-Martin Niemoller
Permita que sugiera de entrada que a tenor con lo que ocurre en los Estados Unidos y Puerto Rico los planes ideológicos republicanos son un asalto frontal y por todos los flancos para imponer una política económica que significa una desgarradora transformación de la sociedad. Le han llamado la guerra de los republicanos contra los pobres, la clase media, los trabajadores, y el sistema de servicios públicos como la educación y la salud pública.
En Puerto Rico esta batalla se lleva librando desde hace dos años desde la implantación de la agenda del gobernador Fortuño. Se sospecha que todo este esfuerzo ideológico neoliberal es una estrategia concertada y coordinada por el Partido Republicano a nivel nacional que ha contado con el financiamiento amplio de sectores de la élite económica tales como los Hermanos Koch. Veamos:
Después del Gran Desplome (Gran Depresión/caída de la Bolsa de valores) económico de 1929, Andrew Mellon, uno de los hombres más ricos de América y en ese momento secretario de Hacienda, da al presidente Hoover unos consejos que sustrae del libro de estrategias del capitalismo liberal:
“Liquida, liquida, liquida. Liquida los bancos, liquida las fábricas, liquida el régimen existente de propiedades comerciales y propiedades inmobiliarias privadas, liquida granjas y ranchos, liquida la agricultura. Deja que todo se derrumbe y entonces la economía se corregirá, lentamente pero seguramente, cuando los que se encuentran en posesión del capital atrapados en activos infravalorados, retomen el control de las ruedas del comercio y de la industria, y nuevamente contraten trabajadores a una fracción del costo anterior.”
Hoover, sin embargo, aunque conservador, no hizo caso de la recomendación de permitir que el país simplemente se arruinara para provocar eventualmente la recuperación económica.
En la confrontación que ocurre ahora en Madison, Wisconsin y en las crisis que hemos vivido durante dos años en Puerto Rico parece materializarse el fantasma de Andrew Mellon con su propuesta de liquidar el cuadro económico existente. Los planteamientos presupuestarios son, sometemos, imposturas fraudulentas, un encubrimiento para justificar y publicitar una agresiva propuesta ideológica que entre otras cosas logre desarmar el sistema de derechos adquiridos tanto en lo que respecta a derechos laborales, pertinencia de los sindicatos, reglamentaciones comerciales, legislación cautelar del ambiente y los derechos de propiedades inmobiliarias. Parte de este ataque, que han llamado en los Estados Unidos la guerra de los republicanos, es atacar el sistema de gobierno benefactor desde su misma base conceptual: especialmente los sistemas de educación y salud pública. El nuevo mantra republicano es que menos gobierno es mejor gobierno. Todos estos sectores de servicios y los bienes de dominio público se proponen reestructurados como campos abiertos para la inversión privada sin necesidad de restringirse por leyes ni agencias reglamentadoras. Descontando la bondad y generosidad como fuentes de iniciativas lo que realmente ocurre es que esta propuesta fundamental de reestructuración socioeconómica no atiende la causa fundacional de la gran recesión: el hecho que el capitalismo posindustrial no puede sobrevivir sin crear esta serie de crisis periódicas.
De lo que estamos hablando es de la crisis como buen negocio. Usemos un primer ejemplo, en palabras de Robert Reich, economista norteamericano, actualmente catedrático en la escuela Goldman de Administración Pública en la Universidad de California en Berkeley, previamente profesor en Harvard y en la universidad de Brandeis, y fue Secretario del Trabajo en la administración Clinton.
“Los súperricos son más ricos este año, pero la mayor parte de ellos están pagando incluso menos impuestos... Según la Revista Forbes en su encuesta anual reciente, el valor neto combinado de los 400 americanos más ricos subió un 8% este año, a $1.37 trillones. Las ganancias se elevaron para 217 miembros de la lista, mientras que 85 vieron una declinación. Por ejemplo, Charles y David Koch, los magnates que están invirtiendo sumas extensas de dinero en el Partido republicano y ‘Tea Party” por todas partes, cada uno ganó $5.5 mil millones de ganancias adicionales durante el último año. Cada uno ahora representa $21.5 mil millones. Wall Street continuó dominando la lista; 109 de los 400 más ricos están en finanzas o inversiones.”
(http://www.huffingtonpost.com/robert-reich/the-super-rich-get-richer_b_737792.html)
(Nota.- Habremos de regresar al tema de los hermanos Koch nuevamente en la segunda parte.)
Sobre la distribución de recursos económicos de los hogares el Instituto Mundial para la investigación del desarrollo económico de la universidad de las Naciones Unidas situada en Helsinki demuestra que el 2% más ricos poseen más de mitad de los recursos económicos. El estudio más comprensivo de la abundancia personal emprendido también divulga que el 1% más rico de adultos posee el 40% de los activos globales en el año 2000, y que el 10% más rico, el 85% del total del mundo.
El U.S. Economic Policy Insititute revela que entre 1970 y 2008 todo el crecimiento económico se fue al 10 por ciento más rico de la población. Todo. Los ingresos del 90 por ciento de la población disminuyeron durante ese tiempo. Los ricos, más ricos, y los pobres (y la clase media), más pobres, nos obliga a redefinir lo que constituye socialmente una crisis económica.
Para dar una medida actualizada del comportamiento económico que conforma y verifica los planteamientos previos citamos que la Reserva federal lanzó el más reciente informe de flujo de fondos (Q4 2010) y en el balance a partir del concepto hogar (“household”/familias), el valor neto (activos totales menos obligaciones totales) fue estimado en $56.8 trillones, por encima $2.1 trillones de la conducta económica previa. Notablemente, el valor neto ha aumentado $6.4 trillones desde el punto más crítico de la recesión (Q2 2009). Este valor neto en crecimiento de acuerdo a los diagnósticos se ha concentrado, en la manera que se ha sugerido, en el sector más rico de la población.
Por otra parte y totalmente compatible con esta perspectiva informada vemos:
“Puede que la economía mundial siga sufriendo las consecuencias del estallido financiero del 2008, pero la lista de las personas más ricas del mundo que acaba de publicar la revista Forbes refleja un auge de las fortunas de más de mil millones de dólares. La lista parece confirmar así una tendencia… los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez son más pobres… Y mientras los trabajadores sufren programas de ajuste y despidos masivos, y la inflación empobrece a la mayoría poco a poco, una minoría vive en otra estratosfera… Dijo el analista en temas económicos de BBC Mundo, Marcelo Justo: “Pero lo cierto es que la mayoría de las fortunas… se crearon en los 90, un período marcado por una creciente desregulación económica”… Y, como apunta Justo, esta desregulación -que para muchos estuvo en la base de la crisis financiera de 2008- tuvo una importante excepción: el mercado laboral. “La producción y las finanzas se mueven casi sin restricciones por todo el planeta, pero a los trabajadores se les cierran continuamente las fronteras”, dijo Justo.”
(http://www.elnuevodia.com/losricosconmasdinerotraslacrisis-911925.html)
Tengamos en mente este cuadro para ver quiénes se benefician de las políticas de los republicanos en Puerto Rico y los Estados Unidos, las relaciones que existen entre esos programas y esa concentración de poder económico en una extrema minoría.
Un poco de historia económica. A partir de sus principios en Inglaterra y Holanda (siglos XVI y XVII), el capitalismo ha dependido de un crecimiento mínimo acumulado del 3 por ciento anual. Si el crecimiento excede el 3 por ciento - como últimamente en China y la India - tanto mejor. Pero si el índice de crecimiento baja por debajo del 3 por ciento, el capitalismo, que depende de las fluctuaciones de la bolsa de valores, por estar absolutamente dependiente sobre la fe que puedan inspirar los valores comienza a farfullar. Cada vez que se sacude esa estructura de valores por esa pérdida de fe, se convierte en una tarea difícil de restaurar. Por supuesto cualquier sistema orgánico que no pueda vivir sin crecimiento sin fin se encuentra condenado por sus mismas definiciones en última instancia. Los críticos tienen el gusto a veces de referirse al capitalismo como un cáncer lo cual es más cercano a la verdad que lo que quizás realizan.
Según Marx, el capitalismo lleva inevitablemente a la ruina social de acuerdo con ciertas leyes del movimiento económico que postulaba como inevitables. Estas leyes son "la ley de la tendencia del índice de ganancias a eventualmente caer (desplomarse)," "la ley de la pobreza cada vez mayor," y " la ley de la centralización de Capital." Los pequeños capitalistas se arruinan, y sus medios de la producción son absorbidos por capitalistas grandes. Durante el proceso de la bancarrota y de la absorción, el capital es centralizado gradualmente por los capitalistas grandes, y la clase media entera disminuye. Así, como producto gradual del mismo desarrollo capitalista se van conformando dos clases importantes, una pequeña minoría de capitalistas grandes, y una mayoría proletaria grande.
Lo que tal vez no se desprende directamente de estos planteamientos clásicos marxistas es lo que vemos como un ciclo concéntrico de la crisis como mecanismo repetitivo y recurso de la élite económica para acelerar tanto la concentración de riquezas, léase poder, como a su beneficio, replantear las estructuras de derecho en lo que respecta a relaciones de propiedad de inmobiliarios, conceptos de bienes públicos, relaciones laborales y las implicaciones de la constitucionalidad. Igual dentro de esta nueva aproximación a esos planteamientos marxistas (que sostengo se han probado en la historia reciente a pesar de la aversión que sienten ciertos intelectuales de reconocer los aciertos de los postulados económicos fundamentales de Carlos Marx y Federico Engels) necesariamente faltan comentarios sobre el factor de las comunicaciones como instrumento insoslayable en las relaciones sociales y la habilidad que han demostrado tener los sectores de poder económico de valerse de las fases de crisis como una agenda programada (lo que en parte pone en entredicho el concepto de la ruina pe sé). Lo que podemos referirnos como la crisis como evento mediático. Un ejemplo que viene a la mente es la famosa crisis petrolera con sus alzas de precios en la gasolina predicados sobre alegatos de emergencias drásticas y que luego a base de las cifras de ingresos y ganancias de las empresas petroleras resultó ser un periodo de un aumento dramático en ganancias.
Solamente repasar a los novelistas del siglo XIX tales como Balzac les recordará que detrás de las mentiras de cada fortuna de una familia rica hay al menos un gran hurto, a menudo olvidado o sin descubrir.
En 1821, el gran poeta Shelley plantea en su ensayo fundamental "Defensa de la poesía" (publicado en 1840), que en su Inglaterra natal (una de las cunas del capitalismo industrial), “los promotores de la utilidad” se conducían:
“…para exasperar inmediatamente los extremos del lujo y deseo. Han ejemplificado el refrán, “al que tiene, más será dado; y él que no tiene, lo poco le quitarán.” Los ricos se han hecho más ricos, y los pobres se han hecho más pobres; y el recipiente del estado se conduce entre Scylla y Charybdis, de la anarquía al despotismo. Tales son los efectos que fluyen siempre del ejercicio sin mitigar de la facultad calculadora.”
Hay un interesante precedente histórico en el desarrollo del sector financiero de los Estados Unidos y me refiero a lo que conocemos como “el veto del banco” del presidente Andrew Jackson. Una historia resumida nos refiere a la existencia de lo que se conoció como el Segundo Banco de los Estados Unidos (fundado originalmente por Madison). Este banco combinaba ser el vehículo oficial y exclusivo de depósitos y transacciones del gobierno con el hecho de que era un banco privado. La guerra de 1812 había dejado a los Estados Unidos con una deuda significativa, el Primer Banco de los Estados Unidos (creado para fundar la república) había cerrado en 1811. Madison y el Congreso acordaron crear el Segundo Banco de los Estados Unidos para poder encarar el problema de la deuda. A pesar de la deuda, los Estados Unidos experimentaron un auge económico debido a la devastación en Europa, el mercado mundial más predominante, por las Guerras Napoleónicas. El daño al sector agrícola europeo multiplica exponencialmente las ganancias del sector agrícola y comercial estadounidense. Este proceso de ganancias extraordinarias, canalizado mediante el banco privado, que tiene el monopolio de las contrataciones financieras y mercantiles, produce dos efectos inherentemente negativos a mediano plazo, mediante el mecanismo de préstamos (a agricultores) el Banco acrecienta sus márgenes de ganancias y promueve de una manera escandalosa la especulación de tierras. Esta concentración de poder económico en manos privadas produjo una inflación que se registra de la siguiente manera: triplicando los precios de la tierra. Las ventas de la tierra para 1819, sumaron 55 millones de acres mediando un fraude operacional mediante las transacciones bancarias que produce una burbuja económica.
(Cuando se hacen replanteamientos de la crisis hipotecaria reciente hemos visto como muchos analistas han perdido de sus recuerdos y ejercicios esta experiencia que sirve de precedente histórico.)
Contracciones en el mercado internacional (al recuperarse la agricultura europea) y manejos del Segundo Banco en beneficio de sus propietarios privados (contrajeron el sistema prestatario para defender los márgenes de ganancias) produjo lo que se conoce como el Pánico de 1819, situación que conduce a McCulloch v. Maryland (17 U.S.. 316 (1819)) cuando el estado de Maryland para defenderse de la crisis busca imponerle tributaciones a las operaciones del Segundo Banco. La crisis constitucional lleva a un enfrentamiento con el Tribunal Supremo, que proclama la supremacía del Congreso para imponer y controlar las acciones de un estado. El presidente Andrew Jackson advierte el poder inmenso que ha amasado el Segundo Banco que debido al fraude es visto como un instrumento de la corrupción política y una amenaza a las libertades americanas. En el Mensaje del veto al Banco Jackson enarboló una retórica populista dirigida al hombre común del país, mientras ataca a los accionistas ricos y extranjeros propietarios del Segundo Banco. Veamos:
“It is to be regretted that the rich and powerful too often bend the acts of government to their selfish purposes. Distinctions in society will always exist under every just government… In the full enjoyment of the gifts of Heaven and the fruits of superior industry, economy, and virtue, every man is equally entitled to protection by law; but when the laws undertake to add to these natural and just advantages artificial distinctions, to grant titles, gratuities, and exclusive privileges, to make the rich richer and the potent more powerful, the humble members of society-the farmers, mechanics, and laborers-who have neither the time nor the means of securing like favors to themselves, have a right to complain of the injustice of their Government. There are no necessary evils in government. Its evils exist only in its abuses. If it would confine itself to equal protection, and, as Heaven does its rains, shower its favors alike on the high and the low, the rich and the poor, it would be an unqualified blessing. In the act before me there seems to be a wide and unnecessary departure from these just principles…Experience should teach us wisdom. Most of the difficulties our Government now encounters and most of the dangers which impend over our Union have sprung from an abandonment of the legitimate objects of Government by our national legislation, and the adoption of such principles as are embodied in this act. Many of our rich men have not been content with equal protection and equal benefit…”
(Traducción de ROF:)
“Debe ser lamentado que demasiado a menudo los ricos y poderosos doblan los actos del gobierno para sus propósitos egoístas. Las distinciones en la sociedad existirán siempre bajo cualquier gobierno justo… En el disfrute completo de los regalos del cielo y de los frutos de la industria, de la economía, y de la virtud, cada hombre tiene derecho a la igual protección de las leyes; pero cuando las leyes emprenden agregar a estas naturales y justas ventajas distinciones artificiales de conceder títulos, ganancias, y privilegios exclusivos, para hacer al rico más rico y al poderoso, más poderoso, los miembros humildes de la sociedad- los granjeros, mecánicos, y trabajadores-que ni tienen el tiempo ni los medios de conseguir favores para sí mismos, tienen derecho de quejarse de las injusticias de su gobierno. No hay males necesarios en el gobierno. Sus males existen solamente en sus abusos. Si se confinara a la igual protección, y, como el cielo hace con sus lluvias, riega sus favores igualmente al alto y el bajo, a los ricos y los pobres, sería una bendición sin igual. En el acto ante mí parece haber una amplia e innecesaria distancia de estos principios justos. … La experiencia debe enseñar sabiduría. La mayor parte de las dificultades que nuestro gobierno ahora enfrenta y la mayor parte de los peligros que amenazan nuestra unión han surgido del abandono de los objetivos legítimos del gobierno por nuestra legislatura nacional, y la adopción de principios tales como se incorporan a este acto. Muchos de nuestros hombres ricos no han estado contentos con la igual protección e iguales beneficios…”
Favor ver: El mensaje del veto del banco, en:
http://avalon.law.yale.edu/19th_century/ajveto01.asp
Como vemos el cuadro actual de verdad no es enteramente original ni enteramente novel, y tal parece nuevamente deberse al afán de concentrar riquezas y poder en la élite económica mediando las instituciones financieras y bajo el camuflaje de realidades falaces. Si hemos establecido siquiera como suposición que generar cantidades extraordinarias de riquezas, capital y ganancias en la historia ha sido producto generalmente de operaciones de simulaciones falsas, apropiaciones y usurpaciones, en los comienzos del siglo XXI nos obligamos a hacer la siguiente interrogante,¿roban a quién?
La mayoría de las riquezas en la historia han sido adquiridas por la conquista militar, o por manejos cuestionables en la esfera política, tal como los grandes reparticiones de la tierra del ferrocarril en los Estados Unidos de mediados de siglo XIX y a nivel local de Puerto Rico las segregaciones de los latifundios monopolísticos de las centrales azucareras en la primera parte del siglo XX. Las grandes fortunas americanas han sido fundadas usurpando la tierra, las empresas públicas y mediante monopolios que han privatizado los bienes públicos, porque es donde están los activos.
Esta fórmula antigua se reinventa con los cambios socioeconómicos de los tiempos diferentes pero en su fondo y en sustancia sigue siendo lo mismo.
Si interpretamos las acciones que el sector republicano ha impulsado y defendido de “salvar a Wall Street” (la Bolsa de valores) a pesar de que las situaciones de crisis las crea el mismo sistema financiero mediante la debacle de la inflación de las propiedades inmobiliarias y subsiguiente fraude masivo hipotecario en este contexto podemos empezar a advertir la urgencia que siente esa élite económica de los súper-ricos de controlar el gobierno. En Puerto Rico el gobierno de Fortuño nos ha endilgado un nuevo temario basado en sus manejos con las casas de corretaje y de repente cada mes nos enteramos que Moody’s dice esto o Standard & Poors dice aquello al grado que nos transmiten como estas empresas privadas le dictan pautas al gobierno. Veamos esto un momento, es un hito que de buenas a primeras nos han vendido la idea de que los bonistas, una de las personificaciones que tienen los ricos para invertir, hay que defenderlos por encima de todo ya que nuestro sistema depende del ‘fiao’ lo cual puede ser cierto en cierto sentido precisamente porque es el sistema de (des)gerencia financiera a la cual el gobierno nos ha conducido. Los anuncios recientes del Gobernador sobre cambios valorativos de los bonos (aunque se comentan que son cambios de implementación de método de asignar valores), ¿a quiénes verdaderamente benefician? ¿quiénes generan ganancias?
Pero paremos en este punto por un momento adicional, la pregunta es si todo este sistema de la alegada crisis y nuestros sacrificios por “salvar a los bonistas (nuestro equivalente de salvar a Wall St.)” ¿será un gigantesco juego de ilusiones? porque de acuerdo a las informaciones que vimos, estos sectores financieros e inversionistas dominados por los súper ricos lo que han hecho es aumentar sus ganancias durante estos episodios. Las cosas no pueden estar tan malas cuando estas crisis generan tantas ganancias al grado de hasta alcanzar nuevos niveles récord de ganancias.
Es el fraude del siglo, en los Estados Unidos los contribuyentes han rescatado a Wall St. de sus propios errores a cuesta del bolsillo de la clase media y en Puerto Rico se ha salvado a los bonistas mediante el sacrificio de miles de empleados públicos y la erosión notable en servicios y beneficios públicos. Lo peor es que realmente salvar a Wall St. y salvar a los bonistas es mucho más que superar una deficiencia operacional, es generar ganancias exorbitantes que surgen de transferencias directamente del caudal público o en el caso de Puerto Rico causando miles de tragedias familiares en el proceso.
Ante la ola de iniciativas republicanas que sigue la estela de la crisis financiera de Wall Street, muchos analistas están coincidiendo en la teoría que Naomi Klein la premiada periodista y autora sostuvo en su libro de 2007, “La Doctrina del choque: El auge de capitalismo del desastre.” En el libro, Klein revela cómo en tiempos de crisis económica sectores del poder aprovechan para impulsar políticas económicas no democráticas y extremas de mercado libre. Klein introduce dos temas principales. (1) La doctrina del choque como sistema de promover agresivamente el ideal de crear economías de libre mercado, en el que inevitablemente requiere normalmente una violenta destrucción del orden económico preexistente; y, (2) las similitudes entre la crisis económica y la doctrina original de la terapia del electrochoque, donde se aplicaban choques eléctricos a los pacientes con enfermedades mentales para mediante estos traumas artificialmente inducidos provocar cambios de conducta. En la quinta parte del texto Klein introduce el complejo concepto de capitalismo de desastres en el que la autora describe cómo las empresas han aprendido a sacar provecho de tales desastres. Basándose en las teorías de Milton Friedman, quien decía que “sólo las crisis reales o percibidas permiten un auténtico cambio”, Klein define al capitalismo como un depredador que se aprovecha de estados de debilidad de la sociedad para lograr imponer cambios que en efecto atienden la necesidad de crear riquezas a los sectores del poder económico en contraposición a realmente intentar ofrecer soluciones a la crisis que beneficien la mayor parte de la comunidad.
La "terapia de shock" se nutre de estrategias de mercadeo, propaganda-publicidad y falsificación (fraude) de datos e informaciones valorativas conjugados de manera que promueva el mercado libre como la única vía para escapar de la decadencia económica y de la pobreza masiva: la estrategia es crear el pánico, para luego adoptar “terapias” económicas neoliberales.
Favor ver:
http://www.naomiklein.org/shock-doctrine
El economista Paul Krugman ha utilizado las teorías de Klein de la doctrina del choque para analizar la situación actual. Citamos:
“..con los saqueadores todavía merodeando por las calles de Bagdad, L. Paul Bremer … le decía a un periodista de The Washington Post que una de sus principales prioridades era "corporativizar y privatizar las empresas de propiedad estatal" -en palabras de Bremer, no del periodista- y "conseguir que la gente se olvidase de la idea de que el Estado lo mantiene todo".
La historia de la Autoridad Provisional de la Coalición obsesionada con la privatización era el eje de’ La doctrina del shock’, el exitoso libro de Naomi Klein, que sostenía que dicha privatización formaba parte de un patrón más general. Desde el Chile de los años setenta en adelante, señalaba, los ideólogos de derechas han aprovechado las crisis para impulsar un programa que nada tiene que ver con la resolución de esas crisis y mucho con imponer su visión de una sociedad más dura, más desigual y menos democrática. Lo que nos lleva al Wisconsin de 2011, donde la doctrina del choque está plenamente expuesta..Lo que está ocurriendo en Wisconsin es, más bien, una apropiación de poder: un intento de aprovechar la crisis fiscal para destruir el último contrapeso importante frente al poder político de las empresas y los ricos.”
Favor ver:
El citado Lewis Paul "Jerry" Bremer fue embajador de los Estados Unidos en Iraq y es notorio por haber sido el administrador encargado de supervisar el proceso de reconstrucción después de la invasión de 2003. En su papel como jefe de la autoridad provisional de la coalición, le respondía exclusivamente al Secretario de Defensa y ejerció autoridad máxima sobre la administración civil. Desempeñó sus servicios en esta capacidad a partir del 11 de mayo de 2003 hasta que la soberanía iraquí limitada fue restaurada el 28 de junio de 2004. Bajo la administración de Bremer el CPA pidió $12 mil millones en efectivo al Tesoro de los Estados Unidos y bajo su administración pagó $12 mil millones en efectivo en diferentes estipendios y gastos. El 30 de enero de 2005, un informe oficial del Inspector General especial para la reconstrucción de Iraq, Stuart Bowen, citado por la revista Time, indicó que $9 mil millones de los fondos para la reconstrucción de Iraq pudieron haber desaparecido en fraudes, corrupción y conducta administrativa sospechosa.
Este es un excelente y deplorable ejemplo de una crisis mayor (recordemos que bajo la supuesta amenaza falsa de armas de destrucción masiva), que sin necesidad de hacer planteamientos ni cuestionamientos sobre el saqueo y el pillaje de los recursos iraquíes, que tan fácil podemos suponer ocurrió (y puede ser que sigue ocurriendo), fue el marco circunstancial (ideológicamente justificado por la mentalidad republicana) para llevar a cabo una impresionante transferencia de riquezas y fondos desde los bienes públicos, podemos sospechar a sectores económicos afluentes asociados a las industrias armamentistas y bélicas beneficiados hasta de maneras subrepticias y sin asomo de auditar, fiscalización ni controles. Nada ese mismo 1% de la sociedad que ha visto su capital crecer vertiginosamente en todos estas diferentes crisis.
Durante el gobierno de Bush, las propuestas republicanas se orquestaban desde el centro del Poder ejecutivo en Washington. En estos momentos el escenario se ha mudado a los estados y el territorio de Puerto Rico en los que republicanos han consolidado su poder a nivel local. En vez de tomar las decisiones para verdaderamente encarar a la crisis actual, los gobernadores republicanos están utilizando la oportunidad de avanzar propuestas ideológicas de largo plazo: destruir el sindicalismo y eliminar el estado de derechos adquiridos, cortes draconianos a los programas sociales, y rebajas a impuestos corporativos y de los sectores adinerados. La clase pobre y media se enfrenta a irrazonables e imprudentes medidas de austeridad fiscal, mientras los ricos y las corporaciones no solo contribuyen menos proporcionalmente sino que adquieren mayores riquezas directamente sustraídos de los bienes y servicios públicos transformados en centros de lucro capitalista. Esta es la guerra de los republicanos y la isla de Puerto Rico es una batalla cruenta de dicha guerra.
Wisconsin es solamente uno de varios estados republicanos en los que han intentado contener los derechos adquiridos de los empleados y atacar componentes fundamentales del gobierno tal como la educación pública. La lucha se ha convertido en un asunto crucial donde las nuevas mayorías republicanas han propuesto recortes presupuestarios drásticos para abordar déficits del estado. Pero por supuesto, no se trata realmente del cuadro financiero sino del poder político y su uso para beneficiar los sectores de las élites económicas. Los gobernadores Walker de Wisconsin como Chris Christie y Kasich de New Jersey y de Ohio, entre otros como Fortuño, han decidido usar la estrategia de la crisis y enfocan a empleados públicos como los maestros como chivos expiatorios eficaces de este melodrama de las actividades bancarias y finanzas, precisamente los sectores económicos que nos crearon el lío con sus esquemas fraudulentos.
Los gobernadores republicanos están utilizando la crisis financiera como una excusa para disimular sus verdaderos propósitos. Este enfoque equivocado de las prioridades hace que la clase pobre y media pierda derechos, pierda capacidad de adquisición, pierda servicios públicos esenciales, pierda la capacidad de mejorar sus situaciones socioeconómicas (individuales, grupales y comunitarias) y pierda hasta propiedades todo bajo la bandera de la economía neoliberal.
El gobernador Rick Scott de Florida en su nuevo presupuesto pide miles de millones de dólares en cortes a programas y servicios esenciales para compensar por recortes en la contribución inmobiliaria corporativa de por lo menos $4 mil millones. Rick Snyder, gobernador de Michigan, ha pedido $180 millones en concesiones a los empleados públicos y miles de millones en reducciones a las escuelas, universidades, gobiernos municipales, y otros sectores públicos, a la vez que anuncia dar $1.8 mil millones en rebajas de impuestos corporativos.
Un estudio actual de 2010 del Instituto de política económica (U. S. Economic Policy Institute) demostró que los trabajadores del sector público ganan realmente menos que sus contrapartes del sector privado. Hace una generación, trabajadores no sindicalizados aceptaban con satisfacción noticias de mejoras salariales y mayores beneficios para los empleados sindicados, reconociendo que una creciente oleada levanta todos los barcos. Pero los representantes del poder republicano han sido eficientes en montar su campaña que demoniza a los empleados públicos y proyecta falacias fundamentales sobre sus realidades salariales y de beneficios.
Por supuesto, la razón que trabajadores del sector privado han perdido sus posiciones salariales y beneficios en las cuatro décadas pasadas es que como hemos visto los sectores del poder económico, esa élite de súper ricos que son los dueños directos e indirectos de las industrias privadas han capturado todos los aumentos de la productividad y han dejado a los trabajadores con salarios estancados o decrecientes. La sindicalización por efectos de legislación patronal es más difícil y las acciones patronales han sido eficientes en impedir el logro de la organización de sus empleados. Sin las uniones, los trabajadores privados encuentran más difícil luchar por salarios decentes y beneficios razonables como la permanencia y el programa de horas regulares de trabajo, no es que los salarios y los beneficios de los empleados públicos son irrazonables, es que los salarios y los beneficios de los empleados privados son irrazonables.
En Puerto Rico nuestro primer embate con las políticas republicanas de manera brutal fue la imposición de la nefasta Ley 7 amparada por el consabido decreto de emergencia desprovisto de documentaciones claras y contundentes. La fuerza consolidada del dominio del sistema legislativo y la pobreza de criterio de los legisladores puertorriqueños (unos alegan ser demócratas pero siguen ciegamente la agenda republicana del gobernador) selló la suerte de miles de empleados públicos, para casi todos los efectos reales desactivó el potencial de defensa de los sindicatos y obvió décadas de leyes laborales. Los esfuerzos de protestar contra dicho programa de gobierno aunque en instancias fueron masivos padecieron terriblemente de falta de unidad, falta de consistencia y un desgano que se generalizó. Solamente la mediocridad del proceso de despidos como asunto procesal logró presentarse como alguna manera de resistencia efectiva. Lo improvisado del programa de gobierno republicano igualmente se evidenció cuando el programa de despidos cercenó de manera ineficiente áreas gubernamentales. Los recuerdos de las absurdeces son inolvidables tal como cuando despiden prácticamente todo el personal especializado del Zoológico de Mayaguez que despierta a ver que solo un empleado debe atender poblaciones de animales tan disímiles. Muchas de las anécdotas fueron tan grotescas que ni de chiste sirvieron. El segundo gran escenario de batalla ha sido el de la educación pública tanto el sistema escolar como la Universidad de Puerto Rico pasaron con el cambio de gobierno de ser valores culturales sociales a materia de propuestas de privatización.
“Abraham Lincoln estaría llorando hoy,” declara Graham Spanier el presidente de PennState al hacer una referencia al Acta Morrill de 1862. El acta, firmado por Lincoln, fomentó la creación de universidades al ceder terreno a las instituciones educativas públicas para ampliar la disponibilidad a la educación. Fue introducido por un miembro del Congreso llamado Justin Smith Morrill del estado de Vermont. Él previó el financiamiento de la educación agrícola y mecánica asegurándose que la educación estaría disponible para todas las clases sociales. En 1908, el Gobierno de los Estados Unidos ofreció ayuda económica a la incipiente universidad de Puerto Rico como parte del Acta Morill con lo cual se fundaron los recintos de Río Piedras y posteriormente el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas en Mayaguez en 1911. Hoy la Universidad de Puerto Rico se enfrenta igual que cientos de instituciones y universidades públicas a los intentos de la propuesta republicana de privatizar dichas entidades. Los ataques son múltiples y van desde usurpación de programas de apoyo a los estudiantes hasta replantear todo el esquema laboral y los derechos adquiridos de la comunidad universidad. En Puerto Rico la lucha en contra de los programas neoliberales republicanos se han encontrado con un adversario valiente y astuto en la resistencia que han mantenido los estudiantes universitarios a aceptar dichos planes tales como imposiciones unilaterales de cuotas especiales.
En Wisconsin la lucha que ha ocupado la atención y que se ha propagado por toda la nación americana comenzó en la universidad de Wisconsin. Miembros de la asociación de los ayudantes educativos, la unión de empleados graduados más vieja del mundo, se opuso decididamente al plan del gobernador de Wisconsin de eliminar la negociación colectiva. El mensaje del TAA fue: “Todos los trabajadores del sector público están bajo ataque. La facultad y el personal están bajo ataque. La Universidad de Wisconsin está bajo ataque. Están intentando minar la paz laboral de 50 años…. Usted necesita activarse ahora…” Detuvieron las clases y salieron en una marcha hacia el Capitolio, a esta protesta inicial se han unidos maestros, estudiantes de secundaria, empleados públicos y se ha unido un gran frente amplio cuyo mensaje se ha extendido por todos los estados especialmente esos estados en los que gobernadores republicanos han iniciado de diferentes maneras a implantar su agenda neoliberal. Si no es verdadero compromiso filosófico lo que es indudable es que los gobernadores republicanos pagan con sus acciones el financiamiento abundante de sus carreras electoreras de parte de la élite económica.
Disipado el humo publicitario: ¿De qué se trata la crisis?
¿Quién causó la crisis económica? Especuladores financieros, Wall Street, instituciones hipotecarias, y corporaciones multinacionales.
¿Quién se está beneficiando en la recesión? Los que se acogen a beneficios corporativos, en el 3er cuarto de 2010, las ganancias totalizaron $1.6 trillones, 28 por ciento más alto que el año antes, el salto anual más grande de la historia. Mientras tanto, los salarios han descendido, excepto los americanos más ricos cuyos ingresos se multiplicaron cinco veces.
¿Quién no está pagando proporcionalmente? Los ingresos de impuestos corporativos han disminuido $2.5 mil millones del año pasado. En Wisconsin, dos terceras parte de las corporaciones no pagan impuestos, y la participación de impuestos corporativos ha descendido gradualmente desde 1981. Según un estudio general de la contabilidad, el 72 por ciento de todas las corporaciones extranjeras y cerca del 57 por ciento de compañías. que hacían negocio en los Estados Unidos no pagaron por lo menos un año entre 1998 y 2005.
¿Es la nómina de empleados públicos un gasto excesivo? Los empleados públicos típicamente ganan de 11 por ciento a 12 por ciento menos que empleados privados con educación y experiencia comparables. Cortar la nómina de empleados públicos por la mitad reduce el gasto del gobierno menos de 3 por ciento.
¿Qué tipo de cambios propone la agenda republicana? A) Reducir la nómina, pensiones, y subsidios por enfermedad/ planes médicos; B) restringir la negociación colectiva en el sector público; y, C) prohibir sindicatos en el sector público.
¿Cuáles son los estándares de trabajo para reclutar/contratar profesores y otros funcionarios públicos? Tomemos de ejemplo los profesores, han aceptado congelaciones de salarios y otras reducciones en beneficios. La meta es privatizar la educación, y la desestabilización de instituciones públicas responde a ese propósito. Destripar el servicio gubernamental crea la necesidad de opciones corporativas para ejecutar protecciones y servicios públicos. Los estándares son que para ser o seguir empleados los profesores acepten ser redefinidos laboralmente de manera sumisa aunque maquillen sus posturas con cualquier estrambótica filosofía, de lo que se trata es de proletarizar al profesorado, y punto.
¿Cuál es la relación entre los derechos de los trabajadores? Los patronos están exigiendo concesiones importantes a trabajadores del sector privado, y están rompiendo uniones. Las nuevas leyes laborales buscan restringir derechos para todos los empleados privados y públicos. Atacar los empleados públicos es compatible con las propuestas laborales para empleados privados.
¿Dónde radica el interés público? Es un viejo axioma que el alza de los estándares de vida (el desarrollo de la clase media en los años 50) fue el resultado directo de la sindicalización y la aprobación de leyes laborales protectoras de los trabajadores. Ganaron la jornada de ocho horas, el concepto de fines de semana, y muchos otros estándares que ahora se están viendo amenazados bajo la teoría fraudulenta de que los salarios y las pensiones afectan la economía, la agenda propone una lógica inversa de que bajando salarios y beneficios se crean trabajos y se estimule la economía. La pregunta que se desprende de esa teoría es ¿se estimula la economía para quién?
Ante este cuadro las siguientes son las propuestas centrales de la agenda republicana que se ha cristalizado en el contrato de América del movimiento Tea Party:
1.- Eliminar el sistema público de servicios de salud;
2.- Eliminar el Seguro social;
3.- Extender las rebajas contributivas a los sectores más remunerados;
4.- Eliminar regulaciones al mercado financiero;
5.- Eliminar el Departamento de Educación y las universidades públicas;
6.- Eliminar la Agencia de protección ambiental (EPA) y otras entidades asociadas a la energía.
El mito que justifica estas propuestas es que la economía genera riquezas ganadas mediante las empresas privadas que al invertir en equipo y materiales produce empleos lo cual se multiplica en otros trabajos para producir los bienes y servicios que la gente empleada quiere comprar. El llamado “trickle-down” effect.
Lo que el mito no atiende es el hecho comprobado de que la concentración de riquezas no ha probado que implica inversiones proporcionales en sistemas de producción (tal como la manufactura) sino un aumento en actividad financiera que se puede canalizar mediante mercados internacionales en sociedades donde los costos de producción son más baratos.
Lo que tampoco atiende el mito es que no hay precedentes ni argumentos racionales que garanticen que al eliminar del gobierno las áreas de responsabilidades sociales y servicios públicos la empresa privada al ocupar dichos espacios responda a las necesidades del pueblo y no a sus naturales inclinaciones a la ganancia y el lucro. Dicho de otro modo, ¿qué de los servicios que no son capaces por su misma naturaleza de ser empresas capitalistas lucrativas?
Fin de la primera parte.
En la segunda parte habremos de atender ¿por qué Wisconsin?, los Hermanos Koch, los peligros a los que se enfrenta la educación pública, y el escándalo de las pensiones además de que intentaremos de sugerir aproximaciones a estrategias. ROF
Posdata.- Favor de enviar sus mensajes, colaboraciones, opiniones, dudas y sugerencias que como siempre las habremos de atender a la brevedad.
Favor ver notas de prensa relacionadas de reciente publicación (13.03.11/15.03.11) en sección de comentarios en las que, entre otras cosas, se corroboran planteamientos vertidos en esta entrada. ROF
Roberto... tu escrito es digno de mucha reflexion... pero si creo tambien que los fundamentalistas llorarian al ver, como metodicamente, los ricos se siguen acomodando al sacrificio de la gran mayoria de nuestra sociedad. Que mucho te disfruto, amigo y gracias por tu compromiso para con la gente, eres un ser humano muy, muy especial..
ResponderEliminarNueva York - La segunda década de esta centuria ha dejado a la luz un nuevo orden mundial, tanto en los planos geopolítico y social como en el plano económico.
ResponderEliminar...
Estados Unidos y Europa se dirigen hacia debilidades continuas”, explica el economista Joseph E. Stiglitz, al agregar que las controversias recientes en cuanto al déficit fiscal continuarán desalentando el crecimiento económico “en ambos lados del Atlántico”.
El premio Nobel en Economía agrega que la buena noticia para América Latina es que se encuentra muy diversificada.
Además, la región “casi es parte de la órbita asiática en términos de mercados exportadores”, dice Stiglitz.
Por ello, la situación que experimentan las economías avanzadas no tendrá el gran impacto que pudo haber tenido 10 o 15 años atrás, opina el experto.
La reflexión de Stiglitz en torno al rumbo de la economía estadounidense y la global tuvo como escenario la Universidad de Columbia, donde el laureado economista dedicó varias horas a un puñado de periodistas que participaron de un seminario coordinado por el importante centro de formación universitaria en la Ciudad de los Rascacielos y el Grupo Diarios de América (GDA).
En palabras llanas, la radiografía de Stiglitz -quien dirige la Iniciativa para el Diálogo de Política, o IPD, por sus siglas en inglés- en torno al rumbo económico del mundo, y particularmente en Estados Unidos, es pesimista.
El análisis se fundamenta desde diversos ámbitos. Desde lo que dicen las estadísticas en torno a las finanzas de los hogares estadounidenses; el saldo de programas intervencionistas e incentivos mal estructurados y hasta la tónica que ha tomado el debate público en torno a cómo atender la crisis fiscal.
“La percepción de Estados Unidos como la tierra de la oportunidad ya no es verdadera”, dice el economista al agregar que los niveles de desigualdad en la primera economía del mundo son la mejor evidencia.
Una economía muy desigual
Según Stiglitz, Estados Unidos y Europa parecen moverse a una economía tipo Japón, que ha permanecido en un estancamiento económico por casi 20 años.
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ResponderEliminarExplica que a diferencia de la tercera economía del mundo, recién sacudida por un terremoto y tsunami con efectos catastróficos, Estados Unidos no tiene cohesión social suficiente. Por ende, un país estancado económicamente supone condiciones mucho más adversas para los estadounidenses que las que se han experimentado al otro lado del mundo.
Las estadísticas son elocuentes. Por ejemplo, 25% de todo el ingreso va al 1% de la población estadounidense. El ingreso de las familias de clase media hoy, es menor de lo que fue 12 años atrás, explica el también presidente electo de la Asociación de Economía Internacional.
“Todo el mundo ha ido hacia abajo (en términos de ingresos) excepto el tope”, indica Stiglitz al reconocer que algunos políticos le han pedido que no discuta estos temas en profundidad porque avivaría una lucha de clases.
Agrega que la inversión de Estados Unidos en educación resulta muy baja en relación a otras economías avanzadas. Esto provoca que la calidad de la fuerza laboral estadounidense vaya en declive en momentos en que los trabajadores estadounidenses compiten con aquellos en la China o India. Y allí, la paga de salarios representa un 80% de ahorro para la empresas en relación a la paga en Estados Unidos.
Así las cosas, la posibilidad de que los estadounidenses puedan moverse socialmente hacia arriba, o sea, que puedan ascender en las escalas de ingreso, es peor que en Europa, dice Stiglitz. Toma nota de que hay excepciones, siendo el propio presidente Barack Obama, el ejemplo más evidente.
“Las personas no han internalizado que Europa se ha convertido en un lugar mucho más democrático en términos de oportunidades, mientras Estados Unidos se ha movido en otra dirección”, subraya.
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ResponderEliminarLa situación, continúa el economista, queda exacerbada por otras transformaciones como la creación de un nuevo “capitalismo gerencial”. En éste, los principales oficiales ejecutivos o ejecutivos de alto nivel “han decidido apropiarse” -mediante incentivos o bonos de compensación o retención incongruentes con su desempeño- de los ingresos de las corporaciones “a costa de los accionistas, bonistas y trabajadores”.
Todavía hay unas 800 instituciones financieras que figuran en “la lista de observación” de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), aparte de las casi 300 instituciones que han cerrado operaciones desde el 2008, recuerda.
También contribuyen al deterioro actual, políticas contributivas que han beneficiado a las clases altas, tanto bajo la presidencia de George W. Bush como la reducción de las ganancias de capital impulsada por Bill Clinton, dice el economista.
La palabra “redistribución”
Cambiar esa realidad sería posible a través de un gobierno sólido que haga factible la redistribución de la riqueza.
Pero Stiglitz reconoce que, a diferencia de América Latina, la palabra redistribución no es aceptable en la discusión política estadounidense.
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ResponderEliminarEn su lugar, el debate se dirige hacia impulsar recortes presupuestarios para hacer un gobierno más pequeño, tanto a nivel federal como estatal, y hacia minimizar el rol de las uniones o gremios laborales, que son los únicos que abogan por el trabajador, destaca.
“Como la derecha teme a la redistribución, la solución es hacer al gobierno débil y la consecuencia, podría argumentar, será un crecimiento económico bajo debido a la falta de inversión en infraestructura”, explica.
En contraste, la palabra “redistribución” ha servido, junto a otros factores, para viabilizar un ciclo expansivo en América Latina.
“América Latina ha conocido tasas de crecimiento que no había visto en 30 años”, señala el economista José Antonio Ocampo.
Según el ex subsecretario general para Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de las Naciones Unidas, uno de los factores que contribuyó al ciclo expansivo latinoamericano, fue “la caída muy fuerte en los niveles de pobreza, que coincidió en varios países con mejorías en la distribución del ingreso”.
Aunque los datos varían por país, Ocampo señala que entre los años 2002 y el 2007, la pobreza cayó diez puntos porcentuales, según la CEPAL.
http://www.elnuevodia.com/cambiaelpanoramaeconomico-912828.html
Excelente!
ResponderEliminarTremenda recurso de información!
ResponderEliminar...La proyección oficial de la Junta de Planificación es que el producto bruto alcanzará un modestísimo 0.4%, pero economistas locales sostienen que la economía se contraerá nuevamente alrededor de 1% sin señales de cambio. Esto, pese a la bonanza asociada con planes de estímulo económico que supusieron una inyección de $7,243 millones en fondos federales y estatales, un salvavidas de la Federal Deposit Insuranse Corporation (FDIC) para evitar el colapso del sistema financiero... muchas de las medidas de estímulo económico adoptadas hasta la fecha, como los subsidios gubernamentales otorgados para reducir el inventario de viviendas y los cambios a la Ley de Cierre, sirven de mitigación, pero no generan desarrollo económico sostenido... las Alianzas Publico-Privadas... se mantienen conceptualmente en la confusión y no acaban de arrancar.
ResponderEliminarEn tanto, los recortes del Gobierno para zanjar el déficit fiscal -que a principios del cuatrienio fue estimado entre $3,400 y $4,400 millones- supusieron una contracción del gasto público del 19% y una merma del 13% en empleos del sector público, agudizando la fase recesiva.
En esta etapa, la complacencia del Gobierno ante pequeñas variaciones del Índice de Actividad Económica del Banco Gubernamental de Fomento, calculado con indicadores de empleo asalariado no agrícola, ventas de cemento, consumo de gasolina y consumo de electricidad, es un desatino.
La articulación de un proyecto económico y social de sustancia tiene que reconocer que la situación laboral de Puerto Rico es crítica, al haberse perdido 127,000 empleos desde el 2008 para acá...
http://www.elnuevodia.com/columna-basesrealesparalarecuperacion-856519.html
Informacion importante...
ResponderEliminarNueva York - “Fue un mal negocio”. Esa es el juicio que el laureado premio Nobel en Economía, Joseph Stiglitz, tiene del programa de rescate que se articuló para salvar el sistema bancario y que le costó a los contribuyentes estadounidenses sobre $700,000 millones.
ResponderEliminarDe acuerdo con Stiglitz, el programa de rescate bancario articulado por dos administraciones, la de George W. Bush y Barack Obama, no logró sus objetivos y terminó debilitando la principal economía del mundo.
“Hay que poner la economía a trabajar”, dijo el reputado economista.
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Durante el evento, denominado “Encuentro de Intelectos”, Stiglitz se mostró pesimista en torno al futuro de la economía estadounidense, al indicar que la actual crisis ha erosionado en mayor grado, la capacidad de movilidad social de los estadounidenses.
...los recursos que ha invertido Estados Unidos en la guerra en Irak y que rondan unos $2,800 millones a la semana.
La prueba del “fracaso”
Al abundar en torno a la coyuntura actual y el saldo de la medida intervencionista del gobierno con el sistema financiero, Stiglitz indicó que el ejemplo más evidente del fracaso del programa de rescate bancario se encuentra en el imparable y difícil proceso de ejecuciones hipotecarias.
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ResponderEliminarDesde el inicio de la crisis, unos siete millones de hogares han sido ejecutados en los Estados Unidos y, este año, otros dos millones de familias perderán su hogar, lo que representa un saldo en extremo adverso, dijo el economista.
Agregó que, por un lado, la situación resulta en un deterioro para las comunidades, mientras que la pérdida del principal activo de las familias les obliga a frenar el consumo, lo que a su vez, se convierte en un lastre para la economía.
Según Stiglitz, salir de la encrucijada requiere que el gobierno, siendo propietario de la mayoría de las hipotecas, inicie un proceso de reestructuración de estos financiamientos.
El economista agregó que si bien muchos bancos han repagado el dinero que recibieron del Tesoro estadounidense, la inversión hecha por el gobierno federal tampoco ha reactivado la actividad prestataria a las pequeñas y medianas empresas a los niveles requeridos.
De igual forma, Stiglitz indicó que las políticas de recorte de gastos que se aprestan a implementar el gobierno federal y los gobiernos estatales no son correctas y que por el contrario, el gasto gubernamental bien hecho puede fortalecer la economía.
http://www.elnuevodia.com/ayudaabancosperjudicoaee.uu.-914739.html