sábado, 28 de febrero de 2009

Tendencias del internet: noticias e información.


La tendencia es inequívoca: menos personas leen periódicos impresos mientras más prefieren al Internet para sus noticias. Y mientras que el porcentaje de gente que lee periódicos en línea está creciendo rápidamente, especialmente entre generaciones más jovenes, el crecimiento no ha compensado la baja en número total de lectores de la versión impresa. En el Pew Research Center's 2008 news media consumption survey, la encuesta sobre consumo de los medios de noticias en el 2008, el 39% dijo que leyeron un periódico ayer -- impreso o en línea -- menor que el 43% de 2006. La proporción que leyeron solo la versión impresa de un periódico bajó una cuarta parte, de 34% a 25% durante el período de dos años.


El número total de lectores de periódico disminuyó a pesar del aumento en el número de gente que lee periódicos en línea: 14% dijeron que leyó un periódico en línea ayer, por encima del 9% de 2006. Esto incluye a los que dijeron que leyeron solamente periódico en línea (el 9% de 2008), así como los que dijeron que leyeron tanto las versiones impresas como en la red de un periódico (el 5%). Estos números pueden no incluir el número de gente que lea contenido producido por los periódicos, pero que ha tenido acceso a través de sitios o de portales tales como Google o Yahoo.


Equilibrio entre los medios en línea y el número total de lectores de la versión impresa cambia entre 2006 y 2008.

En 2008, los lectores en línea abarcaron más de una tercera parte de todos los lectores del periódico; dos años antes, menos de una cuarta parte de los lectores de periódico los vió en el Web. Este cambio sustancial es reflejo de cómo generaciones más jovenes leen los periódicos.

En 2008, porcentajes casi iguales de la generación Y (nacidos en 1977 o más adelante) leyeron un periódico en línea e impreso; el 16% dijeron que leyó solamente un periódico impreso, o las versiones del Web e impreso, mientras que el 14% dijeron que leyó un periódico solamente en el Internet. En 2006, generación Y más de dos veces leyó un periódico impreso que la versión en línea (22% contra 9%).


Hay un patrón similar en el número total de lectores de periódico para la generación X (nacidos entre 1965 y 1976). En 2008, el 21% lee solamente un periódico impreso, o impreso y en línea y; el 18% lee un periódico solamente en el Web. En 2006, el 30% de generación X leyeron un periódico impreso, mientras que apenas 13% ley una versión de la red.

Los Baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) y las generaciones previas (nacidos antes de 1946) continúan leyendo periódicos a proporciones más altas que los más jovenes. Sin embargo, la proporción de Baby boomers que dijo que leyó un periódico bajó entre 2006 y 2008, de 47% a 42%. La baja entre los Baby boomers ha sido enteramente en el número total de lectores de la versión impresa (de 42% a 34%).


En contraste con las fuentes tradicionales de los medios, el uso de las noticias en línea en un día típico ha aumentado estos últimos años. Casi todo este crecimiento ha venido de la generación X (de 32% en 2006 a 38% en 2008) y la generación Y (de 24% a 33%).

Fuentes de noticias en línea

La encuesta sobre consumo de noticias de 2008 analiza las distinciones entre fuentes de noticias. Los consumidores en línea de las noticias tienen acceso a un arsenal extenso de fuentes de noticias -- desde organizaciones tradicionales de noticias a los portales web y a los sitios exclusivos de las noticias en el/del Internet.

Notablemente, más consumidores de noticias en línea (50%) dijeron que tienen acceso a sitios de las noticias indirectamente -- por enlaces a las historias específicas - que yendo directamente a los portales de las organizaciones de las noticias (41%).


Entre los consumidores de noticias en línea más jovenes de 25, 64% dijeron que siguen noticias más a menudo mediante enlaces a las historias, que yendo directamente a los sitios de las organizaciones de las noticias.

Cuando le preguntaron a los consumidores de noticias en línea qué Web site utilizaron más a menudo para noticias e información, los portales web y los nombres familiares dominaron. Sin embargo, mientras que algunos grupos importantes mencionaron sitios bien conocidos -- el 28% citaron Yahoo mientras que el 19% citaron MSN/Microsoft -- los periódicos, tomados colectivamente, fueron mencionados por el 13%, colocándolo detrás de los sitios más populares de las noticias. De hecho, pocos consumidores de noticias en línea citaron un sitio del periódico, el sitio informativo más frecuentado es de televisión (CNN.com con 17%).

Al mismo tiempo, varios periódicos individuales eran incluidos entre los portales de noticias citados con menos frecuencia: el 4% citaron New York Times, mientras que el 2% mencionaron Wall Street Journal, Washington Post y USA Today. Otro 7% mencionaron un portal de un diario local.

Los portales de periódico son especialmente populares entre los consumidores de noticias de alto nivel. Más de una cuarta parte de los que tienen educación posgraduada (28%) citan un portal de periódico como adonde van más a menudo para noticias e información. Eso compara con el 16% de los que tienen más que un grado de universidad y porcentajes mucho más pequeños de ésos con menos educación.

Basado en:
http://pewresearch.org/pubs/1133/decline-print-newspapers-increased-online-news
Traducción y edición por ROF.

Favor ver:
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2008/12/el-internet-alcanza-los-peridicos-como.html

Temas relacionados:
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/02/sobre-el-blog.html
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/02/facebook-y-big-brother.html
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2008/09/el-arte-la-justicia-social-y-el-reto.html

Sobre perspectivas del internet en 2000 (por ROF):
http://www.crisol.50megs.com/page6.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Periodismo, crisis y derechos humanos
Juan José Téllez
Última actualización 17/03/2009@17:34:59 GMT+1

Las nuevas tecnologías amplían las posibilidades de acceso a nuevos medios de comunicación: democratizan el derecho a informar y a ser informado, y favorecen el desarrollo del periodismo desde el enfoque de los derechos humanos. La independencia de los periodistas es vital para la sociedad y el periodismo es un servicio público a los ciudadanos que no puede estar sometido a intereses políticos o económicos particulares.
NUEVATRIBUNA.ES - 17.3.2009

La crisis económica se está cebando en numerosos sectores pero arrastra una incidencia especial en el periodismo, sobre todo en la prensa, a esa entrañable reliquia a la que algunos añaden el redundante epíteto de escrita, como si su propio nombre no dejara claro que sus palabras están impresas.

El crack, el Pear Harbour, el 11-S de la economía que hoy padecemos está afectando extrañamente a la publicidad, como si no fuese necesario invertir más en dicha materia para vender mejor los productos que ya no demandan los temerosos consumidores de nuestros días. Sea como sea, hay menos anuncios y por lo tanto menos ingresos. Así que numerosos editores han decidido recortar plantillas y dejarlas a rape: y quien esté libre de culpa o vaya a estarlo en los próximos meses, que tire la primera piedra.

En Francia, ha hecho falta que el propio Gobierno salga en auxilio de los periódicos. Y en nuestro país, la marea roja de la contabilidad alcanza incluso a las costas de imperios multimedia que parecían sobradamente consolidados. Claro que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, hay más de un ERE que aprovecha la actual coyuntura como un formidable pretexto para recortar la nómina y que le salga baratita la poda de trienios.

Sobrada razón tienen aquellos que malician que la crisis económica también afectará a la política y que algunas de las actuales democracias dejarán de serlo: ojalá ocurriera al contrario y, al menos, la crisis sirviera para hartar a muchos subditos de países tiranizados, que quisieran echarle un definitivo pulso al poder para convertirse en ciudadanos con derecho a libertades y sufragio universal.

En los medios de comunicación de este lado del mundo, la falta de liquidez puede conllevar también una evidente falta de pluralismo: con un ejército cada vez más numeroso de mano de obra dispuesta a abaratar sus expectativas para dejar de militar en las colas del paro, no corren buenos tiempos para reivindicar la cláusula de conciencia, el secreto profesional o el estatuto del periodista que sigue estudiándose en España pero que, al día de hoy, sigue sin aprobarse.

En este contexto, podría considerarse como una audacia el manifiesto periodismo y derechos humanos impulsado por nuestro único premio Pullitzer, el fotoperiodista andaluz Javier Bauluz y que este fin de semana fue refrendado por la asamblea general de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, reunida en Sevilla.

El texto, que cuenta con el apoyo de una veintena de organizaciones nacionales e internacionales como la Fundación Ecología y Desarrollo, la Federación Colombiana de Periodistas, el Bahrain Center for Human Rights, la Junta Islámica española, la Asociación Pro Derechos de la Infancia, la Asociación Hermanos, Amigos y Compañeros de José Couso o varias facultades de comunicación, es hasta cierto punto simple y dice así: “La Declaración Universal de los Derechos Humanos debe ser el marco ético del periodismo.

El derecho a la información es una condición fundamental para el desarrollo pleno de la democracia, así como para que los ciudadanos puedan opinar y actuar libremente.

Los periodistas y las empresas periodísticas deben contribuir a que se respeten los derechos humanos, y su labor debe poner de manifiesto todas sus violaciones.

Las nuevas tecnologías amplían las posibilidades de acceso a nuevos medios de comunicación: democratizan el derecho a informar y a ser informado, y favorecen el desarrollo del periodismo desde el enfoque de los derechos humanos.

La independencia de los periodistas es vital para la sociedad y el periodismo es un servicio público a los ciudadanos que no puede estar sometido a intereses políticos o económicos particulares.

La defensa de los Derechos Humanos es una de las tareas primordiales del periodismo y los periodistas no podrán ejercer su labor si sus propios derechos humanos son vulnerados”.

Hasta cierto punto simple porque, con independencia de las controversias que todavía existen respecto al concepto de derechos humanos o, en otra medida, el de derechos civiles, no solemos tener claro de qué se trata, pero sabemos perfectamente de qué no se trata.

Y no se trata, sin ir más lejos, de que, a escala internacional, los periodistas sigan muriendo a manojitos –59 en 2008--, sin que se persiga judicialmente a sus asesinos, como bien demuestran los casos de Juantxo Rodríguez en Panamá, de José Couso en Irak o de Ricardo Ortega en Haití, por citar tan sólo tres ejemplos españoles.

Como tampoco se trata de que los mismos medios que airean las vulneraciones de los derechos humanos que puedan existir en Cuba, en China, en Venezuela o en Bolivia, presten sordina a los desvaríos de Augusto Pinochet y a esos mismos excesos en Colombia, el México, en Estados Unidos, en Israel o en la Rusia de Putin. Claro que a veces, sólo a veces, también ocurre al contrario.

Como tampoco se trata de que los periódicos y las emisoras que proclaman sus convicciones en esta materia acosen a sus profesionales por intentar ejercer la independencia de puertas para adentro.

Parodiando al bueno de Thomas Jefferson, que dicho aquello de Churchill que creo que dijo aquello de que prefiere un país con periódicos y sin gobierno que un país con gobierno pero sin periódicos, prefiero medios sin publicidad pero que respeten las reglas de oro de nuestra democracia que medios cargados de anuncios pero que se pasen por el forro tales principios. En cualquier caso, sería bueno una convivencia sostenible de ambos conceptos.

Así lo creen, por ejemplo, algunos de los firmantes del manifiesto, como Eduardo Márquez, Presidente de la Federación Colombiana de Periodistas FIP; como los corresponsales españoles Enrique Meneses o Ramón Lobo, como Walter Astrada, Premio World Press Photo 2007; como Karen Maron, Premio Club de Prensa Madrid 2006 o Mikel Deewever-Plana, Premio Periodismo y Derechos Humanos 2008; como los fotoperiodistas Jesús Abad, Enrique Fidalgo, Sergi Reboredo, Juan Carril, José Cendón o Juan Medina, y Ali Hussain Khudhair, periodista para ABC News en Irak. También han respaldado el documento Constanza Vieira, Premio “Richard de Zoysa” de Periodismo Independiente en 2005, así como reporteros de la talla de Georgina Cisquella, Guadalupe Yamin, Fernando Labrador, Javier Casal, Olga Rodríguez, o ciberperiodistas como Sarah Romero, Mansur Escudero –director de webislam-- o Rafael A. Hernández, director de Pressnet y Premio NetMedia European Online Journalism 2002. Pero también figuran en el mismo los nombres de activistas como Walter Cainí, representante de Uruguay en la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas o Vanusia Gonçalves da Silva, del Centro de Defesa da Vida e dos Direitos Humanos de Açailânia (Brasil), o la periodista Mónica Bernabé, presidenta de la Asociación por los Derechos Humanos en Afganistán (ASDHA). Tampoco extraña que, por ahora, hayan firmado dicho escrito el comunicador Manu Sánchez, el cantautor Paco Ibáñez, el politólogo Sami Nair o Federico Mayor Zaragoza, presidencia de la Fundación Cultura de Paz.

A juicio de Javier Bauluz –un tipo que cuando le comunicaron el premio Pullitzer por su trabajo en la región africana de los Grandes Lagos estaba ayudando a Reporteros Sin Fronteras en Chiapas--, el manifiesto “surge de la preocupación conjunta de los profesionales del periodismo y la sociedad civil ante la negligencia profesional y empresarial de la mayoría de los medios de comunicación en el cumplimiento de su deber social”. Ahora, más de 14.000 profesionales de la información representados en la Federación de Asociaciones de Periodistas de España han hecho suya esa hoja de ruta. Esperemos que sirva para algo y que no se convierta en papel mojado: como con frecuencia ocurre con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, propiamente dicha.

Juan José Téllez es escritor y periodista, colaborador en distintos medios de comunicación (prensa, radio y televisión). Fundador de varias revistas y colectivos contraculturales, ha recibido distintos premios periodísticos y literarios. Fue director del diario Europa Sur y en la actualidad ejerce como periodista independiente para varios medios. En paralelo, prosigue su carrera literaria como poeta, narrador y ensayista, al tiempo que ha firmado los libretos de varios espectáculos musicales relacionados en mayor o menor medida con el flamenco y la música étnica. También ha firmado guiones para numerosos documentales.

http://www.nuevatribuna.es/noticia.asp?ref=3331

The New York Times dijo...

Google Insists It’s a Friend to Newspapers
By MIGUEL HELFT

SAN DIEGO — It had the makings of a high-tension face-off: Eric E. Schmidt, Google’s chief executive, spoke Tuesday at a convention of newspaper executives at a time when a growing chorus in the struggling industry is accusing Google of succeeding, in part, at their expense.

Any open controversy reverberated little more than a soggy newspaper hitting a doorstep. Mr. Schmidt’s speech closing the annual meeting of the Newspaper Association of America here was a lengthy discourse on the importance of newspapers and the challenges and opportunities brought about by technologies like mobile phones.

His speech was followed by polite questions from industry executives that only briefly touched upon a perennially sore point: whether the use of headlines and snippets of newspaper stories on Google News is “fair use” under copyright law or a misappropriation of newspaper content.

“I was surprised that the publishers really let Google off the hook,” said Jim Chisholm, a consultant with iMedia Advisory, which advises newspaper companies around the world. “While Google News generates a lot of audience, ultimately, the question is going to be who is going to make the money out of that: Google or the publishers.”

On Monday, The Associated Press said that it would work to require Web sites that use the work of news organizations, including The Associated Press and its member newspapers, to obtain permission and share revenue with them.

“The ultimate resolution of all is this will be determined by how you interpret fair use,” Mr. Schmidt said of the broader debate around Google News. But Mr. Schmidt said that he was “a little confused” by news reports that singled out Google as a target of The A.P. effort. He noted that Google currently licensed and hosted news stories from The A.P. He did not directly address newspaper content, which the company does not license.

Google has long insisted that its use of snippets and headlines in Google News is legal. It also said Google News drove a huge amount of traffic to newspaper Web sites, which the publishers monetize through advertising.

Newspaper publishers do not want to cut off the traffic they get from Google’s search and news services and from other search engines. It is technologically simple for any newspaper Web site to keep content off Google and Google News, but few if any newspapers have chosen to do that.

Publishers do resent that the company, which recently began showing ads on Google News, is profiting from their content.

The A.P. has not given details about exactly how it plans to tackle the issue. Just before Mr. Schmidt’s speech, William Dean Singleton, chairman of The A.P. and chief executive of the MediaNews Group, said: “We don’t plan for anyone to use our content unless they pay for it. The licenses we do in the future will limit how and where our content is used.”

Mr. Singleton said that executives at The A.P. would offer recommendations on how to proceed in the coming weeks. Newspaper companies have been unwilling to test the issue in court, where Google’s fair-use arguments could prevail, and it is not clear that The A.P. plans to do so.

Mr. Singleton said he expected some of MediaNews’s newspapers, which include The San Jose Mercury News and The Denver Post, would come up with a way to charge for some of their content by midyear, a model that a growing number of publishers are considering.

“It’s a balancing act,” he said. “We’d like to have a pay wall but we like the traffic we get from search engines.”

In his speech, Mr. Schmidt encouraged publishers to create more personalized news products that could be delivered effectively on the Web, cellphones and other devices. “We think we can build a business — again, with you guys — with significant advertising resources, where the advertising is targeted to the content,” he said. He acknowledged that many publishers were increasingly thinking about charging for their content, and said he expected the newspaper industry to eventually resemble television, where some content was free, some was purchased by subscription and some was paid for every time it was viewed. But he said he expected that advertising would remain the leading revenue model in online media.

In a meeting with reporters afterward, Mr. Schmidt said Google was unlikely to license newspaper content, as it has done with The A.P., even if that content was behind a pay wall.

“In a scenario where a newspaper had a subscription product, what would Google do?” he asked. “It’s highly unlikely that we would buy a subscription and give the content away free. We might be able to help the distribution of that content, but the user would have to pay.”

08/04/09
http://www.nytimes.com/2009/04/08/technology/internet/08google.html?th=&emc=th&pagewanted=print