domingo, 14 de marzo de 2010
Zaoco- bailando el derecho a la raza...Revisado 16.03.10
En este mes se ha destapado una controversia sobre las clasificaciones raciales incluídas en el Censo 2010 en lo que respecta a los puertorriqueñnos ya que los encasillados provistos no proveen para una identificación satisfactoria para la vasta mayoría de los boricuas.
Si una persona desea identificarse de la manera que cree pertinente es su pleno derecho, el problema es que de la manera en que es estructurado el cuestionario si esa persona no se encuentra satisfecho o conteste con las clasificaciones indicadas tal como blanco o negro afroamericano lo que le resta es llenar el encasillado de "Otros" y si desea puede especificar o sugerir lo que entiende o acepta es su condición racial sea hispano, latino, mulato, mestizo o como lo quiera plantear.
Nuevamente se adelanta que es un deficiencia marcada del instrumento del Censo 2010 no haber anticipado las variantes y necesidad de alternativas que puedan acomodarse con las realidades multiraciales de la población general. El Censo 2000 reflejó unas cifras en este aspecto que en lugar de ser criterios objetivos resultaron ser producto de problemas subjetivos de valoraciones y equivocaciones fundamentales que tienen muchas personas con su pasado histórico-cultural y antropológico. Advertimos que este problema no es exclusivo de Puerto Rico y los puertorriqueños ya que inciden los otros grupos poblacionales de descendencia latinoamericana en los Estados Unidos.
Raza se define como origen o linaje de cada uno de los grupos en que se subdivide la Humanidad como ente biológico y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia.
La raza, definida por la Oficina del Censo de los Estados Unidos y por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), es un elemento informativo de auto-identificación en el que los residentes escogen la raza o razas con las que se sienten más cercanamente identificados. Las categorías representan un constructo socio-político diseñado para la raza o razas que se consideran a sí mismas de tal o cual manera o forma.
La OMB define el concepto de raza como está delineado en el Censo estadounidense para tomar en cuenta ambos conceptos de ancestría y cultura. Raza y Etnia son consideradas como dos entidades separadas y distintas, con origen Hispano siendo preguntado por separado. Por lo tanto, aunado a sus razas, los encuestados son categorizados como miembros de una o más etnias.
Ya que etnia se refiere a la comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales, etc., vemos como este ejercicio del Censo 2010 deja bastante que desear como ejercicio científico y como instrumento educativo porque los paralelismos y las ambiguedades que establece son notables y predecibles.
Es importante tener en cuenta que las autoidentificaciones raciales en el censo de Estados Unidos son categorías opcionales que la gente puede o no elegir contestar. Gente con origen hispano o latino, por ejemplo, pueden sentirse en conflicto sobre cuál categoría racial seleccionar. Algunos prefieren indicar una herencia multirracial, pero usando términos diferentes al de la forma del Censo, tales como mestizo y mulato. Algunos de hecho pueden estar inseguros sobre sus orígenes raciales.
Uno pudiese pensar que la clasificación de los seres humanos pudiese o debiese tener el rigor y capacidad detallada de las clasificaciones de otras formas de vida, sin embargo lo indudable es que en este criterio han operado consideraciones que lo han influenciado de diferentes maneras tal como lo puede ser las deficiencias en conocimientos o los remanentes negativos del racismo que persisten en los valores de la sociedad. El insistir en los colores de la piel como forma de diferenciar a la gente arrastra una serie de deficiencias hasta de problemas de autoestima y prejuicios raciales.
No es difícil pensar en los escenarios tal vez molestosos en que una persona hija de padres con diferentes tonalidades de piel tenga que escoger a cuál de los dos padres se refiere para identificarse racialmente.
Tampoco es difícil pensar en que haya muchas personas que respondan digamos de manera aspiracional a dicha clasificación tal vez apoyado por alguna idea o complejo sobre sus verdaderas realidades raciales.
El Censo 2000 planteaba que la vasta mayoría de los puertorriqueños se autoidentificaron como blancos, siendo esta afirmación totalmente incorrecta. Este cuadro de afirmaciones fatuas además de restarle credibilidad al esfuerzo del censo como instrumento, levanta desde reacciones de preocupación hasta de tristeza por la aparente desfase entre el boricua promedio con su realidad.
Exhortamos a todos los participantes del Censo a que respondan con una muestra de conciencia que no deja de ser muestra de orgullo. Autoidentifica tus verdaderos contornos y raíces, siéntete orgulloso de ser quien eres y como eres, es tu pleno derecho.
Este tema ha sido presentado en el blog desde el 23 de marzo del 2009 en la entrada de colaboración de la organizador comunitaria María Reinat Pumarejo: 'Racismo: de cara al censo 2010' (http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/03/racismo-de-cara-al-censo-2010.html). De hecho la organización Ilé de la cual es miembro la compañera María además de generar una serie de actividades de reafirmación cultural y de educación comunitaria, ha desempeñado una campaña sobre estos aspectos contradictorios del Censo 2010 y las alternativas para enfrentarse afirmativamente a estos problemas. Puedes acceder a ilé, inc. visitando su blog 'ilé conciencia en acción' en http://www.blog.conciencia-en-accion.org/?p=31.
Esta es la tercera entrada de la serie 'Zaoco bailando el derecho..' en los cuales basado en el simbolismo vivo de la música y la danza hemos construído discursos creativos sobre derechos fundamentales. La serie ha gozado de una gran popularidad ya que igualmente se ha beneficiado de un despliegue impresionante de fotografías y representaciones pictóricas del universo poliforme y multicromático de facetas y contornos que sugiere nuestro bagaje cultural latinoamericano, caribeño, antillano y boricua. Como siempre agradecemos la disponibilidad de esta riqueza de muestras de trabajos creativos y la inmensa generosidad de sus autores en abonar a la educación y difusión del contenido de sus obras mediante el internet.
Entradas previas son:
Zaoco- bailando el derecho a la expresión... Rev. 28/09/09
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/07/zaoco-bailando-el-derecho-la-expresion.html
Zaoco- bailando el derecho a la identidad: Ballet Hispánico...
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2010/01/zaoco-bailando-el-derecho-la-identidad.html
Como pueden ver ambos son documentos que atestiguan sobre los derechos asociados e inherentes a nuestras personalidades raciales y culturales por ende esta tercera entrada sigue un desarrollo compatible de conciencia y justicia cultural.
Regresando al tema que nos inspira en esta propuesta el tema de raza ha sido largamente ponderado y debatido tanto en el mundo universitario, el aspecto sustantivo mediante el proceso de creación y desarrollo del Instituto de Cultura Puertorriqueña como en el mismo fuego pasional de las expresiones musicales.
Recordamos todos el pegajoso ritmo y la letra sugestiva de 'Esos no son de aquí' de la 'Guarachera Mayor' Mirta Silva.
Los invito a revivir este 'hit' visitando:
http://www.youtube.com/watch?v=eQj2mhJfXUQ
Hace un poco menos de un año se llevó a cabo el despliegue de nuestras raíces africanas en el recordado Festival Raíz y Herencia Africana celebrado en Caguas y coordinado por el valiente profesor, actor, bailarín y músico Jorge Santiago Arce y un desinteresado grupo de africanistas boricuas. Esta fiesta cultural fue motivo inspirador de tres entradas en este blog que han igualmente sido objeto de gran popularidad, favor ver:
Raíz y herencia: estampas de nuestra raza...
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/04/raiz-y-herencia-estampas-de-nuestra.html
Raíz y herencia: estampas del Festival, primera semana.
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/04/raiz-y-herencia-estampas-del-festival.html
Raíz y herencia: fin de fiesta.
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2009/04/raiz-y-herencia-fin-de-fiesta.html
La magia de estas evidencias vivas de nuestra personalidad como pueblo es que operan a unos niveles intrinsecos, son parte de nuestra sangre y familia. Encantos, hechizos y atractivos de nuestra esencia que se complementan con nuestras formas idiomáticas y musicales que como dice la popular canción nos hace subir el ritmo por los pies...
En la década del 1950 Rafael Cortijo y su Combo insertan la bomba en la tradición bailable de la música popular ampliando su dimensión de música regional folklórica a música popular. Dentro de este nuevo ámbito social se inicia una nueva categoría de bomba con la variedad de instrumentos que utiliza el Combo de Cortijo y las orquestas populares. Uno de los nuevos hits que se quedaron en la tradición fue la bomba popular de Lito Peña, cantada por Ruth Fernández:
"La bomba... ay que rica es
me sube el ritmo por los pies
mulato busca tu trigueña
para que bailes bomba, bomba puertorriqueña..."
Como vemos el proceso de afirmaciones positivas de nuestros rasgos culturales es poliforme, prolongado y rico. Expresión viva y oportuna de nuestra lucha tanto de identidad como de raza que sin dudas nutre de miles de maneras las preocupaciones que nos generan las interrogantes sobre raza y etnia en el Censo 2010.
En Puerto Rico hemos experimentado un proceso de lucha intelectual por reafirmar sobre bases racionales todos las aspectos de nuestro desarrollo como pueblo, y como parte principal de este proceso hemos atestiguado los esfuerzos de valiosos y dedicados investigadores y escritores tales como Isabelo Zenón, el doctor Marcelino Canino, y de generaciones más recientes las doctoras Marie Ramos Rosado e Isar Godreau, para mencionar solo algunos de tantos profesores y académicos rindiendo esforzados labores en aclarar, rescatar y profundizar en los verdaderos aportes de los componentes raciales del boricua.
Nota de penúltima hora.- No termino de cincelar, moldear y cocinar las palabras de las más recientes revisiones al guiso que surge la necesidad de echarle un pizque valioso de colores aromáticos y jengibre intelectual ante el anuncio de la llegada de un sabroso texto: “La nación en vaivén: identidad, migración y cultura popular en Puerto Rico” (Ediciones Callejón) del antropólogo y experto en migraciones Jorge Duany. Favor ver nota relacionada en los comentarios. ROF 16.03.10
Este proceso de reafirmaciones valiosas de nuestro acervo cultural igual se ha llevado a cabo en los escenarios de los procesos culturales en directa interacción con el pueblo tanto mediante intercambios con las comunidades como en las valientes ofertas de producciones afincadas en nuestras riquezas culturales a niveles de ofrecimientos artísticos profesionales. Muestras cotidianas de estas batallas creativas son la propagación de eventos y talleres de cultivo de nuestras expresiones musicales afrorriqueñas tales como la Bomba y la Plena. Es hermoso poder indicar como la misma tradición ejemplificada por la Familia Cepeda y los Hermanos Ayala se ha hermanado de dedicados recursos tales como los doctores Emanuel Dufrasne y Pablo Luis Rivera, al igual que como empresas comunitarias tales como COPI, Inc. en Piñones y entes productoras tales como el Festival de Bomba y Plena lidereado por Captol Clemente se han aliado a esfuerzos de instituciones tales como el Conservatorio y ciertos gobiernos municipales para promover a nivel de excelencia puestas en escena de ofrecimientos culturales de un rico contenido cultural.
No debo seguir abundando en otros aspectos de este proceso ciertamente panorámico sin dejar de consignar los valiosos aportes y el compromiso inquebrantable de nuestras comunidades boricuas 'en los niuyores' donde desde la distancia una vasta cantidad de trabajadores culturales cultivan y propagan extensamente nuestras manifestaciones creativas. Tal vez en este momento debo aludir a la figura cimera de Arturo Schomburg que producto de la isla emigra a la isla de Nueva York para fundar el centro de conocimientos africanistas de mayor prestigio de esa urbe.
En esta madeja de descubrimientos y redescubrimientos de nuestra riqueza cultural no hay manera honesta de subeditar el aporte de las expresiones musicales populares. Importantes figuras y compositores han dedicado sus esfuerzos a nuestros géneros autóctonos. Igual es de importante reseñar los avances en los procesos creativos evolutivos de nuestras raíces como lo que cobra vida en el valiente esfuerzo de Rafa Cortijo con su Máquina del Tiempo o los grandes pasos de crecimiento musical de grupos tales como Frank Ferrer y Puerto Rico 2010, Batacumbele y Zaperoko con Truco. Esta dimensión 'vivita y coleando' de nuestras esencias culturales todos los días se expresan en una cantidad cada vez mayor de escenarios, talleres y pueblan los bateyes. Vive nuestra cultura y se canta, toca y baila en todos los rincones. La trayectoria de grupos tales como Plena Libre bebe del caudal de figuras legendarias como Torruellas y Mario Hernández.
Parte del enfrentamiento a las mentiras y falsedades que desgraciadamente se han tejido sobre el verdadero valor y rol de nuestros antepasados es el complejo de inferioridad que ha predicado el racismo. Es imposible entender a plenitud nuestra historia sino revalorizamos los niveles educativos de los esclavos tales como los aportes de los llamados 'negros ladinos'. Es imposible entender un primer maestro que era negro, Rafael Cordero, un primer pintor destacado que era mulato, Campeche, un compositor de la magnitud de Morell Campos y luego las figuras de Pedro Albizu Campos, Ernesto Ramos Antonini y Luisa Capetillo, sin volver a plantearnos el tesoro intelectual de los negros y mulatos que se desarrolla desde los mismos tiempos de la esclavitud.
"Tan temprano como en el 1502, se autorizó la introducción de esclavos negros a La Española. Todo parece indicar que la Corona desconfiaba de la institución, dado que elaboró un estricto sistema de permisos que aspiraba a documentar la entrada de todo esclavo con el fin de controlarlos mejor. La pasión por la pureza racial propia de los hispano-europeos debió ser un factor crucial en el diseño de aquella política.
Los primeros esclavos negros eran definidos en el mercado de acuerdo con el nivel de su relación con el mundo que los esclavizaba. Se trata de una clasificación etnocentrista simple que distinguía entre los aculturados y cristianizados –llamados ladinos o latinos-; y los sin aculturar ni cristianizar provenientes directamente de África –conocidos como bozales-. En términos culturales, el ladino hablaba castellano y el bozal no. En términos semánticos, el concepto ladino sugería un carácter astuto y pendenciero, y el bozal sugería la figura del tonto y el discapacitado. En la época aludida, un bozal se transformaba en ladino al cabo de más o menos un año de relaciones con los cristianos. Aprender la lengua, facilitaba el proceso de esclavización. El carácter despreciativo de los apelativos aplicados a los esclavos negros, reflejaba el carácter asimétrico de la relación entre las razas.
Para la cultura mercantil esclavista de la época, el ladino era una pieza entrenada y educada que se suponía más pasiva. El bozal, por el contrario representaba un costo extra dado que debía ser sometido y educado in situ. La idea de que los bozales eran rebeldes potenciales fue común. Pero las quejas documentadas de la época apuntaban que tanto los ladinos como los bozales se resistían al trabajo. El entrenamiento y la educación no hacían mucha diferencia. La necesidad de que los negros esclavos fuesen sumisos fue una utopía común durante 400 años.
En los primeros años del Imperio de Castilla, el esclavo era traficado por medio de suplidores portugueses. En 1518 Carlos I, autorizó la introducción en masa a las Antillas a razón de 4,000 al año y la institución se generalizó. La afirmación del poder hispano en tierras continentales –México- fue crucial en la decisión. Entre los años 1518 y 1886, más o menos 15 y 20 millones de negros fueron depositados en América en condición de esclavos."
Tomado de:
La esclavitud: aspectos generales. Publicado por Mario R. Cancel
Disponible en:
http://historiapr.wordpress.com/category/esclavitud-negra/
Tenemos derecho a reclamar nuestra raza y tal vez tenemos el deber de proclamar nuestra riqueza étnica, en el Censo 2010 y en todos los aspectos de nuestras vidas y sociedad.
Quisiera siquiera en una nota breve y exhortación indicar que el ejercicio del Censo 2010 igual padece de serias limitaciones en cuanto a instrumento de medición y evaluativo de aspectos importantes tales como la composición de las verdaderas unidades familiares y la presencia de hermanos y hermanas inmigrantes procedentes de pueblos vecinos.
A su consideración pues este Zaoco bailando nuestro derecho a la raza, saborea sus colores y deja que te recorran sus palpitaciones y ritmos...
Posdata: Ismael 'El Sonero Mayor' Rivera interpreta "Las caras lindas de mi gente negra' de Catalino 'Tite' Curet Alonso.
http://www.youtube.com/watch?v=B_4djGjZZ1U
algunas notas adicionales:
mulato, ta.
(De mulo, en el sentido de híbrido, aplicado primero a cualquier mestizo).
1. adj. Dicho de una persona: Que ha nacido de negra y blanco, o al contrario. U. t. c. s.
2. adj. De color moreno.
3. adj. Que es moreno en su línea.
(DRAE)
mestizo, za.
(Del lat. tardío mixticĭus, mixto, mezclado).
1. adj. Dicho de una persona: Nacida de padre y madre de raza diferente, en especial de hombre blanco e india, o de indio y mujer blanca. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de un animal o de un vegetal: Que resulta de haberse cruzado dos razas distintas.
3. adj. Dicho de la cultura, de los hechos espirituales, etc.: Provenientes de la mezcla de culturas distintas.
(DRAE)
caribeño, ña.
1. adj. Dicho de una persona: Habitante de la región del Caribe. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo al mar Caribe, o a los territorios que baña.
(DRAE)
antillano, na.
1. adj. Natural de alguna de las Antillas. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a cualquiera de estas islas de América.
(DRAE)
borincano, na.
1. adj. borinqueño.
borinqueño, ña.
(De Borinquén, antiguo nombre de la isla de Puerto Rico).
1. adj. puertorriqueño. Apl. a pers., u. t. c. s.
puertorriqueño, ña.
1. adj. Natural de Puerto Rico. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a la isla de este nombre.
(DRAE)
negro, gra.
(Del lat. niger, nigri).
...
3. adj. Dicho de una persona: Cuya piel es de color negro. U. t. c. s.
4. adj. Que es o se considera propio de los grupos étnicos caracterizados por este color de piel. Música negra Arte negro
5. adj. Moreno, o que no tiene la blancura...
(DRAE)
latino, na.
(Del lat. Latīnus).
...
7. adj. Natural de los pueblos de Europa y América en que se hablan lenguas derivadas del latín.
(DRAE)
hispano, na.
(Del lat. Hispānus).
...
3. adj. Perteneciente o relativo a las naciones de Hispanoamérica.
4. adj. Perteneciente o relativo a la población de origen hispanoamericano que vive en los Estados Unidos de América.
5. m. y f. Persona de ese origen que vive en los Estados Unidos de América.
(DRAE)
Releyendo este ejercicio he notado lo que puede interpretarse como una gran deficiencia en la poca mención que he realizado sobre la literatura. No es por menosprecio de estas voces que de hecho son mis amantes eternas sino como el recurso se estructura a base de visuales musicales y de danza, la atención hacia lo literario de cierta manera queda solamente sugerida cuando me acerco a los esfuerzos realizados por los investigadores en su manejo del tema de la influencia africana en la cultura. He repensado el asunto y aunque no pretendo cambiar o alterar por completo el texto he pensado incluir tres trozos valiosos a mi parecer que puedan conjurar en algo la deficiencia manifiesta.
"Bien conocido es, en efecto, lo que América le debe al elemento africano, en cuanto a música y danza.
En el ámbito de la poesía, ésta se ha ido enriqueciendo a través de la contribución negra, sobre todo en las Antillas, de elementos sensuales, de color y música, que contaminaron felizmente en la época contemporánea hasta poetas españoles como Lorca y Alberti.
Hay quien sostiene, sin embargo, que la poesía «negra», además de conservar el acento propio de una raza no autóctona en América, es producto de grupos con caracteres irreductibles de cultura, y como tal independiente y diferenciada de la masa homogénea del mestizo americano; por ello no merecería ser estudiada como una verdadera expresión literaria de América latina. Si nos atenemos sencillamente al «motivo» africano, esta interpretación puede parecer justificada. Pero los mayores poetas «negristas» de Hispanoamérica han logrado una fusión total entre lo africano y lo autóctono americano: la tierra, el paisaje, la sensualidad de la naturaleza de América, encuentran extraordinaria respondencia en la sensibilidad negra. Y además, la presencia africana ha ido transformando al blanco, tanto que en el siglo XX surge, un poco doquiera en América, pero especialmente, y es natural, en las Antillas, una poesía «negra» de blancos fundamentalmente sincera. Emilio Ballagas en Cuba y Luis Palés Matos en Puerto Rico son, en este sentido, las expresiones de mayor relieve.
Cantos anónimos debieron aparecer en América, llevados desde las tierras africanas, y luego expresiones corales de la situación en que el importado vino a encontrarse. El drama de la esclavitud, la condición de dolor, la sátira como expresión de protesta, debieron de ser argumento del canto negro compuesto en América. Es indudable, sin embargo, que la distinta situación racial en que los negros se vieron en las tierras dominadas por España atenuó estos acentos, que sólo en época más tarda, en la corriente «negrista» de comienzos del siglo XX, vuelven a formar parte del canto, junto con la belleza de negras y mulatas, la presencia avasalladora de un paisaje que repite el de un África soñada, el ritmo que significa honda vibración espiritual, la magia y el rito.
...Volviendo al examen de las características de la poesía negrista antillana de expresión castellana era natural que el primer aporte de la misma fuera la afirmación orgullosa de la presencia negra en el mundo americano, presencia que se confundía en, y brotaba al mismo tiempo de, un sentimiento de nostalgia hacia un África de contornos borrosos, matriz viva y operante de un lejano origen. Es una reacción y una afirmación...significa un lugar mítico, el mismo al cual se refiere, en el ámbito de la poesía negrista cubana Regino Pedroso en «Hermano negro», cuando alude a la selva, a los «grandes ríos, origen de la raza», al espacio fantástico en que el negro «fue libre sobre la tierra»; o Nicolás Guillén cuando, en «Llegada», se refiere a una palabra que a los negros les viene «húmeda de los bosques», a sus ojos en que «duermen palmeras exorbitantes», y mejor todavía cuando alude, en la «Balada de los dos abuelos», a un «África de selvas húmedas / y de gordos gongos sordos...», en la que sueña el antepasado negro. La presencia de un África vuelta mito es ya un aporte importante a la poesía negrista, pues significa destacar en ella los elementos espirituales continuamente operantes en el alma negra, ello es una esencia de civilización. Es una presencia que se extiende hasta el alma del blanco. Luis Palés Matos, por ejemplo, parece participar directamente del hechizo, en «Pueblo negro», cuando, evocando el paisaje africano, alude a «un pueblo de sueño» tumbado «allá» en sus «brumas interiores / a la sombra de claros cocoteros». O cuando en «Tambores» resuscita el mundo afro-antillano interpretándolo como un reflejo directo de la determinante presencia embrujadora del África.
Pero hay más: la mitización del África significa el encuentro con su espíritu, o sea, concretamente, con los antepasados pervivientes, con todo lo que ello implica de revolucionario en el concepto de la vida y la muerte. Es un nuevo aporte de civilización africana: el hombre prolonga la vida de sus antepasados; la muerte no es destrucción sino comienzo de permanencia, vida que se prolonga en la descendencia, encarnación continua de los antepasados en ella."
Tomado de
Relaciones entre la cultura africana y la literatura de América Latina: la poesía de habla castellana en las Antillas. Giuseppe Bellini
Disponible en
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01371418211259691800035/p0000001.htm
"Para sorpresa de muchos, el Perfil de Características Demográficas Generales, producido en el 2000 por el Negociado del Censo federal de Estados Unidos en Puerto Rico, reveló que el 80.5% de los puertorriqueños se identifica como blanco, mientras que el 8% se identifica como perteneciente a la raza negra. Dicho informe, como era de suponer, desató inmediatamente agudos debates que pusieron al descubierto una realidad puertorriqueña que todavía espera ser afrontada de manera cabal: es decir, el prejuicio racial.
La sociedad puertorriqueña se hermana con el resto de los países que conforman la región del Caribe precisamente por su herencia y tradiciones provenientes de las diversas naciones africanas traídas y asentadas a estas zonas desde la época de la colonización europea. La fusión de los componentes indígenas, europeos y africanos no es sólo evidente en nuestra fisonomía sino también en los valores culturales que definen las especificidades de nuestra nacionalidad, es decir, de todos los códigos que se reúnen bajo la categoría de lo que se considera abstracta y concretamente “puertorriqueñidad”. De esta manera, la pluralidad cultural, aunque queda dicho que se evidencia fenotípicamente, es mucho más compleja cuando se le observa dinámicamente en el ejercicio de las prácticas que involucran las tradiciones musicales, culinarias, lingüísticas, religiosas y, por supuesto, en los patrones de la dinámica socializadora.
Sin embargo, a pesar de la fusión cultural que nos inserta dentro de una experiencia mulata, la sociedad puertorriqueña todavía muestra síntomas de un agudo prejuicio racial. Puesto que las emigraciones africanas se dieron dentro de un contexto de explotación humana, todo un aparato de dispares y contradictorias ideologías cobró forma para justificar las acciones de la cultura dominante. Dichas ideologías no desaparecieron con la abolición de la esclavitud pero sí reafirmaron su carácter estereotípico gracias a la influencia de las visiones positivistas de superioridad racial. En el caso particular de Puerto Rico, pese a que la gran población es de origen mestizo y mulato, los discursos de identidad nacional siempre han sido esquematizados por la cultura dominante en términos económicos y, por extensión, políticos. Es así como la intelligentsia que heredó la cultura de haciendas ha promovido la ausencia o simplificación del elemento africano en la oficialización de su discurso nacional, amparando a éste bajo una amplia sombrilla de suposiciones históricas que delatan una hispanofilia eurocéntrica.
La literatura, espacio propicio al diálogo sintomático de los tiempos, ha sido en Puerto Rico uno de los ejercicios culturales que mejor refleja el conflicto de las oposiciones y superposiciones raciales. Desde los textos fundadores de la literatura puertorriqueña hasta el presente se puede rastrear la problemática que surge a raíz del rechazo generalizado hacia la identidad afropuertorriqueña. No sólo las grandes ausencias sino también las presencias maltrechas y a medias atestiguan la inferiorización, animalización y cosificación a las cuales han sido sometidas las figuras literarias que representan la herencia africana en Puerto Rico...el dramaturgo Francisco Arriví problematizaría el prejuicio racial en Puerto Rico en su obra Vegigantes (1953), con la cual pretendía destapar los prejuicios contra los orígenes africanos, representados en una abuela negra que es ocultada en la cocina para que ningún visitante se entere de que la familia es mulata. Una década más tarde los escritores de las generaciones del sesenta y del setenta respectivamente iniciaron concientemente la problematización del prejuicio racial en nuestra sociedad. Nombres como los de Luis Rafael Sánchez, Ana Lydia Vega y Edgardo Rodríguez Juliá componen ese grupo que desmitificó por medio de la ironía desacralizadora y la parodia carnavalesca la supuesta blancura homogénea de la sociedad y cultura puertorriqueñas. Pese a ese prolífico intento, los roles protagónicos no fueron pensados para el realce y la celebración de la subjetividad negra. No ha sido sino hasta hace muy poco que Mayra Santos Febres, joven escritora, distinguida investigadora y profesora de la Universidad de Puerto Rico ha venido, a nuestro juicio, a resquebrajar directamente los discursos que alimentaban dicha ausencia.
...Pese a las mismas preocupaciones temáticas de sus antecesores, nos sorprende con una nueva forma de tratar el discurso de la negritud puertorriqueña al devolvernos con la mayor de las llanezas los prejuicios más soterrados que circundan la herencia africana en Puerto Rico. Heredera y continuadora de ese tono desacralizador que nos dejaron los vanguardistas, nuestra autora se atreve a decir a bocajarro lo que los patrones del disimulo generalizado ocultan...Resulta novedoso para las letras puertorriqueñas que sea la cocina, ámbito simbólico de la tradición culinaria, desde donde se denuncie la fragilidad de un discurso racista obligado a habitar los confines de lo retógrado. Puesto que la cocina es lugar femenino por disposición social, llama la atención que un discurso que guarda también estrechas relaciones con la opresión sexual se problematice desde un espacio considerado como nimio y des-privilegiado para la cultura patriarcal. Cabe traer a colación, por otra parte, que la cocina para los escritores anteriores que han tratado el tema del prejuicio racial en Puerto Rico es espacio de escondite, donde sólo habitan las cocineras y las abuelas negras. La famosa pregunta “¿y tú abuela dónde está?” implica irónicamente que la abuela de origen negro permanece escondida en la cocina, como en la obra de Francisco Arriví; es decir, apartada de la sala o el balcón, espacios donde lo privado confluye con lo público. En este cuento (“Marina y su olor”), como se ha visto, la cocina no es lugar de escondite sino lugar primario de definición personal y confrontación con el mundo exterior.
La cocina se convierte para Marina en el lugar de su aprendizaje y liberación. Fue ahí donde aprendió las artes para preparar un plato exquisito y donde se dio cuenta de que el arma que poseía sólo le pertenecía a su propia voluntad.
...Mayra Santos es una de las pocas voces femeninas, si no la única, que con mayor ahínco denuncia el prejuicio racial en Puerto Rico. No sólo lo hace a través de sus textos sino también en sus otras actividades artísticas como lo es la representación teatral. Aunque ya han pasado 131 años de la abolición de la esclavitud negra en Puerto Rico, nos llama la atención que el multiculturalismo racial todavía sea un tema poco tratado o, en el peor de los casos, manipulado. La desestimación que todavía sufre la herencia africana en esta isla caribeña--patente en los resultados del último censo comentados al inicio de este ensayo--ha sido expuesta por diversos sectores culturales y educativos que han sido, incluso, respaldados por algunos medios de comunicación y editoriales. El esfuerzo seguirá siendo vigente y necesario hasta que el imaginario colectivo integre sin prejuicios ni vergüenzas la africanidad que distingue una parte de su identidad caribeña."
Tomado de
La celebración de la identidad negra en “Marina y su olor” de Mayra Santos Febres. Dra. Carmen M. Rivera Villegas
Disponible en
http://www.ucm.es/info/especulo/numero27/marina.html
"El Archivo Nacional de Teatro y Cine y el Editorial LEA del Ateneo Puertorriqueño presentaron recientemente el nuevo libro 'Literatura puertorriqueña negra del Siglo XIX escrita por negros'.
El libro es la recopilación de las Obras Encontradas de Eleuterio Derkes, Manuel Alonso Pizarro y José Ramos y Brans, y la Antología de la Literatura Puertorriqueña Negra escrita por negros 1880-1920. La edición, recopilación, el Estudio Preliminar y las notas son escritas por el dramaturgo puertorriqueño y director del Archivo Nacional de Teatro y Cine, el Prof. Roberto Ramos-Perea.
Sobre Literatura puertorriqueña negra del Siglo XIX escrita por negros, Ramos-Perea ha señalado que “mucho se ha dicho sobre el tema del negro o de “lo negro”, en la literatura puertorriqueña. Volúmenes extensos, inacabables bibliografías sobre la discusión de cómo se construye el sujeto del negro a través de la poesía, la narrativa y el teatro, que enfatizan en aquellos textos que nacen de plumas de escritores blancos y su visión de lo que es el hombre o la mujer negra en el momento que observan, como si tratar de construir el sujeto negro desde la visión del blanco, hablara algo de la visión que tiene el negro de sí mismo. Esto nos sirve, pero menos que a medias. Poco o casi nada se ha dicho sobre los orígenes de la literatura escrita por negros y mulatos en el Puerto Rico del siglo XIX. Creemos que este es el primer libro que lo hace.”
...se recogen todas las obras teatrales y otros textos escritos por Eleuterio Derkes, Manuel Alonso Pizarro y José Ramos y Brans, y textos representativos de los escritores negros Eleuterio Lugo, Carlos Casanova, José González Quiara, Tomás Carrión Maduro, José Celso Barbosa, José Elías Levis, Arturo Más Miranda, Eduardo Conde, Luis Felipe Dessus, Enrique Lefebre, Jorge Alonso Fernández y Arturo Schomburg.
Todos ellos fueron escritores negros y mulatos que escribieron desde sus espacios de intelectuales, obreros, periodistas y sobretodo como dramaturgos y poetas. Los textos recogidos de estos autores expresan las visiones que el intelectual y el escritor negro tenía sobre sí mismo."
Comentarios editados a base de
Revelan literatura escrita en siglo XIX por negros boricuas
Disponible en
http://dialogodigital.com/en/node/3566
Pienso tal vez esperanzadoramente que las citas que he insertado de cierta manera sugieren lo valioso y extenso de la cosecha literaria en cuanto a influencias y herencias africanas. Trato de provocar, estimular, cucar y atrapar al lector (al que además seduzco con las imágenes e hipnotizo de manera tal que sus caderas y nalgas se contonean al ritmo sabroso de nuestros tambores) en futuras aventuras de descubrimientos al mostar cual mapas de tesoros escondidos estos pasajes prolongados. Brújulas en mano, les reto amablemente a que surquen los espacios en viajes hacia nuestra literatura.
Addendum
trigueño, ña.
1. adj. De color del trigo; entre moreno y rubio.
2. adj. Dicho de una persona: De raza negra o de piel muy oscura.
(DRAE)
Hay quienes me han dicho que eso de trigueño es un forma de insulto o una manera de negar la influencia africana y el verdadero color de la piel, que el trigo es dorado... veo en las representaciones de los trigales una abundancia de matices que si ciertamente tienen tonos de oro, igual tiene marrones, pardos, y una gama de colores de la tierra, veo que el sol juega con esos colores... he sido de los trigueños al decir de mi familia, amistades, vecinos y enemigos toda la vida y realmente nunca he sentido que serlo o ser llamado de ese modo signifique otra cosa que ser igual a las luces del café con leche a las tres de la tarde... igual la guajana que bailaba al son de la brisa me daba la visión de nubes, igual entre sus claros mostraba cremas flores de la caña... cuando iba a casa de Chalá en la Loma del viento en Fajardo a beber guarapo del trapiche eramos todos negros, trigueños y mulatos hermanados de una misma tribu... pienso en las palabras como suelen ser letreros de sentimientos o cantos de poemas colectivos, escucho las voces con sus timbres alegres, alarmas o bocinazos de odios o peligros... soy de una familia que refleja todos los colores de mi pueblo, en mi familia habemos prietos y hay jinchos, hay colorao' y habemos trigueños y el amor que se respira entre los colores no tiene nada que ver con los tonos...
-Pachi, el hijo trigueñito de Carmen Luz...16.03.10
Nota adicional.- He incluido 'Preguntas frecuentes sobre el censo del 2010' en los comentarios. ROF/07.04.10
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25 comentarios:
por lo menos tengo ya una idea porque no estaba claro con lo de mi raza!
Seré "otro"? ......aboespaafri.....y así los incluyo a los tres ya que no sé en que proporciones los tenga.
exacto, todavia no se en que categoria caigo yo, o mis hijos nacidos fuera de PR, ni de que color o cultura son?
Roberto,la verdad que las imágenes que pones en tus artículos son bellas,le llenan los ojos a una.Yo puse mestiza,o sea tengo ascendencia árabe,judía,haitiana y quizás otras mas,pero soy ante todo puertorriqueña.
Nice. En mi opinion la que mejor nos describe es mestizos, mas aun que mulato. El termino mulato(hijo de mula) se acuña durante la primera colonia y se refiere al hijo de un hombre blanco con una mujer negra. Mas tarde se aplicaria a todos los nacidos de la union de individuos de estas dos razas independientemente de si el africano era el hombre o la mujer. Mas tarde se volveria una palabra simbolo de orgullo por nuestra herencia racial y cultural. La question racial es una cuestion genetica mientras que las ethnias se definen por cuestiones culturales. Buen ejemplo seria Africa donde basicamente predomina una raza, la negra, aunque tambien existen arabes y otros. Entre esa raza dominante existen las ethnias que son grupos de una misma raza que se diferencian por caracteristicas culturales. Ejemplo; los Yorubas y los Hausa. Pertenesen a la misma raza pero son grupos ethnicos, distintos y asta antagonicos uno del otro. Tenemos que tener mucho cuidado de no confundir raza con nacionalidad ni con pais de origen. Son tres cosas distintas y separadas. En mi opinion los puertoriqueños existimos como pais y como un grupo ethnico mas no como raza. Geneticamente somos una composicion de varias razas. Aqui el 99% (eso es una licencia literaria pues no tengo un numero real) somos
"satos".
Bamboleo nacional
La reciente publicación del experto en migraciones Jorge Duany aborda los vaivenes de la identidad puertorriqueña
Por Ana Teresa Toro / ana.toro@elnuevodia.com
Aquí y allá. Ni de aquí, ni de allá. Probablemente, esas dos frases han sido las más utilizadas por aquellos que han intentado describir el saldo de las experiencias políticas e históricas cuya consecuencia ha sido eso que llamamos “ser puertorriqueño”. Simultánea, ambigua, tambaleante, así se perfila la identidad local; manifestada -sobre todo- en nuestra cultura popular.
Es en medio de esa imposibilidad de fijar un imaginario colectivo, que nos funcione a todos por igual, que se sitúa la obra del antropólogo y experto en migraciones Jorge Duany quien, recientemente, publicó su más reciente obra: “La nación en vaivén: identidad, migración y cultura popular en Puerto Rico” (Ediciones Callejón).
El libro reúne una compilación de las columnas periodísticas del autor publicadas en este diario. Los textos se conceptualizaron bajo tres ejes temáticos que, a juicio del autor, mejor describen ese bamboleo nacional.
“En un sentido más amplio, la idea es sugerir esa inestabilidad que marca la experiencia puertorriqueña sobre la identidad, independientemente de afiliaciones o de los criterios convencionales de lo que constituye una nación”, describe Duany quien, con todo y esto, considera que los boricuas tienen una conciencia clara de quiénes son.
“Si miramos esas formas cotidianas de afirmación de identidad, encontramos esas señas vibrantes”, añadió el profesor de la Facultad de Ciencias Sociales del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Un vistazo a la calle
A ver: ¿cuántos no tienen una bandera boricua a punto de salir por el cristal del carro ante cualquier eventualidad? ¿Cuántos no colocan orgullosos las partes menos nobles de sus cuerpos sobre la monoestrellada estampada en una silla de playa o arrastran por el suelo en un par de sandalias el nombre de Puerto Rico? ¿Cuántos no han estado al borde de un ataque cardíaco antes del Miss Universo de turno o la cartelera de boxeo del sábado?
Ese tipo de conductas, así como los conceptos de frontera, mancha de plátano, nacionalismo deportivo, misiología, migradólares, gueto, ciudadanía; el uso de la jerga popular, la experiencia de ser jincho, el hablar del mime en la leche, las tendencias de consumo o la eterna batalla entre los Reyes Magos y Santa Claus son algunos de los asuntos que se abordan en las columnas. Muchos de estos temas suelen discutirse en foros académicos, enmarcados en terminología específica y teorías que intentan explicar, describir, predecir y -sobre todo- significar estas expresiones culturales que fundamentan conceptos como identidad. Por eso las columnas han servido como espacio para la divulgación y discusión pública de esos saberes.
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Hablar de identidad...
... es hasta cierto punto un agobio, o al menos, un asunto confuso. Pues, irremediablemente, el concepto de identidad está ligado a la pregunta más compleja que tiene cualquier ser humano frente a sí: ¿Quién soy?
Ahora bien , si se trata de escudriñar la identidad colectiva, la discusión en torno al concepto toma matices más hondos. Es, entonces, cuando pasa de ser pura confusión y pasa a concebirse como un problema que requiere solución. Pero: ¿cuál es el gran peligro de plantearse la identidad como un asunto problemático? “Por supuesto que el problema no es tanto la identidad cultural; es un problema del status. Mientras eso no esté definido y esté en el aire la relación económica, política e institucional de Puerto Rico con Estados Unidos será un asunto problemático. Ese dilema no se ha resuelto. En el caso de la cultura es un asunto más teórico, porque requiere pensar la identidad de un modo fluido, flexible, dinámico. Hay una clara discrepancia, por ejemplo, entre el nacionalismo cultural y el político”, elaboró el profesor quien exaltó el hecho de que estas columnas han servido para, de algún modo, traducirle al público general los conceptos que se trabajan desde la academia.
“Curiosamente, es el primer libro que no está acompañado por una bibliografía”, comentó sobre la estructura del texto que muy bien conversa con trabajos previos como las crónicas de Edgardo Rodríguez Juliá o las columnas de autores como Ana Lydia Vega, Luis Rafael Sánchez, Magali García Ramis, Mayra Montero, Mayra Santos y otros tantos que han descrito desde la palabra los aspectos que construyen la identidad local, y lo que eso significa en términos de la situación actual del país y los desplazamientos a otros países.
Asimismo, esta mirada a la nación permite comprender situaciones de actualidad como lo que recientemente reveló el desastre ocurrido en Haití. “Esto planteó, puso sobre la mesa la relación entre Puerto Rico y el Caribe. Uno mira la historia y ve cómo en la actualidad los lazos que nos unían, el comercio, el transporte y el turismo -relaciones comunes entre países-, ya no existen o son muy leves. Eso abona a una gran ignorancia respecto a estos países que, retóricamente, llamamos hermanos y con los que tenemos tanta afinidad histórica”, finalizó.
La publicación -cuya portada fue ilustrada por Ita Venegas Pérez- invita al lector a una mirada interior y a un vistazo a su entorno. Quizás para fluir y desplazarse mejor en una nación tambaleante; o al menos para descifrar a qué ritmo se mueve.
http://www.elnuevodia.com/bamboleonacional-686162.html
Sobre la palabra mulato, ciertas disgresiones: lo de mulo como raíz de mulato pues como todo embeleco linguístico depende del contexto, en mi pueblo de Fajardo se lo reservaban a un uso de sustantivo nominal folclórico machista del tipazo fuerte y viril no me debe extrañar que dentro de tipos pueblerinos se asocie con hombres de tez aderezada por el sol hasta en tardes nubladas, de hecho soy nieto de aquél Agapo del barrio Paraiso que muchos llamaron 'El Mulo' (cuando chiquito lo veía como una montaña de hombre cuya temerosidad se estrellaba por sus risotadas frecuentes y mirada dulce)... pero eso puede variar como puede variar la region y sus voces... pero ojo mulo no es un burro, lo que no deja de ser ironico es que las mulas no procrean...
80% de nuestra gente se autodefinió como blanca en PR en el Censo 2000. De acuerdo a esto Puerto Rico tiene más blancos que los EEUU y casi más blancos que cualquier país del mundo. Es interesante que desde pequeños se nos dice que somos la mezcla de tres razas y sin embargo en el Censo 2000 se nos olvidó que somos mestizos y afrodescendientes. Desde Ilé, Inc., una organización de educación y organización antirracista, sugerimos lo siguiente para afirmar nuestra identidad caribeña:
•que seleccione más de una alternativa
•seleccione otra alternativa que no sea "blanco" solamente
•seleccione "negro" o "afroamericano" (aunque afroamericano no sea apropiado a nuestra realidad cultural)
•Seleccione "alguna otra raza" y escriba su propia respuesta
• escriba una nota que diga que estas etiquetas no responden a la realidad puertorriqueña (escribir la nota no anula el cuestionario)
Roberto simplemente brillante y las fotos estan hermosas. Aché!
"Los asuntos raciales, aunque siempre presentes, resurgen confuerza cada vez que llega el momento de llenar la hoja del censo y escoger la raza a la que pertenecemos. Claro está que somos una mezcla, pero ese mestizaje no quedó evidenciado en el 2000, cuando un 80 por ciento de los puertorriqueñosse identificó como blanco y apenas el ocho por ciento se reconoció como negro.
Ya el Censo 2010 llegó y otra vez está el asunto de si somos negros, blancos o qué. La realidad es que en la hoja no figuran los adjetivos (culturalmente aprendidos) de cómo nos referimos o nos sentimos según nuestros rasgos físicos. "
Tomado de
http://www.primerahora.com/diario/noticia/otras/noticias/contesta_nuestro_censo_criollo/374707
Un dato que por su rareza supera la mera trivialidad es que la parroquia de Loíza (municipio de abrumadora poblacion de descendencia africana) es dedicada a San Patricio aunque el santo patrón es Santiago Apostol (se le dedican las famosas Fiestas patronales) lo que de alguna manera igual es curioso ya que Santiago fue tenido por patrono de la reconquista contra los moros (arabes de procedencia africana). Los eventos folcloricos que se acostumbran en dichas festividades tienen un fuerte contenido de simbolismo paralelo entre significados cristianos y representaciones de personajes, conceptos y leyendas africanas.
Con la opción de otros en el encasillado de raza, el Censo 2010 no debería representar problema alguno para quien no se siente ni se ve blanco y para quien no cree ser negro.
Así que blanco, lo que se dice blanco, no debería figurar otra vez como lo representativo del 80 por ciento de la población, algo que con un leve vistazo cualquiera nota que no puede ser verdad.
Independientemente de la variedad de matices en los tonos de piel de la población puertorriqueña y en la prevalencia de ciertos tipos de rasgos en diferentes zonas del país, la realidad es que somos una mezcla y socialmente tenemos una manera de identificarnos que no aparece en el Censo, diseñado con unos parámetro raciales propios de Estados Unidos.
“El Negociado del Censo admite que las categorías raciales no son válidas científicamente, sino que se refieren a los términos que se usan en Estados Unidos”, señaló el catedrático de antropología del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, Jorge Duany.
En ese contexto, la raza y la etnicidad se utilizan como sinónimos. “En definición, son parecidos, pero la raza hace referencia a algún origen biológico que a veces se refleja en rasgos físicos. La etnicidad es lo cultural”, expresó el profesor, quien mencionó que esas “nomenclaturas han ido cambiando, menos la de blanco”.
Acerca de qué sea lo apropiado, Duany declaró que “es una decisión personal que se supone que se base en los criterios dominantes”. “El problema está en que los criterios que se usan en Puerto Rico para distinguir las razas son diferentes a los de Estados Unidos. Nosotros tendemos a evaluar la raza, según el fenotipo -color de piel, rasgos faciales, textura del pelo. El fenotipo es lo que prevalece a la hora de diferenciar”, observó.
Para la educadora y organizadora antirracista María I. Reinat Pumarejo, la raza es una construcción social. “Surgió en el siglo XVIII y XIX, formalizado para esa época porque estaba en auge la esclavitud y había que justificarla”, expuso la codirectora de Ilé, una organización comunitaria que trabaja para erradicar el racismo, el sexismo, el clasismo y otras formas de opresión.
De cara al nuevo Censo, Ilé comenzó una campaña para que los puertorriqueños llenen el formulario de manera que se refleje la diversidad racial del país y la complejidad de nuestra herencia.
“A los puertorriqueños, casi como un mantra, nos dicen que somos la mezcla de tres razas, pero eso no salió en el Censo (del 2000). Somos más blancos que en Estados Unidos. Nos creemos que somos blancos”, declaró.
Aunque reconoció que la identidad racial no necesariamente figura en las opciones del Censo, el encasillado de otros es el espacio perfecto para plasmar una definición más apropiada, según los criterios de cada cual.
“Una es que te impongan el Censo con las etiquetas raciales de acuerdo al contexto de Estados Unidos y la otra es que nosotros caemos cuando nos presentan estas opciones”, distinguió.
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Con la campaña se busca crear conciencia para que la alternativa que se escoja no sea blanco solamente y en la opción de alguna otra raza se escriba mestizo, mulato o el tan culturalmente nuestro trigueño.
Reinat Pumarejo observó que la tendencia es identificarse como blanco cuando se tiene dudas entre esta alternativa y la de negro.
“Ante la duda, escojo blanco. Ante la duda, nadie escoge negro. Tú no puedes demostrar discriminación con un 80 por ciento de gente blanca”, afirmó.
Según ella, esa preferencia tiene su origen en que “somos consumidores pasivos de lo que recibimos y recibimos pura supremacía blanca”.
Para el antropólogo, la mayoría de la gente escoge blanco como una negación de la negritud. “Todavía esas características que se asocian con esa población afrodescendiente son estigmatizadas”, subrayó Duany.
Por eso, el profesor cree que este Censo arrojará el mismo resultado que el anterior, donde cuatro de cada cinco puertorriqueños se clasificó blanco.
“Es un cuestionario que uno llena en la privacidad de su hogar y no hay manera de corroborarlo”, estableció.
Acerca de la raza, Duany mencionó que hasta la llamada población afroamericana en Estados Unidos es una población mixta también, algo que confirmó la genetista María del Carmen González, quien afirmó que las razas puras no existen, “son mezclas de diferentes poblaciones”.
“No acaban de entender que grupo social es diferente a grupo étnico. El bagaje genético no define razas, sino que te dice de qué área probablemente has venido”, explicó la catedrática del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.
De hecho, la doctora aclaró que la información genética no se usa para demostrar pureza de ninguna raza, sino para identificar enfermedades más comunes en ciertas poblaciones.
“Ser raza pura no es saludable. Si existiera, no sería saludable y eso no existe, es imposible”, aseguró.
Censo criollo
En Primerahora.com los cibernautas escogieron opciones con las que están más familiarizados
Sobre el tono de piel un 42.5 % escogió “blanca” y un 22 % seleccionó “trigueña”.
Acerca de la nariz, casi un 60% la tiene entre mediana y redonda y mediana y delgada. Los narizones confesos no pasan del 14%.
Los labios carnosos parece que escasean. Apenas hay un 15.3% versus un 60% que los tiene medianos.
Los cabellos crespos y con rizo apretado están en peligro de extinción con apenas un 10 %. Entre los “lacio, lacio” y lacio ondulado pasan del 50%. Parece que poca gente necesita la plancha en el país.
La pregunta truco sobre “cómo te consideras” arrojó un 3.1 % de negros, un 30.6 de trigueños y un 25.3 % de blancos.
http://www.primerahora.com/diario/noticia/informe_especial/noticias/dilema_de_la_raza_al_llenar_el_censo_2010/375948
Entre el amarillo de las calabazas se asoma el rostro de Julio Escribano. Su tono de piel responde al muy extendido trigueño, esa tez que definitivamente no es blanca y que muchos quieren alejar de la negra.
Pero él está claro.
“Yo soy raza negra”, afirmó sin dudarlo el hombre de 65 años que lleva 40 con un quiosco en la plaza del mercado de Río Piedras.
Se ve joven, lo que él atribuye a su negritud.
“Lo que hay son dos razas, no puede haber trigueño. Eso no existe: o es blanco o es negro”, dijo el nieto de una abuela blanca y de un abuelo “negro como el carbón”.
Una prima de Escribano llegó al puesto de viandas y frutas.
“Ésta es familia mía y se cree que es trigueña. Es negra”, afirmó.
“Yo no soy negra, soy trigueña”, replicó Alicia Sánchez, cuyo tono de piel es similar al del primo.
Risueña, como si se tratase de una travesura, Mercedes Rodríguez confesó que se puso blanca en el censo. “Claro, pa' que me llamen”, declaró la residente de Caimito en cuya familia “hay de to”.
José Massaned se considera mestizo porque tiene “la mezclita esa sabrosa”. “Blanco, blanco no somos”, expresó en la carnicería de su tío, Jaime Massaned, quien no cree que haya raza pura.
“No le daría el sol”, fue la expresión del carnicero de 81 años al buscarle una explicación a que el 80 por ciento de los puertorriqueños se haya puesto blanco en el Censo de 2000.
Aunque no está seguro de qué raza pondrá en el formulario, el octogenario destacó que uno de sus abuelos vino de Francia y otro de España. “Pero yo creo que siempre hay algo ligao en la raza”, reflexionó el hombre, que trabaja desde pequeño.
Uno que cree tener “las tres cosas” es Wenceslao Díaz, un placero de 87 años que lleva 71 en la plaza del mercado.
“El abuelo mío era de islas Canarias, pero yo creo que tengo de las tres cosas”, manifestó.
Su sobrina, Carmen Delia Esquilín, se considera blanca y cree que la mayoría de los puertorriqueños también lo son.
“Racista era mi abuelo y abuela, pero para Dios todos somos iguales. Tenemos la misma sangre, colorá”, expresó.
Pedro López no tiene conflicto con el color de piel. Para él, la raza es una y es la humana, pero si apareciera trigueño, se pondría trigueño en el Censo.
Igual haría Reinaldo Rivera, dueño de un quiosco que vende flores de Colombia. “Somos raza y media porque venimos de los indios”, sostuvo el comerciante que lleva casi 40 años en el negocio.
Pero, para José Negrón, mestizo es lo más apropiado. “Nosotros tenemos trigueños y blancos en las familias. Mi papá era blanco de ojos azules”, aseguró y afirmó que “somos más blancos que negros”. “Sí, hay blancos, hay blancos”.
Una de esas personas que se consideran blanca es Olga Santiago Ocaña, por lo que así consta en el Censo que llenó. “Me puse blanca. Mi abuela era negra. La mamá de mi mamá era negra de pelo malo”, dijo la mujer de ojos verdes y quien tiene un hijo indio con pelo lacio.
Ramona Tavares no se considera blanca, pero sí india. “Mira”, señaló mientras extendía su brazo color canela.
A quien le parece un disparate que los puertorriqueños se hayan puesto blancos en el Censo es a Cristina Santos. “Yo soy negra”, expresó sonriente mientras separaba los granos de la vaina.
http://www.primerahora.com/diario/noticia/informe_especial/noticias/del_color_que_quiera/375946
Si trigueño apareciera en el Censo 2010, probablemente serían menos los blancos del país.
Al menos eso fue lo que comprobó un investigador que, como parte de un sondeo, decidió incluir una pregunta sobre raza en la que además de negro y blanco apareciera trigueño como opción.
Carlos Vargas Ramos, investigador del Centro de Estudios Puertorriqueños que forma parte de la Universidad de Nueva York, realizó una encuesta en Aguadilla en 1997 para ver el impacto en la migración de retorno (los puertorriqueños que se van y regresan) en la participación política.
“La pregunta fue incidental. Yo no sabía que se iba a incluir la pregunta de raza en el Censo (del 2000) porque no se había incluido en 50 años”, explicó.
Al comparar los resultados del sondeo de Vargas Ramos con los del Censo, encontró una gran diferencia en la respuesta sobre el asunto de la raza.
Mientras que en el Censo Aguadilla figuró con un 84 por ciento de población blanca, en el sondeo del investigador los blancos apenas eran un 35 por ciento y los trigueños, un 41. En ambos, el porciento que se clasificó negro fue de un cinco por ciento.
“Según mi sondeo, al incluir la categoría, trigueño se convirtió en la categoría modal, la categoría a quien respondía el mayor número de personas”, expuso.
Pues, ¿por qué no incluirla?
El gerente de área de la oficina de Puerto Rico del Negociado del Censo, Fabián Sánchez, explicó que la decisión de que el formulario de Puerto Rico sea idéntico al de Estados Unidos responde a que los resultados se podrán obtener al mismo tiempo.
“El Gobierno de Puerto Rico y Estados Unidos decidieron que, para que Puerto Rico recibiera los resultados un año después (como se supone que sea en EE.UU.) tenían que tener el mismo”, explicó. Si no, la prioridad sería procesar primero los formularios de allá y luego los de la Isla.
Independientemente de que no figure la raza con la que la persona se identifica, Sánchez destacó que es importante que la escriban correctamente. “Que sepan las personas que son preguntas de contestación múltiple. La persona tiene la libertad de identificarse con la raza a la que pertenece”, reiteró. Recalcó, además, la trascendencia que tiene “que todo el mundo lo llene y lo envíe por correo”. “Queremos educar a la persona y dejarle saber que los servicios que va a recibir (el vecindario donde vive) por los próximos 10 años depende de que provean información que sea correcta”, mencionó.
Además de que no enviarlo por correo alarga el proceso y aumenta los costos porque habría que enviar encuestadores a los hogares, Sánchez señaló que científicametne se ha probado que si la persona lo llena en la privacidad de su hogar se “tiende a ser más honesto”.
Algo similar reveló Vargas Ramos, quien aludió a estudios sociológicos que demuestran cómo entre el 1910 y 1920 los encuestadores “emblanquecían a la población.
San Juan- El sonido salsero tuvo uno de sus mejores momentos el domingo, luego de encender por diez horas sin interrupción la tarima del Día Nacional de la Salsa, el festival musical popular más importante del País, y ante la expectación de cerca de 20,000 fanáticos que se aglomeraron en el estadio “Hiram Bithorn” de San Juan.
Fue una explosión rítmica que contó con la intervención de las orquestas Del Sur al Norte, comandada por el trompetista Julito Alvarado; La Puertorriqueña de Don Perignon, El Gran Combo de Puerto Rico, bajo la batura de Rafael Ithier, La Corporación Latina y Zodiac.
A ese cónclave se unieron los cantantes Pedro Brull, Ray de la Paz, Luisito Carrión, Yolanda Rivera y Gilberto Santa Rosa, acompañados por una poderosa orquesta que dirigió el maestro Louis García.
También actuó el nicaragüense Luis Enrique, la única participación de poco brillo en la velada.
La producción de este magno espectáculo, a cargo del experimentado Pedro Arroyo, fue, una vez más, de primera, al lograr complacer el gusto de los melómanos de varias generaciones que disfrutan de la maravilla salsera.
Esta vigésimo séptima edición del Día Nacional de la Salsa fue dedicada al compositor Johnny Ortiz, el empresario salsero Héctor Maisonave y el “band boy” Ángel Luis Córdova, conocido como “Paleco” y quien ha hecho carrera con El Gran Combo de Puerto Rico.
En el transcurso del festival el público discurrió entre contoneos que matizaban el espíritu caribeño que nos diferencia del resto del mundo.
“La salsa está viva”, era la consigna más recurrente entre la multitud, que se arrojó al encendido de la música bailando y agitando sus cuerpos con la misma fuerza armónica que retumbaba desde la tarima.
Fue un ir y venir de emociones y sensaciones rítmicas que quedaron marcadas en la piel de los miles de fanáticos que desafiaron el ardiente sol para escuchar un grupo de los más selectos intérpretes y representantes de la salsa.
Una muestra más del sello de identidad que nos define como nación puertorriqueña, caribeña y antillana.
http://www.vocero.com/index.php?option=com_content&view=article&id=2247:la-salsa-sella-la-identidad-nacional-puertorriquena&catid=15:musica&Itemid=88
En estos ultimos dias he estado reflexionando sobre mi identidad. Estuve hablando con un amigo, y le comente que no sabia cuales eran los apellidos africanos o indigenas. Claro, el me explico que al igual que en Estados Unidos, nunca existio tal cosa, ya que los esclavos tenian los apellidos de sus amos. Por eso es que nosotros todos tenemos apellidos espanoles y perdimos la cuenta (por lo menos yo!) de nuestra descendencia. Creo que tenemos derecho a saber de donde vinimos y de nuestras raices. A parte del genocidio, tambien nos negaron eso!!!!!
África, continente lleno de culturas y de lenguas, simiente de civilizaciones, cuna de la humanidad y de sabiduría occidental. Expoliada y saqueada hoy, donde yacen los vestigios más antiguos del ser humano: los homínidos. Cuna de Egipto, con su Biblioteca de Alejandría, y un riquísimo legado: escritura, calendario, ciencia y obras arquitectónicas imperecederas. Además portadora de bienes culturales en los países donde fueron forzados como esclavos. Aludo al rico proceso de transculturación: retomar la palabra en su coloquio anterior y devolverle su responsabilidad.
África significa diferencias: lengua y cultura árabes, y el “África negra” rebosante de culturas, expoliada, riquezas saqueadas, empobrecida, con carencias sanitarias y educacionales. Subrayo que su ignominiosa pobreza es producto de la colonización y la descolonización. Finalizando el siglo XIX Europa se la repartió; con la Segunda Guerra Mundial se crearon los estados actuales, tensiones políticas y tribales, conflictos, gobiernos corruptos, hambre... El acontecimiento significativo fue el tráfico de esclavos exportados en “barcos negreros” a América que duró 400 años, para suplir la mano indígena, creando nuevas formas de esclavitud.
Sin embargo, la opresión no destruyó el alma ni paralizó la potencia creadora de los Mandinga, Yoruba, Carabalí, Bantú, Fanti, Ashanti... Su cultura emerge en cuentos y narraciones, mitos y creencias, toques y silencios de tambores, lazo de unión con el pasado: medio de comunicación, de acompañamiento de bailes, de transmisión oral. Se percibe en el gesto, la danza, la ética del vivir y del morir: los esclavos fueron “iniciadores de prácticas discursivas” en la cultura popular está su huella.
En el Caribe, la esclavitud forma parte del desarrollo del capitalismo mundial, con la explotación del azúcar: se subastaban como animales. Reflexionemos sobre el significado ético y político del exterminio, la esclavitud y las formas de degradar al Otro. Auschwitz no fue sólo campo de la muerte, sino el lugar de un experimento sobre los límites de lo humano, que el Nuevo Mundo vivió en toda su crudeza. Si no exterminio, llamémosle altericidio.
(sigue...)
(desde anterior)
Pero los esclavos dejaron su legado: música, tradiciones, lengua, léxico, metáforas, formas religiosas... Cuba mantiene lazos con la cultura yoruba (léase a Fernando Ortiz). De sus dioses conocemos a Sango (Changó) y a Ogun. ¿Qué antillano desconoce a Changó o el Papa Ogun y burundanga de Palés? Carecemos de estudios comparados de este rico vocabulario. Y creo con Braudel que cultura significa los elementos espirituales, históricos y materiales que configuran la conciencia o identidad colectiva y las formas de vida de una determinada sociedad a lo largo de su devenir histórico.
Insisto, lo africano es parte de nuestras culturas: pero sólo conocemos su segregación reforzada con la globalización. Para Lacan “en la sociedad… todo lo que existe está fundado en la segregación”. Basta observar los islotes de pobreza que el racismo impone como frontera interna: todos los blancos, todos los negros. Masacrados en el viejo y nuevo mundo, esperan en la cola de la historia, pero su legado asoma en la lengua, el léxico, dichos populares, y en la música… Rica herencia ibibia, de Níger y Congo. El tiempo de la cultura y música…. son el “jetztzeit”, el “aquí y ahora” benjaminiano: el sufrimiento de la humanidad, pidiéndonos que asumamos ser auténticos sujetos de la Historia: devolver la dignidad a los olvidados contra la domesticación de la memoria.
Comencemos a crear una auténtica conciencia nacional, un nuevo modo de percepción de la realidad y de experiencia de lo social, tomando conciencia de que lo africano es parte de nuestra propia historia. Los esclavos legaron su tesoro artístico: el habla, el movimiento, el baile, y en el idioma está el árbol genealógico de una nación.
Si la repartición del sufrimiento es inevitable, apreciemos el caudal cultural legado. Un proyecto revolucionario basado en la ética: devolver la dignidad a los olvidados de la historia, imperativo sin el cual es imposible hablar de libertad y justicia. Sólo aquellos que no tienen esperanzas nos dan esperanza. IRIS M. ZAVALA
http://www.elnuevodia.com/columna/694358/
La Constitución de Estado Unidos requiere que el gobierno cuente a las personas que viven en este país una vez cada diez años. Usan datos del censo para determinar cómo se distribuyen los fondos federales.
¿Cuáles son las preguntas del censo?
El censo del 2010 incluye diez preguntas. Pide la siguiente información:
El número de personas que residen en la vivienda y el número de personas que se quedan allí auque no sea su residencia permanente
Si la vivienda es una casa, apartamento o casa móvil
El número del teléfono en la vivienda
Los nombres, sexos, edades, fechas de nacimiento y razas de las personas que residen allí
Si las personas que residen en la vivienda se quedan en otra parte durante parte del año (por ejemplo, en una residencia estudiantil, un asilo de ancianos o en un cuartel)
El cuestionario del censo no contiene ninguna pregunta sobre la ciudadanía ni el estado legal ni tampoco pide números de seguro social.
¿Qué hace el gobierno con mis datos?
El gobierno usa los datos extraídos del censo para determinar cuántos representantes tendrá cada estado en la Cámara de Representantes del Congreso nacional. Se usan los datos para calcular cuántas personas accederán a beneficios como Medicare y para determinar dónde habrá que construir hospitales, escuelas, carreteras y otras instalaciones. En algunas partes, los datos sobre raza y etnia ayudan a identificar problemas de discriminación y perfil racial.
La información que incluyo en el censo ¿se mantiene confidencial?
Sí. Está prohibido divulgar sus respuestas --no se divulgan-- a la policía o a ninguna agencia de seguridad pública, inmigración, impuestos u otra organización que pudiera usarlas en contra de Ud. La Oficina del Censo puede usar los datos recogidos sólo para extraer estadísticas. No puede divulgar datos que le conecten con ninguna respuesta específica que haya dado --ni siquiera a otra agencia gubernamental como el IRS, FBI, CIA, ICE o el Departamento de Seguridad Nacional. Es imposible que entidades privadas consigan sus datos, sea por la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) o por otro medio. Y para concluir, los agentes del Censo trabajan bajo juramento de confidencialidad y cualquiera que viole este juramento puede recibir una multa de hasta $5000 y/o cinco años de cárcel.
¿Qué pasa si no devuelvo el cuestionario o si no contesto todas las preguntas?
Toda persona mayor de 18 años que se niegue a completar el cuestionario puede recibir una multa de $100. Toda persona mayor de 18 años que mienta intencionalmente en el censo puede recibir una multa de $500. Dicho esto, no se anticipa que la Oficina del Censo multe a las personas que no completan el censo. Antes de repartir el censo del 2000, la Oficina del Censo aclaró que dicha Oficina "no es agencia para hacer cumplir la ley" y que se limitaría a animar a que todos completaran el censo. No hay motivo de creer que la Oficina del Censo haya abandonado esta política.
La Oficina del Censo anticipa llamar o visitar las viviendas que entreguen cuestionarios incompletos para sacar los datos que faltan. Ud. debe contestar cuantas preguntas como le parezca bien. Hay que saber que si decide no contestar todas las preguntas, es probable que un censista --un empleado de la Oficina del Censo-- visite su casa.
¿Por qué necesito nombrar a todos los que residen conmigo?
Esta información ayuda a asegurar que el gobierno cuente a cada persona una sola vez.
¿Es cierto que me pueden pedir la raza?
Con tal que mantenga separados los datos de raza y etnia de su nombre y dirección, el gobierno puede preguntarle sobre su raza y etnia. Las estadísticas sobre la raza sirven para determinar si el gobierno cumple con las leyes contra la discriminación.
¿Tengo que incluir mi teléfono?
En el cuestionario del censo le piden el número de teléfono para que los censistas puedan comunicarse con las personas que han entregado cuestionarios incompletos. Es muy poco probable que le multen o se meta en problemas por no dar su teléfono.
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¿Por qué tengo que incluir las fechas de nacimiento? ¿Qué pasa si no me las sé para todos?
Los datos sobre la edad permiten que el gobierno determine cuántas personas van a acceder a los beneficios como Medicare y Seguro Social y que identifique dónde habrá que construir hospitales, asilos para ancianos, escuelas y otras instalaciones. Si Ud. no sabe la fecha de nacimiento de un residente de su vivienda, deje ese espacio en blanco.
El gobierno ¿verifica mis respuestas?
Parece que el gobierno no verifica las respuestas dadas, pero los censistas suelen confirmarlas con los que entreguen cuestionarios con respuestas que no tienen sentido (por ejemplo, si dice que un individuo tiene 25 años pero también que nació en el 2001). De todos modos, no hay que mentir al completar el cuestionario. Los que mienten en el cuestionario pueden recibir multas más grandes que los que dejan el cuestionario incompleto. Las respuestas falsas impiden que el gobierno distribuya sus fondos de forma equitativa.
Si llega un censista a mi casa porque no devolví el cuestionario ¿tengo que hablarle? ¿Tengo que dejarle entrar en mi casa?
No hay ninguna ley que le obligue hablar con el personal del censo ni que le obligue a dejar que un censista entre en su casa. Si así lo desea Ud., puede hablar con el censista afuera de su casa. Si decide hablar con un censista, debe pedir que le muestre su tarjeta de afiliación oficial.
Soy una persona transgénera. ¿Cómo debo describirme en el cuestionario?
Aunque el Censo de 2010 pide el sexo de cada persona que reside en una vivienda, no pregunta si una persona es transgénera. Las personas transgéneras deben seleccionar el sexo que mejor se le aplique según criterio propio.
¿Debo completar le cuestionario si no soy ciudadano? ¿Qué debo hacer si no tengo estatus legal?
Todos tienen que completar el cuestionario, inclusive los no-ciudadanos e indocumentados. En el cuestionario del censo no le preguntan por su estado legal. La Oficina del Censo tampoco puede divulgar información al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la agencia gubernamental encargada de hacer cumplir las leyes de inmigración. Es un delito federal divulgar los datos del censo a agentes de inmigración; nadie, ni siquiera un empleado de la Oficina del Censo, está exento de esta ley. Es importante que los no-ciudadanos se cuenten en el censo. Muchos no-ciudadanos tienen derecho a acceder a diferentes beneficios federales que se reparten de acuerdo con los datos extraídos del censo.
Si no recibí un cuestionario por correo ¿debo preocuparme?
Si no recibe un cuestionario por correo y desea completarlo, llame al Centro de Ayuda Telefónica al 1-866-872-6868. Si no recibe un cuestionario y no desea completarlo, no hay que hacer nada.
El cuestionario del censo ¿está disponible en otros idiomas?
En las áreas donde hay muchos hispanohablantes se distribuirán un cuestionario bilingüe. Si desea ayuda con el censo, Ud. la puede pedir en español al 1-866-928-2010. Los hablantes de otros idiomas pueden pedir una Guía de Asistencia en cualquiera de 60 otros idiomas llamando al centro de ayuda telefónica cuyo teléfono aparece en el dorso del cuestionario.
Creado por la ACLU de Pennsylvania, 23 marzo 2010
Jaslene vive su sueño. La modelo de ascendencia puertorriqueña habla sobre su camino a la fama.
Desde que ganó el ciclo 8 de la competencia ‘America’s Next Top Model’ hace dos años, Jaslene González comenzó a “vivir mi sueño”... la joven de 23 años, nacida en Chicago y de padres puertorriqueños...también portavoz de la línea de productos de belleza CoverGirl habla de sus raíces y comenta que, aunque no nació en la Isla, se siente puertorriqueña. Confiesa ser amante del clima y el olor de Puerto Rico y que aprecia de manera impresionante el canto del coquí, pues le trae buenos recuerdos de su niñez.
“Estoy orgullosa de ser puertorriqueña. Vengo de vacaciones con mi familia todos los años. Amo la temperatura, el olor de Puerto Rico y el sonido del coquí me trae muchos buenos recuerdos. Tengo dos hermanos y una hermana menor, nos criamos en Chicago, pero bien puertorriqueños, pues mi abuela Lala, que nació aquí en Puerto Rico, siempre mantuvo vivas las tradiciones”, comenta.
González comenzó en el baile cuando tenía cuatro años. Su abuelo era el director de un grupo y quien se ocupaba que bailara salsa y merengue a la perfección, “como buena latina”. A ese contacto con el escenario que tuvo durante las prácticas, presentaciones y competencias le debe que el desenvolverse en una pasarela o en una sesión fotográfica sea tan fácil para ella.
“Era muy coqueta, imagínate, era bailarina desde tan pequeña y me crié en una tarima..."
...González señala que nunca ha sentido rechazo dentro del mundo del modelaje por ser latina, al contrario, piensa que su color de piel y sus características físicas le han ayudado a alcanzar el éxito en un mundo tan competitivo.
Por Liz Sandra Santiago / lsrivera@elnuevodia.com
http://www.elnuevodia.com/jaslenevivesusueno-697480.html
Más puertorriqueños manifestaron ser negros en el 2010 que en el 2000.
Ahora Hay más negros que hace 10 años.
Al menos eso es lo que reflejó la opinión expresada por la mayoría de los residentes de Puerto Rico en el Censo del 2010.
Contrario a los resultados del 2000, en los cuales sólo el 8% de la población dijo que era de la raza negra, ahora el 12.4% afirmó ser de esa raza. Ese cambio significó un aumento de 52.3% en la cantidad de personas que se identificó con esa raza. Esos números se refieren a la población total.
Pero cuando se evalúan las respuestas de las personas de 18 años o más, el aumento es mayor ya que el 12.6% se identifica con esa raza. Al comparar esos números con los del 2000, se evidencia un alza de 60.5% en los boricuas que se identifican como negros.
De igual forma, hubo un aumento en la cantidad de personas que se identificó como indios americanos o nativo de Alaska (48.8% más); y en el encasillado de “otras razas”, que subió 11.5% al compararlo con el 2000.
De otra parte, un 7.8% menos de los puertorriqueños dijo ser de la raza blanca. En total, un 75.8% de los encuestados dijo ser blanco, con comparación con el 80.5% que ofreció esa respuesta en el 2000, según el Censo. Y, sólo el 3.3% de la población dijo ser de dos razas o más. Los demás, marcaron una sola raza.
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Los resultados sobre la raza negra son bien importantes porque es la primera vez desde 1800 que un documento oficial recoge un aumento en la cantidad de habitantes de esa raza, destacó el abogado y estudioso del tema de la raza, Daniel Nina.
Explicó que en 1800 la mitad de la población era negra y la mitad era blanca, según documentos de la época. Ya en 1930 se decía que el 30% de la población era negra, y datos del 1950 confirmaron esa tendencia.
“Consistentemente la raza se invisibiliza. Esta es la primera vez, históricamente, que sube (la razón de personas de raza negra, esta vez por lo que dicen los ciudadanos)”, sostuvo Nina.
Este opinó que eso es reflejo del trabajo de concienciación que han hecho muchos sectores y que más gente ha entendido que ser negro no es malo.
Nina explicó que hay una diferencia en ser negro por color y serlo por identidad, pues muchos que son negros no lo reconocen y otros, que no lo son, se identifican como tal.
“Esto refleja que empezamos a ser más realistas, que es una cuestión de identidad. La gente empieza a asumir identidad con pigmentación”, dijo.
“El Censo del 2000 fue buenísimo. El Censo no nos creía que éramos tan blancos”, bromeó Nina, al recordar el debate que suscitaron los resultados de ese Censo.
http://www.elnuevodia.com/crecelarazanegraenelpais-923014.html
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