La nueva cosecha, parte I.
Al menos durante los 65 años que he estado vivo y, francamente, mucho más que eso, los socialistas hemos estado discutiendo con otros sectores de la izquierda, sobre si tiene sentido participar o no en las elecciones, y cómo.
Los socialistas hemos argumentado durante mucho tiempo que una estrategia política electoral desprovista de un verdadero trabajo de base no nos deja mejor (en términos de organización) como para justificarlo; y que, en cambio, debemos abordar el asunto de organizar un verdadero "partido socialista", aunque eso pueda resultar difícil en el "corto plazo"; y aunque entretanto, "el pueblo", sufrirá más de lo que podría sufrir si el "menor de los males", si bien uno capitalista, es elegido.
(Y ese triste hecho molesta a muchos socialistas que conozco.)
Como socialista, simplemente quiero decir que quiero:
un sistema gubernamental donde el gobierno y no las corporaciones tienen la última palabra sobre lo que se produce y cómo se produce;
un sistema donde el resultado final no son las ganancias, sino la producción que beneficia a las personas y no contribuye a la muerte del planeta;
un plan de cuido médico administrado por un solo pagador para todos;
un verdadero "salario digno" para todos,
un sistema electoral donde el ganador no es el candidato con el mejor respaldo financiero, sino el candidato con las mejores ideas;
educación superior gratuita y financiación suficiente para la educación escolar pública;
empresas que funcionen como colectivos o cooperativas de trabajadores, que han demostrado ser tan eficientes o más que las empresas privadas;
un gobierno donde todos puedan optar por una vivienda segura, sin importar el estado financiero del núcleo familiar.
Y un sistema social y cultural en que haya verdadero respeto para la diversidad y se elimine el discrimen, sexismo, homofobia y racismo.
Si bien los socialistas hemos estado argumentando por estos objetivos y compromisos durante décadas, hoy las cosas han cambiado profundamente.
Nos han presentado una realidad nueva, innegable de que hoy el clima del planeta ha cambiado como consecuencia del capitalismo sobre el medio ambiente.
Más concretamente, el planeta ahora ha cambiado hasta el punto que creo que la única opción que nos queda es el socialismo. O bien en un futuro derrotamos al capitalismo, o la sostenibilidad de nuestro planeta se perderá para siempre. "Perdido", en términos de la viabilidad de los humanos. El sistema capitalista hace que sea absolutamente imperativo que sea reemplazado.
Sin embargo lo que estamos viviendo con las nuevas configuraciones geopolíticas en nada nos brinda esperanzas y optimismo.
¿Por qué cambia esto la ecuación...?
Es 2018 y no hay pruebas convincentes de que el mundo capitalista esté preparado para hacer los cambios en cómo opera, qué produce y cómo lo produce y distribuye. Eso nos puede ofrecer una muerte lenta de nuestro planeta. Lo que también es cierto, y valida aún más mi argumento, es que, como sostiene Noam Chomsky, pasemos el "punto de inflexión", un momento teórico en el que se ha hecho tanto daño que no podremos prever un cambio fundamental. Solo avances parciales.
Naomi Klein tiene razón.
Ya no vivimos en una democracia. Vivimos en una oligarquía corporativa. Por lo tanto, debemos dejar de comportarnos como el científico hipotético de Einstein que sigue intentando resolver el problema empleando una y otra vez la misma solución fallida, esperando que la solución fallida funcione milagrosamente. Einstein dice que es simplemente, "estúpido o loco".
Ahora, si fuera cierto que una revolución socialista fuera imposible, entonces, por supuesto, sería racional o lógico votar por el mal menor.
Después de todo, ¿qué opción tendríamos entonces?
En un mundo imperfecto no podemos renunciar a vivir por un ideal perfecto que está fuera de nuestro alcance.
Sin embargo, lejos de estar seguro de que una revolución socialista no es posible, creo que la historia y los acontecimientos recientes dejan claro que una revolución socialista es posible.
Pero en lo que respecta a la idea del socialismo, las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Las cosas han cambiado tanto que alteran las probabilidades de lograr un partido socialista competitivo y viable, como el clima de la Tierra también ha cambiado hasta el punto en que es imperativo poner fin a la destrucción incesante del planeta por parte del capitalismo cada vez más grave.
Es decir, ahora está claro que si la Tierra y su gente y otros seres vivos deben sobrevivir, es imperativo acabar con el capitalismo.
No estoy argumentando que será fácil. Ciertamente, las fuerzas capitalistas lo resistirían con cada truco del libro. Las probabilidades pueden ser adversas. El fracaso es por todos los medios una posibilidad.
Al concluir esta parte de mi argumento, realmente creo que debemos renunciar a las estrategias políticas miopes, de corto alcance y en última instancia, sin salida.
Al menos durante los 65 años que he estado vivo y, francamente, mucho más que eso, los socialistas hemos estado discutiendo con otros sectores de la izquierda, sobre si tiene sentido participar o no en las elecciones, y cómo.
Los socialistas hemos argumentado durante mucho tiempo que una estrategia política electoral desprovista de un verdadero trabajo de base no nos deja mejor (en términos de organización) como para justificarlo; y que, en cambio, debemos abordar el asunto de organizar un verdadero "partido socialista", aunque eso pueda resultar difícil en el "corto plazo"; y aunque entretanto, "el pueblo", sufrirá más de lo que podría sufrir si el "menor de los males", si bien uno capitalista, es elegido.
(Y ese triste hecho molesta a muchos socialistas que conozco.)
Como socialista, simplemente quiero decir que quiero:
un sistema gubernamental donde el gobierno y no las corporaciones tienen la última palabra sobre lo que se produce y cómo se produce;
un sistema donde el resultado final no son las ganancias, sino la producción que beneficia a las personas y no contribuye a la muerte del planeta;
un plan de cuido médico administrado por un solo pagador para todos;
un verdadero "salario digno" para todos,
un sistema electoral donde el ganador no es el candidato con el mejor respaldo financiero, sino el candidato con las mejores ideas;
educación superior gratuita y financiación suficiente para la educación escolar pública;
empresas que funcionen como colectivos o cooperativas de trabajadores, que han demostrado ser tan eficientes o más que las empresas privadas;
un gobierno donde todos puedan optar por una vivienda segura, sin importar el estado financiero del núcleo familiar.
Y un sistema social y cultural en que haya verdadero respeto para la diversidad y se elimine el discrimen, sexismo, homofobia y racismo.
Si bien los socialistas hemos estado argumentando por estos objetivos y compromisos durante décadas, hoy las cosas han cambiado profundamente.
Nos han presentado una realidad nueva, innegable de que hoy el clima del planeta ha cambiado como consecuencia del capitalismo sobre el medio ambiente.
Más concretamente, el planeta ahora ha cambiado hasta el punto que creo que la única opción que nos queda es el socialismo. O bien en un futuro derrotamos al capitalismo, o la sostenibilidad de nuestro planeta se perderá para siempre. "Perdido", en términos de la viabilidad de los humanos. El sistema capitalista hace que sea absolutamente imperativo que sea reemplazado.
Sin embargo lo que estamos viviendo con las nuevas configuraciones geopolíticas en nada nos brinda esperanzas y optimismo.
¿Por qué cambia esto la ecuación...?
Es 2018 y no hay pruebas convincentes de que el mundo capitalista esté preparado para hacer los cambios en cómo opera, qué produce y cómo lo produce y distribuye. Eso nos puede ofrecer una muerte lenta de nuestro planeta. Lo que también es cierto, y valida aún más mi argumento, es que, como sostiene Noam Chomsky, pasemos el "punto de inflexión", un momento teórico en el que se ha hecho tanto daño que no podremos prever un cambio fundamental. Solo avances parciales.
Naomi Klein tiene razón.
Ya no vivimos en una democracia. Vivimos en una oligarquía corporativa. Por lo tanto, debemos dejar de comportarnos como el científico hipotético de Einstein que sigue intentando resolver el problema empleando una y otra vez la misma solución fallida, esperando que la solución fallida funcione milagrosamente. Einstein dice que es simplemente, "estúpido o loco".
Ahora, si fuera cierto que una revolución socialista fuera imposible, entonces, por supuesto, sería racional o lógico votar por el mal menor.
Después de todo, ¿qué opción tendríamos entonces?
En un mundo imperfecto no podemos renunciar a vivir por un ideal perfecto que está fuera de nuestro alcance.
Sin embargo, lejos de estar seguro de que una revolución socialista no es posible, creo que la historia y los acontecimientos recientes dejan claro que una revolución socialista es posible.
Pero en lo que respecta a la idea del socialismo, las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Las cosas han cambiado tanto que alteran las probabilidades de lograr un partido socialista competitivo y viable, como el clima de la Tierra también ha cambiado hasta el punto en que es imperativo poner fin a la destrucción incesante del planeta por parte del capitalismo cada vez más grave.
Es decir, ahora está claro que si la Tierra y su gente y otros seres vivos deben sobrevivir, es imperativo acabar con el capitalismo.
No estoy argumentando que será fácil. Ciertamente, las fuerzas capitalistas lo resistirían con cada truco del libro. Las probabilidades pueden ser adversas. El fracaso es por todos los medios una posibilidad.
Al concluir esta parte de mi argumento, realmente creo que debemos renunciar a las estrategias políticas miopes, de corto alcance y en última instancia, sin salida.
La nueva cosecha, parte II.
A lo largo de los años, el movimiento ha incluido, entre otras, luchas por la identidad cultural y el derecho a ser nuestra propia nación, los derechos laborales y anticapitalistas y la organización feminista, así como una serie de acciones directas contra los gasoductos, la incineración de carbono y el medio ambiente, campañas comunitarias y de justicia social.
Si bien siempre seré parte del movimiento y creo en crear un mundo mejor a través del poder de las personas, a lo largo de los años me he sentido cada vez más frustrado con la cultura activista moderna y con la forma en que se comporta la izquierda de hoy.
En primer lugar, estoy cansado de ver a la gente convertirse en imbéciles pretenciosos que piensan que su "activismo", que consiste en realizar más homenajes y conmemoraciones que propuestas futuras, los hace mejores que los demás, incluso los grupos oprimidos y marginados (a los cuales supuestamente dedican sus esfuerzos).
Cansado de que unos pocos consideren estúpidos a la gran mayoría, pero no se dan cuenta de que su mensaje no ha convencido ni puede atraer a las personas a las que insulta en gran parte por ser insultante.
Que las personas estén mal informadas, que se les enseñe a temer al cambio y que no confíen en la izquierda es verdad, esa es la realidad y tenemos que buscar formas creativas de lograr una narrativa memorable, impactante y convincente, los insultos y las falsas pretensiones no han funcionado ni funcionarán.
Y lo peor de todo, la izquierda no puede, por definición, ser sectarios, esa ha sido la estrategia del gobierno federal desde la década de 1930, dividirnos y hemos seguido acatando demasiado bien su plan.
Si alguna vez ha vivido entre grupos oprimidos y ha trabajado con ellos, hay algo que aprende de inmediato. Por lo general, no enmarcan sus visiones del mundo en términos de teorías académicas. En su mayor parte, tienden a no analizar sus experiencias en términos de poder y privilegio sistémico, conceptos o cultura alternativa. Ven problemas cotidianos como el desempleo, la pobreza y las limitaciones de la vivienda en busca de una salida.
No hemos podido ofrecer esas salidas. Cuando hemos podido hablar en sus términos y hacer que comprendan problemas como las amenazas ambientales, responden.
Si bien muchos saben que están directamente afectados por la desigualdad de clase y la falta de oportunidades, no se sientan a reflexionar sobre el capitalismo. No. Están ocupados tratando de sobrevivir. Llegar al día siguiente. Satisfacer sus necesidades básicas. Su lenguaje es de necesidades. Están más preocupados por que sus voces sean escuchadas.
Sin embargo, presencio a tantos "activistas" que ignoran las realidades de la opresión a pesar de decir que les importa.
Piensan que sentirse ofendido por algo es igual a experimentar las calles.
Hablan de escuchar, ser humildes y no tener ideas preconcebidas, sin embargo, ignoran las experiencias vividas de aquellos que no hablan o piensen "correctamente".
Y luego esperan que la gente los siga, tal vez porque tratan de vestirse de cierta manera de "gente pobre", mientras la izquierda perpetúa una forma de intolerancia que margina y "diferencia" a aquellos que no comparten su forma de pensar.
Estoy harto de las camarillas, las jerarquías, la vigilancia de los demás y los desequilibrios de poder irreal de organizaciones.
Estoy agotado por el hecho de que cualquier diferencia de opinión conduce a una pelea o un ambiente de chismes.
Estoy cansado de que la gente intente vivir la vida de otras personas incluso en los asuntos más personales.
Es repugnante que la izquierda reclame estar luchando por una mejor manera de lidiar con los problemas sociales, pero no puede lidiar con sus propios problemas sociales, es frustrante que la izquierda hable sobre la comunidad y no sea en sí misma una comunidad.
Esto no es libertad. No es justicia social. No hay nada de "progresivo" o "radical" al respecto.
Como izquierda a menudo somos etiquetados como amenazas por el estado y debemos neutralizar dicho estereotipo, ¿no significa esto que la libertad de pensamiento y expresión son cruciales para nuestras luchas?
Que siempre debemos defender nuestro derecho a cuestionar lo que se nos enseña o dice, nuestro derecho a ser diferentes, y a dudar como método de llegar a conclusiones.
Como dice Noam Chomsky: "Si no creemos en la libertad de expresión de las personas con las cuales no estamos de acuerdo, no creemos en la libertad de expresión en lo absoluto".
Tenemos el derecho de debatir y cuestionar el discurso de otras personas, pero cerramos o imposibilitamos el diálogo entre nosotros.
Si nos tomamos en serio la confrontación con el establecimiento, debemos arriesgarnos a los peligros y retos que darnos a entender impliquen.
Nuestras ideas no se pueden imponer a otras personas, sino que deben adoptarse voluntariamente. Esto requiere paciencia y disposición para trabajar con otros a medida que se exploren a sí mismos. Necesitamos estar ahí para responder preguntas, compartir dudas y dejar claro que ninguna pregunta es estúpida.
¡No siempre vamos a disfrutar del proceso!
Pero algo me resulta claro, tenemos que intentar otras maneras, tenemos que replantear las formas tradicionales y buscar medios que funcionen:
Sin libertad de pensamiento y expresión, ninguna otra libertad puede existir.
Roberto 'Pachi' Ortiz Feliciano
20 comentarios:
El símbolo de una rosa en un puño es utilizado por la Internacional Socialista y muchos de sus partidos miembros como el Partido Socialista Francés (PS). El Partido Laborista británico ha usado una rosa roja como su símbolo desde fines de los años 80. La rosa reemplazó al símbolo anterior del partido, la bandera roja. También hay una conexión importante a través de una huelga muy famosa, la huelga textil de Lawrence de 1912. La huelga involucró a muchas mujeres y una llevaba un cartel que decía: "Pan, sí, pero Rosas también". En Europa, el Imperio alemán trató de prohibir todas las manifestaciones y asambleas de socialistas. Una rosa roja en el ojal de la chaqueta se convirtió en una especie de identificación cuando los sindicalistas y los miembros del partido se reunían. Cuando la Segunda Internacional decidió en 1889 tener manifestaciones de trabajadores el 1 de mayo, la rosa se utilizó como símbolo cuando se prohibieron otros signos de los movimientos socialistas, como las banderas rojas.
Aquí hay una explicación del Partido Socialdemócrata de Dinamarca: No hay un consenso completo entre los socialdemócratas con respecto a lo que realmente representa nuestro símbolo de la rosa, pero los simbolismos son la comunidad (los pétalos de la flor), el socialismo (su color rojo), el cuidado de los menos capaces de competir (la fragilidad), la lucha (las espinas), el crecimiento (potencial de crecimiento), la pluralidad (la forma de la flor), el respeto por la naturaleza (una planta) y la vida cultural (belleza). En una consideración mundial, las rosas rojas se cultivan en todas partes.
Sin embargo, como se ha mencionado: nadie puede ofrecer una explicación inequívoca de lo que la 🌹 rosa socialista simboliza hoy. Pero todos están de acuerdo en que la rosa roja encarna una o más historias que no deben olvidarse.
DSA. ¿Quiénes son y qué hacen....???
Los socialistas demócratas de América (DSA) es la organización socialista más grande de los Estados Unidos. Cree que los trabajadores deben dirigir la economía y la sociedad democráticamente para satisfacer las necesidades humanas, no para obtener ganancias para unos pocos. Son una organización política y activista, no un partido; A través de universidades y los capítulos basados en la comunidad, los miembros de DSA utilizan una variedad de tácticas, desde la acción legislativa hasta la acción directa, para luchar por cambios que empoderen a las personas trabajadoras.
Para lograr una sociedad más justa, muchas estructuras del gobierno y economía deben transformarse radicalmente a través de una mayor democracia económica y social..
Democratic Socialists of America (DSA)
dsausa.org
Los socialistas demócratas creen que tanto la economía como la sociedad deben manejarse democráticamente, para satisfacer las necesidades públicas, no para obtener ganancias para unos pocos. Para lograr una sociedad más justa, muchas estructuras de nuestro gobierno y economía deben transformarse radicalmente a través de una mayor democracia económica y social.
https://www.dsausa.org/about-us/what-is-democratic-socialism/#discredited
Elecciones en Estados Unidos: quiénes son los Demócratas Socialistas, el fenómeno político que impulsa a EE.UU. más a la izquierda
Ángel Bermúdez (@angelbermudez)
BBC Mundo
Son uno de los fenómenos políticos del momento en Estados Unidos. Los Demócratas Socialistas (DSA, por sus siglas en inglés) multiplicaron por 10 su número de afiliados entre 2015 y 2018.
De unos 5.000 miembros aumentaron a más de 52.000 y siguen creciendo.
Lo han hecho cargando consigo una de las etiquetas con peor imagen en la historia política de la principal potencia mundial: socialismo.
La socialista latina de 28 años que sorprendió marcando un hito en la política de Nueva York
¿Qué significa realmente ser "progresista" en Estados Unidos?
Paradójicamente, gran parte de su crecimiento se lo deben al actual presidente republicano, Donald Trump.
"Hemos experimentado varios repuntes en la membrecía: cuando Trump ganó la elección, cuando tomó posesión de su cargo y, prácticamente, cada vez que el gobierno ha tomado alguna decisión muy opresiva o que ha molestado a mucha gente en los últimos dos años", explica Kristian Hernández, copresidenta del capítulo del Norte de Texas del DSA, a BBC Mundo.
En las próximas elecciones de mitad de período del 6 de noviembre, los Demócratas Socialistas contarán con 64 candidatos, de los cuales 5 buscan curules en el Congreso Federal, 1 optará a una gobernación y 25 competirán por escaños en los parlamentos estatales. No han sido postulados, sin embargo, bajo las siglas del DSA sino como aspirantes del Partido Demócrata, en cuyas elecciones primarias participaron y triunfaron.
Algunas de estas victorias causaron enorme sorpresa.
Es el caso, por ejemplo, de Alexandria Ocasio-Cortez, una "millennial" latina que logró hacerse con la candidatura a la Cámara de Representantes por el circuito 14 de Nueva York.
La joven de 28 años se impuso a Joe Crowley, quien ocupa un escaño desde 1999 y era visto como posible sustituto de Nancy Pelosi como portavoz de los demócratas en el Congreso.
Ocasio hizo campaña sin aceptar aportaciones de grandes empresas, con mucho activismo social y gastando menos de una cuarta parte del presupuesto de su competidor.
Si ella gana las elecciones se convertirá en la mujer más joven en ocupar un escaño en la Cámara de Representantes.
(Sigue...)
(Desde anterior)
El fenómeno Sanders
La estrategia aplicada por Ocasio fue similar a la del senador Bernie Sanders durante las primarias por la candidatura presidencial demócrata en 2016. No es algo casual. Ella trabajó como voluntaria en la campaña de Sanders, quien siempre se ha presentado como un demócrata socialista aunque formalmente nunca ha pertenecido al DSA.
"Es imposible pensar que el DSA hubiera llegado hasta donde se encuentra hoy si no hubiera sido por la candidatura de Sanders por la nominación presidencial", dice Daniel Schlozman, profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad John Hopkins, en conversación con BBC Mundo.
Muchas de las propuestas del senador demócrata, como la idea de ofrecer un sistema de salud universal (Medicare for all) o la idea de instituir una educación universitaria gratuita, fueron fundamentales para atraer a su campaña -y en algunos casos al DSA- a las generaciones más jóvenes, en quienes Sanders parecía despertar mayor fervor que Hillary Clinton.
"El crecimiento del apoyo al DSA entre los millennials es la otra cara de la caída de la popularidad del capitalismo", explica Schlozman.
"Esta generación tuvo que pasar por una recesión muy severa ocasionada por la especulación, los préstamos bancarios imprudentes y la falta de regulaciones; lo que causó un enorme crecimiento de las deudas universitarias y cuyos estándares de vida no van a ser automáticamente más altos que los de sus padres. Entonces, hay una apertura hacia algo que no es el capitalismo, que en muchos casos no les ha ayudado".
Una encuesta de Gallup divulgada en agosto pasado indica que, en promedio, 37% de los estadounidenses tienen una imagen favorable del socialismo, frente a 56% que tienen una visión más positiva del capitalismo.
Sin embargo, hay grandes diferencias entre los grupos etarios.
Entre quienes tienen de 18 a 29 años de edad, 51% tiene una visión favorable del socialismo y 45% del capitalismo, que ha sufrido en este grupo una caída de 12 puntos desde 2010.
La valoración del socialismo es peor cuanta mayor edad tienen los encuestados, lo que puede guardar relación con el hecho de que las generaciones mayores crecieron y vivieron durante la Guerra Fría. La peor nota la obtiene los mayores de 65 años: solo 28% tiene una imagen positiva del socialismo.
Schlozman considera que lo que ocurre en estos momentos es más la pérdida de atractivo del orden establecido que un apoyo claro a favor del socialismo.
"Hay que advertir también que hay mucha gente que votó por Sanders pero que no pertenece al DSA. Son dos fenómenos distintos aunque relacionados", apunta.
Un movimiento híbrido
Aunque ahora se ha convertido en un fenómeno político, el DSA tiene una extensa trayectoria.
"Forma parte de una larga tradición socialista en la vida estadounidense, son descendientes del Partido Socialista de Estados Unidos, creado a inicios del siglo XX", apunta Schlozman.
El DSA se creó en la década de 1980 como fruto de la fusión de dos grupos de izquierda: el Comité Organizador del Socialismo Democrático (que era heredero del extinto Partido Socialista de Estados Unidos) y el Nuevo Movimiento Americano (una alianza de intelectuales progresistas con vínculos con los partidos izquierdistas clásicos).
Como organización política no suele postular candidatos bajo sus propias siglas.
"Hay algunas excepciones que se postulan por el Partido Verde o directamente como demócratas socialistas pero, en general, reconocemos que el sistema bipartidista están tan arraigado que es mucho más fácil ganar postulándose por el Partido Demócrata", señala Hernández.
"Creo que es una idea muy sabia para el DSA postularse con la tarjeta del Partido Demócrata, el cual -a su vez- obtiene energía, ideas y talento", afirma.
El experto señala las dificultades para clasificar al DSA. "No son un grupo de presión tradicional ni tampoco un partido político, sino una especie de movimiento social de base. Son un poco de todo", agrega.
(Sigue...)
(Desde anterior)
Del "Medicare for all" al fin del capitalismo
Schlozman destaca que, desde el punto de vista ideológico, el DSA es muy diverso.
Por una parte, hay gente partidaria de un estado de bienestar liberal que ofrezca programas universales públicos y, en el otro extremo, tienes gente que quisiera cambios mayores en el orden social que no plantean reformar sino acabar con el capitalismo", afirma.
Los primeros se encontrarían más cómodos en las filas del Partido Demócrata mientras que los últimos no tanto.
Un elemento fundamental para el crecimiento acelerado del DSA ha sido la propuesta de un sistema de salud universal (Medicare for all), que se popularizó durante la campaña de Bernie Sanders.
Hernández señala que, en estos momentos, ese es el tema principal de la agenda nacional del DSA.
"Ha sido muy efectivo para cambiar la forma como las personas hablan sobre el sistema de salud, cómo perciben que debería ser un derecho humano y que no deberíamos tener que escoger entre pagar la renta y comprar los medicamentos que necesitamos. La gente se da cuenta de que el sistema de salud está hecho para generar ganancias económicas".
"Usamos eso como plataforma para hablar de otros asuntos que la gente normalmente no vería".
"Creo que el tema de la salud ha servido para atraer a mucha gente al DSA, para que se hagan una idea de lo que defendemos. Antes de la postulación de Bernie yo nunca me había considerado socialista", apunta la joven de 19 años de edad, nacida en Estados Unidos e hija de inmigrantes mexicanos.
Pero más allá de la propuesta de programas públicos universales, que pueden tener una acogida amplia entre gran parte del electorado estadounidense, el DSA cuestiona el funcionamiento mismo del sistema capitalista y habla de temas como la lucha de clases o la construcción del "poder de la clase trabajadora".
"Para mí no hay un gran salto entre ambos asuntos. Si piensas, por ejemplo, en el cambio climático te das cuenta de que la principal causa son las corporaciones. Cuando haces esa conexión, no pasa mucho tiempo antes de que veas que el problema es el capitalismo. Se trata de este enorme sistema que hace casi imposible que consigas las cosas que necesitas, una vivienda, agua, salud", señala Hernández.
"Muchos somos partidarios de que los trabajadores sean dueños de los medios de producción. Defendemos la democracia en cada aspecto de la vida. No somos partidarios de dar más poder al Estado o de crear un estado de bienestar que depende del Estado porque eso no sería una verdadera democracia. Los trabajadores deberían tener injerencia directa en su trabajo y en la forma como se manejan las cosas. Creo que eso se parece más a lo que sería vivir en el socialismo", agrega.
Schlozman, sin embargo, considera poco útil esa etiqueta.
"Hay una gran brecha entre Dinamarca y la China de Mao. Llamar socialismo a ambas cosas no es muy útil. Obviamente hay una gran disparidad dentro del DSA entre lo que son fundamentalmente políticas reformistas y las políticas revolucionarias".
"Lo que no queda claro cuando miras las encuestas es cuánto apoyo hay para el reformismo y cuánto a la revolución. No creo que mucha gente haya pensado en lo que significa, en las diferencias y adónde quieren ir. No he visto ninguna evidencia de que haya un amplio apoyo popular a la propiedad social de los medios de producción", apunta el experto.
"Yo creo que esto se trata más de Medicare for all", concluye.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-46066139?fbclid=IwAR03ZbNuLOhIBXHuorJF_2TDWpyOdgS_rvvxMDutSWGvgFV5FqxlsTqtuUU
No somos liberales, somos socialistas, no somos reformistas, somos radicales: proponemos el derrocamiento del capitalismo y la construcción de un sistema socialista. Nos referimos a un sistema en el que la sociedad está controlada democráticamente por la clase obrera y los recursos productivos de la sociedad se canalizan para abolir las divisiones de clase, atender las necesidades sociales y distribuirse equitativamente. Solo el socialismo puede librar al mundo de la pobreza y la desigualdad, detener las guerras imperialistas, acabar con la opresión y la explotación, salvar el medio ambiente de la destrucción y proporcionar las condiciones para la plena realización del potencial creativo humano. Un sistema bajo el control democrático de la clase trabajadora es la única base para establecer una sociedad sin clases, próspera y sostenible basada en el principio "de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad".
Nos oponemos a los intentos de detener el cambio climático y la destrucción del medio ambiente mediante medidas que imponen una carga a la clase trabajadora y los pobres. En cambio, exigimos cambios sociales y políticos fundamentales que desafíen directamente los intereses de la clase dominante. La crisis ambiental solo puede resolverse bajo el socialismo, donde los intereses de las personas y el planeta no se contraponen.
Nos oponemos a todas las formas de discriminación contra las mujeres y a todas las formas de desigualdad social entre hombres y mujeres. La lucha por liberarse de la explotación y liberarse de todas las formas de opresión incluye la liberación de lesbianas, hombres homosexuales, bisexuales, transexuales e intersexuales. Luchamos por el fin de toda discriminación legal y social contra las personas LGBTI y todas las formas de discriminación sexista. Apoyamos la plena libertad reproductiva para todas las mujeres.
Toda la opresión, como la opresión de los jóvenes, los discapacitados y los ancianos, se usa para dividir a la clase trabajadora y para ahorrarle el gasto de cubrir las necesidades de todos los miembros de la sociedad. Combatirlos es una parte esencial de la construcción de una clase trabajadora unida.
El socialismo no puede surgir por las acciones de una minoría. La lucha por el socialismo es la lucha de trabajadores para controlar sus vidas y su sociedad, lo que Marx llamó "un movimiento de la inmensa mayoría en interés de la inmensa mayoría"
Debemos potenciar la izquierda puertorriqueña, exigir espacios de comentario en los foros y los medios a base de los consensos existentes para argumentar propuestas y posturas divergentes en el debate político. Me permito incluir la siguiente nota que redacté originalmente para otro espacio, solicito me permitan una explicación: El concepto político de "la izquierda" se origina a partir de la disposición de los asientos en la Asamblea Nacional francesa. Durante la década de 1790, los asientos en la asamblea se basaron en afiliación política. El rey Luis XVI se sentó enfrente, mientras que a su izquierda se sentaron los liberales (girondistas) y los radicales (jacobinos) que querían el establecimiento de un gobierno democrático y, a su derecha, los conservadores (feuillantes) que estaban a favor del rey y apoyaban la monarquía. Fueron los periódicos los que comenzaron a hacer referencia a la "izquierda" liberal y revolucionaria, y la "derecha" tradicionalista de la asamblea francesa. La nueva tendencia resurgió con la Restauración Borbónica y el inicio de una monarquía constitucional en 1814, los representantes una vez más asumieron sus respectivos asientos en la izquierda y la derecha de la cámara legislativa. A mediados del siglo XIX, "izquierda" y "derecha" habían entrado en la lengua vernácula francesa como expresiones de diferentes ideologías políticas. Se filtra al resto del mundo durante el siglo XIX, pero no fueron expresiones comunes ("vox populis") hasta principios del siglo XX, cuando el concepto y nombre común de la izquierda comenzaron a identificarse con los movimientos socialistas (vis a vis, la derecha como sectores tradicionales y conservadores).
Entonces, en Puerto Rico, la "izquierda" podría utilizarse, en estricto sentido histórico, para identificar tendencias "democráticas liberales", pero se ha utilizado con más frecuencia para identificar el movimiento de independencia y las propuestas o ideologías radicales, revolucionarias y socialistas.
Basta de los intentos reaccionarios de la derecha en contubernio incestuoso con los medios comerciales para invisibilizar la izquierda. Hartan y aburren la pléyade de programas en TV y radio, incluyendo los periódicos comerciales donde solo figuran los fotutos del establecimiento. Apáguenlos si no incluyen más sectores de opinión.
Sembrando dudas, cosechamos conciencia: El cambio climático es la mayor crisis existencial que enfrenta la humanidad hoy en día. La industrialización capitalista nos ha llevado al borde del precipicio, y evitar el fin de la civilización como sabemos, puede requerir el desarrollo de una visión en oposición directa a la forma en que el capitalismo "valora" la naturaleza. La actividad económica en la actualidad, como observamos, depende en gran medida de la quema de combustibles fósiles, la tala de bosques tropicales y la agricultura industrial, todo lo cual lleva a la emisión de gases de efecto invernadero que aceleran el cambio climático.
La crisis ecológica planetaria de hoy se debe principalmente a la creciente escala de la economía mundial capitalista. Cuanto mayor es la escala de la economía, más rivaliza con los ciclos biogeoquímicos fundamentales del planeta. Todo esto está conectado con la naturaleza y la lógica del capitalismo, entendido como un sistema dirigido a la acumulación de capital. El capitalismo es un sistema de crecer o morir. Si la acumulación disminuye, el resultado es una crisis económica. La respuesta del sistema es impulsar la acumulación. Esto, sin embargo, intensifica las crisis ambientales globales a medida que aumenta el impacto ya visible de la economía en el Sistema Tierra.
Hablar del crecimiento económico como un problema principal, y de la necesidad de una economía de estado estable como solución, levanta inmediatamente el espectro en la mente de las personas sobre el fin del progreso humano. Sin embargo, debemos tener cuidado de no identificar el crecimiento económico, ya que ese término se usa hoy en día, con el avance humano en su conjunto, el crecimiento no es necesariamente igual al desarrollo. El desarrollo implica dos cosas que el crecimiento no incluye: equidad y sostenibilidad.
El sistema de contabilidad nacional o del Producto Interno Bruto (PIB) está arraigado en las nociones capitalistas de valor agregado, ganancia y acumulación. Refleja con precisión la lógica de la acumulación de capital, pero está muy lejos del crecimiento en el sentido más amplio en el que la gente suele pensar, o quisiera que el crecimiento implique.
Esto se puede entender al observar algunos de los detalles de la medición del PIB. El trabajo de los trabajadores de subsistencia en la agricultura o las mujeres que trabajan en el hogar no está incluido en el PIB, ya que su producción está fuera del mercado de productos básicos. El crecimiento de un bosque no añade nada al crecimiento económico. Pero el recorte del mismo bosque para la venta en el mercado cuenta como crecimiento.
Nota.- Este es el problema de la deforestación propuesta en Puerto Rico.
El problema aquí no es la propia contabilidad del PIB. Más bien, esta forma de medir el crecimiento refleja con precisión cómo funciona el sistema capitalista. El problema es todo lo que excluye o no refleja.
Todo esto significa que debemos alejarnos del crecimiento económico tal como se entiende en el sistema actual y hacia una sociedad de desarrollo humano sostenible.
Algunos ambientalistas creen que el problema es que la naturaleza no está completamente internalizada dentro del sistema de valor de mercado, y que toda la naturaleza debe considerarse como "capital natural". Sin embargo, debemos recordar que el valor no lo es todo: hay una riqueza esencial que sobrepasa el mercado comercial. La vida misma no puede reducirse a la lógica de la valoración del mercado sin socavar la base misma de nuestra existencia.
Para quienes proponen eufemismos políticos tengo una aclaración personal que hacer: No soy liberal porque la naturaleza del liberalismo es una consensual aceptación del individualismo que es inseparable del capitalismo, y quiero ver el reemplazo del capitalismo. Por capitalismo me refiero a un mundo dirigido en beneficio de aquellos para quienes la acumulación de riqueza y poder es la medida del valor y el éxito. No estoy diciendo que sepamos cómo sucederá o que sucederá pronto, pero vivo mi política como un rechazo de nuestras circunstancias actuales. Sin embargo, en cualquier sociedad, una condición previa para reemplazar al capitalismo es una democracia y apertura constitucional sólida, una forma de gobierno colectivo con un marco sólido de derechos humanos, privacidad, tolerancia activa, libertad de expresión y organización y la igualdad de todos, todas y cada persona.
Pachi Ortizfeliciano
En febrero, el estudiante de segundo año de la universidad, Trevor Hill, se puso de pie durante una reunión televisada en el ayuntamiento de Nueva York y planteó una pregunta simple a Nancy Pelosi, la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes. Citó un estudio realizado por la Universidad de Harvard que muestra que el 51% de los estadounidenses de entre 18 y 29 años ya no apoyan el sistema del capitalismo y preguntó si los demócratas podrían aceptar esta realidad que cambia rápidamente y establecer un contraste más claro con la derecha. ciencias económicas.
Pelosi estaba visiblemente sorprendida. “Le agradezco su pregunta", dijo, "pero lamento decir que somos capitalistas, y así es como es".
No solo los votantes jóvenes se sienten así. Una encuesta de YouGov en 2015 encontró que el 64% de los británicos creen que el capitalismo es injusto, que empeora la desigualdad. Incluso en los EE. UU., Alcanza el 55%. En Alemania, un sólido 77% es escéptico del capitalismo. Mientras tanto, las tres cuartas partes de las personas en las principales economías capitalistas creen que las grandes empresas son básicamente corruptas.
Porque seamos claros: eso es lo que es el capitalismo, en su raíz. Esa es la suma total del plan. Podemos ver esto plasmado en el imperativo de aumentar el PIB, en todas partes, año tras año, a una tasa compuesta, aunque sabemos que el crecimiento del PIB, por sí solo, no hace nada para reducir la pobreza ni para hacer que las personas sean más felices o más sanas. El PIB global ha crecido un 630% desde 1980, y en ese mismo tiempo, en cierta medida, la desigualdad, la pobreza y el hambre han aumentado. Lo que queda claro aquí es que es un sistema que está programado para subordinar la vida al imperativo de la acumulación de capital.
Todo procede de la misma lógica profunda. Es la misma lógica que vendió vidas con fines de lucro en el comercio de esclavos, es la lógica que nos da empleos mal pagados con salarios indignos y derrames de petróleo, y es la lógica que nos está empujando hacia el colapso ecológico y el cambio climático.
¿Cómo podría ser un mundo mejor? Hay un millón de ideas por ahí. Podemos comenzar por cambiar cómo entendemos y medimos el progreso. Como dijo Robert Kennedy, el PIB “no permite la salud de nuestros hijos, la calidad de su educación o la alegría de su juego. . . en resumen, mide todo, excepto lo que hace que la vida valga la pena ".
Podemos cambiar eso. La gente quiere que la atención médica y la educación sean bienes sociales, no productos comerciales, por lo que podemos optar por volver a poner los bienes públicos en manos públicas. La gente quiere que los frutos de la producción y los rendimientos de nuestro generoso planeta beneficien a todos, en lugar de ser absorbidos por los súper ricos, podemos cambiar las leyes fiscales e introducir medidas potencialmente transformadoras como un ingreso básico universal. La gente quiere vivir en equilibrio con el entorno del que todos dependemos para nuestra supervivencia; para que podamos adoptar soluciones agrícolas regenerativas e incluso elegir reconocer en la ley constitucional que la naturaleza tiene "el derecho a existir, persistir, mantener y regenerar sus ciclos vitales".
Nada de esto es realmente radical. Nos dirán que estas ideas no son factibles, pero lo que no es factible es la suposición de que podemos continuar con el status quo. Si seguimos aumentando la desigualdad y masticando nuestro planeta viviente, todo esto va a implosionar. La elección es clara, y parece que la gente se está despertando en grandes cantidades: o evolucionamos hacia un futuro más allá del capitalismo, o no tendremos un futuro en absoluto.
http://f-st.co/87NFTcH
Cambios necesarios: El cambio climático es un problema de clase. Esto parece bastante obvio. Las personas ricas son responsables de causar el cambio climático y los más pobres soportamos y sufrimos los costos de los desastres naturales, el aumento de los mares y las inundaciones. Sin embargo, estamos algo confundidos sobre este tema.
El grito de guerra de las políticas climáticas radicales, “cambio de sistema, no cambio climático”, identifica acertadamente al “sistema” del capitalismo como la causa central del cambio climático.
Pero, ¿cómo cambian los sistemas?
“La historia de toda la sociedad existente hasta ahora es la historia de las luchas de clases”. (Principio marxista) La lucha de clases implica una política que debe enfrentar directamente los intereses de la clase en el poder.
Benjamin Fong en el New York Times planteaba, “¿La crisis climática? Es el capitalismo, estúpido ", se trata de un cambio sistémico o el fracaso de la humanidad.
Desde un punto de vista político, el cambio climático ha hecho de la lucha anticapitalista, un problema de la humanidad. Tenemos que ir más allá de las viejas nociones nacionalistas.
Una definición marxista de la clase dominante como aquellos que poseen y controlan los "medios de producción" define la responsabilidad por el cambio climático con una visión clara: aquellos que controlan la producción orientada a la ganancia de todos los bienes y servicios, esto implica a los capitalistas son los que para citar un ejemplo fundamental desentierran el combustible fósil. para venderlo con fines de lucro.
Prueba: de acuerdo con la Agencia de Información de Energía, el sector industrial consume más energía del mundo que los sectores residencial, comercial y de transporte combinados. Si incluimos las emisiones del consumo de electricidad, el sector industrial supera a todos los demás (incluido el cambio en la agricultura y el uso de la tierra) con el 31% de las emisiones globales.
Referencia:
http://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar5/wg3/ipcc_wg3_ar5_full.pdf
Un enfoque de clase simplifica la política climática de manera que hace que nuestras tareas políticas sean más claras. Si se define en un vocabulario actual el socialismo, se podría entender esto: democratizar la producción orientada no a la ganancia, sino a las necesidades sociales de la vida humana y al reconocimiento de los sistemas ecológicos que hacen posible toda vida humana y no humana.
(sigue en próximo comentario)
(desde anterior)...
Entonces: las soluciones climáticas deben apelar a los intereses materiales de la clase trabajadora, y deben entenderse como un tema feminista radical. En el nivel más amplio, definimos la clase trabajadora como las personas que trabajan para sobrevivir. La clase obrera de hoy en día es, en gran medida, femenina, quienes también son las trabajadoras más pobres, e incluyen no solo a obreros industriales, sino también a enfermeras, maestros, trabajadores de almacenes, empleados del gobierno y minoristas. Si la política del cambio climático quiere ganar, debe aprender a hablar, atraer e interesar, y convencer a los trabajadores, específicamente a las mujeres. De hecho, es imposible imaginar construir un verdadero movimiento de cambio político sin hacerlo.
¿Por qué importa? Porque, en su mayor parte, nuestra estrategia política sobre el cambio climático y del proceso político en general tal como existe ahora (y que ha sido basicamente una repetición de mensajes similares por más de 50 años) no apela a las preocupaciones de la clase trabajadora. De manera que importa si nuestro objetivo es construir una estrategia ganadora.
¿Por qué? No se trata simplemente de números (la "mayoría"), sino también de la dependencia crucial del capitalismo de los trabajadores para producir bienes y servicios, transportar productos y mantener una infraestructura crítica. Sin la clase trabajadora, todo el sistema se detiene. Los trabajadores, por lo tanto, no solo son un grupo social que es sistemáticamente oprimido y explotado, sino que también son el grupo mejor posicionado para realizar un cambio real.
Los activistas debemos despertar, repensar nuestras narrativas e intentar formular políticas que traten los temas de justicia económica y desigualdad que es el lenguaje de los trabajadores. Programas de vivienda que apuntan hacia viviendas asequibles viables para todos. Un programa de empleos verdes envuelto en una garantía de trabajo. Infraestructura de energía verde para entregar energía renovable más barata o incluso gratuita a las personas. Estos programas pueden ayudar a construir una base más amplia de apoyo para la acción climática, y es un modelo para el cambio socialista.
(Primera parte de nota en proceso.)
Pachi Ortizfeliciano
"[E]l Boletín de la OMM de fin de año sobre la concentración de los principales gases causantes de ese fenómeno, que revela que -pese a los compromisos internacionales para reducir las emisiones- no hay indicios de que se haya estabilizado y menos de que haya disminuido. Las consecuencias son un cambio climático a largo plazo, la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos y un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos.
Según los datos proporcionados a la prensa por la OMM, la concentración media de CO2 pasó de 400.1 partes por millón (ppm) en 2015 a 403.3 ppm en 2016 y a 405.5 ppm el año pasado. Se trata del principal gas de efecto invernadero de larga duración en la atmósfera y el más reciente nivel de concentración detectado representa el 146% del nivel en la era preindustrial (ante de 1750).
La OMM también señaló que han subido las concentraciones de metano y óxido nitroso, y que ha reaparecido el CFC-11 (triclorofluorometano), un potente gas de efecto invernadero cuya producción ha aumentado en Asia oriental, donde es utilizado por la industria. El Boletín de la OMM se basa en las observaciones de su Programa de Vigilancia de la Atmósfera Global, que documenta los cambios en los niveles de los gases causantes del calentamiento del planeta como resultado de procesos industriales, el uso de energía procedente de combustibles fósiles, prácticas agrícolas intensivas y la deforestación.
En ese programa se evalúa la información aportada por 53 países. La OMM dijo que estos datos científicos se suman a las pruebas aportadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, como es conocido por sus siglas en inglés)..."
https://www.elnuevodia.com/noticias/mundo/nota/seregistraunacifrarecorddeconcentraciondegasescausantesdelcambioclimatico-2461253/
Visión general ... El clima de la Tierra ahora está cambiando más rápido que en cualquier momento en la historia de la civilización moderna, principalmente como resultado de las actividades humanas. Los impactos del cambio climático global ya se están sintiendo ... y se proyecta que se intensificarán en el futuro, pero la severidad de los impactos futuros dependerá en gran medida de las acciones tomadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para adaptarse a los cambios que se producirán.
... Después de extenso daño de huracanes alimentado en parte por una atmósfera más cálida y un mar más cálido y más alto, las comunidades ... están considerando formas de reconstruir una infraestructura más resistente. En el Caribe, los gobiernos están desarrollando nuevos marcos para la recuperación de tormentas basados en las lecciones aprendidas de la temporada de huracanes de 2017.
Los riesgos relacionados con el clima continuarán creciendo sin acciones adicionales. Las decisiones tomadas hoy determinan la exposición al riesgo para las generaciones actuales y futuras y ampliarán o limitarán las opciones para reducir las consecuencias negativas del cambio climático ...
(Trozo del primer capítulo)
NotaEd.: traducción libre y edición por pachi/ROF
https://nca2018.globalchange.gov/?fbclid=IwAR01Iixedo4EopjvdUiOF3iHCbjGiREwiwBmvj42YBvklYLTmsWxNRJmz_U
El miércoles, Trump disputó una vez más la ciencia del cambio climático, pero un informe masivo emitido por la administración federal el viernes enfatiza la grave amenaza que representa el calentamiento global causado por los seres humanos a los Estados Unidos y sus ciudadanos.
"El clima de la Tierra ahora está cambiando más rápido que en cualquier momento en la historia de la civilización moderna, principalmente como resultado de actividades humanas", dicen los investigadores en el informe, oficialmente el Volumen II de la Evaluación Nacional del Clima. (Vol. 1 fue lanzado el año pasado.)
El estudio de mandato federal fue publicado por la administración Trump el viernes, en un momento en que muchos estadounidenses se encuentran en un largo fin de semana festivo, distraídos por la familia y las compras
Desde el Programa de Investigación de Cambio Global de los Estados Unidos, un equipo de 13 agencias federales, la Cuarta Evaluación Nacional del Clima se realizó con la ayuda de 1,000 personas, incluidos 300 científicos líderes.
Es el segundo de dos volúmenes. El primero, publicado en noviembre de 2017, concluyó que "no hay una explicación alternativa convincente" para el cambio climático que no sea "las actividades humanas, especialmente las emisiones de gases de efecto invernadero".
Los hallazgos del informe van en contra del mensaje consistente del presidente Donald Trump de que el cambio climático es un engaño, demostrado por las tendencias a largo plazo que los humanos viven con las temperaturas más cálidas de la historia moderna. Incluso si el mejor de los casos sucediera y las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeran a la nada, el mundo está en camino de calentar 1.1 grados Fahrenheit.
https://www.theatlantic.com/science/archive/2018/11/national-climate-assessment-black-friday/576589/?fbclid=IwAR2Q3Ku0fF8YSfNRvaopXAqB08mbekcixHP6hPgjoj2xNekyEJoo4J7SLYY
https://www.nbcnews.com/news/us-news/federal-report-says-climate-change-will-wallop-u-s-economy-n939521?cid=sm_npd_nn_fb_ma
https://www.nytimes.com/2018/11/23/climate/us-climate-report.html?emc=edit_na_20181123&nl=breaking-news&nlid=56282058ing-news&ref=cta
https://edition.cnn.com/2018/11/23/health/climate-change-report-bn/index.html?utm_medium=social&utm_term=link&utm_source=fbCNNp&utm_content=2018-11-23T20%3A12%3A02
http://time.com/5462102/climate-change-report-trump-science/
https://nca2018.globalchange.gov/?fbclid=IwAR01Iixedo4EopjvdUiOF3iHCbjGiREwiwBmvj42YBvklYLTmsWxNRJmz_U
Las costas de Puerto Rico y de otras islas caribeñas junto con su infraestructura pública y privada se verán seriamente afectadas por el aumento en el nivel del mar causado por el cambio climático, afirma un estudio revelado ayer por el Congreso federal. Las costas sufrirán también por la erosión ocasionada por marejadas más fuertes lo que llevará a una disminución de las playas, que a su vez afectará una de las principales fuentes del turismo caribeño. El aumento en el nivel del mar ocasionará también que la cantidad y calidad de los acuíferos costeros se reduzca. El informe sobre los proyectados efectos del cambio climático, elaborado por encargo del Congreso, también predice que el aumento en las emisiones de carbón a nivel global afectará seriamente la cantidad de lluvia en esta región para el final de este siglo, lo que ocasionará, a su vez, que disminuya la disponibilidad de agua potable.
"En Puerto Rico, la infraestructura crítica (por ejemplo, tuberías de agua potable, estaciones de bombeo, tuberías de descargas, plantas de tratamiento de aguas y plantas eléctricas) está vulnerable al aumento en el nivel del mar, el aumento en marea por tormenta y a las inundaciones", especifica el documento...
En cuanto a las temperaturas, se establece que un aumento constante en este aspecto llevará a un decrecimiento de la productividad agrícola, cambios en los hábitats y redistribución de la fauna y riesgos a la salud de los humanos, especialmente en poblaciones vulnerables. (Noticel)
https://media.noticel.com/o2com-noti-media-us-east-1/document_dev/2018/11/23/Cap%C3%ADtulo%20del%20Caribe%20del%20Informe%20del%20Congreso%20sobre%20Cambio%20Clim%C3%A1tico%20noviembre%202018_1543020062938_20755174_ver1.0.pdf
https://www.noticel.com/ahora/pr-con-grave-pronostico-en-informe-congresional-sobre-cambio-climatico/886344251?fbclid=IwAR0HvoFtG1YDKmflOuj4ROcHxLoL0b3QcX8LfgCGnCnrbZ7y_C6eLZIFwKg
Breve pausa. En política, como la física, cada acción trae una contra-reacción o reacción en contra. Gran parte de la comunidad política ha sido víctima del cliché engañoso, repetido por numerosos "analistas políticos" de que los populares no deben moverse "demasiado a la izquierda". Esta idea es un remanente de la propaganda anticuada de la guerra fría que se encuentra directamente en contradicción de las alternativas socialistas emergentes que se están desarrollando en los Estados Unidos, México, Portugal y otros países. La opción centrista tiene poca o ninguna personalidad en temas como asuntos ambientales y la necesidad urgente de cambios económicos lejos del modelo de crisis neoliberal / austeridad / financiera que tiene a la isla atrapada en una espiral descendente. Como tal, la mayoría de los candidatos populares emergentes se están definiendo como centristas, aunque esa posición les da muy poca diferencia sustancial del gobernador y el PNP. Si todos hasta aparentan estar en contra de la Junta de control fiscal. El estatus ha demostrado ser una plataforma central débil como refleja la baja participación de los votantes. Si el estatus no se percibe como el problema principal, uno podría cuestionarse si una estrategia basada en esa premisa tiene el potencial a corto plazo para atraer a la mayoría necesaria de votantes no afiliados, independientes e incluso los apáticos.
Con excepciones notables como el surgir de un feminismo radical combativo y algunas comunidades en defensa de su patrimonio, percibimos movilizaciones menguadas.
Mientras tanto la izquierda se ha ido convirtiendo en una comunidad tradicional que repite las mismas consignas que los ha caracterizado por décadas y como cultura tradicional no logra re-enfocar su creatividad en nuevos mensajes que contrarresten un posicionamiento evidente de extrema minoría. Momento de pausar, diseñar nuevas estrategias y repensar la agenda. Más de lo mismo no sugiere la posibilidad de cambio que el pueblo quiere y necesita.
Pachi Ortizfeliciano
Esquizofrenia puertorriqueña: en la isla estamos como zombis caminando hacia la privatización de la AEE que sugiere permanecer en la ruta de la producción energética a base de petróleo, gas natural y carbono; el resto del mundo incluyendo un sector emergente en los Estados Unidos reclama un cambio radical, “centrado en tres cuestiones claves: elevar la ambición para enfrentar la crisis del cambio ambiental, adoptar medidas que transformen la economía actual, y movilizar a los ciudadanos de una forma sin precedentes hacia rutas alternativas sustentables y de menor desigualdad”, como dijo el titular de la ONU.
Pachi Ortizfeliciano
Párate un momento, deténte y saca un momento para ubicarte, y ubicar a Puerto Rico dentro del contexto internacional. Por un breve rato, intenta salirte de la rutina tradicional de la izquierda criollista, sumidos en inmediateces ciertamente alarmantes y severas, no hemos hecho caso de que han informado que Puerto Rico ha de ser de los primeros y más severos países en ser impactados por el cambio climático.
Como los informes recientes han dejado claro, es posible que el mundo ya no esté al borde de la destrucción, sino que probablemente se haya tambaleado más allá de un punto crucial de no retorno. La catástrofe climática ahora parece inevitable. Simplemente lo dejamos para demasiado tarde para mantener el aumento de las temperaturas globales por debajo de 1.5 ° C y así prevenir un futuro de costas erosionsdas, arrecifes de coral arruinados, tormentas frecuentes, sequías, desiertos y glaciares derretidos.
Un informe de la ONU reveló que los intentos por garantizar el pico de emisiones de combustibles fósiles para 2020 fracasará. De hecho, ni para 2030 se alcanzará el objetivo. Otro, de la Organización Meteorológica Mundial, dijo que los últimos cuatro años han sido los más calurosos registrados y advirtió que las temperaturas globales podrían aumentar fácilmente en 3-5C para 2100, muy por encima de lo que se buscaba. después de gol de 1.5c. Si la temperatura de los mares y océanos ha estado operando como aceleradores de huracanes de seguro veremos peores episodios.
Al mismo tiempo, las perspectivas de alcanzar acuerdos globales para detener las emisiones se han debilitado por la propagación del populismo de derecha. Y los pobres en todo el mundo incluyendo Puerto Rico, unos entran en patrones migratorios buscando sobrevivencia, y otros abrazan religiones fundamentalistas que les aplacan las inseguridades y angustias mientras se acomodan en el poder mediante alianzas con movimientos políticos de extrema derecha. Y tu, qué...???
Pachi Ortizfeliciano
Puerto Rico, Honduras y Nicaragua, entre más vulnerables al cambio climático
http://www.latribuna.hn/2018/12/04/puerto-rico-honduras-y-nicaragua-entre-mas-vulnerables-al-cambio-climatico/
Climate report says sea level rise threatens Puerto Rico's infrastructure
https://www.euronews.com/2018/11/25/rising-sea-levels-climate-change-threatens-puerto-rico-s-infrastructure-n939726
Momento de cambiar el debate tradicional, hablemos del auge del socialismo como propuesta de cambio: No es un secreto que más jóvenes de hoy prefieren el socialismo. Según un estudio de la Universidad de Chicago, 62% entre los 18 y 34 años de edad cree que "necesitamos un gobierno fuerte para manejar los complejos problemas económicos de hoy". Otro estudio encontró que el 44% de los millennials preferirían vivir en una economía socialista, no apoyan el mercado libre y las ideas neoliberales, el número de personas que ignoran por completo el capitalismo y elogian las políticas socialistas está aumentando, especialmente entre los jóvenes. Si las predicciones de que los millennials tendrán un mayor impacto de las elecciones continúan siendo ciertas, los tiempos están cambiando.
Según una nueva encuesta de Gallup, los jóvenes se están cansando del capitalismo. Menos de la mitad, el 45 por ciento, ve el capitalismo positivamente.
"Esto representa una disminución de 12 puntos en las opiniones positivas de los jóvenes sobre el capitalismo en los últimos dos años y un cambio marcado desde 2010, cuando el 68 por ciento lo vio de manera positiva", señala Gallup. Mientras tanto, el 51 por ciento de los jóvenes son positivos sobre el socialismo. Los "puntos de vista del socialismo de este grupo de edad han fluctuado poco de un año a otro", informa Gallup, "el 51 por ciento con una visión positiva hoy es el mismo que en el 2010."
Es matemáticas porque los salarios no se están actualizando a medida que los costos del día a día continúan aumentando, la autora y directora ejecutiva del Proyecto de Informe de Dificultades Económicas, Alissa Quart dice: Hay fuerzas economicas en su contra, todo desde sus impuestos hasta si puede tener seguridad laboral ". El capitalismo simplemente no es una suma positiva, los salarios no cubren las necesidades básicas, poder casarse y comprar una casa.
Para complicar aún más las cosas para los adultos jóvenes, un estudio de 2016 realizado por investigadores de Stanford encontró que quienes ingresan a la fuerza laboral hoy "tienen muchas menos probabilidades de ganar más que sus padres en comparación con los niños nacidos dos generaciones antes que ellos".
"El socialismo claramente suena mejor como concepto para los jóvenes, como lo ha hecho en los últimos ocho años", señala Gallup.
El socialismo obtiene calificaciones más altas que el capitalismo entre los hispanos, los asiático-americanos y los afroamericanos. El 61% tiene una visión positiva del socialismo, y también lo hace, en una sorprendente revelación, el 25% de los republicanos jóvenes.
¿Por qué el socialismo está caliente ahora? En un momento de creciente desigualdad económica, los Millennials se están quedando atrás. Un estudio reciente realizado por el Banco de la Reserva Federal de San Luis encontró que los Millennials nacidos en los años 80 tienen un patrimonio neto 34% por debajo de lo esperado. Y la deuda estudiantil desde 2009 se ha duplicado a $ 1.4 billones, lo que contribuye a una disminución en la propiedad de la vivienda entre los jóvenes, según un estudio del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Para muchos Millennials endeudados el socialismo no es radical, es una manera de arreglar un sistema que les falló. Eso significa que los jóvenes han buscado alternativas a la política como de costumbre, la opción del socialismo ha parecido viable.
En Puerto Rico el impacto negativo de la Deforma laboral ha impulsado una profunda insatisfacción con el sistema económico, de parte de los socialistas proponer nuevas narrativas.
https://www.thenation.com/article/socialism-is-on-a-winning-streak/
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