandir y mejorar tres elementos clave de los sistemas de innovación de la región: 1) la infraestructura científica; 2) la oferta de personal de investigación altamente calificado, y 3) una estrecha y funcional vinculación entre los centros de investigación y las empresas productivas. 

En otras palabras, los gobiernos interesados en incrementar el crecimiento potencial de sus economías deben esforzarse para mejorar los capitales locales —físico y humano—, que puedan llevar a cabo la investigación y el desarrollo, así como crear las condiciones para asegurarse de que los centros de ciencia y tecnología tengan vínculos relevantes, efectivos y eficientes con el sector empresarial local... Las universidades públicas en América Latina son las instituciones en las que se forman las personas y se realiza la mayor parte de la investigación y el desarrollo científico y tecnológico de cada país...  De hecho, el nivel promedio de educación se considera típicamente como un indicador clave del desarrollo humano de un país. 

En los países que han estado o están en ascenso en el camino del desarrollo, la educación tiene un papel crítico, tanto para mejorar las habilidades y capacidades productivas como para promover la integración y la movilidad social. El progreso tecnológico está directamente ligado a la investigación científica y, por lo tanto, a la formación de científicos e ingenieros. En general, las universidades y los institutos tecnológicos son los que proporcionan esta formación, mientras que las universidades públicas y los centros académicos son la fuente de la vasta proporción del total de la investigación que se realiza en los países en desarrollo... Además del impacto directo de la educación en el desarrollo económico de cada nación, también el avance de la ciencia y la tecnología tiene un efecto directo de incremento en el ingreso personal: en general, los más altos niveles de educación alcanzados se asocian a remuneraciones e ingresos más altos. 

La educación también tiene un impacto potencial directo en la igualdad económica de la sociedad... el trabajo teórico de Kaldor sobre el crecimiento económico (Kaldor, 1957), en el que se enfatizaba que los cambios tecnológicos están incorporados a las nuevas inversiones. Así, las universidades que hacen investigación tienen un efecto económico directo asociado a la difusión de cambios científicos y tecnológicos, además de su impacto en la formación de capital humano... todos los artículos y textos especializados en materia de crecimiento económico reconocen la relevancia de la formación de capital humano y del avance tecnológico para el desarrollo. Entre las contribuciones principales dentro de la escuela neoclásica se destacan las de Romer (1986, 1990) y Lucas (1988) y, dentro de la concepción neo-Schumpeteriana, la de Aghion y Howitt (1992), así como las de Dosi (1984) y Metcalfe (1995) de la escuela estructural-evolucionista. Por sus efectos en la creación de nuevos productos o procesos, en la competitividad de las empresas, o en la expansión de sus mercados, entre otras cosas, estos autores reconocen que la investigación y la educación son ingredientes esenciales de una economía dinámica y competitiva internacionalmente... independientemente de cuándo haya sido que la teoría económica de la corriente principal integrara formalmente al conocimiento, incorporado en la noción de capital humano y tecnología, como un determinante del crecimiento económico, éste ya fue reconocido como un nuevo factor de producción basado en la innovación (Soubbotina, 2004; Watkins, 2005; Guinet, 2005; Feldman y Stewart, 2007, Yusuf y Nabeshina, 2007)... el vínculo —aquí denominado oficina de transferencia de tecnología, OTT— entre la universidad y el sector productivo. La debilidad o ausencia de este vínculo es un fenómeno de la mayor importancia que preocupa tanto a países en vías de desarrollo como a países desarrollados.

A decir verdad, no hay país en el mundo en el que la investigación científica y la innovación tecnológica se vinculen al proceso productivo de manera automática y decisiva, a menos que exista un agente o institución (OTT) responsable de establecer y promover dichos vínculos... Las naciones desarrolladas y en desarrollo encuentran que su nivel de competitividad —y de crecimiento económico potencial— se basa cada vez más en proezas tecnológicas y en su habilidad para adaptarse a ellas con el fin de innovar en nichos o cruzar las fronteras sectoriales... En efecto, es necesario hacer mayores esfuerzos para aumentar el gasto público y, en realidad, también el privado en estas áreas... La globalización, así como los programas de estabilización y de ajuste estructural, han
impuesto nuevas demandas en nuestras universidades públicas. Además, la necesidad urgente de transformar y modernizar nuestros aparatos industriales para orientarlos a actividades más intensivas en conocimiento ejercen una presión extra sobre ellas y, en general, sobre nuestros sistemas nacionales o regionales de innovación.

De manera más específica, la globalización y el incremento de la competencia internacional que ha traído consigo obligan a las universidades públicas a alcanzar estándares mundiales... A pesar de la ola de políticas orientadas a la privatización que se siguieron en América Latina en los últimos 20 años, las instituciones de educación superior y de investigación siguen siendo principalmente instituciones públicas financiadas con fondos del Estado. Estas instituciones llevan a cabo la mayor parte de los programas de formación de alto nivel de recursos humanos en ciencia y tecnología y la casi totalidad de la investigación científica y tecnológica que se hace en la región,11 así como la investigación y la capacitación de personal especializado, en las áreas que son actualmente fundamentales para el crecimiento liderado por la innovación en América Latina... Para ampliarlas y orientarlas más directamente al crecimiento, se requiere de un sistema nacional de innovación que comprenda tres factores esenciales: a) recursos humanos (personal técnico y de investigación); b) infraestructura adecuada (laboratorios, talleres, equipo de cómputo, bibliotecas), y c) instituciones que vinculen a los grupos de académicos de investigación de las universidades con las empresas que producen bienes y servicios para el mercado... la innovación como tal tiene muchas etapas y formas; después de todo, se puede materializar en procesos de producción, servicios o en la administración con cambios que conduzcan a un aumento en la productividad, a fin de incrementar la riqueza.

Una cosa es clara: sin una estrategia específica de largo plazo en la que tanto el Estado como el sector privado se comprometan a promover la innovación, es improbable..el significativo y persistente auge en su productividad que es necesario para entrar en la senda de altas tasas de crecimiento económico.
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..Se necesitan inversiones sustanciales y esfuerzos políticos, particularmente en el corto plazo, para formar recursos humanos de mejor manera y en una cantidad adicional al volumen requerido por la demanda. Tales esfuerzos no deben ser aislados. Los costos para las universidades públicas de formar un científico o un técnico de alto nivel o de crear las condiciones para que puedan realizar investigación de frontera son altos y van en aumento, por lo que la cooperación para crear, mantener y desarrollar sistemas de ciencia y tecnología resulte una necesidad nacional y regional, que obligue al trabajo coordinado entre las comunidades e instituciones científicas... 

Por otra parte, la rentabilidad de estas inversiones no es inmediatamente visible y, en cualquier caso, sus beneficios son mayores desde una perspectiva social que desde una individual. Cuando esto se deja al criterio del mercado, existe el riesgo de que estos esfuerzos e inversiones no se hagan. Las externalidades positivas de la investigación y el desarrollo justifican ampliamente la actividad de las universidades públicas en nuestra región. Éstas y otras instituciones de educación superior tienen la capacidad de satisfacer la demanda de la sociedad de proveer servicios educativos, así como la de las corporaciones locales, gobiernos e instituciones académicas por recursos humanos calificados. Si las instituciones de educación superior operan exclusivamente bajo criterios del mercado, ofrecerían sólo carreras de gran demanda, a fin de generar ganancias de corto plazo. Las universidades públicas garantizan la investigación y la enseñanza en disciplinas, que aunque no tengan actualmente una gran demanda en el sector privado, son cruciales para el desarrollo y el crecimiento de largo plazo... 

El desarrollo económico requiere de cantidades específicas de técnicos, profesionistas y científicos en diferentes áreas de la economía y de la sociedad, a fin de lograr un desarrollo equilibrado... Para abordar exitosamente estos desafíos, las universidades públicas, las instituciones de educación superior e investigación deben tener el apoyo coordinado del Estado y el sector privado, pues sin él fracasarán en su intento de modernizarse y fortalecer sus capacidades de enseñanza e investigación. Más aún, en tanto prevalezca ese “eslabón perdido,” la brecha entre la agenda de investigación y las necesidades del sector empresarial local, las economías encontrarán crecientemente difícil competir internacionalmente basados en algo más que los recursos naturales y minerales o en actividades marcadas por el uso intensivo de la mano de obra no calificada. Si continúa este status quo, el desarrollo económico será más una quimera que una realidad concreta." (Conclusiones)  

Tomado de: 
La educación superior y el desarrollo económico en América Latina   
Juan Carlos Moreno-Brid/ Pablo Ruiz-Nápoles  
Centro de Investigación de la CEPAL/ ONU

Interesados favor ver:
http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/4884/S2009334_es.pdf

NotaEd.: traducciones libres, redacción y edición: pachi/ ROF