-Presidente Rafael Correa de Ecuador (30.09.10)

Si no fuese verdad pudiese parecer episodios aterradores de una serie televisada sobre violencia policial, en asunto de menos de una semana en Puerto Rico:
viernes, 24 de septiembre de 2010
Policía tirotea a deportista
“Lo querían matar”. La familia del deportista José A. Vega Jorge, de 22 años, quien lucha por sobrevivir a un disparo en la cabeza propinado por la Policía, el miércoles, en la marginal del expreso Martínez Nadal, le exigió al Superintendente que admita su responsabilidad.
Ángel Vega, padre de la víctima, cuestionó la actitud de la alta oficialidad de la Policía de negar que cometieron un error que casi le cuesta la vida a su hijo.
“No sé si son novatos los policías, pero si ellos cometieron un error, que lo aclaren, que lo digan y que sean hombres y digan: fue mi error”, sostuvo el padre del herido, sumamente compungido.
Vega Jorge fue baleado por la parte posterior derecha de la cabeza, mientras se encontraba boca abajo sobre el pavimento, según la versión ofrecida por su amigo y testigo de los hechos, Ángel Plaza.
Según el director del Centro Médico, doctor Ernesto Torres, recibió un disparo por la parte superior derecha de la cabeza que le atravesó el cerebro y se le alojó sobre la mandíbula superior del lado derecho. Tiene exposición de masa encefálica y ha requerido transfusiones de sangre.
El testimonio de Ángel Plaza, cuya vida también estuvo en riesgo, echa por el suelo la información ofrecida por el director regional de San Juan, el coronel José Sergio Rubín, quien alegó que el joven fue herido de bala cuando se viró mientras era perseguido e hizo amague para sacar un arma de fuego de la cintura, la cual nunca fue ocupada.
...
Vega Jorge, su amigo Ángel Plaza, su instructor de karate y otros compañeros salieron de clases y se estaban reuniendo frente al restaurante para entrar a comer cuando observaron a la pareja salir con una bolsa en la mano en actitud sospechosa.
Cuando se asoman por la ventana, las empleadas les hicieron señas de que habían sido asaltadas y que habían llamado a la Policía.
Al lugar llegó la patrulla donde viajaban el sargento Víctor Díaz y el agente Osvaldo Correa, este último se bajó y les preguntó a los jóvenes qué había sucedido.
Plaza explicó que ellos le señalaron hacia la verja del restaurante Burger King de Altamira, que conduce hacia el expreso Martínez Nadal, para indicarle el lugar por donde habían huido los atracadores, descritos como un hombre y una mujer.
Los dos jóvenes, para ayudar al policía Correa, brincaron la verja y cuando llegaron cerca de la marginal se les aproximó una patrulla con los biombos apagados y les gritó que se lanzaran al pavimento con las manos sobre la cabeza y ellos obedecieron.
“José y yo estábamos mirándonos de frente, yo en ningún momento le quité la mirada ni él tampoco a mí; la segunda patrulla que llega, uno de los guardias me pone la rodilla en la espalda y le está diciendo a José que no se mueva; nos quedamos con las manos hacia abajo mirando pa’l piso”, detalló el jovencito.
En medio de la situación de tensión, llegaron otros refuerzos con sus armas en las manos, continuó narrando Plaza.
“Llega una tercera patrulla que se bajan los guardias corriendo con las armas en las manos, uno de ellos se resbala y da el primer tiro, todos empezaron a tirarle a José sin él moverse, con las manos en la cabeza”.
Agregó que el policía con el que estaban colaborando para arrestar a los asaltantes les gritaba que no dispararan, que ellos no eran los delincuentes, pero nadie lo escuchó.
“Los guardias le gritaron que no éramos nosotros y el guardia lo que me dijo fue, cuando me puso el arma en la cabeza: como te muevas, también te va lo tuyo. Me cogió por la camisa y me alzó”, atestiguó.
Luego, lo liberaron, pero no le permitían acercarse a José Alberto.
“Cuando voy a chequearlo, ahí empieza a bajar el buche de sangre. Les grité: “Mira lo que ustedes hicieron y pegaron a halarme”, declaró Plaza.
...
Para su tío José L. Jorge, parecería que a su sobrino lo querían ejecutar.
“Ellos fueron a ejecutar a una persona, entiendo que una persona que está desarmada, tirada en el piso y le siguen disparando, para mí eso es una ejecución, lo querían matar”, sostuvo entre lágrimas.
...
Fueron desarmados los agentes Abimalec Natal Rosado, quien lleva nueve meses en la agencia, Juan Rosado, Esteban Vidal y Osvaldo Correa.
Según la Policía, al lugar llegaron dos patrullas, sin embargo, Plaza alega que fueron tres y que luego del incidente los implicados abandonaron la escena.
El coronel Rubín, de su lado, quien no quiso aceptar que la Policía cometió un error, reveló que dos sospechosos fueron detenidos esa noche en otro restaurante Burger King de Puerto Nuevo.
“Yo no diría que es un error, yo diría que está bajo investigación”, sostuvo el oficial de la Policía.
El herido había ganado el año pasado tres medallas de oro en unas competencias mundiales celebradas en Las Vegas, soñaba con representar a Puerto Rico en los Juegos Panamericanos.
Nota de ROF.- Vega Jorge muere a consecuencias de los disparos, el agente novato de apellido Natal es procesado por asesinato en segundo grado, se recojen en la escena once casquillos.
http://www.primerahora.com/policiatiroteaadeportista-426111.html
Artículo 105. Asesinato. Asesinato es dar muerte a un ser humano con intención de causársela.
Artículo 106. Grados de asesinato. Constituye asesinato en primer grado:
(a) Todo asesinato perpetrado por medio de veneno, acecho o tortura, o con premeditación.
(b) Todo asesinato que se comete como consecuencia natural de la consumación o tentativa de algún delito de incendio agravado, agresión sexual, robo, escalamiento agravado, secuestro, secuestro de un menor, estrago, envenenamiento de aguas de uso público, agresión grave en su modalidad mutilante, fuga, maltrato intencional o abandono de un menor.
(c) Todo asesinato de un miembro de la Policía, guardia escolar, guardia o policía municipal, alguacil, fiscal, procurador de menores, procurador de familia especial para situaciones de maltrato, juez u oficial de custodia que se encuentre en el cumplimiento de su deber, cometido al consumar, intentar o encubrir un delito grave.
Toda otra muerte intencional de un ser humano constituye asesinato en segundo grado.
(Código Penal de Puerto Rico)
sábado, 25 de septiembre de 2010
Otra víctima inocente...
Que el Superintendente se dé cuenta de que tiene unos matones disfrazados de policías”. La familia de Ángel L. Díaz Colón, de 43 años, quien se encuentra recluido desde el jueves en el Centro Médico de Río Piedras en condición de cuidado, tras ser baleado por el sargento Héctor M. Díaz Suárez, durante un allanamiento en el barrio La Plena, de Salinas, denunció que éste fue víctima de abuso policiaco.
...
El hombre resultó herido de bala durante el diligenciamiento de una orden de allanamiento, que alega la familia no fue expedida para la planta baja de la residencia, donde vive su hermano con su padre, que es impedido.
Explicó que los agentes entraron al patio de su casa y, a pesar de que iban a diligenciar la orden en la planta alta, vieron la luz de la habitación de su hermano encendida, quien se asomó para ver lo que sucedía, y le dispararon. Luego de herirlo anunciaron que eran de “la Policía de Puerto Rico”.
“Cuando mi hermano se levanta, le pegan el primer tiro, que no se sabe si fue por la ventana o fue de frente. Cuando van al cuarto de él, que abren la puerta, ahí es que le pegan el segundo tiro en la cara. Ellos alegan que mi hermano se levantó con un cuchillo, cosa que no es verdad, porque la cama tiene sangre”, observó la hermana preocupada.
“Mi hermano, que ya estaba herido, le pregunta por qué le están haciendo eso y ahí es que surge el segundo disparo. Ellos alegan un disparo en el hombro y hay un segundo disparo en la cara, o sea que el segundo disparo el guardia lo dio para matarlo”, sentenció Díaz.
El comandante de la región de Guayama, Miguel A. Colón March, por su parte, refutó las alegaciones de la familia bajo el argumento de que la orden de allanamiento iba dirigida a la estructura completa y que en la residencia ocuparon el cuchillo con el que supuestamente el hombre iba a atacar al policía y una bolsita de marihuana.
“Se ocupó el cuchillo. El sargento alega que vio que el individuo tenía algo niquelado en la mano y se dirigía hacia él y lo hirió en el hombro”, justificó el oficial.
La mujer agregó que los agentes recogieron toda la evidencia de su casa y que sólo queda un plomo que le entró por la parte inferior del lado derecho de la mandíbula, que le atravesó la boca, se alojó en la traquea y bajó al estómago.
“Van a hacerle una cirugía en la quijada porque se le cayó y van a esperar a ver si él lo evalua (el plomo) o si van a tener que operarlo”, indicó.
La hermana del herido declaró que los agentes se identificaron como policías después que le hicieron el primer disparo.
Según el sargento, adscrito a la División de Vehículos Hurtados, sólo le disparó en una ocasión a Díaz y alegó que la misma bala penetró por la mandíbula.
...
“Ellos alegan que fue un solo disparo y fueron dos. Eso fue un abuso porque no hubo por qué darle el segundo disparo en la cara. Fue para matarlo porque como los muertos no hablan…”, indicó.
Lo peor de todo fue que le dijeron a su padre impedido y a otros familiares que llegaron a la escena, que Díaz había recibido un golpe y que lo llevarían al hospital. A su hermano, que vive en la segunda planta, lo arrestaron y luego lo dejaron en libertad.
“Cuando a él lo sacan del cuarto, mi hermanito menor le pregunta qué le pasó y el guardia le contó que fue un golpe. Cuando lo sacaron de mi casa, nunca dijeron que fue un disparo”, dijo.
http://www.primerahora.com/otravictimainocentedeerroresdelapolicia-426707.html

miércoles, 29 de septiembre de 2010
Agente policiaco mata a anciano durante allanamiento en Ponce.
La Unidad de Homicidios de Ponce se encuentra investigando el asesinato de un anciano de 77 años a causa de un disparo de la Policía mientras realizaban un allanamiento para el arresto de su hijo.
Los hechos ocurrieron cerca de las 6:30 de la mañana en la urbanización Santa Clara, Calle E, número 29 de la Ciudad de Ponce.
De acuerdo a la investigación preliminar, el occiso, identificado como William Malaret, disparó al agente dentro de la residencia y éste le respondió con un tiro que le causó la muerte.

En el allanamiento, la División de Drogas procuraba el arresto del hijo de Malaret, Luis Malaret, de 43 años.
Visiblemente afectada, Jannette Malaret, hija del occiso,llegó hasta la escena donde nerviosa le gritaba a su hermano Luis que no hablara. El hombre permanece esposado dentro la residencia custodiado por las autoridades.
"Mataron a mi papá vilmente y esto se tiene que esclarecer", dijo la mujer, quien aseguró que aunque su hermano había cumplido cárcel por sustancias controladas, estaba actualmente limpio y tranquilo.
Vecinos de la urbanización Santa Clara describieron al infortunado como una buena persona, que no buscaba problemas con nadie e incapaz de hacerle daño a la gente.
...
Policía alega defensa propia
El comandante de la Policía en Ponce, Richard Nazario, describió como defensa propia lo sucedido esta mañana en la urbanización Santa Clara.
Nazario explicó a Primera Hora que cuando los agentes llegaron a la residencia en la calle E número 29, unos aseguraron el perímetro mientras otros tres diligenciaban la orden.
El Comandante aseguró que los policías habían alertado que eran de la policía, “en varias ocasiones”.
“Cuando entran, el hijo gritó papi, papi, y el señor hace el disparo al agente, y ellos repelen”, contó Nazario.
A consecuencia de los disparos de la policía cayó muerto el padre.
Nota de ROF.- En entrevistas televisadas uno de los vecinos, precisamente el de la residencia justo al lado de la casa del anciano muerto y por donde los agentes policiales se introducen, declara que el allanamiento se produce de manera violenta, que no escucha anuncios previos de los agentes que proceden inmediatamente a destrozar la puerta de la casa allanada y que luego oye cuatro detonaciones seguidas. "Un vecino de Malaret, quien tenía 77 años y era pensionado del Gobierno, asegura que no escuchó que los policías anunciaran el allanamiento antes de disparar contra el anciano." (Primerahora/30.09.10)
http://www.primerahora.com/agentepoliciacomataahombreduranteallanamientoenponcevevideo-428046.html

Diez disparos y un principio fundamental de la justicia y el derecho.
Cuando admiramos la iconografía asociada a la justicia tanto como principio filosófico, tanto como sistema normativo advertimos la figura de las balanzas que se repite: hay quienes interpretan su presencia como referente a los indudablemente fundamentales aspectos contractuales y de negocios que pueblan el mundo del Derecho, sin dejar ese planteamiento de ser cierto hay quienes advierten las balanzas como símbolo de la proporcionalidad siendo el ejercicio de (la) proporcionalidad por su naturaleza inescapable un ejercicio de buen juicio.
Nos hemos enterado de los avances de informaciones forenses de la trágica muerte a manos de oficiales policiales del joven Vega Jorge que fueron once disparos los que componen la secuencia de hechos de los cuales diez proceden de un mismo arma que se presume del actualmente acusado oficial novato de apellido Natal. Se desprenden aspectos y perspectivas iniciales que en su momento han de concretarse en una teoría que intente explicar con coherencia el episodio. Nos parece que hay cosas que de cierta manera se anteponen como digamos el sujeto: si las acciones judiciales deben entender en las consideraciones grupales de los sujetos directamente concernidos, criterio que tal vez se ha de entender en su justa medida cuando sea puntualizada el aspecto de la duración real de los hechos en relación con la narrativa que defina quienes estuvieron en cuáles momentos haciendo especificamente cuáles acciones en desempeño o menoscabo de sus responsabilidades. Tiempo transcurrido implica acciones ocurridas o dejadas de ocurrir de lo cual se desprenden consideraciones lógicas y adjudicaciones.
Quiero, en esta simplemente inicial nota, enfocar un aspecto, digamos, general que podemos deducir del evento cuando lo compaginamos con la secuela abultada de eventos desgraciados y sospechosos de delitos o sospechas razonables de delitos so color de autoridad a manos de oficiales policiales. Se trata de que debemos exigir que el principio de la proporcionalidad ocupe un sitial fundamental en todo y cada discurso normativo judicial y extrajudicial. Al igual que sucede con el principio de subsidiariedad, el principio de proporcionalidad regula el ejercicio de las competencias. Su finalidad es limitar y enmarcar la acción de las instituciones del Estado. En virtud de esta norma, la acción de las instituciones debe limitarse a lo necesario para alcanzar los objetivos legítimos. En otras palabras, la intensidad de la acción debe guardar proporción con la finalidad que se persigue. Ello significa que, ante varios modos de intervención, se debe seleccionar el que, a igual eficacia, garantice mayores derechos a los ciudadanos particulares.
El principio de proporcionalidad está claramente consagrado en el Derecho constitucional.
La idea de la proporción, en su sentido más estricto, se advierte como una característica irrenunciable del Derecho penal, los delitos merecen solo el menor posible de las acciones que garantice su justo tratamiento y peligrosidad, ofrecemos que una formulación más elaborada implica el concepto de la actuación pública proporcionada estrictamente definido como un Derecho preventivo, mínimo, fragmentario e inevitable. Las nuevas perspectivas de lo que significa ese concepto, la proporcionalidad, en su sentido más amplio necesariamente implica que lo excesivo produce invariablemente abusos, arbitrariedades e injusticias, incide en delitos graves y violaciones del Estado de Derecho en su misma esencia.

El caso que hoy nos ocupa tanto como lo que hemos llamado la secuela abultada de incidentes de delitos o situaciones altamente sospechosas de delitos so color de autoridad de las fuerzas policiales son evidencia irrebatible de que el principio de proporcionalidad como criterio rector de facto se ha abandonado y violado frecuentemente precisamente en su defecto. Hay una multiplicidad de temas importantes pendientes de ser atendidos prontamente, repito, que exigen que sean atendidos, sin dudas propongo que este aspecto doctrinario es medular.

La desproporcionalidad derrumba a la justicia como sistema de equilibrios e instaura un atropellado estado de abusos y arbitrariedades. rof/pachi