lunes, 30 de agosto de 2010

Ante la tragicomedia de Earl, las lecciones de Katrina tras cinco años...


Publiqué mediante Facebook las representaciones gráficas y fotos de satélite de Earl que se alejaba de nuestras costas la noche del lunes aunque seguían ocurriendo algunos escasos efectos en formas de leves lluvias y una que otra ráfaga de viento. Lo que no terminaba con la distancia del evento, era la secuela de desgracias y problemas que habíamos tenido y tenemos que enfrentar asociados y producto de los malos manejos de la situación y el evidente deterioro de nuestra infraestrucura.


Volvimos a vivir un por poco aunque las reacciones oficiales del gobierno se encargaron de crear las tragedias que la tormenta no produjo. La imprudencia y las decisiones tontas volvieron a causar estragos en el pueblo que tuvo que enfrentarse a un ataponamiento que me hizo recordar la novela de Cortazar 'La autopista del Sur'. Los apagones que al momento han afectado a miles, sin haber habido verdaderos incidentes que los justifican muestran la fragilidad de un sistema infraestructural erosionado y abatido por administraciones mediocres.


Debemos preguntarnos sobre las lecciones de este proceso, incide la fecha con la fecha en que Nueva Orleans conmemora cinco largos años tras su debacle en Katrina. Pienso que debemos meditar en nuestra realidad y contrastarla con la realidad de esa ciudad que batalla por regresar a su esplendor anterior.

En el quinto aniversario de Katrina, muestras de curaciones.


Esta ciudad, no hace mucho tiempo, parecía estar perdida. Solamente cinco años han pasado desde que los cadáveres flotaban a través de las calles, que centenares de millares de sobrevivientes sentados en habitaciones y hogares de parientes, conocieron mediante la cantidad de noticias difundidas que estaban entre las filas de los desamparados.


La mayor parte del año pasado, en muchas partes de la ciudad, las aguas finalmente parecían retroceder.

En noviembre, un juez federal dictó que mucha de la inundación después del huracán Katrina fue un resultado de la negligencia del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, la justificación que los residentes habían martillado como un evangelio por cuatro años. En enero, el gobierno federal despejó la manera de invertir casi la mitad de mil millones dólares para el hospital público principal de la ciudad, un adelanto de fondos que avisa que vienen adicionalmente casi $2 mil millones más para las escuelas de la ciudad.


El final del término de alcalde C. Ray Nagin en mayo marcó la salida del restante miembro del triunvirato de Katrina, siguiendo a la gobernadora anterior Kathleen Babineaux Blanco y el ex-presidente George W. Bush. El sucesor de Sr. Nagin, Mitch Landrieu, gana por un margen convincente, e inmediatamente pide un cambio total del Departamento de Policía profundamente criticado de la ciudad.

Y por supuesto los Saints. Es casi imposible exagerar el impacto de esas delirantes semanas alrededor del Super Bowl domingo. La victoria en febrero era el 'anti-Katrina.'

Entonces vino el verano del derramamiento, una nueva sacudida de ansiedad y de miedo, y un descubrimiento, para muchos, de lo que había sido el drenaje de los cinco años pasados.


"No pienso que nuestro depósito de fuerzas había sido llenado y ahora nos golpean otra vez," dijo el Rev. Vien Nguyen, líder enérgico de la comunidad vietnamita de la ciudad que fue reasignada de su parroquia este verano para un trabajo más calmado en el tribunal de la iglesia en la oficina de la arquidiócesis. "Usted puede funcionar sin gasolina, pero eventualmente deja de funcionar."

Ha sido una semana de retrospectivas especiales en televisión, visitas oficiales y equipos de expertos, declaraciones optimistas y advertencias escépticas. Esperan al Presidente Obama el domingo. La ciudad ha anunciado una ceremonia la noche de domingo, incluyendo tocar las campanas de la catedral de St. Louis y una vigilia a la luz de velas para los muertos.


Todo esto ha incitado sentimientos encontrados entre los residentes, cansados del ritual anual de los medios de noticias y cuestiónándose si el resto del país de verdad se ha movido hacia olvidarlos. Además, hay trabajo por hacer.

La ciudad esta en gran parte optimista, y con buena razón. Un plan maestro finalmente se ha adoptado, y el alcalde anunció recientemente una lista de proyectos de recuperación. El experimento en grande de la ciudad en la educación urbana está progresando - casi dos tercios de los estudiantes de la escuela pública atiende escuelas autónomas, el porcentaje más alto del país - y funcionarios públicos estatales, federales y locales han encontrado una manera de financiar una red extensamente elogiada de clínicas de salud de la comunidad. Pero muchas de las noticias dependen de donde usted está parado.

Empresarios están comenzando negocios más frecuentemente que el promedio nacional, y más restaurantes están abiertos ahora que antes de la tormenta. Mientras tanto, áreas extensas de la ciudad todavía carecen de un supermercado.


Un ejercicio de equilibrio
De todos los indicadores, dos, que se relacionan directamente, se destacan. Según el Centro de datos de la comunidad de New Orleans, un grupo de investigación no lucrativo, más de 50.000 de las casas de la ciudad - cerca de 27 por ciento - siguen vacantes, la cifra más elevada de cualquier ciudad en el país. Y hay aproximadamente 100.000 personas que no han vuelto desde la tormenta.

A partir del primer año, la ciudad ha tenido que navegar en una tensión natural entre los derechos de los que han vuelto y los derechos de los desplazados. Los que han vuelto a las calles de casas decaídas e interminables pastizales quieren ver sus vecindades prosperar otra vez. Los que no han vuelto - y planean regresar - dicen a menudo que necesitan más tiempo y recursos para reparar sus hogares. El balance está solamente complicándose mientras los años pasan y el dinero de reconstrucción federal disminuye.


La población actual de la ciudad sigue siendo una cuestión de discusión, aunque el estimado de uso general es 355.000, alrededor tres cuartos de la población antes de la tormenta. Hay poca información confiable sobre los desplazados, que parecen habitar una ciudad de las sombras; incluso no se sabe cuántos quieren volver. Están permaneciendo en Las Vegas o Atlanta o Baton Rouge, con una hermana o un hermano, permaneciendo en casas abandonadas en la ciudad. Han ido a otra parte, atraído por vidas más fáciles, o rechazados por alquileres drásticamente más altos en el New Orleans pos-tormenta, la penuria de vivienda subvencionada o las redes aún-quebradas de la ayuda de las familias extensas.

Reconstrucción de vecindades.
Los que volvieron encontraron un vacío y precisaron reconstruir la ciudad desde la tierra para arriba. El rebote no ha sido a nivel urbano general pero poco a poco, vecindad por vecindad, de Lakeview a Broadmoor, impulsados por asociaciones recién formadas y viejos clubs sociales, residentes energizados y voluntarios, idealistas y trabajadores diestros. Muchos son defensores firmes de sus esquinas de la ciudad, recogiendo datos locales, los comités organizadores e incluso, en el caso de la comunidad vietnamita, elaborando su propio plan maestro local.


Un estudio por el instituto Brookings y el Centro de datos de la comunidad encontró que los residentes se han convertido en activistas mucho más probablemente que otros americanos. También encontró que son mucho menos probable que crean que la gente puede ser confiable.

Mucha de la recuperación orgánica de la ciudad ocurrió en desafío de un plan de reconstrucción que fue propuesto en esos primeros meses después de la tormenta, incitando un conflicto que nunca se ha resuelto. Los que propusieron una ciudad más pequeña para una población más pequeña concentrada en tierra más alta, ven el período como una oportunidad perdida, mirando los problemas actuales como recordatorios de las virtudes de la consolidación.

"Que terminaríamos con un problema importante de arrabales era absolutamente predecible," dijo Janet R. Howard, Directora ejecutiva del Negociado de investigación gubernamental, grupo consultivo sin fines de lucro. "Usted llega a un punto donde tiene que ir más allá de la pregunta política a la pregunta de realidades."


Ella atribuyó el fracaso del plan, en parte, a la desgana de Washington de financiar un reajuste importante con bastante dinero para expropiar a dueños de casas en grandes partes y porciones de la ciudad.

Pero la desilusión fluye en ambas direcciones. Los residentes en vecindades fuera del centro urbano, como Gentilly, y New Orleans Este, todavía recuerdan enojados que las decisiones sobre el futuro de la ciudad eran tomadas por los que habían podido volver rápidamente - la gente blanca, en general - sin la participación de los ciudadanos cuyas vecindades serían lo más drásticamente afectadas, si no eliminados en conjunto. Recuerdan conocer, mientras todavía estaban dispersados alrededor del país, que tendrían cuatro meses para defender la misma existencia de sus vecindades. Para muchos, la cólera de ese período llevó al conflicto cívil robusto que la ciudad ahora vive. Y no han salido.

"Mientras usted duerme pensando que todo esta bien, ellos están planeando," dijo Pearl Cantrell, 62, residente del este de New Orleans. "Tenemos que dormir por turnos."


Este mes, Sr. Landrieu acordó una reunión en la zona oriental de la ciudad, relativamente una nueva área de las subdivisiones de la casas que era el a mucha de la clase media negra de la ciudad y que fue inundada después de Katrina. El este de la ciudaa se ha sentido rechazado desde la tormenta - las 'sanciones económicas' Ms Cantrell dijo - y los residentes llegaron por centenares para expresar sus preocupaciones.

Algunas verdades duras
Entre los reclamos inmediatos estaba una solución al arrabal que se extiende en el área, a las casas abandonadas y a los pastizales bloque tras bloque. Han sido cinco años, la gente en la reunión dijo, es tiempo de comenzar a recuperar la posesión de las casas vacantes, para que estas vecindades pueden moverse hacia adelante.


"Usted no puede sentir más pena," dijo Aaron Broussard, un evangelista dedicado a su subdivisión en una sección oriental de la ciudad. "Esa actitud es la qué está manteniendo esta ciudad en una situación de arrabal."

El Sr. Broussard, 47, reconstruyó, vaciando sus ahorros, y sacando un préstamo. Él entiende de las dificultades de la gente. Él le hizo frente, pero dice "es hora de decir: Bien. Usted tuvo su tiempo."


Ése es legalmente el caso para muchos. El programa dirigido y financiado por el gobierno federal que da concesiones a hogares dañados o destruidos, se basa en un contrato. Un dueño de una casa que eligió utilizar la concesión para reconstruir en la ciudad tenía tres años para hacerlo (muchos otros vendieron sus hogares al estado, que se encarga de mantenerlos o de darlos a la ciudad para reconstrucción). Esos convenios comenzaron a expirar este año, para la frustración de residentes a través de la ciudad, millares de propiedades no han demostrado ninguna muestra de progreso.

Muchos de estos dueños no están planeando volver, sus propiedades destrozadas dejadas para retrasar vecindades que están luchando para recuperarse.


Este semana la oficina del alcalde anunció una serie agresiva de medidas, incluyendo multas y demolición, previstas para atajar el arrabal extenso de la ciudad.

Pero hay incontables otros que recibieron una suma del programa que se quedaron cortos de sus estimados de reconstrucción, que fueron embaucados de miles de dólares por contratistas o que tuvieron una experiencia como la Michael Du Pont de 59 años . El Sr. Du Pont no podía probar que su familia poseyó la casa en la cual creció y en cuál pasó su madre 49 años de matrimonio, una casa que su bisabuelo compró en los años 20.

"Nunca hemos sido gente que saca la mano para pedir ayuda del gobierno," dijo el Sr. Du Pont, conductor de camión. "Pero ahora que necesitamos una poca ayuda, nos rechazan."


Los Duponts, que planeaban demoler la casa y reconstruir en su lugar, no recibió dinero en absoluto debido al problema del título. Este año, descubrieron, a su sorpresa, que la ciudad había demolido la casa. Enviaron al Sr. Du Pont, cuya madre está viviendo en una égida en una ciudad próxima y espera volver, una cheque de $30.000.

Grupos sin fines de lucro que están ayudando al Sr. Du Pont, tienen listas largas de personas evacuadas de Katrina que han hecho frente a problemas similares. El Greater New Orleans Fair Housing Action Center ha demandado al estado y a las agencias federales, alegando que la fórmula de conceder ayudas era discriminatoria contra negros.


Un juez este verano dictaminó que el caso tenía mérito. Pero dijo que no tenía jurisdicción para pedir un remedio retroactivo, especialmente después de que casi $9 billones habían sido repartidos ya. Solamente 3.000 recipientes potenciales de la concesión permanecen fuera de unos 130.000, y ahora están en limbo mientras procede el pleito.

El año pasado, el Departamento federal de vivienda y desarrollo urbano (HUD) crea un programa de $20 millones en el cual las organizaciones sin fines de lucro se alistan para trabajar con los que han tenido dificultades para volver, una manera de proporcionar recursos adicionales sin la duplicación de beneficios. El estado comenzó a repartir concesiones adicionales de remuneración a los dueños de casas pobres también. Pero los funcionarios reconocen que el dinero no es infinito.


"El programa nunca fue diseñado para completar las necesidades de la gente," dijo Robin Keegan, el director de la Oficina de Luisiana de desarrollo de comunidades, que supervisa el programa. "Eso habría tomado mucho más dinero. Decisiones duras tuvieron que ser tomadas. Es muy duro ahora oír ese mensaje."

En su oficina en su nuevamente restaurada casa, Charles Brimmer, un contratista de obras de 61 años, considera las duras verdades. Hay muchos que quieren volver y deben poder volver, dijo. Pero es difícil a este punto ver cómo podrán hacerlo.

El Sr. Brimmer ahora recorta los lotes vacíos alrededor de su casa de gratis. Él no está seguro cuánto tiempo va seguir haciendo eso.


Se inclinó en su silla y recordó la mañana después de la tormenta, hace cinco años, cuando él y una docena de familiaress permanecían en la casa de su suegro, un hombre de la vecindad famoso por el nombre de Fats Domino (músico reconocido).

"Todo que usted poseyó lo perdió en dos horas," el Sr. Brimmer dijo. "Todo lo tangible se va. Toda lo que usted tiene es una memoria viva. Y eso se va en cierto plazo, también."

Tomado de:
On Anniversary of Katrina, Signs of Healing.
Por Campbell Robertson
http://www.nytimes.com/2010/08/28/us/28katrina.html?_r=1&pagewanted=print


Para ampliar las informaciones sobre Katrina incluyo una segunda referencia con un enfoque diferente:

¿Cómo puede querer alguien decir la verdad sobre el fascismo, al que se opone, si no quiere decir nada en contra del capitalismo, que es lo que lo causa? ¿Cómo podrá hacerse practicable su verdad? Bertolt Brecht, Cinco obstáculos para decir la verdad

Quizá por eso que el escritor cubano José Lezama Lima llamó azar concurrente, al gobierno de los Estados Unidos le ha tocado presentar su informe de rendición de cuentas ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en vísperas del quinto aniversario del desastre humanitario que constituyó el impacto del Huracán Katrina. El 28 de agosto de 2005 Katrina golpeó Nueva Orleans, mostrando en carne viva las profundas desigualdades existentes en la sociedad norteamericana.
...

Para entender los móviles del pensamiento conservador norteamericano existe una referencia muy documentada en el libro La doctrina del shock de la escritora y activista social Naomi Klain. Ella dedica un capítulo de su obra a analizar los efectos de Katrina en Nueva Orleans en su relación con el neoliberalismo impuesto desde Estados Unidos al mundo, y su práctica extrema por la administración de W. Bush. La autora titula esa parte de su investigación “El apartheid del desastre”, y cita allí a un arrepentido creyente del libre mercado que afirma: “El derrumbe de los diques de Nueva Orleans tendrá consecuencias tan profundas para el neoconservadurismo político como el hundimiento del Muro de Berlín las tuvo para el comunismo soviético”. Y -junto a la guerra en Iraq y la debacle financiera- las tuvo, la derrota del Partido Republicano en 2008 así lo demuestra.
...

La causa de lo que está sucediendo en Estados Unidos estriba en algo que no dice el informe que ha enviado el State Department a la ONU. Es que el racismo y el desprecio hacia pobres e inmigrantes están instalados en la dinámica de funcionamiento de un sistema que coloca las cosas por encima de los seres humanos. La orden que recibieron los policías de Nueva Orleans fue “disparad a los saqueadores”, como se han atrevido a confesar algunos de aquellos funcionarios cinco años después. “Cualquier cosa que cruce la calle y que sea más oscura que una papel marrón va a recibir un disparo”, es la frase con que se lanzó a la cacería humana un grupo de espontáneos vigilantes blancos por aquellos días. Razón tenía el hombre negro que vimos entonces -en un reporte de la Televisión Española- negarse a bajar desde una alta ventana y reclamar que le avisaran al gobierno cubano, que ése lo ayudaría.


Pocos días después del impacto del huracán sobre el Sur de los Estados Unidos, el líder cubano Fidel Castro presidió en La Habana la constitución del Contingente Médico Henry Reeve. Era una oferta rápida y eficaz de ayuda a los damnificados de Katrina. La filosofía que proclama las “personas primero” fue rechazada por la soberbia de quienes se obsesionan en “proteger la propiedad”. Los pobres, abandonados a su suerte por lo que Naomi Klein llama capitalismo del desastre, no pudieron ser atendidos por los médicos cubanos. Desde enero de 2009 hay un presidente negro en la Casa Blanca, pero hace pocos meses los soldados norteamericanos desembarcaron en Haití con similares objetivos que en Nueva Orleans y no por azar encontraron allí a médicos del Contingente Henry Reeve. Esta vez se enfrentaron cara a cara las dos filosofías. Bastaría preguntar al pueblo haitiano para saber de qué lado está la razón.


En su libro, Naomi Kein se apoya en la respuesta de una gran pensadora ante el comportamiento de los colonialistas franceses en Argelia para explicar el neoliberalismo. Ella cita a Simone de Beavouir: “Protestar en nombre de la moral contra «excesos» o «abusos» es un error que sugiere complicidad activa. No hay «abusos» o «excesos» aquí, simplemente un sistema que lo abarca todo”.

Blog del autor: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2010/08/29/derechos-humanos-en-usa-un-sistema-que-lo-abarca-todo/
Tomado de
USA, un sistema que lo abarca todo
Por Iroel Sánchez/ Rebelión
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=112150


Cuando repensemos en los sucesos acontecidos este lunes 30 de agosto en Puerto Rico y meditemos sobre las posibles repercusiones que puede tener este cuadro de desaciertos en un escenario verdaderamente catastrófico recordemos nuestras experiencias en Hugo y Georges pero no dejemos de pensar en lo que ha significado y sigue significando Katrina. Solo debo citar del texto, excusen que lo repita, que hoy se sabe a ciencia cierta, hay decisiones judiciales que lo aseveran sin dudas, que la mayor parte de los aspectos más terribles, injustos y desastrosos de Katrina no fueron producto directo del huracán sino del gobierno y de personas en posiciones de autoridad tales como funcionarios electos y oficiales policiales. Vale la pena y es necesario entender este punto a cabalidad. ROF


Traducción, edición y redacción adicional: ROF.

9 comentarios:

A punto de colapsar el sistema eléctrico de Puerto Rico dijo...

Con tan sólo un poquito más de lluvia y con vientos ligeramente más intensos que los que nos dejó Earl, el sistema eléctrico de Puerto Rico colapsaría, aseguran los trabajadores de la Autoridad de Energía Eléctrica.

El director ejecutivo de la AEE, Miguel Cordero, lo niega, pero la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier) reclamó ayer que el lunes miles de puertorriqueños se quedaron sin luz, no por culpa del huracán -que no nos azotó directamente- sino por la falta de mantenimiento que sufre el sistema eléctrico.

“Tres gotas de agua”, ramas que obstruyeron el tendido eléctrico y un poco de viento bastaron para dejar sin energía eléctrica a sobre 300 mil abonados de la Autoridad, de acuerdo con la sindical.

Pueblos como Jayuya, Adjuntas y Naguabo se quedaron por completo sin energía y residentes de puntos tan distantes del paso de Earl, como la zona oeste, también.

El apagón, en muchos puntos, sorprendió a la ciudadanía en horas de la mañana, cuando los peores efectos de tormenta estaban por verse.
El líder de la Utier, Ángel Figueroa Jaramillo, coincidió con Miguel Cordero en que esta vez no hubo un corte de energía preventivo.

Decenas de miles de usuarios de la AEE, afirmó el líder sindical, se quedaron sin electricidad porque la Autoridad lleva años sin darle mantenimiento a su sistema de distribución.

Figueroa Jaramillo y el secretario de Salud y Seguridad Ocupacional de la Utier, Ricardo Santos, dijeron que hace siete años que la AEE carece de un plan de mantenimiento sistemático y que esta vez el problema mayor se dio con los aisladores que unen líneas eléctricas.

Esos aisladores se han corroído y son susceptibles a cortos circuitos con caerle un poco de agua o verse obstruidos con las ramas de los árboles.

Ese sistema está diseñado para “tumbar” bajo esas circuntancias y reactivarse hasta en tres ocasiones. Luego se requiere que un celador repare la avería.

Otro problema que evidenció Earl es que había montones de postes de madera podridos. “Están esperando que pase un huracán, para que FEMA pague su reemplazo, pero en FEMA ya les detectaron el truco”, comentó Santos.

(sigue...)

A punto de colapsar el sistema eléctrico de Puerto Rico dijo...

(desde anterior)

A esto hay que sumarle que, según la Utier, la AEE no completó el desganche de árboles bajo el tendido eléctrico a tiempo.

Todos esos problemas, afirmó el portavoz de la Unión, surgen por la falta de personal que confronta la Autoridad.

Figueroa Jaramillo también le atribuyó el descalabro eléctrico a que Cordero “le ha delegado el sistema de distribución y transmisión a Josué Colón, un ingeniero que es el brazo político del PNP en la agencia y sabe poco sobre esos temas”.

Mientras tanto, Cordero negó todas las imputaciones de la Utier y sostuvo que la falta de servicio se debió a la caída de árboles y a una tormenta eléctrica que afectó la zona.

Descartó que haya falta de mantenimiento a las instalaciones o de personal para realizar las labores de restablecimiento del servicio. “No es mantenimiento, ni el sistema está colapsando. Es árboles que han caído sobre las líneas y vamos a buscar una solución”, dijo el director de la AEE, quien al cierre de esta edición informó que faltaban 107,159 usuarios por reponerles la energía, de éstos 47,000 de San Juan.

En horas de la mañana, Cordero se había comprometido con restablecer el servicio en su totalidad a las 6:00 p.m.

“Los invito que vayan a Monacillo, verifiquen cómo está el sistema. El sistema está operacional totalmente. La mayoría de nuestros problemas es en alimentadores de distribución, alimentadores que le han caído árboles encima”, alegó.

El gobernador Luis Fortuño se hizo eco de las expresiones del Director Ejecutivo.

“Está el personal que necesitamos... La Autoridad da un servicio extraordinario. Desgraciadamente, aquí tuvimos un problema con árboles en el piso”, insistió.

Dijo estar complacido con el trabajo de los empleados, a pesar de las quejas por la lentitud en la restitución de la energía.

“Nosotros no vamos a arriesgar la vida de mis empleados trabajando inseguramente y eso se los discuto yo a la Utier y a quien sea. Anoche (lunes) trabajamos hasta donde pudimos. Había áreas donde el acceso era peligroso, donde habían alambres en el piso y no podíamos entrar al área, por lo tanto tuvimos que suspender el trabajo. La gente de nosotros se ha faja'o como generales; trabajaron bajo agua hasta donde pudieron. Están haciendo un esfuerzo extraordinario”', agregó Cordero.

En horas de la tarde de ayer, un celador de la Utier, Luis Sánchez, de 48 años, recibió una descarga eléctrica mientas reparaba una línea de 8 mil voltios en Naranjito. El obrero fue hospitalizado y tenía una quemadura en la mano.

http://www.primerahora.com/apuntodecolapsarelsistemaelectricodepuertorico-416034.html

EN EMERGENCIA LA INFRAESTRUCTURA dijo...

Amparado en la declaración de un estado de emergencia por parte del Gobernador, Puerto Rico se apresta desde hoy a evaluar la magnitud de los daños causados por el paso por nuestra zona del huracán Earl, cuya furia categoría 3 no nos impactó en forma tan directa.La evaluación de daños debe hacerse con amplitud, de manera que los resultados ofrezcan la dirección justa en la activación de los recursos necesarios para mitigar los efectos en las comunidades, particularmente en Culebra donde Earl atacó fuerte anoche en su retirada. Los resultados de la evaluación deben adoptarse también como oportunidad para conocer más sobre nuestras debilidades estructurales, fuentes muchas veces de complejos desastres urbanos y rurales que tienen como detonantes insignificantes periodos de lluvia.

En esta ocasión de Earl, como lo hemos visto durante el paso de otras tormentas y huracanes, muchos de los efectos que nos arroje el inventario de daños podrían derivarse no de la intensidad de unos vientos, sino de la admitida fragilidad de áreas importantes de nuestra infraestructura de servicio.

Esta aseveración se sustenta en los datos ofrecidos por ciudadanos y corroborados, con cifras, por el comité interagencial en la última conferencia de prensa de ayer encabezada por el Gobernador.

Sin un azote directo de Earl, sufrían anoche la falta de servicio más de 180,000 abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica. Y aunque la mayoría era en los municipios de la región este, había según palabras del Primer Ejecutivo “unos bolsillos” de afectados en la zona metropolitana.

Habiendo explicado el Director Ejecutivo de la AEE que ni los vientos ni las lluvias afectaron la capacidad de producción de energía, manteniéndose ésta en el nivel de 1,200 megavatios, se concluye que los problemas surgidos fueron por lo frágil del arcaico sistema de transmisión.

Similar debilidad podría atribuírsele a la infraestructura del servicio de agua, con su secuela ayer, aunque menor, de abonados sin servicio.

El que el comité interagencial argumentara, con razón, que estas cifras de servicios interrumpidos pueden equipararse con las rutinarias, lo que hace es confirmar la necesidad de que el País se mueva a un proyecto estratégico de actualización de su infraestructura, para que el sistema de distribución, en casos como la energía y el agua, sea compatible en estabilidad con la capacidad de producción.

Igual fragilidad parece haber tenido la capacidad de previsión en la toma de decisiones cuando, aun proyectándose para ayer el deterioro de la situación climatológica, La Fortaleza instruyó a los empleados públicos asistir a sus trabajos, teniendo luego que despacharlos, ocasionando con ello el colapso del tránsito en las principales carreteras del País.

Como dijo el Gobernador, sin embargo, la emergencia no ha pasado y el proceso de evaluación de daños causados por el paso de Earl estará matizado por las condiciones climatológicas que amenazan con complicarse un poco más debido al rumbo que sigue otro fenómeno natural, la recién formada tormenta Fiona, que, de mantener la misma trayectoria, pasaría a unas 250 millas al noreste de Puerto Rico.

La masa de lluvias y su posible secuela de desbordamiento de ríos y de inundaciones indican que los peligros asociados a Earl no han desaparecido. El posible paso de Fiona, entonces, no haría más que agravar los problemas sobre un terreno ya extremadamente saturado. Nuestro llamado es a no bajar la guardia y a mantener el foco en prevenir tragedias, evitables si prevalece la prudencia.

La prioridad en este momento, por tanto, es seguir los dictados del plan de emergencia y llegar con prontitud y con los recursos necesarios a las comunidades que así lo necesitan.
Editorial de El Nuevo Día

http://www.elnuevodia.com/columna-enemergencialainfraestructura-770172.html

Millonario el disloque económico El cierre de los comercios y oficinas fue el impacto mayor. dijo...

La paralización de gran parte del País por día y medio tras el paso del huracán Earl por aguas cercanas a Puerto Rico costó $64 millones, según un análisis realizado por el economista José Alameda.

La cifra, aunque no se compara con los $1,000 millones en pérdidas que dejó el huracán Hugo o los $4,287 millones de Georges, es significativa cuando se toma en consideración que los daños a la infraestructura causados por Earl han sido mínimos, si alguno.

Alameda, quien por años ha analizado el impacto de estos fenómenos en la economía boricua, dijo que en el caso de Earl el efecto mayor fue en el área metropolitana.

“Después de tantos años evaluando estos eventos he llegado a la conclusión que San Juan, Guaynabo, Bayamón y Carolina son otra cosa”, sostuvo el catedrático en economía de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.

Según Alameda, aunque el área más afectada por los vientos y la lluvia asociados a Earl haya sido la zona este, es en San Juan donde trabaja el 50% de los puertorriqueños, razón por la cual el impacto mayor en la economía se evidencia allí.

Su análisis esta basado en buscar cuánto es el ingreso nacional por sector económico. Ese ingreso se consigue mediante una fórmula que incluye la compensación salarial que se paga a cada trabajador y la ganancia que esa actividad genera.

El estudio del profesor Alameda evalúa sectores que van desde la agricultura a bienes raíces, servicios y hasta entretenimiento.

De acuerdo con ese análisis, se estima que con el cese de labores en el sector público y gran parte del privado como previsión ante el azote de Earl, la pérdida en producción en San Juan fue de $38 millones.

En el resto de la Isla esa pérdida ascendió a poco menos de $26 millones.

“El total de producción perdida debe ser de $64 millones, de acuerdo con la información que tenemos hasta ahora. Hay que ver que algunos sectores podrían recuperar esas pérdidas, pero ese dato es difícil de calcular”, explicó Alameda.

http://www.elnuevodia.com/millonarioeldisloqueeconomico-770870.html

Vulnerable el sistema eléctrico dijo...

Un sistema eléctrico que flaquea durante eventos atmosféricos comunes en la Isla, la falta de mantenimiento preventivo y la escasez de celadores, entre otros factores, se combinaron para dejar sin luz a casi 200,000 abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) mientras pasaba el huracán Earl.

A esa conclusión llegaron ayer varios expertos consultados por este diario, quienes coincidieron en que el sistema eléctrico es aún más vulnerable ante el hecho de que el 90% de las líneas de distribución de la AEE son aéreas.

El sistema eléctrico de Puerto Rico tiene tres componentes: generación (centrales), transmisión (líneas que sacan la electricidad de las centrales) y distribución (líneas que llevan la electricidad hasta las residencias).

Según el ingeniero electricista Alfredo Huertas, las líneas de distribución, que suman 28,952 millas aéreas, son las más vulnerables. Sólo 1,723 millas de éstas están soterradas. En cambio, las líneas de transmisión, que llevan más voltaje, pueden soportar eventos extremos.

“Hay muchas líneas (de distribución) que son viejas, sobre todo en el centro de la Isla”, señaló Huertas.

Efraín O’Neill, profesor de ingeniería eléctrica en el recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, contó que, a fin de ahorrar gastos, la AEE coloca conductores “desnudos” o sin material aislante de poste a poste.

Estos conductores, que suelen ser los más altos, pueden provocar averías en el sistema eléctrico si chocan entre sí durante eventos atmosféricos.

“Algún animal que cruce entre estas líneas también puede provocar fallas. Las ramas de los árboles y los objetos que arrastra el viento provocan las fallas más comunes”, sostuvo O’Neill.

El profesor explicó que si rayos o relámpagos caen cerca o encima de las líneas, pueden crear un “sobrevoltaje” y ocasionar averías más severas.

A estos posibles escenarios, el presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, añadió que las AEE no cuenta con un plan eficiente de mantenimiento preventivo.

“Hemos señalado que hace falta más desganche, cambio de aisladores, que hay postes (de madera) podridos y crucetas partidas. Cuando se combina todo eso con vientos fuertes y lluvias más allá de lo normal, colapsa todo un sistema que ya está maltrecho”, dijo.

Figueroa Jaramillo denunció, además, que la cantidad de celadores se redujo de 1,200 a 800, hecho que “les crea presión” a los trabajadores de cumplir con las metas para restablecer el servicio.

(sigue...)

Vulnerable el sistema eléctrico dijo...

(desde anterior)

Esa “presión” se traduce en trabajos a toda prisa o en accidentes.

“Frente a esta realidad tenemos que hacer los ajustes necesarios. El sistema eléctrico de Puerto Rico no responde a nuestra situación como isla, a que somos un país tropical, a nuestra situación geográfica y a que estamos en la ruta de los huracanes”, manifestó.

El director ejecutivo de la AEE, Miguel Cordero, rechazó los alegatos contra Autoridad. Aseguró que el mantenimiento del sistema está en “óptimas condiciones”, que el último fue la semana pasada y que en vez de 800, son 900 los celadores en la calle. “Puedo tener mil personas, pero si no hago ese trabajo de eliminar ese árbol para que en caso de que se caiga no toque las líneas, pues entonces qué”, dijo Cordero.

Evalúan el soterrado

Los tres entrevistados concurrieron en que soterrar las líneas eléctricas reduciría drásticamente las fallas en el sistema.

Reconocieron, sin embargo, que esta transición es costosísima.

“Los soterrados son menos vulnerables, pero más costosos. Cuando se dañan, el tiempo y costos de reparación son más altos”, sostuvo Huertas.

El profesor O’Neill aclaró que los sistemas soterrados no están libres de fallas. Algunas son problemas de manufactura de los cables y que el agua dañe la aislación.

“Deberíamos tener una política pública más agresiva porque vivimos en una isla donde nos afectan los huracanes, pero por otro lado son trabajos que molestan a la ciudadanía porque toman mucho tiempo. Una transición a soterrado debe incluir un proceso de educación al pueblo”, dijo O’Neill.

Figueroa Jaramillo, por su parte, recabó la cooperación de la ciudadanía en el desganche cerca de las líneas eléctricas. Así mejoraría su mantenimiento.

El gobernador Luis Fortuño expresó que soterrar las líneas supondría un aumento en la tarifa de luz.

“Son unas inversiones que se tienen que hacer, pero no a costa de que la gente pague mucho más de lo que paga hoy por la luz”, sentenció.

Sobre los apagones del lunes, Fortuño indicó que siempre que soplen vientos de tormenta tropical con ráfagas fuertes habrán cortes en el sistema eléctrico.

Ayer, al filo de las 6:00 p.m., 107,159 clientes de la AEE seguían sin luz.

La situación también afectó a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, que a esa hora operaba con generadores eléctricos en 278 de sus plantas.

http://www.elnuevodia.com/sistemaelectricovulnerable-770906.html

Tardaron en llegar dijo...

...[E]l comandante Miguel A. Rosado, director del Negociado de Tránsito de la Policía, comentó que el caos se formó porque los agentes no tuvieron “un tiempo razonable” para prepararse y poder ubicarse en las intersecciones para dirigir el tráfico.

“A la Policía se le hizo difícil llegar a las intersecciones (por el tapón). Tuvimos que hacer los preparativos en media hora. Nos hubiéramos preparado mejor si por lo menos hubiésemos tenido una hora”, manifestó Rosado.

LO POSITIVO DEL CAOS

El gigantesco tapón que se formó el lunes en las principales vías del área metropolitana le enseñó a la Policía las rutas preferidas de los conductores para abandonar la Capital.

A tales efectos, se presentó ayer un nuevo plan para el control del tránsito y desalojo vehicular durante situaciones de emergencia, como lo fue el paso del huracán Earl.

El comandante Miguel A. Rosado, director del Negociado de Tránsito de la Policía, indicó que el plan establece que en estas situaciones todos los agentes, aunque no estén en funciones de tránsito, deberán ubicarse inmediatamente en las intersecciones a fin de mitigar la congestión.

Laura RR dijo...

Roberto, mucha salud para ti y familia.

Buenas observaciones, buena crítica constructiva, una rectitud a modelar necesaria, y arte en la expresión. Deseo que tus líneas tengan más "salida" para el pueblo, para su efectividad. ¿Salen a través de algún otro medio que no sea el internet?

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

gracias por el apoyo, por ahora el esfuerzo es primordialmente mediante internet pero pondero en alternativas de eventos en vivo, nuevamente gracias...