(Fundación nacional para la cultura popular.)
Consternado. Sin haber logrado asimilar el fallecimiento de Don Pedro Juan López una de las figuras principales del cine boricua, llega la noticia del fallecimiento de Don Ricardo Alegría, arquitecto del mayor esfuerzo del enaltecimiento y conservación de nuestra identidad cultural puertorriqueña. Hago nota de la gran amistad que hubo entre ambos, amistad que surge de las inescapables simpatías, el respeto y el sacerdocio de los dos en el culto a lo nuestro.
Arte, primor, ingenio y habilidad para hacer de la lucha de la sobrevivencia un poema épico, disimulo y cautela al componer los versos para que rimen con nuestra historia. Ese es el compromiso que nace del alma sincera, en las esquinas y los campos desde el recodo nos observa...
Addendum. Retazo de un boceto del marco histórico: algunos trazos...
Las películas producidas por la desaparecida División de Educación a la Comunidad (Divedco) en la década del 50 sirvieron para orientar y ofrecer alternativas a un Puerto Rico que buscaba salir de la pobreza.
La Divedco fue creada por ley en mayo de 1949 y estaba adscrita al Departamento de Instrucción Pública. Se fundó con el propósito de crear material educativo audiovisual.
Un poco de historia. El problema del lenguaje ejemplifica la lucha de identidad que se desarrolló en Puerto Rico durante los primeros cincuenta años del dominio del gobierno estadounidense. Se intentó de todas maneras de asimilar hasta el tuétano a la isla. Se impuso la enseñanza obligatoria en inglés lo cual sin embargo generó una masiva desobediencia civil ya que la mayoría de los maestros en contra de las indicaciones oficiales llevaron sus clases en español.
Desde desplazamientos poblacionales y políticos a desplazamientos de personalidad cultural.
1949. El gobierno colonial de la isla fue modificado para permitir a los puertorriqueños elegir al Gobernador. El Gobernador fue investido con la autoridad para designar al comisionado de Educación. El Gobernador electo, Luis Muñoz Marín, designó a Mariano Villaronga, quién por decreto administrativo instituyó el español como el idioma para la educación en Puerto Rico en el año escolar 1949-1950. Por vez primera desde 1898, Puerto Rico tuvo el español como el lenguaje oficial para la instrucción en todos los niveles de la educación pública.
En 1949, igual durante este año se creó la División de Educación de la Comunidad.
Una agencia gubernamental extraña en la que cada acto se convirtió en arte, en compromiso, en acción, en la misión de insertar al Puerto Rico rural en la modernidad, se articuló un trabajo comprometido y serio de hacer un nuevo país.
Hay mil razones para criticar el proceso, pero la División produjo el arte más popular (en el sentido de pueblo) y más hermoso que se pudo crear y forjar plásticamente.
Ese arte se tradujo en folletos, carteles, serigrafías y hasta cine, que todavía es, una muestra ejemplar de lo que podemos ser y hacer en el séptimo arte. Es decir, creadores y cineastas con sensibilidad y sentido de propósito social y futuro.
"Este fue uno de los proyectos educativos más innovadores del Caribe y América Latina durante la década de los años 50", señala un comunicado del ICP.
Las películas de la Divedco no sólo representan la edad dorada del cine puertorriqueño, sino que también contribuyen a las artes, a la educación y a la organización comunitaria en el Caribe y América Latina, se indicó.
El Archivo General de Puerto Rico, también del ICP, es custodio de esta importante colección de películas que forma parte del patrimonio nacional de Puerto Rico.
En el 1952 se crea bajo la inspiración de un joven y aguerrido arqueólogo llamado Ricardo Alegría el Instituto de cultura puertorriqueña.
He dejado afuera largos capítulos de hechos, tragedias y procesos sociológicos, acertijos políticos y dilemas nacionales que enmarcan estos hechos que cito.
Es imposible aproximarnos a esta época sin conocimiento de que hay que nadar en profundas aguas raudas para siquiera empezar a entender la dialéctica incansable de los tiempos, valga la aclaración…
Que conste tanto la obra de la División de educación de la comunidad como la obra de Don Ricardo han sido tema de continuadas discusiones, debates y conversatorios entre las comunidades de boricuas en los Estados Unidos y en universidades prestigiosas que han fundamentado estudios puertorriqueños con estas fuentes tan valiosas que sin embargo aparentan haber perdido su importancia para el gobierno de la isla.
12 comentarios:
Tienes toda la razón. Qué mejor manera de honrar sus vidas y obras, que defender sus legados.
El mejor legado que nos puedo dejar se resumen en estas palabras que el mismo emitiera: "Espero que se me recuerde como un puertorriqueño que, siendo orgulloso de su nacionalidad, dedicó su vida a que otros compatriotas también conocieran a Puerto Rico y sintieran ese orgullo que yo siento de ser puertorriqueño". (Ricardo Alegría)
(Pedro Juan López) Menos conocido en terminos de difusion pero de vital y gran importancia en el aservo cultural boricua...
(Pedro Juan López) Tuve el honor de conocerlo y trabajar junto a el en Turey Films.
Roberto, lamento la muerte de mi hermano Pedro Juan. Es muy lamentable.
Los que no podemos descansar somos nosotros y tenemos que seguir la agenda de Don Ricardo, para atrás, ni pa' cojer impulso.
impresionante....lo mejor que he leído....gracias por tu sabiduría, dedicación, compromiso...
gracias, he repetido que soy mensajero de muchos otros, insisto en tener la dicha de ser hijo de mi madre, nieto de mi abuela y estudiante de mis maestros, intento ser buen padre...
Muy bien, pocos a hoy piensan como tu. Seguiremos llevando sus ideas de mantener nuestra cultura viva...
[E]l poeta, locutor y declamador David Ortiz, ..no dudó en declarar a NotiCel que “Ricardo Alegría no murió”. Y es que su contribución trasciende sus 90 años de vida...
Para Ortiz uno de los legados más importantes que dejó Don Ricardo, fue el desarrollo, rescate y conservación, de la ciudad del Viejo San Juan. Del mismo modo, otro aspecto que destacó fue el que logrará situar el Centro Ceremonial Indígena de Caguana en Utuado como uno de los mejor conservados de su clase.
A su entender, Don Ricardo en los último tiempos sentía mucho el “desprecio” a la cultura, con los recortes de fondos, entre otras cosas. Y a su vez el “desanimo que hay por apoyar los centros culturales”.
Opinó que “el dejar huérfanos de recurso a los programas, es la falta de afecto a la cultura”.
Concordó que sin la aportación de Don Ricardo, Puerto Rico en estos momentos sería totalmente una colonia tratando de copiar la cultura americana.
[E]l doctor Ignacio Olazagasti, quién es antropólogo y miembro de la Facultad del Centro, manifestó a NotiCel que a Don Ricardo le preocupaba el “desmerecimiento de la cultura puertorriqueña”, con los cierres de los museos y programas académicos. Hecho que Olazagasti apuntó provoca la limitación de las actividades culturales, que muy bien podría ser un motor económico para la Isla.
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Exaltó que Don Ricardo “trabajó tantas cosas a la vez”. Resumió que algunas de sus aportaciones fue el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. De igual forma, el haber realizado las primeras excavaciones arqueológicas, en las que encontró que en la Isla había habitado tres tribus de indígenas, los arcaicos, los ingerís y los taínos, en ese mismo orden. Le atribuyó el también haber ayudado a Pablo Casals para crear la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico. Igualmente, el que colaborará con la familia Cepeda para rescatar la bomba.
Opinó que Don Ricardo no tuvo reparos en trabajar con distintas administraciones, no importando de que partido fuera, porque “no era político, era puertorriqueño”. Por lo que fue muy respetado por varios gobernadores entre ellos Luis Muñoz Marin y Luis A. Ferré.
De hecho, sentenció que hasta “(Carlos) Romero Barceló lo tuvo que respetar”. Su sobrino, José Alegría, explicó que hacían varias semanas Don Ricardo se había reunido con el gobernador Luis Fortuño para expresarle ciertas preocupaciones.
El retumbar de los tambores se escuchaba hasta la calle del Cristo. Era el anuncio de que en el velorio de Don Ricardo Alegría hoy sábado no había espacio para las lágrimas y el rítmico sonido no defraudó.
El patio interior del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe se convirtió en el escenario de una fiesta de pueblo.
Exponentes de la bomba así como representantes de varias escuelas de bomba y plena hacían resonar seis tambores mientras bailadores contorneaban sus cuerpos al ritmo de la música.
“Él tiene que estar tan y tan contento porque ésta era su segunda casa. Él tiene que estar tan y tan orgulloso. No puedo haber quedado mejor”, expresó a Primera Hora José Alegría, sobrino de Don Ricardo. “Qué mejor manera de despedirse que rodeado de los artesanos, músicos, artistas y toda la gente con la que él compartió su vida”, agregó... del grupo Viento de Agua, Tito Matos.. “Es lo menos que podíamos hacer. Don Ricardo entregó su vida por Puerto Rico y toda la cuestión cultural. Nosotros los músicos de bomba y plena hubiéramos tenido muchas menos oportunidades sino fuera por él. Ahora tenemos que velar que esa semilla que él sembró y germinó siga germinando. Tenemos una deuda que pagarle”, dijo el plenero.
http://www.primerahora.com/despidenadonricardoalegriaalsondebombayplena-524713.html
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